Es la mar ese camino... (Comentario)
 

Texto.- Es la mar ese camino / que vive siempre el marinero: / una meta para ser sincero / consumando en agua su destino. / Ola blanca, cual peregrino / del horizonte azul tan pasajero / que la mar es ser, primero, / la hermosa hembra de lo masculino. / El poeta aloja en su pergamino / un amor neto de lo interino / que en su alma se hace prisionero / y sueña el mundo azul marino / con un sentir libre y vespertino / cual suave luz del fugaz lucero. (José Orero De Julián "Diesel"). 
 
Comentario.- La poesía de "Diesel" siempre libera. Con el soneto "Es la mar ese camino...", José Orero De Julián nos introduce en un mundo de mágicas incursiones. Asumido que el amor es el mar, vemos que siempre pervive una meta inconfundible: ese sincero sentir que su destino, como ola que, blanca por su ingenuismo genuino, se madura en el horizonte pasajero que es siempre un principio en lugar de un final. El autor siempre está iniciando su periplo diario con ese sentimietno de estar acompañado por la mujer de sus sueños hecha realidad. Alojándose dentro de su corazón de poeta siemrpe existe ese amor noble (no amor libre sino amor noble) inconfundible, donde lo narrativo es la fusión de los dos elementos yuxtapuestos: hembra y hombre. Para "Diesel" el mar es ser, primero, sustento de sus ilusiones convertido en una alma que, de estar prisionera en el mundo adverso, de repente estalla en un canto onírico de luz que conduce a ese fugaz pero perpetuo sentirse lucero de un alba que irradia, en el agua de sus filtraciones literarias, la ruta viajera de sentirse liberado y vespertino: un despertar continuo a la realidad siendo eterna fantasía.
 
Si nos preguntamos qué vive siempre dentro de su corazón podemos respondernos que es un resplandor de la sinceridad con la que trabaja y elabora su destino. Y siempre la belleza femenina convertida en hermosa compañera del viaje; porque los poetas como él se alojan siempre en el pergamino de las experiencias: esa clase de amor que nunca se abandona porque es lo que vive y pervive en lo interino de nuestros sentimientos. Dos corazones en una sola alma unida. Soñar no sólo es un azul marino sino un liberar el prisionero soñado que se despierta cual suave luz del fugaz lucero. Hermosa comparación poética que nos muestra y nos demuestra un quehacer que no imita, que no solapa, que no oculta, que no esconde el sentimiento en subterfugios de artificio; porque el verdadero arte es ese plasmar emotividades y emociones plasmando, a la vez, la voz del peregrino de las aventuras. Es un mundo pasajero que queda perennemente plasmado a través de la sensibilidad de las sensaciones que surgen del interior del espíritu humano para dejar en el alma, alojado para siempre, el sentimiento. 
 
"La mar es ser, primero, la hermosa hembra de los masculino". Nadie ha escrito ni descrito algo más hermoso sobre la mar. Y es que José Orero De Julián ("Diesel" para sus amigos y amigas) no sólo tiene sangre en sus venas sino ese acuoso derroche de energía que vive en el mar de las palpitaciones de su propio corazón. ¿Cuál es el corazón de este poeta? Hay que mirar al horizonte y ver el amanecer brillando sobre la barca donde navega, siempre en compañía de su amor irrepetible, o el atardecer bajo los fúlgidos y refulgentes rayos de los reflejos bajo la luz del fugaz lucero de sus emociones.
 
¿Por qué hay quienes niegan a los demás seres humanos que se emocionen ante una inédita aventura? José Orero De Julián derriba esas barreras de la intransigencia ante las emociones de quienes sienten ilusión por participar de su mundo y nos introduce, de lleno, en su emoción y emotividad porque es persona soñadora. La aventura del marinero. La aventura del ser humano que busca su destino al otro lado del mar, en ese fugaz lucero que sueña y le hace vivir...
 
¿Qué podemos sentir cuando leemos "Es la mar ese camino..."? Llana y sencillamente la alegoría íntima y permanente de quien sabe que allí, bajo la luz del fugaz lucero, hay todavía más aventuras por vivir. Olas blancas. ¿Por qué son las olas blancas el primordial sentir de un poeta envuelto en el celeste destino de quienes se consagran por y para el mar de las emociones? Porque blanco es, al mismo tiempo, el amor noble y sin prejuicios con la presencia de los genuinos sentidos de quien sabe muy bien lo que quiere, lo que busca, lo que sueña. Todo el poema tiene un lugar especial para ese camino "acuoso" donde podemos navegar, como dice él, en un amor neto, transitivo e intransferible, por el cual bien merece la pena existir. Paz. Calma. Refugio para el alma.
 
El sentir es mucho más que simplemente el viaje. El sentir es viajar con un equipaje lleno de fugaces luceros donde ir germinando sueños en el mundo azul de la mañana con conciencia. La poesía de José Orero De Julián ("Diesel" para sus compañeros y compañeras de viajes) es un clamor lleno de versos. Si en un pergamino se puede pergeñar un soneto de esta naturaleza es que al otro lado del mar se puede seguir viviendo con el primario sentimiento de la humanidad: ser amor unívoco, ser amor noble, se amor eterno. Para poder canalizar nuestros sentidos en medio de la existencia hay que sentir que lo fugaz es una luz que afirma y confirma nuestra presencia en este planeta donde el agua es lo que más abunda. Y el poeta abunda cuando cuando se tiene materia suficiente como para elevarla a la condición de lo espiritual. Porque en toda la poesía de "Diesel" lo espiritual no es otra cosa sino la profundidad de la materia convertida y reconvertida en magia emocional. 
 
Conmueve los sentidos eso de "con un sentir libre y vespertino". Y para llegar a esa conclusión el poeta ha sentido la analogía sincronizada de la luz con el lucero, del viaje aventurado hacia el horizonte porque sabe que, más allá, hay muchos porqués para ser vividos. Liberación y pervivencia. Esa es la dobe condición de "Diesel" para convertirse en una sola idea dentro de todo un conjunto de emociones tan plurales que el ser humano puede elegir su propio destino. Un mundo terráqueo, aéreo y marinero (camino, luz y ola) donde todo el afán es un transitar consumando destinos que nos elevan hacia ese espacio azul marino que se une a lo celeste para convertirnos en liberación hecha realidad. ¿Soñamos o no soñamos? La manera inteligente de liberarnos del desamor es seguir soñando a través del destello luminoso del poeta que ha nacido para ocupar un lugar señero entre los artistas de los versos, de las estrofas, de los romances humanos que van más allá de lo gravitatorio para hacernos sentir como seres sumergidos en el ancho mar que, de repente, surgimos hacia la superficie y nos mostramos como seres sinceros que hablamos de ensoñaciones. Soneto onírico. Soneto que brilla por su manera de sentir la rima y el ritmo como pulsaciones de la vida. Si algún camino existe para alcanzar la felicidad es empezar por tener Fe y de eso le sobra a "Diesel": una Fe que rebosa todos sus versos.`
 
Es la mar ese camino... y quizás es muy probable (con total seguridad lo afirma el poeta) que ese camino es lo que tenemos que alcanzar para empezar a ser humanos soñadores y alojarnos en el interior de nuestras almas.  
 
(José Orero De Julián "Diesel").