La herencia de Madame Canaris -Captulo 13- (Novela)
Publicado en Nov 02, 2014
La misma tarde en que sucedió el encuentro de Angeline Castell Rouge, conocida como "Lina", con Alain Marlon Brandy Delon... el periodista español José Roberto Ortero de Jumilla, conocido como "Joro", estaba comenzando a atar los cabos sueltos que intuía, minuto tras minuto, desde que llegó al Aeropuerto Charles De Gaulle de París.
- Por favor, señorita, ¿es usted azafata de Lufthansa? - Eso pone en la placa, joven. ¿Qué quiere de mí? - ¿Sería usted tan amable de hacerme un favor? - ¡Por quien me has tomado, sinvergüenza! - ¿Es que es un pecado hacer un favor a alguien? - ¡Escucha bien, golfo! ¡Las azafatas de vuelo que trabajamos en los aviones tenemos mucha mala fama por culpa de los machistas; pero esos gentuzas están muy equivocados porque nosotras no nos liamos nunca con ningún jovencito más o menos apuesto, atractivo o varonil, que se nos cruzan por los pasillos de los Aeropuertos! Así que aire... que tengo prisa... - Espere un momento, señorita... yo no soy ninguno de esa clase de gentuza... mire mi acreditación... La rubia azafata de Lufthansa observó la autorización concedida por el Jefe Superior de la Policía de París, el señor Alain Marlon Brandy Delon... - Perdona. ¿Eres español? - Por los cuatro costados pero eso no importa porque podría haber sido, por ejemplo, malayo si hubiese nacido en Sandakán. - Perdona, jovencito, pero Sandokán no era malayo sino de Borneo. - Señorita azafata, por muy rubia que sea usted, acaba de cometer dos errores de bulto, demasiado graves por cierto, ya que Sandokán sí era un príncipe de Borneo pero gran parte de Borneo pertenece a Malasia luego Sandokán sí era malayo y, además, yo no he dicho si hubiera nacido en Sandokán sino en Sandakán que es una ciudad muy importante para los malayos. -¡Por Eolo, dios de los vientos! ¿Tanta cultura puede tener un joven español? - Y mucha más que me reservo para más adelante. ¿Usted cree que si yo no tuviese tanta cultura estaría trabajando para Marlon Brandy? - ¡Te creo, jovencito, te creo! No sé por qué extraña razón pero me caes simpático. ¿Qué favor te puedo hacer? - Estoy llevando a cabo una urgente investigación para el Jefe Superior de la Policía de París y tengo que estar esta misma noche en la ciudad alemana de Dortmund pero no tengo billete para el próximo vuelo y necesito que alguien me ayude para conseguirlo. - Me llamo Diana. - ¡Pues estás mucho mejor que la cazadora de Renoir! - ¿Cómo has dicho? - Nada. Solamente cosas de Arte. - Si eso es un piropo te lo agradezco de verdad. - Es que es de verdad. - ¿Cómo te llamas tú? - Prefiero que me llames "Joro". - ¿"Joro"? ¿Es alguna referencia a algo? - No es referencia a "El Jorobado de París"... - ¡Ya lo veo, ya lo veo y me lo creo! ¡Estás completo del todo, chaval! ¡Ven conmigo! "Joro" siguió los pasos de la rubia azafata Diana hasta llegar al mostrador de los despachos de billetes de Lufthansa. - Oye, Louis... ¿te queda algún billete del próximo vuelo para Dortmund? - ¿El que hace escalas en Zúrich y Múnich? - ¿Ese es el que necesitas, "Joro"? - Ese mismo, Diana. - ¡Pues lo siento mucho pero la única reserva que me queda se la acabo de conceder por teléfono a Julito que estará ya muy pronto para llegar. - ¿Quién es Julito? ¿Algún amiguito tuyo, Luisito? - ¡No bromees conmigo, Diana! ¡Me estoy refiriendo a Iglesias! - ¿Y se puede saber quién es Iglesias, Louis? - ¡Julio Iglesias, Diana, Julio Iglesias en persona! - Pues yo, la verdad sea dicha, es que no conozco a ningún hombre, al menos importante, que se llame Julio Iglesias o Pablo Iglesias por ejemplo; ni nada parecido a Julio Iglesias o a Pablo Iglesias por ejemplo. ¡Me son completamente desconocidos! - Escucha, Diana... no sé yo tampoco quien pueda ser Pablo Iglesias que no tiene ninguna clase de fama, pero Julio Iglesias es un cantante que está haciendo galas que están arrasando por toda Europa... y esta misma noche tiene una precisamente en el Estadio de Fútbold del Borussia de Dortmund, el Westfalenstadion, que tiene una capacidad para 80.645 espectadores. Están todas las entradas vendidas y la inmensa mayoría son de sus fanáticas seguidoras así que... pimiento pimiento... lo siento... y no te miento... ni con el pensamiento... -¡Ah! ¡Ya recuerdo! ¿Es ese viejales que tiró su pañuelo al río por ver si el río se lo devolvía algún día y que dijo la tontería de llevátela contigo que a mí me está volviendo loco mientras echa polvos hasta en su peluquín para oler a jacinto con canela en rama o a clavos con pimienta? -¡Jajaja! - No te rías, "Joro", por favor... y déjame terminar. - Sigue y no pares, Diana. - Como considero que la labor que tiene que realizar este joven investigador de la Policía es mucho más importante que el denigrante espectáculo de ver a unas cuantas decenas de miles de fanáticas histéricas gritando lo de ¡Julito, Julito, Julito, so capullo, Julito, Julito, Julito, quiero un hijo tuyo! que me parece una horterada completa... pues la que lo siento soy yo pero este investigador policíaco tiene preferencia porque su trabajo es mucho más importante para la sociedad que eso de ir embaucando a pobres inocentes criaturas, chavalillas hasta casi menores de edad, que más les valiera estar en el Jardín de Infancias en lugar de tanta histeria colectiva que las vuelve neuróticas perdidas en plena adolescencia. - ¿Investigador de la Policía has dicho, Diana? - Eso he dicho y lo puede demostrar. -¡Nada de demostraciones por favor! ¡Yo quiero mantener mi puesto de trabajo ahora que estamos con tanta crisis laboral! ¡Tome usted el billete que tenía reservado para Julito y que tenga un buen viaje y solucione cualquier problema que esté investigando! - Gracias, Diana... - No es nada, "Joro". Pon tus datos personales en el billete y asunto solucionado. - Te debo una. - No me debes nada y va a ser una alegría, aunque solo sea pasajera, esto de viajar contigo en el mismo avión. - ¿Tengo tiempo suficiente para ir a comprar un libro? ¡Me gusta leer mientras viajo! - ¡Sólo media hora nada más! ¿Llevas equipaje? - Ni tan siquiera una simple carpeta. Solamente un paquete de tabaco casi vacío nada más. - ¡Jajaja! ¿Es que necesitas hacerte pasar por pobre para llevar a cabo tu misión? - Sí. Como hizo Jesucristo. Pero no se lo digas a nadie. - No se lo diré a nadie aunque estés viajando en Primera Clase. - Gracias otra vez, Diana. Te debo dos. - No me debes nada pero date prisa en comprar el libro o el avión se va sin ti. "Joro", con el billete ya en sus manos, aceleró el paso hasta llegar a una de las librerías del Aeropueto Charles De Gaulle donde la atendió una chavala guapísima. - Buenas tardes, guapísima y perdón por ser tan sincero, ¿tenéis por casualidad la novela "A sangre fría" de Truman Capote? - Gracias por tu amable saludo, guapo y perdona por ser tan sincera. Ahora mismo voy a ver si queda algún ejemplar. Al poco rato lo encontró... - Este es el último que nos queda y va acompañado de un folleto explicativo. - ¿Lo puedo pagar con tarjeta internacional? - No es necesario porque, como estaba ya retirado de la venta y esperando a ser llevado a alguna biblioteca que lo necesitase, te lo puedes llevar tú gratuitamente. - ¿Cómo te lo puedo agradecer? - Diciéndome otra vez guapísima. "Joro" cogió la novela y se despidió a toda velocidad. - ¡Adiós, guapísima, espero verte en los cielos! - ¡No tengo ganas todavía de morir ni aunque seas un verdadero ángel! - !Me refiero a que te soñaré mientras volemos por encima de las nubes! Tropezó con el carrito de un señor muy serio y muy sirio y todas las maletas se fueron al suelo. - Lo siento, caballero muy serio y muy sirio, pero si me espera a que regrese le ayudaré a recogerlas y volverlas a poner en su sitio; ahora, como ve porque no es usted ciego a pesar de sus gafas de sol, me es del todo imposible. A pesar de los gruñidos del señor muy serio y muy sirio, "Joro" pudo llegar sano y salvo hasta el avión y se sentó cómodamente en la Sección de Primera Clase. - ¿Ya estás aquí,"Joro"? ¡Jajaja! ¿Algún incidente más o menos importante? - Sí. Con un señor muy serio y muy sirio que se estaba haciendo pasar por un pobre ciego con unas gafas de sol nada más y nada menos que Reyban. - ¡Jajaja! - Pues he pasado algunos apuros así que no es para reírse. - Me río de la cara de tonto que se le va a poner a Julito cuando vea que ha perdido su reserva. ¡Jajaja! ¡Si quiere llegar a tiempo para su gala, ese tal Julito que se las da de galán aunque ya está más pasado de moda que las chanclas de mi abuela cuando chapoteaba por el Jena, y que conste que el Jena es un río alemán, va a tener que apuntarse a un vuelo "charter", o a alquilarse una avioneta privada o dedicarse al vuelo sin motor para hacer algo más interesante que soltar gorgoritos. ¡Jajaja! - Pues muy bien lo de jajaja pero vámonos cuanto antes. Y tras la advertencia de ponerse los cinturones de seguridad el avión despegó del suelo y fue subiendo hasta el cielo... - ¿Te apetece algo,"Joro"? - ¿Puede ser un bitter, Diana? - Puede ser un bitter. ¿Averna o Campari? - Averna me suena a infernal por lo del Averno; así que prefiero Campari por lo que tiene de campo y como ya está el campo abierto... vamos a ver cuántos goles meto... en el buen sentido de la palabra, Diana... - ¡Jajaja! De verdad que es muy divertido viajar contigo. - Pero ahora tengo que leer un poco, amiga del alma... - ¿Sólo amiga del alma nada más? - Bueno... digamos que amiga del alma y amiga de altos vuelos... - ¡Jajaja! Me voy porque me van a llamar la atención pero ahora mismo te traigo el Campari. ¿Con hielo o sin hielo? - Como ya hemos roto el hielo entre nosotros dos, ya no hace falta más. - Está bien. Te lo serviré seco. Poco después, ya con el bitter servido, "Joro" sacó el folleto del libro y comenzó a leer para sí mismo pero en voz muy baja para no molestar a los demás viajeros. - A ver de qué va esto. Argumento. "A sangre fría" es una novela de Truman Capote que narra el brutal asesinato de los cuatro miembros de una familia de Kansas. En 1959 un violento crimen sacudió la tranquila vida de Holcomb, Kansas. La sociedad norteamericana de aquellos años no tuvo más remedio que encarar con desesperación, angustia, miedo y, sobre todo, desconfianza, un crimen que sugería que cualquiera podía morir asesinado en