La herencia de Madame Canaris -Captulo 14- (Novela)
Publicado en Nov 12, 2014
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- ¿Qué sucede, José? ¿Es que no has dormido esta noche?
 
- No podía dormir, Harry... así que me duché con agua muy fría y estoy como nuevo pero hay cambio de planes. 
 
- ¿Qué es eso de que hay cambio de planes?
 
- He estado revisando muy bien la Guía Michelín de Francia y resulta que la distancia entre Dortmund y Nimes es la friolera de 1.057'2 kilómetros por la A 31 y tardaríamos en llegar 10 horas con 35 minutos, lo cual es una barbaridad teniendo en cuenta que estás prácticamente dormido. 
 
- ¡Pero yo quiero acompañarte y no voy a dejar que vayas solo sin saber qué trayecto tomar!
 
- Escucha bien, Harry. Si quieres ayudarme para que descanse un poco, permito que vayamos en tu Mercedes de diesel desde Dortmund hasta París que sólo son 573,5 kilómetros y tardamos 5 horas con 51 minutos, pero en París me dejas para que yo pueda planificar bien mi viaje a Nimes. Ten en cuenta que desde París hasta Nimes salen vuelos diarios cada hora del día con Air France, y el vuelo sólo dura 44 minutos. ¿De acuerdo?
 
- Primero te llevo hasta París y luego hablamos. 
 
- No hay nada más que hablar, Harry... sólo te consiento que me lleves hasta París... porque el resto sólo me compete a mí llevarlo a cabo. 
 
- Pero... ¿cómo voy a dejarte que vayas solo a Nimes en una aventura que puede ser peligrosa si hay crímenes de por medio?
 
- No voy a ir solo. 
 
- ¿Y a quién prefieres de compañía que sea mejor que yo?
 
- A mi esposa. 
 
- ¡Jajaja! ¡Te entiendo, José!
 
- A partir de ahora ya no soy José sino "Joro". ¿Lo comprendes?
 
- Pues no. 
 
- Como tú bien has aclarado, puede ser un asunto muy peligroso porque hay criminales de por medio así que no quiero que nadie te escuche llamándome José. Por eso soy, a partir de ahora, y hasta que termine mi investigación de cara a la tesis doctoral, solamente llámame "Joro". 
 
- Bueno. ¿Desayunamos en casa o durante el viaje?
 
- Quiero ganar tiempo al tiempo. Desayunamos durante el viaje si no tienes ningún inconveniente.
 
- De acuerdo. Como son las seis de la mañana y llegaremos a París a eso de las once o las once y media... ¿qué tal si desayunamos en París?...
 
- Eso mismo estaba pensando yo; así que vamos ya a por tu Mercedes de diesel y salgamos sin que nadie se entere. 
 
- Eso está bien. Prefiero no despertar a Kity que duerme profundamente. Ya la llamaré yo desde París para que no se preocupe por nosotros. 
 
- De mí se preocupan "Lina" y Dios.
 
- Lo de Dios lo acepto sin rechistar pero... ¿quién es "Lina"?...
 
- Mi compañera de trabajos que me acompaña en las investigaciones. 
 
- ¿Y lo sabe tu esposa?
 
- Todo el mundo me hace la misma pregunta y a todo el mundo le contesto que sí está enterada de ello. 
 
- ¿Y te lo permite?
 
- No sólo me lo permite sino que se pone muy contenta cuando "Lina" viaja conmigo. 
 
- Pues si eres un verdadero cristiano no lo entiendo... a no ser que ella no sea creyente...
 
- Ella es más creyente que tú y yo juntos pero no voy a hablar más del asunto. 
 
Harry se dio cuenta de que "Joro" no iba a decir nada más sobre ese extraño asunto y decidió callarse mientras salían de su casa y, acomodados en el Mercedes de diesel, rápidamente, tomaban la A1 en dirección a París. Mientras Harry sintonizó una emisora de música clásica, ya que era un fanático de esa clase de música, "Joro" quedó profundamente dormido. 
 
- ¡Despìerta, "Joro"! 
 
- ¿Qué sucede, Harry?
 
- Hemos llegado a Compiègne y estoy cansado de verdad. ¿Qué te parece si desayunamos algo aquí?
 
- Perfecto, Harry. Ya queda poco. Desayunamos juntos y después ya puedes volverte a casa. Yo tomaré un autobús que vaya desde aquí hasta París.
 
- Pero "Joro"... ¿no me vas a presentar a tu esposa?... ¡me encantaría conocerla!...
 
- Ahora no... quizás en otro momento histórico te la presente... posiblemente después de la Tercera Guerra Mundial... así que tendrás que esperar un buen rato...
 
- ¡Jajaja! Tú conoces a mi esposa. ¿Por qué no me correspondes de la misma manera y me haces conocer a la tuya?
 
- No seas como "El Australiano" ni como "El Cassan", por favor. 
 
- ¿Quiénes son esos dos?
 
- Personajes sin importancia de mi vida bohemia. Les tuve que dar el corte por insistir en conocerla quizás para darla un beso...
 
- ¡Jajaja! ¿Tanta obsesión tenían por conocerla?
 
- Tanta que dejaron automáticamente de dirigirme la palabra y diciendo por ahí que yo era gay. Pero las palabras que no te dirigen los necios son palabras que se ganan para el buen provecho. ¿No te parece lo mismo, Harry?
 
- Pues sí. Visto desde ese punto de vista es cierto. ¡Que hablen mucho de ti aunque sea para mal!
 
- ¡Jajaja! Eso es, Harry. El caso es que te hagan famoso aunque tú no lo desees. 
 
- Cuantos menos necios surjan en el camino con más personalidad se viaja. 
 
- Entonces entremos en el pueblo de Compiègnes, desayunemos y a partir de aquí nos separamos.  
 
- ¿Nos veremos alguna otra vez?
 
- Cuando lo diga la Historia de la Humanidad. 
 
