Yo creo que cuando nos expresamos,  las palabras que elegimos
 justifican nuestra autenticidad,porque esas palabras significativas y resonantes,
 son el reflejo de los mitos que viven en la infancia...

Cuando hablo de mi amor por los gatos,
me pregunto si ellos no son seres con tantas vidas cómo los colores del espectro,
y recuerdo la paleta de óleos de mi padre, siempre en su atellier,
solo o con amigos...

A veces tomaba el mate frío, en un estado de contemplación y ensimismamiento
que entremezclaba lo vago, impalpable e íntimo de su escencia como ser humano.
Yo heredé su amor por los felinos, su pasión por el arte y la historia.

Nunca hablo de mi padre.....no pude conservar las cartas que le escribiera a mi madre
cuando él estaba en Bariloche, con el grupo de egresados de la Escuela Superior de Bellas Artes, ella rompió esas cartas, no me dejó conservarlas, pero pude leerlas,
 eran cartas sencillas, con una letra naif y desdibujada,
sus palabras eran tiernas y suaves como los tonos pastel de sus pinturas,
había un poeta detrás del paisajista y retratista.

Papá, ésta es la primera vez que te escribo, hace mucho que te perdoné
 hoy es mi cumpleaños, y amanecí mas italiana que nunca 
soy una mujer adulta y te comprendo....aunque es tarde para decírtelo,
 partiste el 21 de Enero de 1999, en Unquillo, localidad de la Pcia de Córdoba.