Pas el fatdico 2000 (Diario)
Publicado en Sep 14, 2014
Pasó el fatídico 2000 y la Tierra sigue girando en el Universo infinito. La vida aumenta la tensión de quienes creían que todo se había terminado. A través de "Camborio" sigo lanzando mensajes de felicidad. Estoy, en medio de mis alumnos, hablando del Renacimiento, hablando del Romanticismo, hablando del Realismo, Hablando del Naturalismo, hablando de tantos ismos literarios que el laberinto ha consumado hasta la saciedad. Hay saciedad de nuevas creatividades. Pasó el fatídico 2000 y debemos buscar esa novedad para llamarla "Historia de la Nueva Conciencia". Sí. Estoy luchando por integrar una nueva conciencia en quienes escuchan atentamente mis lecciones. ¿Qué sucede con los que no están interesados? Si quieren mi verdadera respuesta es la siguiente: "una vez que yo he cumplido no me importa lo que han aprendido".
Cuando pones toda tu alma en lo que enseñas lo que sabes, ni te importan "los niños de papá" ni te importan los que protegen a "los niños de papá". ¡Bastante tienen con intentar saber de quiénes son hijos y qué hacen en esta vida que sea digno de mención! Ha pasado el fatídico 2000, todavía "Camborio" me sigue acompañando en las horas del silencio que se convierte en grito orientador. Orientarse. Esa es la causa de fuerza mayor en este 2001 donde imparto enseñanzas a quienes no saben. Que aprendan o que no aprendan no es problema que me atosigue la conciencia. Que aprendan o que no aprendan sólo depende de sus ignorancias o de sus ganas de aprender. Me interesan quienes quieres aprender algo más que los demás. Y es que en este 2001, superado el fatídico 2000, los tibios ignorantes no me interesan para nada. Solamente recuerdo la Biblia: "Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca"(Apocalipsis 3:15-16). Ha pasado el fatídico 2000 después de Jesucristo. Para muchos ha llegado la hora de su verdad: conocedores o ignorantes. Esa es la razón de mi lucha diaria. En eso me entrego para llevar el conocimiento a quienes ignoran que la ignorancia no sólo es una carencia sino también un pecado. Yo sigo adelante y quien se haya quedado voluntariamente atrasado es sólo por culpa de su ignorancia y por culpa de la ignorancia de quienes protegen su ignorancia. Amén. En Quito luce el sol. No vivo entre las sombras. Me muevo bajo la claridad de Dios. Cosas de tener dentro el Espirítu Santo y vivir con la compañía continua de Jesucristo.
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