- ¡Jajaja! No me ofendo por eso, "Joro"... pero no entiendo tanto misterio... 
 
- El misterio es que la amo tanto que no puedo ponerla en peligro alguno mientras este caso no se haya resuelto del todo. 
 
- Entonces entremos a Compiègne y busquemos un restaurante.
 
En poco menos de cinco minutos ya estaban por el centro del pueblo buscando dónde desayunar. 
 
- ¡Mira, "Joro"! ¿Qué te parece este de "Le Bistrot des Arts"?
 
- ¿Qué quiere decir bistró, Harry?
 
-  Un bistró, también llamado bistrot, es un pequeño establecimiento popular de Francia, donde se sirven bebidas alcohólicas, café, quesos y otras bebidas. Pueden ser también restaurantes de comidas a precios económicos.
 
- Me gusta eso de las Artes. Entremos en este. Me suena a bohemia cultural y a mí la bohemia cultural me despierta las neuronas para poder continuar mi trabajo. 
 
- Yo creo que tus neuronas están siempre bien despiertas aunque estés muchas veces soñando. 
 
- Cuando sueño más real soy, Harry.
 
- ¿Podemos hablar de eso mientras desayunamos?
 
- Podemos... pero no sé hasta dónde podemos... porque yo con esto de podemos no me llevo muy bien que digamos...
 
- Por lo menos debemos... 
 
- Eso sí. Eso me convence del todo. Prefiero las plataformas de los de abajo para trabajar y no subido en los los podios de los de arriba. Cuando se trabaja con plataformas ciudadanas es cuando debemos hacer el trabajo lo más perfecto que podamos porque somos todos equitativos. No me interesan los poderes verticales por mucho que Brandy diga que podemos. No. Yo siempre trabajo a ras de suelo, porque no podemos pero sí debemos trabajar en la misma horizontalidad que cualquier otro ser humano que vive junto a nosotros. ¿Me entiendes ya? 
 
- ¿Vamos a hablar de la herencia de Madame Canaris?
 
- Primero desayunemos tranquilamene, Harry. Todavía tengo muchos cabos sueltos. Estoy empezando a componer el puzzle que puede que resuelva el asunto o puede que me haga fracasar del todo... lo cual sería más lamentable para Marlon Brandy que para mí...
 
- ¿Marlon Brandy es alguien que está mezclado en este asunto?
 
- Es el Jefe Superior de la Policía de París y nos estamos ayudando mutuamente mucho para elaborar una tesis perfecta que nos sirva, de igual manera, a los dos.  
 
- Vayamos ya al restaurante porque de verdad necesito un brandy. 
 
- Tú bebe lo que quieras, Harry... pero yo me limitaré a un té de manzana. 
 
- ¿Y eso por qué?
 
- Porque mi compañera de trabajo, "Lina", lo prepara mejor que nadie así que en su nombre y en su honor no bebo alcohol. Es cuestión de honra que deriva en honradez.  
 
- Debes de querer mucho a esa tal "Lina"...
 
- Más que a nadie. 
 
- ¿Y tu esposa acepta eso?
 
- Vamos a desayunar y déjate de meter las narices en los fogones ajenos porque te puedes quemar del todo. 
 
- Entendido. ¡Eso quiere decir que tengo que tener la boca callada!
 
- Exacto. Cuando quieres ser inteligente lo eres de verdad, Harry. 
 
- Perdona, "Joro", y gracias por no enfadarte conmigo. 
 
- Por decir que amo a "Lina" más que a nadie no me enfado con nadie y menos con mi esposa. Quizás haya algunos que no lo pueden soportar pero no es mi problema ni el problema de "Lina" así que mi esposa está totalmente tranquila con este asunto. 
 
- No te comprendo a ti pero mucho menos comprendo a tu esposa...
 
- Tengo que hacerte una confesión, hermano. Confieso que, por un lado, estoy casado con una mujer y, por el otro lado, amo a "Lina" más que a cualquier otra. ¿Qué opinas de eso? ¿Es fácil poder vivir así?
 
- ¡"Joro"! ¡Eso me preocupa porque eso es un pecado!
 
- ¿Qué clase de pecado? 
 
- En todos los sentidos ético sociales y de moral cristiana. Si amas de verdad a tu esposa no comprendo que ames tanto a "Lina". O no eres un verdadero cristiano. 
 
- Escucha bien, Harry. Lo que es pecado es ser un hipócrita y ocultar a tu mujer lo que haces a sus espaldas sin que ella se entere. Pero ese no es mi problema. 
 
- ¡Lo que me preocupa es que tienes el problema de que tu matrimonio se vaya al infierno!
 
- Cuando se lo expliqué a Marlon Brandy él dijo que resultaba que los españoles somos más liberales que los franceses pero después lo comprendió y admitió mi forma de actuar. Me da la impresión de que hoy mismo lo habrá comprendido del todo por si le quedaba alguna duda. Y tú, que eres alemán y, por lo tanto, completamente lógico... ¿lo entiendes o no lo entiendes?... 
 
- Por supuesto que soy lógico y la lógica me dice que no lo puedo entender. 
 
- ¿Eres de esos hombres que creen que con las matemáticas se puede explicar todo en esta vida?
 
- Sí. La lógica matemática no se equivoca nunca. 
 
- Entonces seamos matemáticamente lógicos. Si a dos mujeres las dividimos por dos mujeres cuántas mujeres quedan?
 
- Según la lógica matemática queda una sola mujer. 
 
- ¿Has comprendido ya?
 
- ¡Atiza! ¡Ya lo tengo! ¡Tu esposa y "Lina" es la misma persona!
 
- ¡Eureka! ¡Has dado en la diana! Creía que nunca ibas a conseguirlo... 
 
- ¡Jajaja! ¡Vamos para adentro, "Joro"! 
 
Entraron en el local y se dirigieron a la barra. Habló "Joro".
 
- ¡Buenos días, caballero! ¿Puede servirle a mi compañero un brandy y a mí un té de manzana?
 
