Y en agua te has de convertir (Teatrillo en un solo Acto)
Publicado en Nov 08, 2014
Y en agua te has de convertir (Teatrillo)
Personajes: El Manantial, El Río, El Mar, La Nube, La Nieve. Escenario: Paisaje con montaña nevada, nube en el cielo, un rio al pie de la montaña y su desembocadura en el mar. ----------------------------------------------------------------------------------------- El Manantial.- Tanta calma chicha ya es más cansina que la mosca tabanera que no hace más que revolotear por entre las orillas de mí misma cosa... La Nube.- ¡Jajaja, jajaja y jajaja! El Manantial.- ¿Qué pasa contigo menda lerenda? ¡Ya caerás, ya caerás por tu propio peso y entonces quien se va a tronchar voy a ser yo! El Río.- Calla ya so pelma; que estás mas atascada que el agua del molino de Benito. El Manantial.- ¡Para un momento y da la cara, cobarde, que arrastras toda la suciedad que te echan sin importarte ni un pimiento! El Río.- ¡Jajaja! ¡Me río porque me río y como soy un río me río! El Mar.- ¡Estais todos y todas como chotas! Ahora bien... aquí os espero comiendo un huevo... ya dijo el marqués que todos y todas vendréis a parar a mí. La Nieve.- ¡Dejad de discutir sandeces y observa mi blancura! ¡Pura! ¡Soy completamente pura del todo! La Nube.- ¿Y crees que vas a permanecer pura toda tu vida? ¡Despierta, nieve, despierta y no te duermas en los laureles porque ya vendrá el verano para darte de lo lindo! La Nieve.- A mí el verano me importa menos que un enano. ¡Alta soy y en las alturas estoy! El Río.- Yo corro antes de que se me pegue... La Nube.- ¿De qué huyes corriente de agua en movimiento? El Río.- Del movimiento... huyo del movimiento... La Nube.- ¡Alza tu cabeza y mira! ¡Soy capaz de descargar tanta energía que te desbordes por completo! El Manantial.- ¿Es que no se va a poder descansar soñando con las regatas? La Nieve.- ¿Qué dice el loco este? ¡A mí lo que me mola es el descenso! ¡No veáis cómo me lo paso en grande viendo caerse a uno tras otro! La Nube.- ¡Pero mira que tienes mala leche, Nieve! ¿No te dan lástima las desgracias humanas causadas por tu culpa? La Nieve.- ¡Nada de nada! ¡No soy de leche sino de agua que parece leche! ¡Muchos vienen a mí sin tener ni idea de cómo deslizarse por mi piel tersa, suave y como de seda! El Mar.- Dejad de decir sandeces y escuchad bien lo que os digo: Nuestras vidas son los ríos que van a para en la mar, que es el morir; allí van los señoríos derechos a se acabar e consumir; allí los ríos caudales, allí los otros medianos e más chicos, allegados,son iguales los que viven por sus manos e los ricos. El Río.- ¡Cómo se te nota que ya estás obsoleto! Escucha lo mío a ver quién más convence porque para tu marqués yo tengo a mi Giuliana: Río,largo río que llegas muy lejos, viajas buscando tierra, por donde dejar tu frescura.Tus aguas transparentes que tocan pueblos extraños,tu vida es transparente como copa de vidrio y tú reflejas los sentimientos más felices. Apagas el fuego, tu enemigo. Gracias a ti elfuego de mi corazón se apaga aquí. La Nube.- ¡Eres demasiaod en greído, Río. Pero yo soy más ligera que tú y conozcos muchos más países. El Río.- Si no lo creo es porque no me lo creo. La Nube.- Aprende que ya Aristófanes hablaba de mí en el año 253 antes de Jesucristo. La Nieve.- ¿Puedes demostrar que alguien te haya escrito un poema para hacerte la tan importante, nube pasajera que de tanto pasar eres más inquieta que una pirindola? La Nube.- Por supuesto que sí. Escucha esto dicho por un León: Nube blanca, que vas tan sola en el cielo y tan alta, junto a la luna de plata, vendrás a parar mañana, igual que mi amor, en agua, en agua del mar amarga. El Manantial.- ¡Ningún León puede hablar luego ningún León puede haberte dedicado algún poema! La Nube.- ¿Y si te demustro que mi León Felipe no sólo sabe hablar sino que sabe escribir? El Manantial.- ¡No quiero discutir con ninguna orgullosa como tú! Eres blanca pero pasarás a ser gris. Yo sin embargo siempre soy azul. Y también me ha cantado algún poeta enamorado de mi agua quieta y remansada. El Río.- ¡Lo que se muestra se demuestra! La Nube.- ¡Jajaja! ¡Ahí le has dado donde más le duele! El Manantial.-¡Escuchad ignorantes! David ha dicho de mi: No me importa la brutal sequía, el sol intenso, ni el ardiente viento. Mujer, al pensar en ti estoy contento. Manantial de vida y alegría. Por ti, bajo el sol, soy energía y con desafíos me alimento. Hago del desierto mi elemento y cultivo en él, con osadía. En este semidesértico clima, mi huerto simboliza el paraíso. Paisaje bello que me reanima. Cerca del cielo, es un entretrepiso. Manantial que me alienta y mima. Lo hice por ti, quiero ser preciso. La Nieve.