cualquier momento. La familia asesinada, los Clutter,compuesta por Herbert Clutter, su esposa Bonnie y sus hijos Kenyon de 15 y Nancy de 16, era el arquetipo del sueño americano en la década de los 50. Eran gente próspera, que vivía de la agricultura y habitantes de un pequeño poblado de mayoría metodista. Tenían buena reputación; eran religiosos y asistían sin fallar a los servicios dominicales. Generosos, empáticos, trabajadores, sanos, no tenían aparentes enemigos. Los asesinos, Richard Eugene (Dick) Hickock y Perry Edward Smith, eran convictos en libertad condicional que creían que en la casa de los Clutter hallarían una caja fuerte con no menos de diez mil dólares. No la hallaron, pero de todos modos asesinaron a los padres y a sus dos hijos adolescentes. Huyeron hasta México, regresaron a los Estdos Unidos y siguieron a la deriva hasta que fueron identificados como los asesinos y arrestados. Un antiguo compañero de celda de Hickock, Floyd Wells, había trabajado para el señor Clutter en el pasado y le comentó a su compañero lo rico que era, incluso le aseguró que poseía una caja fuerte en su despacho con el dinero necesario para el mantenimiento diario de la granja, lo cuál incitó a Dick a maquinar el delito. Estos datos no sólo resultaron ser falsos, porque no existía dicha caja, sino que además el señor Clutter nunca llevaba mucho dinero encima, ya que siempre se manejaba con cheques; de hecho, la cantidad de dinero robada el día del asesinato ni siquiera llegó a los cincuenta dólares. "Joro" dejó, momentáneamente, la lectura; comenzó a pensar y miró por la ventanilla del avión. Estaban pasando por entre las nubes y, pocos segundos después, las nubes quedaron por debajo del avión. - Bueno, a ver qué más dice esto. Desarrollo de la novela. Truman Capote estaba en New York cuando leyó la noticia del asesinato en el diario. En ese momento decidió ir a Holcomb para investigar sobre lo ocurrido y ver cómo afectaba esto a la gente del pueblo. Junto a la escritora Hasrper Lee, autora de "Matar un ruiseñor", Capote entrevistó a la policía y a conocidos de los Clutter, incluso antes de que se supiera el nombre de los sospechosos, Dick Hickock y Perry Smith. De ahí salieron miles de páginas de anotaciones que irían creciendo. Capote tuvo que ganarse la confianza de todos los testigos y habitantes del pueblo de Holcomb. En un principio, tanto por su actitud estrafalaria y extrovertida, como por su pública orientación homosexual, le fue difícil. El tercer día de su llegada al pueblo, Capote quería abandonar pero Harper Lee le convenció de que continuara. Durante las conversaciones con los habitantes del pueblo, Capote no utilizaba ninguna libreta de notas, ya que decía que así se perdía espontaneidad. Por la noche, Capote y Harper Lee escribían las notas y compartían opiniones. La ayuda de Harper Lee fue tan importante que Capote le dedicó el libro, conjuntamente con su novio. A partir de 1960, cuando los asesinos fueron detenidos, Capote decidió que quería obtener más información y empezó a hablar con Dick Hickock y Perry Smith. Se rumorea que Capote y Perry Smith establecieron una relación sentimental durante los años que duró la situación. Muchas de las cosas que Capote escribe de las familias de los asesinos son mentira, ya que quería que el lector simpatizara con ellos, pues Capote iba a constituirse en un gran defensor de los asesinos. Truman Capote no pudo asistir al juicio y hubo de pagar muchos millones por las transcripciones. Mientras Truman Capote escribía esta novela tuvo que enfrentarse a problemas de alcoholismo y drogadicción. Su proceso crea. Esta novela fue llevada al cine, con el mismo título de "A sangre fría" en 19678, por el director Richard Brooks. El avión seguía su rumbo por encima der las nubes... Veamos esto ahora. Nuevo perioidsmo. "A sangre fría" ha sido ensalzada por su realismo y la conjunción de una narrativa tradicional con un reportaje periodístico. Capote definió al libro como perteneciente a un nuevo género, que en idioma inglés denominó "Nonfiction Novel" o "Novela Testimonio". Mucho se ha discutido sobre el acierto de esta calificación. En 1957, nueve años antes, el escritor Rodolfo Walsh había publicado "Operación Masacre" donde ya se utiliza el método de ficcionar hechos reales periodísticos, aplicado a un crimen de estado. De todos modos, se considera que "A sangre fría" supuso una revolución en el mundo del periodismo al motivar la aparición de la corriente conocida como Nuevo Periodismo. El Nuevio Periidsmo es una corriente periodístico-literaria que nace en los años 60. Se lo define como una corriente rompedora en el periodismo e innovadora en la literatura que persigue llevar a cabo una investigación periodística exhaustiva basada en hechos reales y explicar la historia con un tono literario. Uno de los primeros estudiosos del movimiento fue Tom Wolf, en un artículo del "New Yorker" donde estructura las principales características del nuevo periodismo, a saber: Construir un texto escena por escena. Incluir gran cantidad de diálogos. Definir con detalle a los personajes. Adoptar siempre un punto de vista para explicar la historia. - ¿Qué estás haciendo simpático? - Ya que estamos tan alto estoy echando a volar mi imaginación, Diana. - Mirándote dfrectamente a los ojos, "Joro", se distingue muy fácilmente que tú también llegarás muy alto en aquello que te propongas hacer en tu vida. - ¿Cómo estás tan segura de ello? - Se ve el interior de tu alma reflejada en tu mirada. Y el interior de tu alma va diciendo, claramente, que tendrás muchísimos éxitos seguidos. - ¿Eres adivina, Diana? - No soy adivina. Soy cristiana. - Diana... ¿puedo hacerte una pregunta?... - Si es muy interesante... - Es muy interesante. - Pregunta, pregunta... - ¿Por qué en el Arte en general y, en este caso, en la Literatura en particular, siempre ha habido tantos homosexuales y tantas lesbianas a lo largo de la Historia? - ¿Es algo relacionado con tu investigación? - Eso estoy intentando averiguar. - Porque no sólo adoran al becerro de oro sino que también aman al oro del becerro. - Ya. Eso mismo estaba pensando yo. - Entonces... ¿para qué me lo has preguntado?... - A veces es necesario preguntar a alguien para poder saber a dónde ir... - ¿Y tú a dónde vas en realidad? - A resolver algunas incógnitas de cara a mi futuro. - ¿Incógnitas? - Sí. Poder ganar sólo 100.000 euros o poder ganar sólo 200.000 euros. - ¿Estás buscando algo para conseguirlo? - Digamos que cabos sueltos que debo poder unir para descubrir alguna gran verdad. - ¿Es que hay grandes verdades, "Joro"? - Muchas más de las que la gente vulgar cree. - ¿Te interesa la gente vulgar? - ¿Puedo ser enteramente sincero, Diana? - Es preferible ser enteramente sincero que ser sincero a medias que es la peor manera de ser un mentiroso. - Nunca me han interesado jamás ni me interesan para nada las gentes vulgares sean hombres o sean mujeres o sean de los que no se sabe lo que son. - ¡Jajaja! ¡Te creo otra vez! ¿Qué menú prefieres, el de carne o el de pescado? - Que sea de carne, por favor. - ¿Eres muy carnivoro? - Cuando tego mucha hambre, sí que lo soy. - ¿Vino o cerveza? - Aunque seas rubia y seas alemana y estés de muy buen ver prefiero el vino peleón si no te importa. - ¡Jajaja! Eso de peleón... ¿qué significa?... - No lo sé, pero mola mucho decirlo. - ¡Jajaja! ¡Muy bien! ¡Menú de carne con vino! Y ahora te dejo porque estoy muy ocupada. - Yo también estoy muy ocupado. Cuando la rubia Diana, valquiria casi perfecta, siguió atendiendo a los demás viajeros de la Primera Clase, "Joro" abrió la novela y empezó a leer en voz muy baja... - "El pueblo de Holcomb está en las elevadas llanuras trigueras del oeste de Kansas, una zona solitaria que otros habitantes de Kansas llaman "allá". A más de cien kilómetros al este de la frontera de Colorado, el campo, con sus nítidos cielos azules y su aire puro como el del desierto, tiene una atmósfera que se parece más al Lejano Oeste que al Medio Oeste. El acento local tiene un aroma de praderas, un dejo nasal de peón, y los hombres, muchos de ellos, llevan pantalones ajustados, sombreros de ala ancha y botas de tacones altos y punta afilada. La tierra es llana y las vistas enormemente grandes; caballos, rebaños de ganado, recimos de blancos silos que se alzan con tanta gracia como templos griegos son visibles mucho antes de que el viajero llegue hasta ellos". Y "Joro" se quedó dormido con el libro abierto... - ¡"Joro"! ¡Despierta, "Joro"! - ¿Eh? ¡Ah! ¿Eres tú, Diana? - Sí. Soy yo. ¿Estabas soñando con alguna? - No. Sólo estaba recordando una anécdota de mi pasado. - ¿Graciosa tal vez? - Para mí si fue graciosa pero a las tres brujas no les hizo ni pizca de gracia... - ¿Las tres brujas? ¿Quiénes eran las tres brujas? - ¿Te cito sus nombres por orden alfabético para que no se enfade ninguna de ellas pensando que tengo alguna más favorita que otra aunque eran brujas y no me gustaban ni medio pimiento ninguna de ellas y mucho menos las tres juntas? - ¡Sí! ¡Jajaja! ¡Por orden alfabético para no tener predilecciones, "Joro"! - Angelines, Esperanza y Mercedes. El orden de los factores no altera el producto. - ¿Y qué pasó con aquellas brujas? - Se pasaron todo un santo año diciendo que nos iban a enseñar a ligar a un colega y a mí pero yo... la verdad sea dicha... no comprendí nunca por qué no nos enseñaron nada si es que era verdad que pasábamos tanta hambre como ellas pensaban... - Sería porque no tenían nada interesante que enseñar. - ¡Jajaja! ¡Exacto, Diana! No tenian nada interesante que enseñar. - ¡Jajaja! ¿Eso fue verdad o fue un cuento chino? - Fue verdad pero parecía un cuento de miedo; por eso Manolo y yo casi nos morimos... pero de risa... - ¿Quién era aquel Manolo? - Un colega mío. - ¿Vázquez Montalbán tal vez? - No. Aquel Manolo no era ni periodista ni escritor que yo sepa; aunque su hija sabía dibujar muy bien y me sacó de un apuro sin cobrarme ni un céntimo mientras que Alberto, el de Ana María, me la quería clavar engañándome como a un chino cobrando a cambio de una chapuza sin nombre alguno y sin ninguna clase de forma pues eran dibujos tan deformes que o aquel tal Alberto era corto de vista o hacía la vista gorda para que que colase su estafa. - ¡Jajaja! ¡No entiendo nada! - Mejor es que no lo entiendas jamás porque eso quiere