- En seguida les será servido. ¿Van a ocupar una mesa o prefieren tomarlo en la barra?
 
- Preferimos la barra. 
 
- "Joro"... ¿no sería mejor ocupar alguna mesa?...
 
- No. Llamamos menos la atención en la barra. Y es necesario no llamar la atención. 
 
Mientras consumieron sus bebidas se produjo un inmenso e intenso silencio que sólo fue roto cuando ya estaban, de nuevo, en la calle. Fue "Joro" quien tomó la iniciativa.
 
- Hasta aquí hemos llegado juntos, Harry...
 
- ¿De verdad no quieres que te acompañe?
 
- Escucha bien una cosa, Harry. Muchos y muchas están rezando porque mi esposa y yo nos separemos del todo. ¿Te lo crees o no te lo crees?
 
- Es difícil de pensar.
 
- Mucho más difícil es comprenderles siendo tan cristianos como dicen ser. Pero yo lo único que deseo es quedarme a solas para poder sacar un cigarrillo y encenderlo. ¿Es también un pecado mortal encender un cigarrillo?
 
- ¡Sabes que fumar perjudica la salud y la Biblia bien dice que cuidemos nuestros cuerpos! 
 
- Lo sé... lo sé muy bien, Harry... me lo han dicho cantidad de veces... pero... ¿sabes tú lo que es prejuzgar antes de tiempo y sin saber lo que se prejuzga?
 
- ¿Qué puedo contestar a eso?
 
- Coge tu Biblia y vuelve a leerla mejor, hermano...
 
- Lo haré. Lo haré. 
 
- Pues busca bien en esa parte donde Jesucristo dijo: "No juzguéis a los demás si no queréis ser juzgados. Porque con el mismo juicio que juzguéis habéis de ser juzgados, y con la vara que mediréis, seréis medidos vosotros". Por mi parte añado yo que he conocido a decenas y decenas de "santos" que no cogen ni un cigarrillo en toda su puñetera vida pero que, a la hora de la verdad, son unos verdaderos ases en practicar ese deporte de "poner los cuernos". ¡Pobrecitos angelitos tan benditos y tan bonitos!  ¿Te vas enterando ya del todo?
 
- Estoy comenzando a comprender...
 
- Pues dile de mi parte a toda esa jarca de hermanitos y hermanitas que están rezando para que mi esposa salga de mí que sigan haciéndolo con total entusiasmo porque me están siriviendo en bandeja de plataun gran favor ya que cuanto más nos atacan más unidos estamos ella y yo.
 
 
- Ahora vuelvo a no entender...
 
- Como buen cristiano que era ya lo deberías haber comprendido hace muchos años. Y ahora déjame ya a solas con mi cigarrillo y busca la respuesta en tu propio interior como yo he tenido que buscarla miles de veces ante las críticas de tantos "santos". Si encender un cigarrillo es pecado mortal yo ya no tengo salvación. 
 
- ¡Sería mejor que lo dejaras!
 
- ¿Para convertirme en un "santito" con cuernos a lo Nandito?
 
- ¿A quién te estás refiriendo?
 
- A un "santito"... ¿no os gustan los "santitos" a quienes os dedicáis a sermonear con vuestros consejos?... 
 
- Empiezo a razonar que ese tal Nandito no era trigo limpio...
 
- Por eso digo que sería mejor que hablaras cuando entendieras lo que hablaras. En eso te pareces muchísimo a Antoine Parés Armillo.
 
- ¿Es que no fumas?
 
- Adiós, Harry, adiós. Pregúntale a Dios y Él te contestará. Yo no tengo por qué explicar nada de lo que hago o no hago salvo a quien a mi lado está. ¿De acuerdo?
 
- De acuerdo.
 
- Por cierto... ¡qué precioso automóvil tienes!... ¡Una maravilla de Mercedes de diesel! ¡Que Dios te conserve siempre el buen gusto que tienes! 
 
- ¿Es eso alguna referencia clave para tus búsquedas?
 
- Las respuestas siempre están en las preguntas. ¿Cuáles crees tú que son mis referencias?
 
- Demasiado íntimo para poder entenderlo.
 
- Pues déjame ya con mi intimidad a cuestas y te lo agradeceré eternamente. Y no te olvides de seguir diciendo a los "santitos" que sigan rezando por mi divorcio. A lo mejor hasta consiguen que me entre la risa. 
 
Harry entró en su Mercedes de diesel mientras "Joro" le despidió con una leve despedida de su mano derecha, sacó el paquete casi vacío de "Silverado" y, eligiendo un cigarrillo, lo encendió junto a una farola. Después, caminando con total tranquilidad, llegó hasta la estación de Compiègne. Al aparecer el autobús que le llevaría a su destino, apagó el cigarrillo, subió al autobús y se sentó tranquilamente en el asiento número 18. José Roberto Ortero de Jumilla todavía sentía el sopor del cansancio acumulado en los últimos días tras tantas horas de vigilia; así que cerró sus ojos y se introdujo en un profundo sueño...
 
- Pido perdón y comprensión. 
 
- Habla sin temor, Caty.
 
- Me olvidé de decirte algo... 
 
Era la preciosa modelo chilena Catalina Andrea Yopis Canteras que había conocido, años atrás, en un guateque celebrado en el barrio madrileño de El Batán. 
 
- ¿Algo relacionado con tu trabajo?
 
- Sí. A eso me refiero. 
 
- ¿Qué quieres confesar?
 
- ¿De verdad eres tú José Roberto en persona?
 
- Soy yo, Caty. No he cambiado.
 
- ¡Renuncié!
 
- ¿Renunciaste? ¿A qué renunciaste?
 
- A ser una falsa moneda que de mano en mano va y ninguno se la queda. 
 
- ¿Qué fue lo que te sucedió?
 
- Quisieron prostituirme a cambio de un momento de fama.
 
- No me gusta ni un pelo lo que estás confesando...
 
