Bailando con lobos (Diario)
Publicado en Sep 15, 2014
Quito. Ecuador. Últimos años de los 90. Muy bonita la iglesia. Muy emocionantes los cantos. Muy interesante la predicación. José María me presenta a Juan Carlos. Me proponen que yo escriba "Melquisedec" para ser representada. Muy noble la petición. Pido sólo 10 minutos. Me aparto de todos los demás. Escribo en menos de 10 minutos. Representación de "Melquisedec". Éxito. Emoción. Juan Carlos se pavonea. José María habla de mi humildad. Nueva propuesta. "El Juicio de José". Se acercan Álvaro y José. Me indican que ellos no tienen ni puñetera idea de lo que es escribir una obra de teatro ni nada de nada relacionado con la Literatura. Me niego en rotundo a copiar lo que ellos me quieren dictar. Escribo "El Juicio de José" yo a solas y sin la ayuda de nadie. Tres representaciones. Éxitos. Emociones. Risas. Llantos. Juan Carlos se vuelve a pavonear. Dice ser el autor. Miente. José María guarda un cómplice silencio. Juan Carlos y José cuentan las ganancias. Se sortean lo que sobra. Eduardo halaga a Juan Carlos. Juan Carlos sigue pavoneándose como si fuera el autor. Álvaro se frota las manos. Nueva oferta. Escribir la comedia televisiva "Amigos para siempre". Me niego a escribir nada de lo que Juan Carlos y Álvaro me piden. Pido unos pocos días. Escribo más de 20 capítulos. Teleamazonas. Traiciones por todos los lados. Juan Carlos y Álvaro buscan robar los capítulos. Franklin sólo piensa en el negocio. José María sigue con su silencio cómplice. Krister no está. Jorge ni aparece. Fin de fiesta. Bailando con lobos. Esa es toda la verdad mientras me quedo con mis obras. "Melquisedec", "El Juicio de José" y "Amigos para siempre" son solamente producciones mías. Pasa lo mismo con "El Señor del Barrio", "Lady Blue", "La última frontera" y "Aventuras y desventuras de Gilberto Gil". Lo sabe Dios. Lo saben ellos. Oraciones sin justicia sólo sirven de avaricia. Lo sabe hasta el lucero del alba. Y al llegar al alba dejo de bailar con lobos.
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José Orero De Julián