decir que jamás te habrán acosado durante años enteros. - ¿Cuándo seas mayor qué quieres ser? ¿Tal vez unn famoso torero? - No. Eso pensaba cuando era solo un niño pero ahora pienso en ser el tonto del arrabal. Desde que me he dado cuenta de que vivo en un mundo lleno de listos, o de hombres que se hacen pasar por listos mejor dicho, he decidido que es mucho mejor ser el tonto del arrabal para pasarlo guay del Paraguay. - ¿Qué quiere decir guay del Paraguay? - ¿Te lo puedo decir como adultos y sin censura alguna aunque no sirva de precedente? - ¡Jajaja! ¡Si! - Cuando se dice pasarlo guay del Paraguay queremos decir pasarlo de puta madre. Pero que no sirva de precedente por favor. - ¿Y qué es eso de querer ser el tonto del arrabal? - Cosas de cuentos, Diana, cosas de cuentos nada más. - ¿Qué quieres decir con eso? - Que desde que he descubierto este mundo donde hay tantos hombres que se las dan de listos prefiero escribir cuentos de tontos para tontos. Es mucho más rentable porque te deja la conciencia tranquila. Pero dejemos ya el palique porque te van a echar la bronca por mi culpa. - Nadie me va a echar ninguna bronca por tu culpa. Yo soy azafata exclusiva para los viajeros y viajeras de Primera Clase y, además, soy yo la que te he buscado a ti y no tú a mí. ¿Vas a tomar café o té? - Café con leche. - Pues, además, como regalo de mi parte te he traido otro bitter Campari. - Gracias, Diana. Te debo ya muchas. - No me debes nada porque eres el viajero con el que más me he divertido en todos los años que llevo de azafata. Te voy a echar de menos cuando esto termine. Que tengas un buen almuerzo y si necesitas algo sólo tienes que avisarme por el timbre. - ¿De verdad que no sabes lo que es que te estén acosando psicológicamente durante años enteros? - Pues no. Nunca me han acosado. No he sufrido esa desgracia porque al primero que lo intentó le vacié todo el contenido de la cocacola por la cabeza y quedó bien mojado por cierto. Todavía se estará echando colonia en el cabello para no oler tanto a coca. - Pues pienso que no ocurrió lo mismo con Madame Canaris. - ¿Quién? - Ya está muerta pero estoy seguro de que la acosaron durante años enteros y yo sé mucho de lo que es esa clase de acoso general. Quizás por eso me han elegido para este trabajo de investigación. Diana siguió con su trabajo mientras "Joro" volvió a mirar por la ventanilla del avión. - ¿Y los gorriones? ¿Qué estarán haciendo ahora los gorriones de la ciudad? Después del almuerzo todos los viajeros y viajeras de Primera Clase comenzaron a dormir, pero "Joro" ya no podía hacerlo. Estaba demasiado ocupado pensando en los cabos sueltos que debía por fin enlazar para poder salir triunfador de aquel combate contra lo desconocido. - Mundo Desconocido. Cutre Mundo Desconocido. Y volvió a abrir el libro... - "También Holcomb se divisa desde la lejanía. No hay ningún lugar donde haya mucho que ver: no es más que un grupo de edificios partidos por la mitas por las vías del ferrocarril de Santa Fe, un villorrio anodino limitado al sur por un pardo retazo del río Arkansas (pronunciado "Ar-kán-sas"); al norte por una autopista, la Route 50, y al este y el oeste por praderas y campos de trigo. Después de las lluvias, o del deshielo de las nevadas, el grueso polvo de las calles sin nombre, sin árboles, sin pavimentos, se convierte en el más sucio de los barros. A un extremo del pueblo se levanta una vieja y desnuda estructura de estuco, en cuyo tejado hay un cartel de neón en el que se lee BAILE, pero ya no hay ningún baile y el cartel lleva apagado varios años. Cerca hay otro edificio con un letrero superfluo, de un dorado desconchado, sobre una ventana: BANCO DE HOLCOMB. El banco quebró en 1933, y sus antiguas oficinas se han convertido en apartamentos. Es uno de los "edificios de apartamentos" del pueblo; el otro es una mansión destartalada conocida como "la casa de los profesores", ya que una buena parte del profesorado local vive en ella. Pero la mayoría de las casas de Holcomb son de madera y de una sola planta, con jardín en la parte trasera". "Joro" cerró el libro y comenzó a introducirse en sus propios pensamientos... - ¿Cómo habría sido la vida de la tal Madame Canaris? ¡Perseguida por todos, odiada por todos, acosada por todos, asediada por todos, insultada por todos esos que se llaman patriotas! ¿Cómo pudo resistir tanto durante tantos años de vida sin venirse abajo? ¿Y a eso lo llaman Humanidad? ¿Es esto la famosa Libertad, Igualdad y Fraternidad de la que tanto alardean de cara al resto del mundo? ¿Se habrán mirado todos ellos en el espejo de sus conductas mientras se creen los héroes de la resistencia? ¡Abogados del infierno! ¡Solamente son abogados del infierno! ¡Y qué espantoso infierno habrá tenido que vivir esa pobre señora! No sé cómo pudo tener un corazón tan fuerte para poder sobrevivir... Sonó el parlante... - ¡Buenas tardes, damas y caballeros! ¡Les habla el comandante Rudolf Wagner von Ambach! Dentro de unos pocos minutos aterrizaremos en el Aeropuerto de Zúrich. La temperatura es de veinte grados centigrados y el cielo está despejado. Tengan la amabilidad de ponerse los cinturones de seguridad y no se pongan de pie hasta que el avión esté totalmente detenido y se abra la puerta de Salida. Los viajeros y viajeras que continúen con nosotros hasta Múnich, por favor dirijánse a la Sala de Espera siguiendo las instrucciones que les irán señalando. Muchas gracias por haber confiado en nosotros. ¡Esperamos verles de nuevo!" - ¿Nos podemos ya levantar? - Señora... nos han dicho que hasta que no se abra la puerta de Salida no nos podemos mover de nuestros asientos... - Muchas gracias joven. Es que soy un poco dura de oído. - ¿Quiere decir que es usted un poco sorda? - ¡Jajaja! ¡Es usted muy directo y sincero, joven! ¡Eso quería yo decir! Una vez detenido el avión y abierta la puerta de Salida todos los viajeros y viajeras, entre los que se encontraba "Joro", fueron saliendo hacia el túnel que unía al aparato con el interior del Aeropurto. - ¡Hasta luego, "Joro"! ¡Nos volveremos a ver! - ¡Hasta luego, Diana! ¡Eso espero y ya se sabe que quien espera nunca se desespera! - ¡Jajaja! - ¡Venga joven, salga ya que tengo prisa! ¡Deje de ligar con la azafata! - Pero no decía usted que era sorda... - Soy sorda pero no tonta del todo... "Joro" solamente sonrió y, siguiendo las indicaciones, llegó hasta la Sala de Espera, se dirigió hacia la máquina de las bebidas, introdujo un euro y sacó una lata de cocacola; sentándose tranquilamente, para beberla despacio, en un largo banquillo de madera. Tan abstraído estaba que no se dio ni cuenta de que un anciano de cabello totalmente plateado se sentó a su lado. - Perdona, joven... ¿puedo tener una conversación contigo?... - ¿Le gustan a usted los jóvenes? - ¡No! ¡No pienses mal! ¡No van por ahí mis tiros! - Entonces no hay problemas. - Es que me llama la curiosidad su manera de comportarse. - Me parece que no he cometido ningún crimen todavía... - ¡Jejeje! Lo que me llama la atención es la seguridad que tienes en medio de tantas personas nerviosas! - Procuro ser como yo mismo soy. - ¡Eso es lo que quería yo que me respondieses! Perdona pero me voy a presentar como Dios manda que es lo primero que tenia que haber hecho. - No se preocupe usted tanto por eso. Yo muchas veces hago primero lo segundo y después me doy cuenta de que tenía que haber hecho lo primero. Pero todo tiene solución. - ¡Jejeje! me llamo Jésus Marie Moritz Galero. Nombre francés, apellido paterno alemán y apellido materno italiano. - ¡Menuda composición más explosiva, caballero! - Espera, joven, espera que no ha terminado todavía mi presentación. - ¿No me vendrá usted ahora a contar una genealogía completa de todos sus parientes y parientas? - !Jejeje! Nada de eso. Voy a ser lo más breve que pueda. Soy un altísimo cargo del BMI. ¿Sabes qué significa BMI? - Si no me equivoco demasiado como algunas veces me pasa con las "sopas de letras", tan de moda en este siglo, eso quiere decir Banco Mundial Internacional. - ¡Exacto! ¡Eso es lo que quiere decir! Y como eres tan ágil y rápido en lo mental, porque ya te he visto hacerlo dentro del avión... - ¿Es que estaba usted dentro del avión? - Justo en el asiento detrá del tuyo. - Bueno. ¿Qué quiere decirme? - ¡Qué adivinas ya el inmenso poder que tengo! ¿Qué me dices tú ahora? - Pues que todo ese inmenso poder que tiene que Dios se lo conserve por muchos años más. - ¡Jejeje! ¡Me gustan los jóvenes intrépidos y valientes! ¡Para cambiar este mundo necesitamos jóvenes como tú! - O viejos que no sean como son... - Sí. Quizás las dos cosas quieran decir lo mismo... - Quizás. Pero mientras sigamos viviendo de quizás en quizás nunca se va a cambiar nada. - Llevas toda la razón. ¿Sabes lo que significa BSCH? - Otra "sopa de letras" que me parece que quiere decir Banco Santander Central Hispano. - ¿Eres español? - De los guays. - ¡Jejeje! ¿Qué quiere decir eso? - Eso quiere decir que sí soy español porque si fuera que no lo soy habría respondido de los guiris a los cuales no pertenezco por muy de barrios que sean y todo eso que usted debe de conocer muy bien si ha visto alguna vez algún suburbio de esos en los que ustedes los han arrinconado con sus comisiones y otras acciones de rapiña. - ¡Muy bien! ¿Sabes que el Santander tiene una plaza vacante? - ¿De monaguillo tal vez? - ¡Jejeje! ¡No baciles tanto y espera a que termine de contarte! - Espero pero no tarde demasiado porque quiero volver a ver a Diana cuanto antes. - ¡Jejeje! ¿Porque es espectacular? - No. Porque me regala bitter Campari cada vez que hablo con ella. - Ponte ya serio. ¿Cómo te llamas? - Digamos que "Joro". - Pues bien, "Joro", la vacante que tiene el Santander es un cargo de alto ejecutivo en las Islas Canarias. Exactamente de Gerente Superior y Apoderado en la Sucursal de Puerto del Rosario. ¿Sabes dónde está eso? - Es la capital de la isla de Fuerteventura. - ¿Te gustaría a ti ocupar ese cargo? - No lo estoy pensando... - He descubierto que usas muy bien la lógica. - A veces hasta soy un poco lógico... pero muy de vez en cuando... - Entonces... ¿qué contestas a mi oferta usando la lógica?... - No, gracias, me gustan demasiado las canarias pero es mejor no pillarse los dedos con algún "pufo" que otro. - ¿Pufo? ¿Qué es un pufo? - Debería usted saber que me refiero a la