La Zarpada
Publicado en Sep 11, 2014
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Osvaldo nació en el barrio de Flores.
En la esquina de Boyacá y Yerbal, los viejos tenían un almacén.
Hijo único de gallegos muy trabajadores, el muchacho era tosudo y rebelde.
Lo pusieron pupilo en un colegio de curas de Lujan porque le gustaba demasiado la calle, siempre se agarraba a trompadas con otros chicos.
Ingenuos y brutos, los padres creyeron que los curas podrían moldear ese carácter.
Siempre castigado por mala conducta, nunca tenía permiso para salir los fines de semana.
La madre confiaba demasiado en la educación religiosa y no cuestionó al colegio por la severidad de la disciplina - grave error, el chico tenía un destino y las cartas estaban echadas.

Cuando cursaba el 5to año nacional, hacia fines de Octubre el padre enfermó gravemente y falleció en Navidad.
 La gallega casi se desmaya cuando el hijo le pidió la parte de la herencia que le correspondía. Así tomó las riendas del almacen, lo recicló en un Autoservice, empleó una cajera y un repositor, mientras él solo se ocuparía de la contabilidad.

Con la herencia compró puntos en un Hotel Alojamiento, aprovechandose de la confianza de paisanos amigos de la familia.
Un Albergue  Transitorio llevó al otro, después nació el Sauna, que dió paso al Departamento Privado; uno en Ciudadela, otro en Morón.
Facilidad de hacer dinero, olfato para los negocios, vivaracho y arriesgado.
- El que no arriesga no gana-  solía decir.
Muy trabajador como los viejos, con la diferencia de que el almacen no era lo suyo, sus ambiciones estaban en proyectos grandes.

Empezaba a hacerse rico, empleó un contador de confianza.
La gallega,  deprimida, extrañaba el almacén, el fiado,  la charla con los vecinos en el mostrador. Osvaldo le compró un departamento en barrio norte, tenía mucama. pero la vieja se moría de no hacer nada en todo el día,  añoraba la vida que ya no tenía.

 En los 90, viajó a Punta del Este donde conoció a Silvina, linda,  de buena familia, gente mundana de clase media alta, buenos colegios, posición acomodada.Se enamoraron y se casaron.

Silvina se avergonzaba de los negocios de su marido, le rogaba que no mencionase los departamentos privados delante de sus padres.
En un comienzo había dudado en aceptarlo ¡ eran distintos!, sin embargo se complementaban!.
Aunque ella no había nacido para ser pobre, no lo aceptó por el dinero; le gustaba la seguridad de él, su iniciativa en todo lo que emprendía.
 Silvina era dócil,  pasiva, aceptaba la buena vida y los lujos, se dejaba querer,  él la protegía, él era su hombre.

Tal vez Osvaldo le había propuesto casamiento, porque su esposa además de bella, tenía el cerebro de un pajarito, era muy cómoda e insegura,  lo amaba y celaba permanentemente.
Era halagador sentirse querido y necesitado.
 No era una mujer de carácter como su madre, él tenía la imagen desagradable de la gallega almacenera, rústica, materialista e indiferente con el hijo, la vieja había dejado un recuerdo amargo en su corazón. 

Silvina dejó de ver a sus amigas del Northland, una nueva vida se extendía delante de la joven pareja.

 Silvina empezó a controlarlo, él siempre estaba trabajando. Desconfiada,  imaginaba que su esposo tenía amoríos.
 A los 50 años osvaldo tenía una posición excelente, ¿ por qué seguir con ese ritmo?, su mujer no entendía...
 Durante una escena violenta de llanto y reproches, él le confesó que lamentablemente, no podía cambiar, hacer plata era una obsesión enfermiza, lo habían criado así.
 No creía en el psicoanálisis, se le ocurrió que como prueba de fidelidad su esposa lo acompañase a trabajar y pudiese verlo de cerca,  en todos y cada uno de sus negocios...
 Los departamentos privados eran una vergüenza, ella sintió asco.
  A pesar de todo no podía dejarlo, dependía emocionalmente de él.
La relación se deterioraba en cada intento de convenverlo de que se podía invertir el dinero en otra actividad...
Osvaldo reía a carcajadas con cada idea que Silvina le sugería, ella se acurrucaba en su abrazo y lloraba...
 A los 46, era una mujer mas que bella, pero se sentía triste y sola.