- Aprendí algo de la vida... 
 
- Eras demasiado niña para poder comprenderlo.
 
- Sí. Pero no fue demasiado tarde. 
 
- ¿A qué te refieres?
 
- A que puse el asunto en manos de un abogado. 
 
- ¿Y qué hizo ese abogado?
 
- Cobrarme una buena cantidad de plata para luego lavarse las manos como Pilatos y asegurarme que no había nada que él pudiera hacer para evitarlo. 
 
- ¿Un abogado marica tal vez?
 
- Así fue, José Roberto, era un abogado marica... 
 
- ¿Cuándo te sucedió ese problema?
 
- Hoy se cumple un año exacto de eso. Me sucedió durante un "tour" por Francia.
 
- ¿Algo profesional?
 
- Completamente profesional.
 
- ¿En qué lugar del' "tour" ocurrieron los hechos?
 
- Recuerdo que fue en Nimes.
 
- ¿Y cómo se llamaba ese abogado?
 
- No lo recuerdo bien, pero me parece que se llamaba Nicolette o algo parecido y que se apellidaba De Arco porque cuando me lo dijo pensó en la heroína.
 
- ¡Atiza! ¿Heroína de por medio?
 
- ¡Jajaja! Quizas sí... pero yo me estoy refiriendo a Juana De Arco.
 
De pronto, el autobús pegó un brusco frenazo y José Roberto Ortero de Jumilla se despertó... 
 
- ¿Un abogado marica metido en asuntos de modelos profesionales de publicidad?
 
- Estás hablando solo. 
 
"Joro" observó al viajero que estaba sentado a su lado.
 
- Si usted lo dice...
 
- Era evidente que estabas hablando solo.
 
- ¿Y cree usted que, además de evidente, era real?
 
El viajero que se sentaba al lado de "Joro" prefirió no seguir conversando... 
 
- Eso. Es mejor que usted se calle antes de decir cualquier cosa sin sentido... porque querer saber si yo hablo solo o si yo hablo con alguien se llama cotilleo sin fundamento alguno... y si usted piensa que yo soy solamente un loco pues piénselo... porque estamos en el país de la libertad, de la igualdad, de la fraternidad y hasta de la felicidad... ¿o no es cierto?...
 
El otro se sonrojó y decidió seguir callando...
 
- No se ofenda por lo que voy a decir ya que no tiene nada que ver con lo sexual, pero es usted un impotente. Uno de esos seres anodinos incapaces de mantener un conversación sensata. No tiene usted ni idea. Eso es lo que yo pienso de usted sin su permiso ya que usted, sin mi permiso, piensa de mí lo que le viene en gana... ¿Opina o no opina ahora?...
 
- Prefiero no seguir hablando contigo. 
 
- Yo también prefiero no haberle escuchado a usted. Si no sabe dialogar como Dios manda es mejor que se ponga a leer algo a ver si aprende lo que es la comunicación humana. En serio le recomiendo "Galicia a través de sus ríos", si es que lo encuentra en algún lugar, para que sepa algo de los escritores lúcidos a los que muchos les llaman locos. Posiblemente si lo llega a leer, aprenda lo que es un libro de viajes de categoría superior a otros muchos que han alcanzado fama mundial pero que no dicen nada interesante. Arrieros somos y en el camino nos encontraremos. ¿O no es cierto?
 
- Eso lo he oído yo en alguna parte... 
 
- Se le explico si quiere aprender algo más interesante que andar cotilleando sin orden ni concierto. Con la frase "arrieros somos y en el camino nos encontraremos" queremos decir que la vida da muchas vueltas y que el que la hace hoy la pagará mañana. Es otra forma de la ley del Talión, la del "ojo por ojo y diente por diente". Debe usted saber que en la antigua Castilla, durante el siglo XIX y principios del XX, en el mundo rural, existía la figura del arriero: aquellas personas que negociaban con diferentes enseres usando bestias de carga para sus transporte. Iban de pueblo en pueblo ofreciendo su mercancía y cuando se sentían estafados por otro comerciante empleaban esta frase, que de forma literal, le daban el sentido completo los miembros del mismo gremio. Este modismo es usado en muchas zonas de España.
 
- Lo he comprendido, joven...
 
- Entonces ya sabe lo que es meter las narices en asuntos ajenos y a lo que se expone por ello, caballero.
 
El autobús llegó a su destino...
 
- Caballero, no sé ni quién es usted ni cómo se llama, pero mirándole bien me entra la risa porque recuerdo a aquel otro caballero, que le llamaban "Caballo Loco" para más señas, al cual le dijo su amada "os amo porque...", pero la explicación fue interumpida con lo de "si sabéis por qué, estoy perdido".
 
- ¡Jajaja!
 
- Ría, ría usted todo lo que pueda, porque reír es esa parte de la vida que nos aleja del morir. ¿Me ha comprendido del todo?
 
- ¡Si no estás loco es que eres un genio!
 
- Yo diría que soy como siempre he sido y no sé si llamarle a usted inútil; pero no se me enfade, por favor, porque ser un inútil es mucho mejor que ser un don nadie. 
 
El otro salió rápidamente del autobús y, acelerando el paso, a toda prisa se alejó de "Joro" quien, sin embargo caminaba despacio mientras sonreía antes de ponerse a cantar.
 
- ¿Dónde está la muerte Muerte que quiso acabar con mi Canto? ¡Mi Canto es para Dios por la eternidad!
 
Y después, con las manos metidas dentro de los bolsillos de su pantalón, José Roberto se dirigió hacia el hogar de su esposa Angeline Castell Rouge...
 
- ¡Hola bombón! ¿Cómo estás?
 
Ella reaccionó inmediatamente lanzando un golpe de kárate para librarse del desconocido que la había sujetado por la cintura... pero él bajó a tiempo la cabeza para evitar el golpe mortal.
 
- ¡Zambomba! ¡Pero si eres José Roberto! ¡Que sea la última vez que me das un susto de este calibre si no quieres perder la cabeza para siempre!
 