prevaricación, el fraude, los cohechos y otras feas costumbres que hacen los altos cargos bancarios. - Te estoy ofreciendo la oportunidad de ganar un millón de euros, limpios y sin trampa alguna, al año; teniendo en cuenta que todos tus viajes y almuerzos de trabajo corren a cargo de la empresa. - Ya... muy bien... pero no... - ¿Por qué no? - Porque no quiero almorzar demasiado gofio que se me atraganta en la garganta y entonces no puedo cantar bien. - ¡Habla ya en serio, por favor! ¡Creo que eres el joven que estoy buscando y debes atrapar esta oportunidad porque quizás no se te presente otra mejor! - Hablando en serio, señor don Jésus Marie Moritz Galero, le voy a contar una anécdota de mi vida que es verdadera. Sucedió en la Puerta del Sol de la ciudad de Madrid, la capital de España quieran reconocerlo o no quieran reconecerlo ciertos catalanes de los cuales ni me preocupo saber nada de ellos porque a mí me son indiferentes. - Cuenta y no des tantos rodeos. - Es que quizás debió de ser un catalán quien me lo propuso por eso de que algunos de ellos aman tanto al dinero que es lo máximo para sus vidas. ¿Se lo cuento o ya se lo imagina? - No soy de los que imaginan nada. Cuenta si es que fue verdad. - Fue verdad. En la Puerta del Sol de Madrid, un día, pasados unos minutos después de las tres de la tarde, en cuyos minutos no pasó nada de nada... - ¡Me estás poniendo mal de los nervios, chaval! - No se inquiete tanto, poderoso caballlero, porque el caso es que aquel tipo bien trajeado y con corbatín de lujo y todo eso, pues fue y me dijo que me ofrecía ser millonario de la noche a la mañana. - ¿Y no le dijiste que sí querías serlo? - Le dije algo mejor. - ¿Algo mejor que ser millonario de la noche al día? - Sí. Algo mucho mejor. Le dije lo de "Virgencita de los Remedios, por favor, ten piedad de mí y que me quede como estoy". - ¡Jejeje! ¡Seguro que pensabas decirle que sí! - Se equivoca caballero muy poderoso. Lo que le dije es que no quería porque soy muy feliz siendo tal como soy. El del BMI se enfureció bastante... - ¿Y sé puede saber quién eres tú? - ¿Vale decir un ser humano? - ¡Demasiado genérico! - ¿Vale decir un viajero? - ¡Demasiado romántico! - ¡Ya está! ¡Ya sé lo que soy! ¡Gracias por su ayuda señor Moritz Galero! - ¿Se puede saber ya lo que eres de una vez por todas? - Un bohemio de la verdad. - La verdad es que eres muy sincero. Pero... ¿qué eso de los bohemios de la verdad? - Quizás somos los viajeros que de pueblo en pueblo vamos sembrando gorriones grises que hablan de amor y de paz. - Si eres tan bohemio, ¿qué haces viajando en la Primera Clase de un avión? - Si es usted tan poderoso, ¿qué hace perdiendo el tiempo con un bohemio? El poderosísimo Jésus Marie Moritz Galero se levantó lentamente y lentamente se marchó cuando volvió a sonar el parlante... - ¡Viajeros y viajeras de Lufthansa con destino al aeropuerto de Múnich ya pueden embarcar por favor! "Joro" pensó en las Islas Canarias... - Tal vez en otra clase de vida hubiese podido aceptar pero, la verdad se a dicha, no estoy construyendo mi mundo para encerrarlo en una sola isla. Hay muchas otras islas en el interior de mi existencia y quiero vivir liberado para poder tener el gusto de conocerlas... pero con "Lina"... por supuesto... señor Don Dinero... Estaba razonando que era mucho mejor obtener 200.000 euros si triunfaba, o solamente 100.000 euros si fracasaba, pero de un solo golpe y no tardando todo un año para recibir un millón. Y es que resultaba ser tan lógico que hasta parecía una locura... pero se ajustaba perfectamente a lo de "más vale pájaro en mano que cientos volando". - ¡Hola, "Joro"! ¡Gracias por haber decidido seguir con nosotros en lugar de irte con otra compañía! - De nada, Diana. Sólo cumplo con mi misión y cuando cumplo con mi misión soy totalmente fiel a quienes me ayudan; además que viajar con mejor compañía que la tuya dudo que fuese verdad. "Joro" llegó a su asiento y entonces se volvió a fijar en la señora que le había tocado como compañera de viaje... - Perdone, señora de otro pero no mía, ¿es usted sorda o no es usted sorda? - ¡No seas impertinente, joven! - No soy impertinente sino solamente un poco curioso... pero un poco nada más... - ¡Soy muniquesa! - ¿Por qué miente usted tanto, señora? - ¡Soy muniquesa! ¿Acaso sabes tú más de mí que yo misma? - Eso es imposible pero como no he cogido ninguna turca porque no he bebido demasiado pues resulta que usted no es muniquesa sino turca. La mujer sorda o que se hacía la sorda, se quedó boquiabierta antes de continuar hablando... - ¿Cómo lo has adivinado? ¡Esto es milagroso! - Deje lo milagroso para otro mejor momento de su vida, señora. No lo he adivinado sino que lo he deducido. - ¿Y cómo es posible que deduciendo acierte usted que soy turca con la gran cantidad de países que hay en todo el mundo? - Es mucho más sencillo de lo que usted cree. Lo he acertado porque está usted leyendo la novela "Cevdet Bey e hijos" del escritor turco Orhan Pamuk. -¿Y porque esté leyendo una novela del escritor turco Orhan Pamuk tengo que ser yo turca? - No es por eso. Es porque la está leyendo usted en idioma turco y no es lógico que, si usted fuese muniquesa, la estuviera leyendo en idioma turco, con lo difícil que es aprender dicho idioma, sino que lo lógico es que la estuviera leyendo en alemán porque ya está editada traducida al alemán. - ¿Es usted la reencarnación de Hércules Poirot, joven? - Más o menos soy yo mismo y no me he reencarnado todavía en nadie más que en mí ni pienso hacerlo jamás aunque lo de confundirme con Hércules Poirot sea un halago que, a decir verdad, no me gusta porque yo no tomo opiáceos como tomaba él. La mujer turca quedó anodadada pero implorosa... - ¡No se lo diga a nadie, por favor! - ¿Por qué no puedo decírselo a nadie? - Últimamente los neonazis nos están volviendo a perseguir... - No se preocupe, señora, porque no se lo voy a decir a nadie. - Gracias, joven, pero es que los turcos hemos sufrido mucho a lo largo de nuestra Historia. - Ya. Y los españoles hemos sufrido demasiado no a lo largo de nuestra Historia sino a lo largo de nuestras vidas. Se acercó Diana por ver qué sucedía entre "Joro" y la mujer turca que decidió dormirse o hacerse la dormida porque se puso rápidamente a roncar. - ¿Otro bitter Campari, "Joro"? - ¡Gracias, Diana! ¡Eres mi salvadora! Donde entran dos entran tres. - ¡Jajaja! ¿Nos está escuchando esta señora? - Sí. Pero me parece que no se entera de casi nada. Una vez que Diana entregó el bitter a "Joro" y se volvió a alejar parece como que la señora turca comenzaba a despertar; pero ya "Joro" no se preocupaba de ella sino que estaba entonando, muy en voz baja, un estribillo musical con su propia variante... - ... qué maravilloso es vivir así; estando contigo contigo contigo; cantando contigo contigo contigo; soñando contigo contigo contigo me siento feliz... - ¡Eres un sinvergüenza, "Joro"! - Nada de nada, señora, no acierta usted en nada de nada. Llámeme mejor, si le place, golfo aunque no soy de Vizcaya. Alguien soltó una carcajada... - ¡Jajaja! Pero nadie supo quien fue mientras que la mujer turca decidió no molestarle ya para nada y volvió a dormirse o a hacerse la dormida porque volvió a roncar profundamente. - ¿Sucede algo entre vosotros dos, "Joro"? - Nada de nada y nada de para nada. Pero por fin se ha dormido la "carabina". - ¡Jajaja! ¿Qué es la "carabina"? - Si mi abuelo materno estuviese presente se lo explicaría perfectamente bien y mucho mejor que yo. - ¿Y no puedes hacer un esfuerzo? - Está bien, Diana. En mi España querida una "carabina" es una mujer de edad que acompañaba a ciertas señoritas cuando salían a la calle de paseo o a sus quehaceres. - ¡Jajaja! ¿Y qué tiene que ver eso con esta señora? - Pues que se ha creído que estamos los dos ligando... y claro... ya sabes como son en Turquía... - ¿Cómo son en Turquía? - Más antiguos que nuestros tatarabuelos; así que al parecer esta buena señora que se está haciendo la sorda parece que quiere convertirse, a mi costa, en la heroína que te salvó de mis garras. - ¡Jajaja! ¡Me voy de tu lado hasta que se me pase la risa! - Está bien porque así matamos dos pájaros de un tiro: tú mantienes intacta tu reputación y yo me dedico a pensar... Diana se fue riendo y "Joro" volvió a hundirse en la profundidad de sus pensamientos. - Aunque todos me llevan la contraria yo estoy casi seguro de que Violín Canaris, el hermano gemelo de Piolín Canaris, no existe... pero lo difícil es poder demostrarlo... así que no tengo más remedio que coger al toro por los cuernos y acudir al lugar donde se pueda resolver esta incógnita. Por otro lado, si es cierto... aunque me puedo estar equivocando... que Violín no existe... ¿quien mató a Piolín? Sonó el parlante... - ¡Buenas noches, damas y caballeros! ¡Les habla el comandante Rudolf Wagner von Ambach! Dentro de unos pocos minutos aterrizaremos en el Aeropuerto de Múnich. La temperatura es de veinte grados centigrados y el cielo está despejado. Tengan la amabilidad de ponerse los cinturones de seguridad y no se pongan de pie hasta que el avión esté totalmente detenido y se abra la puerta de Salida. Los viajeros y viajeras que continúen con nosotros hasta Dortmund, por favor dirijánse a la Sala de Espera siguiendo las instrucciones que les irán señalando. Muchas gracias por haber confiado en nosotros. ¡Esperamos verles de nuevo!" - Ha sido un gran placer haber viajado a tu lado, jovencito. - Señora, como dijo Unamuno, "un día habré de desaparecer para ir al sueño eterno: moriré, pero esta obra mía no morirá, no por el valor que yo le dé sino porque la continuaréis vosotros. Mis mejores cosas, habréis de decir, son las que hoy se están formando". - Pues ese tal Unamuno debió de ser un santo... - No fue ningún santo, señora, no fue ningún santo sino un bohemio de la verdad, alguien que recogía sus pensamientos para ser cada vez mejor persona. - ¿Eres cristiano? - Soy cristiano. - Entonces no cambies nunca y sigue siendo tal como eres. - Tengo algo muy impotante que hacer para poder demostrarlo. - ¿Algún nuevo descubrimiento? - Siempre estamos descubriendo algo nuevo para conseguir vivir mejor. - Pues que tu Dios te acompañe. - Diga mejor que mi Dios me ampare porque resulta que ya yengo muy buena compañía. - Me gusta esa rebeldía con la que te desenvuelves en este mundo de adultos. - Quizás sea porque nunca he dejado de ser un niño. - Me gustaría ser como tú. - Descubra usted, señora, todo lo que sea su verdad como ser humano y no se avergüence nunca por ser turca. No tenemos por qué esconder de dónde venimos para poder ser quiénes somos a la hora de llegar a nuestros destinos. - Hablas como un sabio... - ¿Qué es para usted la sabiduría? - El conocimiento profundo aplicado a la razón. - Pues no. No es eso. - ¡Jajaja! ¡Siempre llevando la contra al mundo entero! - Tampoco es eso. - Entonces...