Un día tuvieron una charla audaz, los dos deseaban agregar un condimento a su unión, algo excitante que fortaleciera la confianza y complicidad.
 Vivir nuevas experiencias, con ese ardid ella  consiguió que él le dedicase tiempo.
Fantaseaban, estaban decididos a probar,  sin comprometerse demasiado,.
La bella esposa tenía fantasías, quería reconquistar posiciones, deseaba soprenderlo brindando en bandeja placeres inimaginables, hacerlo dependiente de ella,  tanto como ella lo era de él.
Demostrarle que el amor es tan fuerte que vale la pena ponerlo a prueba. Los encuentros se llevarían a cabo en lugares públicos, jamás darían detalles de su vida privada...

Contactaron parejas swingers a traves de Internet, la selección la hacían juntos, las fotos no eran suficiente, hacía falta una entrevista personal.
Nunca llegarían a mayores, la consigna era experimentar, curiosiar.
A punto de desistir,  en vista del poco éxito,  un día apareció una pareja atractiva, eran  jóvenes, lindos, de buen nivel.
Se citaron a pleno día en la Costanera Sur, en la plazoleta donde está la escultura de Lola Mora. Estacionaron el coche y esperaron de cara al sol, el día era espléndido..
De repente llegaron, bajaron del coche, él joven tendría 35 años, ella igual.
Silvina se sintió débil y vulnerable, se ruborizó, el joven lo advirtió...
Se gustaron los cuatro, bastante nerviosos charlaron mucho, las dos parejas daban muestras de que ninguno tenía experiencia previa, eso los hacía especiales.
El mediodía a pleno sol era maravilloso, hacía calor, Silvina se quitó el sweter, una camisa transparente permitía ver el corpiño negro que tenía debajo, él joven la felicitó por su elegancia en el vestir. Osvaldo piropeaba los grandes ojos negros de la joven. Era alta y delgada, vestía un jean ajustado y una blusa blanca que dejaba un hombro desnudo, Osvaldo observó el bretel del corpiño caído, se lo acomodó y rozó con sus dedos el hombro terso...
 Almorzaron juntos y decidieron encontrarse a la noche en una discoteca para parejas.
Ese día empezarían a jugar un juego peligroso y excitante...
La noche fue perfecta, la joven era inteligente, Osvaldo, no podía dejar de conversar con ella.
A los 50, advirtió que habían cambiado sus preferencias en materia femenina, charlaba animado con una mujer tan distinta a la suya. El encuentro era un batacazo...
 En la pista de baile, Silvina se entregaba a las caricias del joven que la besaba en el cuello.
 La tirantez aflojó, rieron alegremente...

Cuando amanecía les pareció que el tiempo no había sido suficiente, se despidieron, con la promesa de volver a verse.

 Lo que pasó después,  salió en los titulares de todos los diarios:

 Un empresario y su esposa resultaron muertos en su chalet del Country, los ladrones se llevaron todo, las víctimas recibieron un balazo en la cabeza.
Todo hace suponer que se trató de una fiesta íntima y que los ladrones eran gente del entorno de la pareja.
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Foto del autor maria del ...
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Descripción

batacazo - golpe - sorpresa -

Palabras Clave: engao - violencia

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin



Comentarios (10)add comment
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Enrique Dintrans A:

María del Rosario
Este cuento entretiene y maneja muy bien los tiempos. Realmente tiene suspenso, descripciones, hilas muy bien la historia. Te felicito.
Disculpas por la tardanza en responder.
Saludos cordiales

E.D.A
Responder
July 11, 2015
 

maria del rosario

Gracias Enrique, nunca es tarde, ya me había olvidado de este relato.
Un abrazo
M del R
Responder
July 11, 2015

Silvana Pressacco

por qué limpiar tu Karma? si se lee tan bien!!! jajajaja... a mi me pareció que el final fue precipitado, no sé , tal vez por pudor no te adentraste a las relaciones peligrosas que le darían condimento.