José Roberto sólo respondió dándole un beso en la boca.
 
- Y ahora dime cómo te ha ido y qué ha pasado durante mi ausencia. 
 
- Se me acaban de quemar las lentejas. 
 
- No importa. Comeré lentejas quemadas pero quiero saber si ha sucedido algo con respecto a Madame Canaris. 
 
- Le dije a Marlon Brandy que te contaría absolutamente todo y eso es lo que voy a hacer. 
 
- ¿Es que tuviste una cita con Marlon Brandy?
 
- Efectivamente. Me llamó, me provocó y me cité con él. 
 
- Entonces empieza por el principio.
 
- ¿Quieres que te cuente como empezó la cita?
 
- Eso es.
 
- Me citó a las ocho de la noche en el Café de Nueva Atenas...
 
- Bien. Sigue. 
 
- Lo primero que hizo fue piropearme hasta que le corté el rollo. ¿Sabes lo que quería tu amigo Marlon?
 
- Supongo que contarte algo interesante sobre Madame Canaris.
 
- Supones bien pero sólo a medias...
 
- Pues no lo entiendo...
 
- Como ya le advertí que te lo contaría todo pues te cuento que quería echarme un polvo.
 
- ¿Cómo has dicho?
 
- Voy a ser más concreta. Quería que tomara una copa con él para luego llevarme a su casa, meterme en su cama y follarme. 
 
- ¿Y ese es el que no hace más que llamarme sinvergüenza a mí?
 
- Eso es. En su defensa diré que estaba totalmente bebido. Y que le dejé bien claro que se había equivocado conmigo más que un cartógrafo intentando descubrir América usando el mapa de Anaximandro.
 
- ¿El del siglo VI antes de Jesucristo?
 
- Eso es, José Roberto...
 
- ¡Pues voy a tener que hacerle una llamadita en cuanto me termines de contar todo!
 
- ¿Crees que merece la pena que sigamos con este asunto o lo mandamos todo a la mierda y nos vamos tú y yo a una playa solitaria y que lo solucione San Pedro o cualquier otro santo?
 
- ¡Jajaja! Me río pero no tiene gracia. Ahora es cuando más empeño voy a poner para solucionar este caso. Pero ya no lo voy a hacer por él sino solamente por ti. 
 
- ¿Estás seguro de que quieres que sigamos adelante?
 
- ¿De verdad le diste el corte a Marlon Brandy?
 
- ¡Le dejé más cortado que un melón después de la cata!
 
- ¡Jajaja! ¡Deja que luego arregle yo ese asunto! ¿Hubo algo interesante sobre lo de Madame Canaris? 
 
- Sí. Que existe ese hermano gemelo de Piolín Canaris llamado Violín Canaris. 
 
- ¿Existe de verdad?
 
- Existe de verdad. 
 
- ¿Cómo se sabe eso?
 
- Porque el abogado Saint-Julien D'Arc le contó a Brandy que estaba vivo, que había aparecido y que se encontraba en su propia casa. 
 
- ¿Benoit de la Colette afirma tal cosa?
 
- Lo afirma y afirma que Violín Canaris exige ya que le entreguen la herencia.
 
- ¿Tú que opinas de eso, Angeline?
 
- A pesar de todas las evidencias ahora empiezo a dudar...
 
- ¿No estás diciendo que se ha demostrado que existe?
 
- Pero tengo las mismas dudas que tú tienes.
 
- Después te cuento algo sobre ese tal Violín Canaris pero... ¿qué más te dijo Brandy después de intentar echar un polvo contigo?
 
- Le afirmé que tú puedes dudar de todo menos de ti mismo. 
 
- Gracias. Sabía que me pondrías en el mejor lugar ante los ojos del mundo entero. ¿Algo más interesante? 
 
- Afirmó que el abogado Saint-Julien D'Arc es un hombre totalmente juicioso y sincero que está siempre del lado de la justicia. 
 
- Eso no hay que dudarlo salvo que se demuestre lo contrario. Así que tenemos que buscar algo diferente.
 
- Brandy me contó que, según Benoit de la Colette, Violín Canaris estuvo siempre viviendo con unos parientes de su padre el Almirante Canaris. 
 
- ¿En qué lugar? 
 
- En la población alemana de Aplerbeck, muy cerca de Dortmund.
 
- Continúa...
 
- Yo le pregunté a Brandy si se podía saber por qué Madame Canaris separó a sus dos hijos gemelos y mandó a Violín hacia Alemania quedándose ella solamente con Piolín.
 
- ¿Qué contestó Brandy?
 
- Que, según Benoit de la Colette, cierta familia del Almirante Canaris reclamó a uno de ellos por ser parte de su clan y permitió que Madame Canaris se quedase con el otro en Le Touquet. 
 
- ¿No te parece eso un poco raro, Angeline?
 
- Eso fue lo que le dije a Brandy. Mi frase exacta fue "parece un poco raro pero puede ser factible". 
 
- Estoy de acuerdo contigo. ¿Qué más? 
 
- Una verdadera tragedia, porque resulta que Brandy me dijo, de su propia cosecha, que como todos los patriotas franceses sabían que Madame Canaris había sido la amante voluntaria del Almirante Canaris la conocían también como "La P2". ¿Sabes qué significa?
 
- ¿Qué significa?
 
- Lo deduje rápidamente y así se lo hice saber a Brandy. 
 
- ¿Cómo siguió tu cita con él?
 
- Como lo tengo todo en una grabadora que llevaba oculta y para no hacerte perder el tiempo, escucha tú mismo como acabó todo mientras yo intento solucionar el problema de las lentejas quemadas. 
 
Angeline manipuló la grabadora hasta dejarla en el punto exacto...
 
- ¡Escucha! ¡Escucha con total atención mientras estoy en la cocina! Me avisas cuando hayas terminado de escuchar.
 