¿qué diantres es la sabiduría? - Solamente tener un poco de conciencia aplicada al mundo de nuestras aventuras diarias. - ¡Jajaja! De verdad que es muy interesante escuchar lo que dices. - Ya veo que ha escuchado usted demasiado... - ¡Jajaja! No pienso decírselo a nadie... - No lo digo para ofenderla pero usted cotillea mucho. La señora turca hizo como que "Joro" no había dicho nada... - ¿Por qué ofreces tanto a los demás? - Es solamente mi forma de ser; pero me parece que solamente lo ofrezco a personas que son como usted. - ¿Y cómo soy yo? - Un ser humano que se esconde por ser diferente. - ¿Cómo descubres eso? - Lo importante no es saber cómo lo descubro yo sino cómo lo interpreta usted. - ¿Me estás diciendo que nunca jamás renuncie a defender mis ideales? - Eso es. Yo estoy buscando algo parecido en cuanto a Madame Canaris. - Supongo que es algo que pertenece a tu mundo profesional... - Todavía me queda poderlo demostrar para que eso sea cierto. - ¿Esa tal Madame Canaris es algún amor escondido? - Sí...pero no mío... - Entonces, ¿por qué le interesa tanto? - Porque la búsqueda de un amor escondido es la respuesta a un amor desconocido. - Hasta ahí ya no llego yo. Que tenga buen viaje y que triunfes. - Adiós, señora. Triunfe o fracase no voy a cambiar jamás. La señora turca salió del avión y se perdió por los pasillos. - Espera, "Joro"... ¿vas a seguir con nosotros?... - Hasta un destino llamado Dortmund, Diana. - Pues te recomiendo que no dejes de probar las salchichas en este descanso. - ¿Hay algún lugar de salchichas en el Aeropuerto de Múnich? - Eso es. No dejes de probarlas. Es una tentación. - De tentaciones ya está mi vida muy llena. Procuraré saber qué me conviene más. También "Joro" salió del avión y se perdió por los pasillos hasta llegar a la Sala de Espera y, después, se dirigió a la tienda de embutidos. - ¿Tiene usted salchichas, caballero? - Las mejores de toda Alemania. - Pues sírvame un par de ellas. Entonces volvió a darse cuenta de que Jésus Marie Moritz Galero estaba otra vez a su lado... - De acuerdo, "Joro"... no te interesa el dinero... dime lo que te interesa... - El amor, señor Moritz. - ¡Trabaja para mí personalmente y tendrás todos los amores que desees! - Me parece que no me ha escuchado bien. - ¡Has dicho que te interesa el amor! - ¡Usted lo ha dicho! El amor y no los amores. - ¿Tan singular eres? - Tan singular soy. Busque usted a un pluralista de los muchos que abundan en el mundo de los poderosos para ofrecerle sus tan deseados amores. ¿Me ha entendido ya del todo? Jésus Marie Moritz Galero supo que nunca le podría convencer... - Pago yo las salchichas. - ¿Cómo ha dicho usted? - Que te invito. - Gracias, señor poderoso, pero no puedo aceptarlo. Un señor tan poderoso no invita jamás a una persona que no es de su círculo de amistades y, para dejarlo bien claro, no me interesa para nada el Círculo de Brujas. - ¡Jejeje! ¿Qué es el Círculo de Brujas? - Para disimular tanto como disimulan todos ustedes los poderosos digamos que me refiero solamente a un equipo de fútbol belga... pero usted ya me entiende... - ¿Por qué eres tan duro conmigo? - La vida real es así. A ustedes los poderosos no les interesa lo imaginativo sino lo real. Simplemente le estoy tratando basándome en esa realidad de la que tanto ustedes, los poderosos, alardean ante la sociedad para decir que son importantes porque saben bien donde pisan... sin embargo... ya ve, amigo... los imaginativos nunca tenemos los pies sobre la tierra... porque volamos... siempre volamos... Y Jésus Marie Moritz Galerno terminó por claudicar y marcharse definitivamente del mundo de "Joro" mientras sonó el parlante... - ¡Viajeros y viajeras de Lufthansa con destino al aeropuerto de Dortmund ya pueden embarcar por favor! Poco después "Joro" ya estaba plácidamente sentado en su lugar, dándose cuenta de que el asiento de al lado estaba vacío, dispuesto a seguir leyendo mientras el avión, tras despegar de la pista, ya estaba otraa vez por entre las nubes. - ¡Hola, simpático! ¿Puedo sentarme a tu lado? - Como eres la azafata de la Primera Clase por supuesto que puedes. Y, además, yo no soy de los que cobran intereses ni comisiones por algo tan natural. Diana se sentó en el asiento que había dejado la señora turca. - ¡Jajaja! ¿No te interesa ser banquero? - Pues va a ser que no. Acabo de desalojar, para siempre, esa pesadilla de mi mundo. - ¿Qué estás leyendo con tanto afán? - "A sangre fría" de Truman Capote... que en realidad se llamaba Truman Streckfus Persons... pero como está tan de moda cambiarse los apellidos para no dejar en vergüenza a la familia... - ¡Jajaja! ¡Sigues acertando de pleno, "Joro"! - Escucha esto, Diana: "Junto a la estación de tren, una mujer enjuta con chaqueta de cuero crudo y vaqueros y botas de cowboy, dirige la destartalada oficina de correos. La estación misma, con su pintura amarilla desconchada, es igualmente melancólica. El Jefe, El Superjefe y El Capitán pasan todos los días, pero estos famosos expresos jamás se detienen en ella... Ningún tren de pasajeros lo hace -sólo algún que otro mercancias-. Arriba, en la autopista, hay dos gasolineras: una de ellas también hace de tienda de comestibles -bastante poco surtida-, y la otra de cafetería: el Café Hartman, donde la señora Hartman, la propietaria, sirve sandwiches, café, refrescos y cervezas de 3,2 grados de alcohol (Holcomb, como el resto de Kansas, es "seco")". - ¡Aterriza, por favor! ¿Sacas algo en conclusión leyendo esas cosas? - Saco mucho en conclusión. Estoy respondiéndome a una pregunta que me hago yo mismo. ¿Cómo sobrevivía Madame Canaris?. Es muy posible que, a sangre fría para soportar todos los ataques de sus furibundos enemigos, fuese la propietaria de un bar cafetería. Sí. Es muy posible pero también tengo que demostrarlo. - ¿En dónde puede estar ese bar-cafetería? - En un pueblo francés llamado Le Touquet si es que no me estoy equivocando. - Debe ser alguna investigación muy interesante la tuya... - Hablando de interesante... ¿te interesa este libro?... te lo regalo porque te debo varios bitters de Campari... - ¡Jajaja! Siempre estás empeñado en decir que me debes algo. ¡No me interesa para nada Truman Capote o como se llamara, en realidad, ese tipo! Sólo acepto el libro con una condición. - Las chavalas siempre ponen condiciones para estar con ellas pasando un buen momento... - ¡Jajaja! Has dicho otra gran verdad. Mi condición es que me dediques ese libro y lo firmes. - Pero si es de Truman Capote y Truman Capote ya hace décadas que murió... - Pero es que te repito que Truman Capote no me interesa para nada. Sólo acepto el libro si me lo dedicas y me lo firmas porque ese será un grato recuerdo para mí. - Está bien. ¿Lo vas a leer? - Jamás. Sólo me interesa lo que te he dicho. "Joro" escribió una sencilla dedicatoria... - Para mi gran amiga Diana de este pequeño amigo "Joro". Y después de firmarlo se lo regaló a Diana. - Un gran escritor también debe ser un gran poeta si quiere ser grande. ¿Verdadero o falso? - Es verdadero, Diana. Por lo menos si tienes suficiente alma de escritor. - Demuéstralo. - ¿Es esa otra condición femenina? - Eso es. "Joro" recordó uno de sus últimos poemas... - Los plumajes del sueño, / con tanta luz buscándome, / tesoros que gravitan vacantes / para despertarme a la historia, / en medio del insomnio / yo me vivo de gozo en el camino. / Y en el rojizo violeta / de las aguas interiores / mis intensas esperanzas / alumbran el verde espacio / de los signos humanos. / ¡Cuánta emergente dicha / mezclada con el rumor de los instantes! / Todo se hace mundo / confluyendo en la intimidad de los afanes. / Todo. Todo se hace impulso / en la voz valiente del alma. Diana quedó, de momento, en silencio. - ¿Te has enfadado conmigo? - No. Estoy saboreando tus versos. - Pues date prisa en reaccionar porque estamos llegando ya a Dortmund. - Siempre había pensado que el hombre perfecto no existe... pero ahora que te he conocido a ti... - Sigues pensando lo mismo... - ¡Pues no! Ahora que te he conocido de verdad has cambiado radicalmente mi forma de pensar. Es la primera vez que lo voy a hacer en mi vida pero... toma... cógela... es mi tarjeta personal y en ella está mi nombre con los dos apellidos completos, la dirección de Dortmund donde vivo y el teléfono privado. Cuando quieras ven a tomar una copa a solas conmgo. "Joro" no cogió la tarjeta... - Perdona, Diana, no te estoy ofendiendo para nada, pero jamás la he engañado a ella ni jamás la voy a engañar. - ¿Es que eres un hombre casado? - No. No soy un hombre casado. - ¿Y ella? ¿Quién es entonces ella? - Mi esposa. No soy un hombre casado sino un hombre felizmente casado. Te has olvidado saber que hay algunos que estamos casados con una sola mujer para toda la eternidad y somos verdaderamente felices sin ninguna clase de equivocación. - ¿Cómo es que no llevas ningún anillo que lo demuestre? - Cierto jefecillo, de esos muchos jefecillos que tuve que soportar en algunos momentos de mi vida pasada, me dijo un día la mayor gilipollez que he escuchado en cuanto a las mujeres y los hombres que están casados entre sí. - ¿La mayor gilipollez que has escuchado en cuanto a las mujeres y los hombres que están casados entre sí? - Sí. Pon atención. Se le ocurrió contarme la gran gilipollez de que la mujer del césar no sólo debe ser la mujer del césar sino que está obligada a parecerlo. - ¡Atiza! ¡Eso si que es una gran gilipollez! - ¡Una gilipollez completa, Diana! - ¿Quieres decir que no necesitas llevar ningún anillo para serla eternamente fiel? - Eso es, Diana. Diste en la diana. Y perdona por el fácil juego de palabras. - Pues lo siento mucho por lo que me he perdido; pero me has demostrado que no sólo eres un hombre sino un hombre de los de verdad. - A ella le sucede lo mismo. No necesita ningún anillo