La idea de los cuentos me encanta, seré su lectora, levanto la mano.
Saludos amiga!!
Responder
September 30, 2014
 

maria del rosario.

Gracias Silvana, en realidad el original era distinto, pero me diò vergüenza, me pareció que....
en fin..., era mas zarpado y perverso, y no me animé, JE JE JE...

Un abrazo grandote.
Marìa
Responder
October 01, 2014

Gustavo Adolfo Vaca Narvaja

Tal vez, este relato corto, tenga suficientes elementos como para ser destacado como completo en su comienzo y cierre. El tema planteado no es nada casual, y estamos viviendo situaciones de cambios permanentes en las relaciones de pareja. Un… tal vez, es solo la introducción, para que en la incorporación de Osvaldo y Silvina, comiencen a transitar JUEGOS PELIGROSOS. El misterio de los albergues transitorios, con esos decorados erotizantes y a veces exagerados en colores fuertes, tienen el misterio de la pieza ocupada por el sexo, la pasión, la entrega, el juego amoroso, los cuerpos, las voces, los gemidos, y las fantasías que siempre presentan. Un paso más nos lleva al otro escalón de mucha actualidad; fantasías eróticas, o tal vez la ambiciòn de contactar y concretar con parejas swingers o incorporar una tercera persona. Todo es posible en este mundo cybernètico a través de Internet La experiencias, el tránsito por ella, la asimilación de nuevas formas amatorias, hacen que en estos juegos de contratos, puedan aparecer estas relaciones que en definitiva, terminan en robo y sangre. Últimamente, la frecuencia de las viudas negras, algo así como las arañas, que eliminan al macho después de la cópula, lleva a finales como en este relato se cierra. Un ENGAÑO acompañado de la CITA MORTAL que liquidó la fantasía.
Excelente relato María del Rosario
Felicitaciones
Responder
September 16, 2014
 

maria del rosario.

Gracias Gus, estaba pensando en escribir un libro "La Zarpada y otros cuentos", ya tengo el principio, luego seguiría "Tres mujeres", después: "Chicas de escasos recursos" y después no sé.... veré....

ESTO PARA TODOS LOS MIEMBROS DE TEXTALE, DESEO QUE NO MALINTERPRETEN EL CONTENIDO DE ALGUNOS DE MIS TEXTOS, ME APASIONAN ESTOS TEMAS, ¿ tendré que limpiar mi karma?, no lo se.

Un beso Gus.
Hasta siempre.
María
Responder
September 16, 2014

Julieta Torres

Guauuuu que buenn cuento! lo empezé a leer me atrapó al instante, no me di cuenta que era tuyo,
Te felicito amiga! Me lo llevo.
Te invito a leer un cuento mio que se llama Los domingos, espero tu opinión
saludos!!
Responder
September 13, 2014
 

maria del rosario.

Gracias July, hoy mismo leo tu cuento y lo comento, te estoy escribiendo parada, tengo una tendinitis que me esta matando, mucho tiempo en la computadora... jejejej.
Un abrazo.
María
Responder
September 14, 2014

Mara Vallejo D.-

Hola María del Rosario
Buenas tus historias, amiga mía. mira que me ha gustado.
Abrazos.
María
Responder
September 11, 2014
 

maria del rosario.

María querida, gracias por pasar.
Un abrazo y un beso.

M. del R.
Responder
September 11, 2014

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