José Roberto, a solas en la sala comedor, escuchó atentamente... 
 
- A ver si lo adivino. La P por lo de prostituta y el 2 por los niños gemelos. 
 
- ¡Exacto! ¡Eso fue lo que me contó el abogado de Madame Canaris!
 
- ¿Y los dos hermanos gemelos no se conocieron jamás?
 
- Eso es lo que piensa todo el mundo pero es completamente falso. Benoit de la Colette me ha confesado que desde que tuvieron siete años de edad se vieron una vez durante todos los meses de sus largas vidas. Se veían y pasaban todo el día juntos cuando llegaba el día 25 de cada mes. Luego se conocían muchísimo porque se contaban todas sus vivencias. 
 
- ¿Dónde se celebraban todos esos encuentros?
 
- Como Madame Canaris estaba prácticamente enclaustrada en su domicilio de Le Touquet, salvo las visitas esporádicas que hacía hasta esta ciudad de París, los dos hermanos gemelos se veían y pasaban juntos, todos los días 25 de cada mes, en la propia casa de Madame Canaris.
 
- ¿Está usted seguro de que esos encuentros sucedieron en la vida real?
 
- El abogado Benoit de la Colette así lo afirma y yo no lo pongo en duda porque nos sirve como testigo presencial de dichos encuentros mensuales. Me contó que hablaba muchas veces con ellos y que demostraban ser siempre grandes amigos y buenos hermanos. 
 
- Puede ser completamente cierto pero eso quiere decir que quizás el asesino de Piolín Canaris no fue, sin ninguna clase de duda, su hermano gemelo Violín Canaris; porque nadie que ama tanto a su hermano tiene las malas entrañas de asesinarle por heredar una fortuna tan enorme que sólo con el cincuenta por ciento de ella le valdría para vivir el resto de su vida a pleno lujo y sin reparar en gastos. ¿Usted cree también que no es lógico que un hermano gemelo mate a otro hermano gemelo si le amaba tanto?
 
- Esto... sí... claro... eso parece descartar, a priori, la teoría de que Violín haya matado a Piolín. Pero... entonces... ¿por qué oigo la voz de Violín todas las noches pidiendo justicia?... 
 
- ¡No volvamos a las tonteras, Brandy! Sigamos hablando en serio. ¿Qué dice en realidad el testamento de Madame Canaris?
 
- Es que no hay un testamento. 
 
- ¿No hay ningún testamento?
 
- No. Lo que quiero decir es que no hay un testamento sino dos. El último de ellos fue escrito solamente horas antes de que Madame Canaris acabara su vida en esta Tierra.
 
- ¿No le parece bastante sospechoso eso?
 
- Ahora que me estás haciendo pensar... pues sí... resulta sospechoso del todo...
 
- ¿Están escritos a mano o a máquina de escribir?
 
- Están escritos a mano y los grafólogos que los han estudiado llegan todos a la misma conclusión. La letra con que están escritos los dos testamentos corresponden exactamente a la letra con la que escribía siempre Madame Canaris. 
 
- ¿Sin ninguna clase de dudas?
 
- Sin ninguna clase de dudas. Además tenemos la declaración previa del abogado Saint-Julien D'Arc confirmando que estuvo siempre presente en la redaccion de ambos documentos y que cuando los redactó Madame Canaris ésta se encontraba completamente lúcida y por eso también firmó él, como testigo, de que esos dos testamentos son legítimos y verdaderos. 
 
- ¿En el primer testamento dejaba a los dos herederos media parte de su inmensa fortuna para cada uno?
 
- Tanto en el primer testamento como en el segundo; pero con una variante en el último de ellos. Que en caso de que uno de los gemelos muriera antes de heredar, para nada estaba dispuesta a ceder la otra mitad a ninguna entidad religiosa sino al gemelo que estuviese vivo. Madame Canaris no quería saber de curas ni de monjas ni en pintura porque los curas y las monjas estuvieron toda su vida acusándola de prostituta y traidora a la tradición de la patria francesa. 
 
- Está claro que la madame era anticlerical a tope pero dejemos la religión aparte. Si no es lógico que un hermano que ama tanto a otro hermano le mate por cuestión de un poco más de dinero, y más siendo gemelos en este caso... ¿quién puede ser el asesino de Piolín Canaris?
 
- Tengo una teoría... pero no sé hasta dónde puede ser lógica... 
 
- No se prepcupe por eso de la lógica ahora, Brandy. ¿Cuál es su teoría?
 
- Que alguien mató a Piolín Canaris porque amaba patológicamente a Madame Canaris.
 
- ¿Y por qué ese anónimo criminal patológico no mató también a Violín Canaris? 
 
- Porque no le ha dado todavía tiempo para hacerlo. 
 
- ¡Muy simple, Brandy, muy simple! ¡Esa suposición o teoría es demasiado simple para ser real! Recuerde que, como dice siempre "Joro", la realidad supera a la ficción. Y la teoría que usted acaba de exponer ni es tan siquiera de ficcción sino de risa. 
 
- Pues no sé cómo explicarlo mejor. 
 
- Supongamos que alguien está acostumbrado a llevar a cabo crímenes pasionales. 
 
- ¿Un profesional del crimen?
 
- Eso es. En eso estaba yo pensando. Alguien que no es la primera vez que mata. 
 
- Pero... ¿cómo sabemos quién puede ser?...
 
- Espero que "Joro" pueda resolver esa pregunta porque yo no tengo ni idea ni usted tampoco.
 
- ¡Muchas gracias por ayudarme, "Lina"!
 
- No se equivoque otra vez conmigo, Brandy. No le estoy ayudando en nada a usted sino que estoy ayudando a mi "Joro" porque mi "Joro" sí que se merece mi ayuda. No tengo nada contra usted pero me es ajeno por completo. Así que ya me voy.
 
- ¡No, por favor, quédate un poco más haciéndome compañía! Podemos conocernos mejor el uno al otro. 
 
- ¿Está usted buscando ligar conmigo?
 