- ¿El David que derrotó al Goliat te ha escrito eso? El Manantial.- No. Pero Gómez Salas sí. No hace falta ser un matagigantes para venir a beber de mis aguas y así calmar la sed de nuestras necesidades. La Nieve.- ¿Qué necesidades puedes calmar tú, Manantial, si eres más estático que un olivo seco por la edad? El Manantial.- Como tú ofreces alegría sólo a quienes tienen energías para jugar contigo he de decirte que tu agua terminará por transformarse en corriente. Así eres de corriente por muy blanca que seas. El Mar.- Ya que estamos tan literarios... ¡os supero!... ¡vaya que os supero!... Ahora me vais a escuchar en plan moderno. ¡Ahí van estos poderes!: Y fue Juan Ramón Jiménez quien dijo: ¡Qué verde te quedas atrás, Andalucía, qué blanca entre tus agrias viñas!" Aquíy alláme quedo recordando el aguamanil de tus fuentes y bebo del líquido de tu poesía andalusí. Por la metafísica de la sencillez de tu alma, Andalucía,camino siguiendo los pasos de Platero. De repente te vuelves fiesta... y en esa fiesta bética descubro el mar de tus pensamientos. Y en sus olas se baña mi barca para escribir en tus espumas algop así como una especie de sueño... La Nube.- ¡Caramba! ¡Esa forma de sentir es mucho más elevada que la mía y eso que yo soy alta de verdad! El Mar.- Tú eres alta porque te suben los vientos pero el mar, yo el mar, siempre soy más trascendente y por eso el canto de Pepe me eleva más allá que tu propia altura. Si te pones nerviosa suelta ya tu llanto mientras yo canto. El Río.- ¡Jajaja, jajaja y jajaja! Ya lo dijo Amador de los Ríos; o sea de los que son como yo: La nieve empieza a coronar mi frente, y encendido por ti, de amor abrigo dentro del corazón volcán rugiente. La Nieve.- ¡Atiza! ¡Eso no va por ti sino por mí! El Río.- ¡Traición! ¡José me ha traicionado! Y yo creyendo que me era fiel... La Nube.- ¡Jajaja, jajaja y jajaja! El Mar.- ¡Pues entablada ya la batalla a vida abierta yo a lo mío! ¡Mirad cuánta vida dejó mi poeta pensando en mí!: En cada ola en que me sumerjo siento tus besos de sirena cincelando mi cuerpo bronceado por la salada mar del océano. En cada ola un torbellino de tu esencia me atrapa y me hunde hacia el epicentro de una especie de marea llena de caracolas que te nombran. En cada ola en que me sumerjo estás tú con toda tu presencia llenando el hueco de las ansiedades. Y me aferro a tu cuerpo de mujer y salgo a la superficie bendecido por los sentidos puestos en alerta roja. En cada ola en que me sumerjo no puedo olvidarte... ¿Qué te ha pasado, Río, parece que ya no te ríes tanto... por cierto... ¿le vas a devolver o no le vas a devolver el pañuelo que te tiró un dia Julito?... El Manantial.- ¡El patio de mi casa es particular cuando llueve se moja como los demás! La Nube.- ¡Me vas a hacer llorar de risa! ¡De verdad que me vais a hacer llorar! ¡y como suelte una tempestad os vais a enterar! Con razón Pablo Neruda dijo que volvió lalluvia, no volvió del cielo ni del oeste. Ha vuelto de mi infancia... El Manantial.- ¡El patio de mi casa es particular cuando llueve se moja como los demás! El Río.- ¡Mira que eres infantil, Manantial, no eres más infantil porque no te dejan los de las urbanizaciones! La Nieve.- Como dijo Lassa, caía la nieve menuda y pausada, cubriendo colinas y oteros y valles, caminos y zanjas. El Río.- El río reza mil cargadas palabras con su braveza. Haiku cinco siete cinco y si queréis os lo explico. El Manantial.- ¿Soy o no soy importante? Porque si no soy importante quién puede responder a esto: ¿Se llamarán palabras a este idioma de retener en la memoria el manantial de los sentimientos que respiramos? El Mar.- ¡Caramba! ¿Desde cuándo te has vuelto tan filosófico? La Nube.- ¡No sigáis discutiendo porque tengo ganas de llorar! La Nieve.- ¿Va a llover ahora que estaba gozando tanto? La Nube.- ¡Sí! Voy a llorar un poco porque lo recuerdo y os lo cuento mientras os empapo de vida: Porque caía la lluvia fui empapando de ternura este brillar de conciencia enamorada más allá de los rosales pintados bajo el sol de la media tarde de la media noche de la media luna en que jugábamos bañados por el cielo en aquel conjunto de esperanzas vivas y, madurando la esencia de los granados, debió ser que Dios entonces nos bendijo. SE BAJA EL TELÓN MIENTRAS LLUEVE CON INTENSIDAD. FIN.
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