SALVACIN
Publicado en Nov 12, 2014
Estamos en el medio del fuego, la piel se incinera, el paisaje se nos escapa de los ojos.
Nos desconocemos, nos armamos, y casi sin darnos cuenta corremos en un eterno círculo. Todos en un inmenso mareo. Morimos y matamos. Mareo placentero, mareo aterrador. Y el fuego aumenta, el aire se va. La combustión nos pertenece y todos pertenecemos a ella. Mareo, asfixia. Nos conocemos, nos unimos y sobre un mapa marcamos negras líneas mientras nuestros ardientes ojos rojos se derriten. El camino está hecho, todos lo conocen. Nadie se atreve. Bienvenido círculo karmático. Desconocimiento, armamiento, círculo, redondel, esfera otra vez. Dulce asfixia anestésica. Ese es el precio para los infractores, de los pecadores encubiertos. Nos miramos, lloramos. Las lágrimas forman nubes de lluvia ácida. Ácida como nuestras almas. Nuestras únicas armas, las manos, ahora amasan la paz en las cocinas infernales donde se vive. El único círculo que existe es la inmensa ronda de individuos enlazados por dedos cansados de empujar. ¿Quién nos salvará?
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Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Felicitaciones Perla