- Esto yo... es que... la soledad... el alcohol... la necesidad...
 
- Búsquese algún consuelo con alguna de las mujeres de la calle pero no conmigo, Brandy. 
 
- ¡No es sexo lo que busco ahora! ¡Busco poder estar unas pocas horas más a tu lado!
 
- ¿Y usted no se da cuenta de que terminaría por enamorarse locamente de mí?
 
- Intentaré no hacerlo...
 
- Apliquemos la lógica de nuevo. Si usted es incapaz de tener suficiente fuerza de voluntad como para olvidar a una muerta... ¿cómo va a tener fuerza suficiente fuerza de voluntad para evitar a una viva teniendo en cuenta, además, que soy bellísima, totalmente sexy y muy joven?
 
- ¡Te prometo que pondré todas mis fuerzas humanas para no caer en tus redes!
 
- Pero resulta que yo no he salido esta noche para atrapar en mis redes a nadie. Es más, desde que conocí a "Joro" y mucho antes de casarme con él, nunca puse la red a ningún hombre para atraparlo como si yo fuese una araña negra. No. En realidad cuando yo ligué a "Joro" y él luego me conquistó a mí, era la primera vez que usaba mis redes para atrapar a un hombre de verdad. ¡Y nunca jamás lo he repetido ni lo repetiré aunque muchos son los que han rogado mis favores! ¡Ni borracha voy a estar con usted un par de horas más! ¿Para qué? ¿Para hacerle sufrir otra derrota de la cual ya no se recuperaría jamás? Le queda muy poco tiempo para olvidar a Mary Patricia Flangman y enamorar a alguna mujer que valga la pena; así que no malgaste sus ya pocas fuerzas intentando seducir a una jovencita como yo. Es por su bien y como amiga se lo digo. 
 
- Si tú quisieras... 
 
- Pero la verdadera respuesta es que yo no quiero.
 
- ¿Por qué no me dejas intentar ser amigo tuyo?
 
- No sea tan tonto, Jefe. Deje de soñar con quimeras.
 
- ¿Quimeras? ¿Qué sabe una jovencita como tú de quimeras?
 
- Todas las que escribe mi "Joro"en "Las Quimeras de Mercurio" y muchas otras más que me narra cuando estamos a solas con nuestra intimidad y que nadie más conoce.
 
- Está bien. 
 
- Pues me voy y santa paz a todos.
 
- ¡Espera, por favor! ¿Podemos vernos otra vez antes de que regrese "Joro" de su viaje?
 
- Podemos pero no debemos. Los del podemos no son los míos ni van conmigo. Prefiero mil veces más a los del debemos y el mejor ejemplo de los del debemos es mi "Joro". ¿Es que jamás va a entender que no pienso traicionarle nunca, absolutamente nunca, ni con nadie, absolutamente con nadie?
 
- ¡Necesito a alguien con quien hablar!
 
- Despierte ya a su realidad, Brandy. Si quiere seguir delirante lo tiene muy fácil. Búsquese a una que no tenga corazón.
 
- ¡No! ¡Por favor, no me dejes solo!
 
- Tiene usted a su íntimo amigo Charles Saura Renoir para acompañarle esas dos horas que necesita para desahogarse con algún ser humano. 
 
- Esto... bien... espera a que avise para que te acompañe un coche de mi jefatura hasta tu casa...
 
- ¡Nada de coches de su jefatura ni de platillos volantes para estar más segura! ¿No sabe usted que me sé defender contra cualquier enemigo porque soy la alumna más aventajada de la Escuela de Artes Marciales que dirige "Joro"?
 
Angeline Castell Rouge se levantó, le dio la mano al Jefe Brandy y salió del local pasando junto a Charles. 
 
- Señor Saura.. haga el favor de no seguir cotilleando más y dedíquese a hacer compañía a su desamparado amigo.. y procure que cumpla, de una vez por todas, con la voluntad de no beber ni una gota de alcohol más... por lo menos en lo que queda de la noche. 
 
- ¿Otra vez yo haciendo de conejillo de indias?
 
- Eso a mí no me incumbe. La amistad es la amistad y si usted sabe lo que significa la palabra amistad le debe dar toda la compañía que se merezca. ¿Me equivoco?
 
- No te equivocas, bombón.
 
- Pues guarde sus piropos para su linda esposa y no los malgaste tontamente con quien no le hace ni caso. Adiós.  
 
- ¡Ya terminé, Angeline!
 
- En un momento estoy contigo. Tendremos que comer lentejas quemadas. 
 
- Puede ser que hasta estén mejor que sin quemar. 
 
- ¡Jajaja! 
 
Pocos segundos después ya estaban comiendo los dos...
 
- Angeline... prepárate porque salimos inmediatamente de viaje...
 
- ¿Otro viaje relámpago?
 
- En efecto. Pero esta vez no es para el Norte sino para el Sur. 
 
- ¿Y no vas a hablar con Marlon Brandy?
 
- Te dije que hablaría con él y eso voy a hacer ahora mismo. ¿Me prestas tu móvil?
 
Ella sonrió y le pasó su móvil. "Joro" marcó el número de Brandy. 
 
- ¡Hola, bombón! ¡Sabía que lo pensarías mejor y me llamarías antes de que vuelva "Joro"!
 
- ¡Hola, ricura ! Ya estoy de vuelta.  
 
- Esto... yo... no entiendo... 
 
- Pues yo lo entiendo muy bien. Te lo voy a explicar a ver si lo coges y te enteras. Como estás tan acostumbrado ya a tener citas con mi esposa cuando yo no estoy en casa...
 
- Esto... no es lo que piensas... era la primera vez... 
 
- ¿La primera vez quiere decir que vas a tener más citas con ella a solas cuando yo esté fuera de París?
 
- Esto... perdona, "Joro"... ¡yo estaba borracho!...
 