para serme fiel. - También será una mujer de las de verdad. - Otra vez has acertado, Diana. Sonó el parlante... - ¡Buenas noches, damas y caballeros! ¡Les habla el comandante Rudolf Wagner von Ambach! Dentro de unos pocos minutos aterrizaremos en el Aeropuerto de Dortmund. La temperatura es de veinte grados centigrados y el cielo está despejado. Tengan la amabilidad de ponerse los cinturones de seguridad y no se pongan de pie hasta que el avión esté totalmente detenido y se abra la puerta de Salida. Muuchas gracias por haber confiado en nosotros. ¡Esperamos verles de nuevo!" - ¿Nos volveremos a ver, "Joro"? - Yo no soy Dios, Diana. - Entiendo que no seas Dios pero... - ... pero por eso no puedo estar al mismo tiempo en todas partes... - ¡Jajaja! ¡Nunca cambies, "Joro"! - Hasta siempre, Diana. No voy a cambiar jamás. Media hora después, José Roberto Ortero de Jumilla, después de haber sacado mil euros de su cuenta corriente a través del cajero automático del Commerzbank, se encontraba caminando por las calles de Dortmund intentando poder orientarse. A esas ya avanzadas horas de la noche la ciudad aparecía casi totalmente desierta. Al fin encontró lo buscaba. Era la Estación de Servicio "Bavaria Petrol" situada en Evingerstr, número 156... así que se dirigió a un expendedor de gasolina... - Buena snoches, caballero, ¿podría informarmme a cuántos kilómetros de distancia se encuentra Aplerbeck? - ¿Te refieres a kilómetros desde aquí, en Dortmund, hasta Aplerbeck? - A eso me estoy refiriendo. - Está aproximadametne a deiz kilómetros y medio si vas en automóvil por la B1. En tan sólo veinte minutos llegas. - Pero resulta que no tengo automóvil propio. - Entonces toma un taxi. Si vas a Aplerbeck te resulta mucho más barato que viajando con tu propio automóvil. Te ahorras molestias y costo de gasolina. - Muchas gracias. Tomaré un taxi. - Joven, perdona que me meta en conversaciones ajenas pero yo soy taxista y te puedo llevar a donde quieres. Solamente te cobro 20 euros. - Gracias. Me interesa. Mucho más rápido de lo que él creía llegaron a Aplerbeck. - ¿Estás buscando algo o a alguien en particular? - Estoy buscando el domicilio donde nació y vivió en su infancia el famoso Almirante Canaris. - ¡Eso no es fácil de saber! ¡No lo sabemos todo lo del almirante ni los que vivimos en Dortmund y sus alrededores! Pero se sabe que pasó mucho tiempo viviendo en la Haus Rosenberg. Espera a que consulte mi Guía Telefónica para salir de dudas. "Joro" se mostraba tranquilo pero sabía que estaba ya muy cerca de poder dar muchas soluciones al enigma de Madame Canaris. - ¡Mira, joven! ¡Ya tengo localizado al único Canaris que vive en la Haus Rosenberg! ¡Se llama Harry Canaris Netzer! ¿Te llevo hasta allí? - ¿Se refiere a la Casa de Alfred Rosenberg? - Sí. Tras el ahorcamiento de Alfred Rosenberg como se hace con los chorizos, lo familiares de Canaris compraron la vivienda. - ¡Perfecto! ¡Creo que es allí donde debo ir! Espere que me concentre un poco y mueva mi memoria. ¿Es la casa de Alfred Rosenberg, hijo de Waldemar Wilhelm y Elfriede Rosenber, que se casó dos veces, una con Hilda Leesmann y la otra con Hedwig Kramer? - ¡Ostias! ¡Claro que me estoy refiriendo a ese! - Pues perdone que se lo diga pero tengo que aclararle un pequeño detalle pero de mucha importancia. -¿Cuál? - Que no lo ahorcaron como si fuera un simple chorizo sino por haber sido juzgado y haber sido declarado criminal de guerra. - ¿Y crees que es ese el hogar que buscas? - Tajantemente sí. - ¿Lo dices por fe? - No sólo lo digo por fe sino que lo creo por fe. - ¡Pues si la fe mueve montañas movámonos nosotros! Y el taxista puso su coche en marcha después de haberse sentado a su lado, como copiloto del taxi, el joven e incansable "Joro". Guardaron silencio hasta que llegaron a Haus Rosenberg. - ¿Es aquí? - Sí. En esta casa vivieron Alfred Rosenberg y el Almirante Canaris. - ¡Tome sus 20 euros y muchas gracias, caballero! - ¡Anton Mann Hesse! ¡Me llamo Anton Mann Hesse y siempre que venga de nuevo a Dortmund avíseme para llevarle hasta donde quiera!¡También mi nombre está en la Guía Telefónica! - ¡Que pase buenas noches y gracias por todo! - Buena suerte con lo que busca... José Roberto salió del taxi... - "Joro". Me llaman "Joro". - ¿De qué país europeo eres, "Joro"? - De Santiago y cierra España. - ¡Jejeje! ¡No me lo puedo creer! - Pues entonces le tengo que decir del país donde hay más días que longanizas aunque abundan mucho también los chorizos. - ¿De España? - De España. - ¿Y un joven español puede tener tanta cultura? - Pues va a ser que sí. Tengo que aclararle que una enorme cantidad de jóvenes españoles, chicos y chicas por igual, somos universitarios y tengo también que aclararle que sobre la juventud española se han dicho muchos chismes y los chismes son propios de cotillas y los cotillas son envidiosos y los envidiosos no saben más que contar mentiras. Lo que pasa con los jóvenes españoles es que se cumple con eso de "tírate a la fama y ponte a soñar". -¡Jajaja! ¡Qué buen humor! ¿De quién has copiado esa frase? - ¿No me tendrá envidia si le digo que me la acabo de inventar?... porque si me tiene envidia por eso... pues voy y la cambio por otra... - ¡Jajaja! Que tengas buena noche, hispano. - Pues ya que hablamos como si estuviésemos en la Alta Edad Media... que tenga buena noche, germano... y buen auto tiene usted, teutón... - Pues funciona a diesel. - Que no le falle nunca el diesel. Se lo digo de todo corazón. El taxista ya no supo por dónde seguir con la conversación, puso en marcha su automóvil y se fue lo más rápido que pudo mientras que José Roberto Ortero de Jumilla hizo sonar el timbre de la casa y abrió un hombre casi tan joven como él. - ¿Buscas a alguien? - Perdone mi osadía. ¿Es usted el señor Harry Canaris Netzer? - Efectivamente, ese soy yo. ¿Sucede algo malo? - No sucede nada malo. Lo único que pasa es que yo soy un profesional del Periodismo que está afiliado a la Asociación de Periodistas Europeos y estoy preparando mi tesis doctoral sobre la Segunda Guerra Mundial pero vista bajo el prisma de las emociones personales de quienes la vivieron y, por eso, como usted desciende directamente del Almirante Canaris le pido el favor de tener la amabilidad de contestar a unas pocas preguntas que necesito responderme a mí mismo para poder elaborar una tesis que no me la rechacen en la Universidad Complutense de Madrid. - ¡Para, para un momento! ¿Puedes demostrarme que eres quien estás diciendo que eres? José Roberto Ortero de Jumilla sacó su carnet de profesional de la Asociación de Periodistas Europeos y se lo mostró a Harry Canaris Netzer. -¡Tanto mi esposa como yo somos cristianos verdaderos y como cristianos verdaderos siempre tenemos abierta la puerta de nuestro hogar a quien necesita una ayuda! No sólo puedo responder a las preguntas que desees sino que, como ya es la hora de cenar y tenemos la mesa preparada pues, como quiso decir Jesucristo, donde cenan dos pueden cenar tres. ¿Quieres hacernos el honor de cenar con nosotros y así charlamos como verdaderos seres humanos? - ¿No será demasiada molestia? - ¡Para nada! No importa quién seas sino que estás necesitado... - Pues resulta que yo también soy un cristiano verdadero... - ¡Encantado de conocerte pero, por favor, puedes tutearnos mientras hablamos como verdaderos hermanos! Harry Canaris Netzer le dio la mano a "Joro" mientras este también se identificó plenamente... - Yo me llamo José Roberto Ortero de Jumilla pero me podéis llamar solamente José. - Pasa... pasa... empieza a hacer frío en la calle. José pasó dentro del cálido hogar de Harry y esperó a que éste le condujera hacia la sala comedor de su hogar donde ya estaba su esposa. - Te presento a mi esposa Katherine Schuster Breitner pero yo la llamo cariñosamente Kity. - ¡Hola, gusto en conocerte, Kity! ¡Me llamo José Roberto Ortero de Jumilla, soy español por los cuatro costados y puedes llamarme solamente José! A Kity le dio un ataque de risa... - ¡Jajaja! - ¿De quéte ríes, Kity? - De la forma tan graciosa que tiene en esto de presentarse ante los demás aunque los demás le seamos unos desconocidos, Harry. - Perdona, Kity, pero nadie es jamás un desconocido... - ¿Cómo dices, José? - Que todos nos conocemos lo suficiente como para no ser unos desconocidos. - ¿A qué te estás refiriendo? - A que una vez que hemos nacido ya empezamos a despertar emociones en muchas personas que nos rodean. Desde que nacemos, aún siendo tan sólo unos bebés, ya no somos unos desconocidos. ¡Lástima que los abortistas y las que abortan no entiendan algo tan importante de la vida de los seres humanos! - ¡Caramba! ¡Qué joven más interesante! ¡Te quedas a cenar con nosotros quieras o no quieras! - Lo que no quiero es molestar... Entonces intervino Harry... - No sólo no molestas sino que estoy seguro de que aprenderemos algo importante esta misma noche. - Cuando sale la luna, los bohemios de la verdad somos más interesantes, Harry. - ¡Ostras! ¿Eres un bohemio de la verdad? - Eso he dicho. - Entonces va a ser una cena mucho más interesante de lo que pensaba. ¿Nos sentamos ya? Harry y Kity se sentaron mirándose de frente mientas que José se sentó en medio de los dos. - ¿Por dónde quieres comenzar tus preguntas, José? - Para romper un poco la tensión... ¿sois seguidores del Real Madrid?... - ¿Lo dices por mi apellido materno y los dos apellidos de Kity? - Sí. Es sólo por pura lógica deductiva. Hubo tres futbolistas alemanes apellidados Netzer, Schuster y Breitner que jugaron en ese equipo. - Pues tu lógica deductiva ha funcionado porque los dos somos seguidores del Real Madrid pero nunca unos fanáticos. - No habéis estado muy finos esta temporada recién terminada porque os habéis quedado en cuarto lugar en la Liga Española, con tan solo 70 puntos, y detrás del Valencia, que ha sido campeón con 77; del Barcelona, que ha sido subcampeón con 72; y del Deportivo de La Coruña, que ha sido tercero con 71. - ¡Caramba! ¡Pareces una Enciclopedia completa en esto del fútbol! - Gracias, Kity... pero tampoco habéis tenido suerte en la final de la Copa del Rey de España porque habéis perdido por 3-2 frente al Zaragoza en el Estadio Olímpico Lluís Companys en un partido muy igualado en el que se llegó a tablas en el marcador, 2 a 2, al final de los 90 minutos reglamentarios y que se deshicieron en la prórroga con un gol de Luciano Galletti desde fuera del área en el minuto 15 de la misma. - ¡Atiza! ¿Y el Estado Olímpico Lluís Company de qué equipo es? - El Estadio Olímpico Lluís Companys, hasta 2001 llamado Estadio Olímpico de Montjuic es un recinto deportivo que se encuentra en Barcelona. Fue bautizado con ese nombre el 31 marzo de 2001 en honor del que fuera presidente de la Generalidad de Cataluña Lluís Companys ejecutado por el régimen franquista, se encuentra situado en la montaña de Montjuic, en la ciudad de Barcelona, en España. Pertenece al Ayuntamiento de Barcelona. - ¡Arrea! ¡No hay manera de pillarle en un renuncio! - Juego muy bien al tute, Kity... y no necesito hacer ninguna clase de renuncio para poder ganar una partida. Tampoco os ha ido muy bien que digamos en Europa, en la Champions League, porque os ha eliminado en Cuartos de Final el Mónaco mientras el Oporto se quedó campeón bajo la dirección de Mourinho. - ¡Arrea! ¡Esto es demasiado! - Cambiemos de tercio, José, por favor. - Cambiemos de tercio, Harry, y pasemos a algo más interesante. - Etoy de acuerdo. Hablemos de algo más interesante. - Por ejemplo se me ocurre algo. Vosotros dos estáis casados y se os ve muy felices. ¿Hace mucho tiempo que os habéis unido? - Hace muy poco tiempo. Prácticamente somos recién casados y por eso todavía no tenemos hijos. ¿Tú estás soltero? - No, Harry. Yo también estoy recién casado, pero con una chavalilla que, según dijeron algunas compañeras de trabajo, no me la merecía... pero así es la vida... - ¿Esas compañeras tuyas eran también periodistas? - Ni eran periodistas ni tenían la más mínima idea de lo que es el Periodismo. - ¿Y cómo se confundieron tan lamentablemente? - Porque yo hice que se confundieran para acabar con el chismorreo que es un vicio nacional de mi querida España; aunque también sea internacional. - ¡Jajaja! ¿Algún truco para despistarlas? - No era para despistarlas sino para quirtármelas de encima. Cuestión de cigarras y saltamontes luchando contra hormigas y escarabajos... jejeje... en esta vida a algunos les toca reír mientras a otros les toca llorar pero... de repente y sin previo aviso... se da la vuelta a la tortilla y los que antes reían ahora lloran y los que antes lloraban ahora ríen. - No seas malo, José. - No soy malo, Kity. Es sólo la famosa justicia social de la que tanto hablan precisamente los que menos tienen que hablar de ella porque no la aplican nunca en sus vidas. Lo que sucede, Kity, es que hay algunos tan torpes que juegan a la ruleta rusa, tienen mala suerte y, de repente, desaparecen para siempre de esta vida. - ¿Hiciste el truco de las estampitas? - Sí. Se lo conoce como el tocomocho y es parecido a lo de un cambio de cromos... o de fotografías para ser más exactos... - Así es la vida, José... - Pues ya que estamos hablando de la vida, Harry, hablemos por un momento de una muerta... - ¿Una muerta? - Sí. Hablemos de una muerta con todos mis respetos. - ¿A quién te refieres? José sacó del bolsillo de interior de su cazadora de cuero de color negra, la fotografía de Madame Canaris. - ¿Conoces a esta mujer, Harry? - ¡Atiza! ¡Claro que la recuerdo! - Si no me equivoco fue la amante del Almirante Canaris y tuvo un par de gemelos a causa de las relaciones sexuales que mantuvieron por un poco de tiempo. - ¡Imposible, José! ¡Eso es imposible! ¡Mi antepasado el Almirante Canaris era todo un caballero! - Aunque fuese todo un caballero pudo tener un desliz con esta señora. Suele pasar muy a menudo en época de guerras, sobre todo si son mundiales. Y esto sí que me interea para mi tesis doctoral. - ¡Mi antepasado el Almirante Canaris fue siempre todo un caballero con todas las damas que llegó a conocer y eso que fueron muchas; pero sólo se casó una vez, con la única novia que llegó a tener, y fue siempre fiel a su esposa antes de casarse con ella y después de casarse con ella. - Explícamelo un poco mejor porque estoy desorientado. - Poseía una figura relativamente baja, que no se asemejaba al ideal ario, a causa de su baja estatura se lo denominó "el pequeño almirante", y él mismo solía compararse con Churchill refiriéndose a sí mismo como el "pequeño water". Era hijo del indusutrial Carl Canaris y Auguste Popp pero sólo se casó una vez, con Erica, a la que nunca jamás traicionó y con la que tuvo dos hijas llamadas Eva y Brigitte. - ¿De verdad que esta señora de la fotografía, a la que todos conocen como Madame Canaris, no fue amante de tu antepasado el Almirante Canaris? - ¡No tengo ni idea de por qué la llaman así, pero conozco muy bien a esta mujer y nunca fue amante de mi antepasado! Lo que te puedo asegurar es que fueron amigos muy íntimos pero sólo fue una sana amistad; lo que pasa es que la envidia es un pecado mortal incluso en Francia y más en época de guerras. Si no crees que la conozco muy bien espera un momento que voy a traer el álbum familiar. Harry se levantó y salió con paso firme fuera del comedor a buscar el álbum. - ¡Repámpanos, Kity! ¿He metido la pata? - ¿Estás buscando respuestas? - Sí. Estoy buscando respuestas. - Pues entonces no has metido la pata sino que estás siendo muy sincero y eso es de un valor incalculabe. Harry no está enfadado sino que te quiere demostrar algo. - ¿No estoy siendo bastante indiscreto? - ¡Tonterías, José! No sólo no estás siendo indiscreto sino que si existió esa mujer y la llamaban Madame Canaris es mejor descubrir la verdad. - Eso estoy intentando conseguir. - Por eso Harry te está ayudando. Harry llegó con el álbum familiar de los Canaris. - ¡Mira esta fotografía! - ¡Caramba! ¡Es la misma mujer a la que llaman "Madame Canaris! ¿Quiénes son los dos oficiales alemanes que están a sus lados. - El de la derecha es el almirante Canaris y el de la izquierda es el teniente Amonn, quien sí tuvo relaciones con una francesita llamada Léa Rouxel, con la cual tuvo un hijo al que bautizaron con el nombre de Daniel; pero Ammon murió en combate siendo feliz porque nunca traicionó a su enamorada. - ¿Entonces con quién mantuvo relaciones sexuales madame Canaris? - Lo que no comprendo es por qué la llaman así. - ¿Tú sabes cuál era su verdadero nombre? - ¡Por supuesto que lo sé! ¡Lo han contado infinidad de veces mis familiares! Esta mujer a la que falsamente llaman Madame Canaris era, en la realidad, Ana Meilleur Menthé, más conocida como "Meme" pero nunca fue la amante de Canaris ni tuvo nada con él salvo una íntima pero muy sana, muy noble y muy sincera amistad. - ¿De verdad que no tuvo dos hijos gemelos con el Almirante Canaris como producto de relaciones sexuales con él? - ¡Eso es totalmente falso! ¡Una gran mentira! ¡Te lo afirma un verdadero cristiano! - Está bien. Creo que estamos todos un poco despistados porque... ¿qué os parecen estas dos fotografías?... José sacó las dos fotografías de los hermanos gemelos Piolín Canaris y Violín Canaris. - ¡Caramba! ¡Son totalmente iguales! Kity también las miró detenidamente. - ¡La verdad es que son totalmente idénticos! - Pues no es cierto. Se les conocía como Piolín Canaris y Violín Canaris. Uno de ellos está muerto y el otro está desaparecido. - ¿Quién está muerto? - Piolín Canaris, Harry. - ¿Dónde crees tú que está escondido Violín Canaris? - Todos los indicios indican que ha estado viviendo en esta misma casa durante muchísimos años. - ¡Eso también es totalmente falso! ¡Una absoluta mentira! ¡En esta casa nunca jamás ha vivido ese tal Violín ni de niño, ni de adolescente, ni de joven, ni de adulto. Así que debe ser una equivocación garrafal o incluso malintencionada! - ¡Mirad bien las fotos detenidamente a ver si encontráis algo curioso que os llame poderosamente la atención! Harry tomó las dos fotografías. - ¡Atiza! En una de ella aparece con una cicatriz en su oreja derecha y en la otra aparece sin cicatriz ninguna pero eso puede ser normal. - Sería normal, Harry, si la fotografía con la cicatriz en la oreja hubiese sido tomada después de la fotografía sin cicatriz en la oreja; pero fueron tomadas al revés. La primera de las dos es la que tiene cicatriz en la oreja y la segunda es la que no tiene cicatriz en la oreja. - ¿Cómo puedes saber eso puesto que es imposible saberlo? - No es imposible, Kity. Si dais la vuelta a las fotografías veréis que la foto con la cicatriz tiene un número 1 en su dorso y la foto sin cicatriz tiene un número 2 en el suyo... por lo cual se puede deducir que ese fue el orden en que se tomaron ambas fotografías... pero además se nota muy claramente que la fotografía con la cicatriz ha sido mucho más usada que la fotografía sin la cicatriz y eso quiere decir que aquí hay trampa cuando se afirma que son fotografías de la misma persona tomadas al mismo tiempo. - Puede ser un trucaje fotográfico, José. - Apliquemos la lógica más natural. ¿Para qué clase de tonterías iban a hacer esa clase de trucaje? Es totalmente tonto hacerlo y, por eso mismo, totalmente ilógico. Aplicando la lógica racional más absoluta no existe ningún trucaje. - Y eso quiere decir... - Lo que yo estoy manteniendo aunque todos me llevan la contraria y es que pienso que Violín Canaris simplemente no existe. - ¡Vaya jaleo, José! - Pues es mucho más embrollado todavía proque hay de por medio la herencia que convierte a quien se hace pasar por Violín Canaris en el hombre más millonario de toda Europa. - ¡Recórcholis! ¡Eso puede ser una explicación muy lógica! ¡Alguien se está haciendo pasar por Violín Canaris para conseguir toda la herencia completa! -Si "Meme" no tuvo relaciones sexuales con el almirante Canaris quizás las tuvo con el teniente Ammon... - ¡Totalmente descartado, José! El teniente Ammon era íntimo amigo del Almirante Canaris y de "Meme" pero jamás tuvo relaciones con ella. - ¡Me he equivocado por completo y siento que he fracasado del todo! - Espera, José, no te derrotes tan pronto porque quizás llevas más razón de la que tú incluso crees. No fue la amante del teniente Ammon pero eso de Ammon me suena mucho y es que existió un tal Amon Leopold Goeth, también llamado Goth, y de Ammon a Amon hay muy poca diferencia semántica pero mucha diferencia moral. Amon Leopold Göth es tristemente célebre por ser el villano principal de la aclamada película de Steven Spielberg "La lista de Schindler", de 1993, en la que es interpretado por el actor Ralph Fiennes. - ¡Caramba! ¡Eso tiene bastante lógica, Harry! Puede ser muy importante para mi tesis doctoral y por eso me interesa saber algo más personal sobre ese tal Amon... Harry se entusiasmó al saber que José le daba tanta importancia a sus informaciones y se puso a explicar detalles casi ocultos para la mayoría de las personas... Amon Leopold Goth, nacido en Viena el 11 de diciembre de 1908 y muerto en Cracovia el 13 de septiembre de 1946, fue un oficial austriaco de las SS y comandante del campo de concentración de Plaszow en la Polona ocupada por la Alemania nazi. - Espera un momento, Harry, te agradezco esa información pero eso lo puedo encontrar en multitud de fuentes escritas. Necesito algo mucho más personal. - Esan bien. Memoriza esto. Göth fue responsable de acorralar a sus víctimas. - ¡Eso sí que me interesa mucho para seguir atando cabos sueltos! - Sigo entonces. Además de sus dos matrimonios, Amon Göth mantuvo una relación de dos años con Ruth Irene Kalder, una esteticista y aspirante a actriz a la que conoció a finales de 1942 o principios de 1943 cuando ella trabajaba como secretaria del empresario Oskar Schindler en la fábrica de menaje de cocina que éste poseía en Cracovia. Ella se mudó enseguida a vivir con el oficial de las SS y se convirtió en su amante. Tras la ejecución de Göth, tomó el apellido de él. La última hija de Göth fue Monika Hertwig, que nació en noviembre de 1945 en Bad Tölz fruto de su relación con Kalder. - ¡Muy bien! Ese tal Amon Leopold Goth debió mantener relaciones sexuales con muchas otras mujeres amenazadas por las SS de los nazis. - En efecto. Es lógico pensar así. - ¿Ese tal Amon Leopold Goth vivió en 1944 en Francia? - Así es, José. Es un dato que apenas nadie conoce pero se le vio, por ejemplo, en Lyon. - Y, por lo tanto, también pudo haber estado en Le Touquet... donde conoció a Ana Meilleur Menthé, la famosa "Meme", con quien tuvo un par de gemelos o por lo menos a uno de ellos si es que el otro no existe... - ¡Pero que muy bien deducido, José! - Pero hay otro pero si es que eso fue verdad... - ¿Qué estás pensando ahora? - ¿Por qué tuvo tanto empeño en llamarla "Madame Canaris" en lugar de llamarla "Madame Goth" teniendo en cuenta la enorme megalomanía, en cuanto a lo de ser famosos, que sufrían los altos mandos militares nazis? - No tengo ni la mínima idea... - ¿Y qué opinas tú, Kity, desde el punto de vista de una mujer? - Desde el punto de vista femenino tengo una intuición. Como Amon Leopold Goth era un salvaje ignorante y Wilhelm Franz Canaris era un caballero culto, se puede pensar que Goth envidiaba profundamente a Canaris hasta el punto de odiarle y, para hacerle daño en su estima de cara a los demás, hizo circular por toda Francia que "Meme" era "Madame Canaris" en lugar de "Madame Goth". - ¡Me lo imaginaba! El punto de vista de una mujer, en estos asuntos, suelen ser convicentes y esa explicación me convence del todo! - ¡Tocado! ¡Tocado y hundido el objetivo! ¡Acabas de dar una explicación muy razonada y razonable sobre lo que pudo haber ocurrido! - Gracias, Harry... y también gracias a los dos por la suculenta cena a la que me habéis invitado... pero tengo que irme ya... -¿Cómo es eso de que te vas ya, José? ¿No te quedas a tomar el café con nosotros? - De buena gana me quedaría, Kity, pero tengo que marcharme para no perder tiempo. Todavía me quedan muchas cosas por averiguar. - ¿Se puede sabónde quieres ir con tanta prisa? - No tengo inconveniente en decírtelo, Harry. Voy a seguir con mi investigación periodística hasta el pueblecito francés de Campestre. - ¿Te has dado cuenta de que ya hace tiempo que ha llegado la noche? - No tengo miedo a la noche. Ella ya ha llegado pero yo todavía no. - ¡Jajaja! ¿Dónde vas a dormir? - Donde Dios quiera... - ¿No tienes ningún lugar donde dormir? - Cualquier lugar es bueno cuando el sueño es feliz. - ¿Hasta dónde quieres llegar mañana? - No importa el día en que llegue pero tengo que ir a Campestre. - ¿Sabes dónde está eso? - Ni idea. Pero llegando a Francia ya consultaré la Guía Michelín de carreteras francesas. - ¡Yo tengo esa Guía en mi casa porque suelo viajar a muchos países diferentes! - ¿Y tienes la Michelín de Francia? - ¡A eso me estoy refiriendo! Así que vamos a cnsultar en dónde se encuentra Campestre. - Buena idea, Harry. Cuanto antes lo sepa mejor para mi trabajo. Harry Canaris Netzer volvió a salir de la sala comedor en busca de la Guía. - Me parece que molesto demasiado, Kity - ¡No seas tonto, José! ¡No nos estás molestando para nada! Rápidamente volvió Harry con la Guía Michelín de las carreteras de Francia. - ¡Ya está aquí la resuesta, José! ¡Vamos a buscarla! - Busquemos por el orden alfabético de pueblos y ciudades. -¡En efecto! ¡Aquí está! Se llama Campestre-et-Luc y se encuentra en el Departamento de Gard, a una distancia de 143 kilómetros de Nimes. - ¡Zambomba! ¡Eso está en el Sur de Francia! - Y además sólo tiene 125 habitantes. - ¡Pefecto, Harry! ¡Si aólo tiene 125 habitantes todos conocerán a quién busco! - ¿Puedo saber yo a quién buscas? - A un periodista llamado Sebastien-Alexandre Pillou que escribía para el "Courrier Picard" de Amiens. - ¿Tienes algún medio de transporte para llegar hasta allí? - Eso es lo que tengo que buscar. Y epezaré ahora mismo a hacerlo. - ¡Nada de nada y para nada! ¡Nosotros somos cristianos y tú eres nuestro hermano! Los cresitianos no dejamos solos a nuestros hermanos cuando están en verdaderos apuros... así que ahora te quedas a iomar café con nosotros y a dormir tranquilamente en la cama que tenemos preparada para las visitas. ¡Mañana mismo, cuando llegue el alba, te llevo yo en Mercedes hasta ese pueblo llamado Campestre! Es mucho mejor eso a que andes buscando transporte sin saber cuánto te costará la broma así que mañana te llevo yo. - Eso no puede ser. Tendrás otras muchas cosas que hacer que no llevarme hasta tan lejos. - La cosa más importante que tengo que hacer, ahora, es ayudarte a ti. Tú hubieras hecho lo mismo conmigo. - ¿Y cómo puedo pagarte el costo de la gasolina? - No es gasolina sino diesel y no tienes que pagarme nada de nada y para nada. Estoy seguro de que tú harías lo mismo por mí si yo estuviera pasando esas dificultades por las que pasas tú ahora. - No son dificultades imposibles de vencer, Harry. Así que lo mejor es que me vaya ya y gracias por tu hospedaje. - ¡Que no! ¡Que no! ¡Que ahora vamos a tomar café caliente tranquilamente y mañana te acompaño yo hasta Campestre en mi Mercedes de diesel. José no tuvo más remedio que aceptar el café que ya estaba sirviendo Kity... - Mañana tengo que madrugar mucho y no te pido que madrugues tú, Harry. - A quien madruga Dios le ayuda y yo también necesito siempre la ayuda de Dios. - Está bien. Me has convencido. Comenzaron a beber tranquilamente el café. -¡Excelente café, Kity! - Me lo regaló una hermana cristiana braasileña que era misionera y pasó por aquí... - Está visto y comprobado que el Mundo Cristiano no tiene fronteras. - Ni las tendrá jamás, José! - Estoy totalmente de acuerdo contigo, Harry. ¡Ni las tendrá jamás! - ¿Y qué otra cosa tienes que preguntarme ? - Perdona, Harry, pero siento cierta curiosidad por un asunto... - ¿Relacionado con la herencia de Madame Canaris? - Posiblemente sí... - ¿Qué asunto es ese? - ¿Es lo mismo ser un calzonazos que ser un bragazas? La carcajada que soltaron Harry y Kity fue imprevista y al mismo timepo. - ¡Jajaja! - ¿Lo sabéis o no lo sabéis? - ¿De verdad que está relacionado con el asunto que estás investigando para tu tesis doctoral? - Me parece que sí... pero solamente es una pequeña intuición mía... - Pues no sabemos si significan lo mismo o no significan lo mismo. - Si os digo que, en lenguaje coloquial, calzonazos se refiere a un hombrede carácter débil y condescendiente y que bragazas, en lenguaje coloquial, se refiere a un hombre que se deja dominar o persuadir con facilidad, especialmente por su mujer... ¿creéis que es o no es lo mismo?... - Supongo que sí. - Bien. ¿Y tú qué dices, Kity? - También supongo que sí. - Habéis acertado los dos; porque bragazas es un sinónimo de calzonazos, lo mismo que pasa con achantado, cobardica, condescendiente, poltrón, gurrumino y pusilánime. ¡Artención a esta última palabra! - ¿Pusilánime? - Sí, Harry, he dicho pusilánime que quiere decir hombre sin valor alguno y de tan poco valor que ni tan siquiera es importante para su propia familia. - ¿Quizás tiene algo que ver con lo que estás buscando? - Cada vez creo con más fuerza que un ser pusilánime es quien ha asesinado a Piolín Canaris. - ¿En qué te basas para decir eso? - En que es incapaz de dar la cara cuando te enfrentas directamente a el... - Es que si diese la cara se descubriría él mismo. - No lo digo por eso... - ¿Entonces? - No estoy seguro de casi nada relacionado con el asunto de la muerte de "Meme" pero solamente un pusilánime podría ser culpable de dicha muerte,,, así que ya no voy a pensar nada más y veremos si, al final, acierto o fracaso... - ¿Quieres decir que te quedas a dormir con nosotros? - Me quedo esta noche pero mañana me largo en cuanto salga el alba. - ¡Y yo te acompaño en mi Mercedes de diesel hasta Campestre! - Yo no te obligo a hacer eso, Harry - Ni yo te obligo a que vayas solo. Tengo por norma que ayudar no es sólo desear que se tenga suerte en lo que se busca sino, sobre todo, cooperar para tener suerte en lo que se busca. No es nuestra obligación por ser cristianos sino nuestro derecho por ser cristianos para ser más dignos ante Dios. - Me convenciste,Harry. Y ahora, hasta malana a las seis... - ¿Nos levantamos a las seis cuando ya son las dos? - Nos levantamos a las seis aunque ya fuesen las cinco. Con cuatro horas durmiendo se puede descansar fácilmente,. -De acuerdo. Dormiremos sólo cuatro horas. - Hasta mañana, Harry, - Hasta mañana, José. - ¡Qué suerte tengo por ser mujer y poder dormir hasta las nueve! - Bien dicho, Kity. En las historias policíacas las mujeres son más felices cuanto más y mejor descansan. - ¿Has comprobado eso alguna vez? - Desde que estoy casado, en muchas ocasiones... - ¡Jajaja! Bien dicho, José. - Pues que conste que no soy machista ni soy feminista sino todo lo contrario. - ¡Muy bueno! ¡Muy bueno! ¿Qué es ser todo lo contrario? - No lo confundas, Harry. Sólo significa ser muy normal. Y con la sonrisa en el rostro los tres se fueron a dormir.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|