- ¡Escucha bien, miserable! ¿Qué te parece si, para cambiar un poco, te enamoras de mí y tenemos una cita secreta tú y yo? ¿No sería emocionante?
 
- Perdona, "Joro"... yo... ¡te repito que estaba borracho!...
 
- ¡Serás todo lo Jefe Superior de la Policía que quieras serlo pero si vuelves a intentar tener una sola cita más con ella a solas te juro que voy a por ti!
 
- Eso quiere decir que... 
 
- No. No voy a dejarte a solas ante este asunto cada vez más complicado... pero si intentas de nuevo convertir a mi esposa en una mujer adúltera o en una puta para ser más claro... ¡te degüello vivo de un solo golpe en el lugar exacto! ¿Me has entendido bien, cabrón?
 
- Tranquilízate, "Joro"... no pasó nada... te juro que no pasó nada... 
 
- Y no va a pasar nada salvo que si lo vuelves a intentar te convierto en gazpacho andaluz... ¿sabes que el gazpacho andaluz hay que triturarlo antes de servirlo? 
 
- ¡Cálmate, por favor!
 
- Me parece que el que estás nervioso eres tú y no yo. ¿Quieres una cita conmigo a solas para dejar las cosas claras o prefieres tener esa cita a solas con tu amiguito del alma?
 
- Oye, "Joro"... que Charles y yo no somos... 
 
- Pues lo parecéis. Y ya sabes a lo que me refiero.
 
- Perdona también a Charles... ya irás descubriendo que es un gilipollas completo...
 
- ¿Y un gilipollas siendo amigo de otro gilipollas qué narices quiere decir?
 
- ¿Que somos dos gilipollas?
 
- Exacto. Y ahora te voy a dar una orden.
 
- Que no... "Joro"... que estoy arrepentido... es que el alcohol... la soledad... la necesidad...
 
- Todas esas cosas se las cuentas a alguien como Manuel Díaz Gómez.
 
- Reconozco que fue una locura... pero estaba borracho...
 
- ¡Escucha y pon atención! ¡Jamás me vuelvas a hablar de tus borracheras ni cuáles son los motivos de tus borracheras! ¿De acuerdo? Por mi parte puedes beberte todo el ron que existe, por ejemplo en Cuba, porque jamás voy a darte ningún otro consejo. 
 
- Pero "Joro"... ahora que más te necesito...
 
- Tú necesitas a Manuel Díaz Gómez y además por el Servicio de Urgencias... pero no era esa la orden que quiero darte.
 
- Si puedo arreglar algo de este malentendido...
 
- ¿Quieres decir que lo has entendido mal?
 
- ¡No, no, "Joro"! ¡Lo he entendido bien! Es sólo una forma de hablar...
 
- Pues entonces calla de una puñetera vez y, antes de empinar de nuevo el codo y ponerte hasta el culo de alcohol... ¿puedes decirme qué quiere ese tal Violín Canaris?
 
- Exige que le demos ya toda la herencia de Madame Canaris ante un notario que lo legalice sin duda alguna. 
 
- ¡Hazte el favor, por la cuenta que te trae, de decirle a ese tal Violín, que se tiene que esperar a que yo vuelva de viaje!
 
- ¿Otra vez de viaje?
 
-Sí. Otra vez de viaje. Esta vez si quieres citarte con "Lina" vas a tener que hacerlo en sueños... ¿me comprendes?... 
 
- ¿Estás diciendo que se va "Lina" contigo?
 
- Estoy diciendo que si quieres soñar con ella sueña hasta que te despiertes del todo, gilipollas. Pero la orden no es esa. La orden es que no haya entrega de la herencia hasta que  "Lina" y yo volvamos del viaje. 
 
- Gracias por perdonarme, tío.
 
- Ni tío ni pariente de ninguna clase. Si sigo en el caso no es por ti sino por ella. Prefiero que gane 200.000 euros antes que solamente 100.000. 
 
- Está bien. Acepto mi derrota. 
 
- ¿Pero tú eres tonto del todo por costumbre o naciste ya con tendencias a ser tonto del todo? ¿Se puede saber a qué derrota te refieres?
 
- A que te has llevado a la mejor...
 
- Pues tú buscate a la peor para que te sirva de consuelo. ¡Espera a que volvamos del viaje y no digas más tonterías! Tienes muchos años por delante para poder olvidarla a ella y supongo que tienes muchos años por delante para poder olvidarme a mí también. 
 
- ¿Qué hago entonces si me exigen que haya reparto de la herencia?
 
- ¿No eres Jefe Superior de Policía y no estamos todavía intentando resolver este caso?
 
- Sí... pero... 
 
- ¡Pero de verdad que eres atontado del todo! ¡Si hay un caso abierto por el crimen cometido con Piolín Canaris eso quiere decir, por lógica pura, que no puede haber entrega de la herencia hasta que no se haya terminado la investigación!
 
- ¡Ostias! ¡Pues es verdad! ¿Cómo puedo ser tan gilipollas?
 
- Porque serlo más ya es imposible.
 
Y ante las carcajadas de "Lina", "Joro" cortó la comunicación.
 
- ¡Jajaja!
 
- Angeline... no prepares ninguna clase de equipaje pero nos vamos ahora mismo hasta el Aeropuerto de Orly... 
 
- ¿Un viaje sin equipaje?
 
- Eso es. Llévate sólo la grabadora y tu bolso nada más. 
 
- Pero... ¿puedo saber a dónde vamos esta vez?... 
 
- A la patria chica del famoso Alphonse Daudet.
 
- ¿El que hizo de Tartarín de Tarascón un personaje mítico?
 
- Ese mismo pero en serio. 
 
- ¡Jajaja! ¡No me hagas reír! 
 
- Que te digo que va en serio.
 
- ¿Y se puede saber qué vamos a hacer tú y yo en Nimes?
 
- Cuando lleguemos te lo explico. Ahora vamos a tomar un vuelo de Air France que sale cada hora del Aeropeurto de Orly y en solamente 44 minutos estaremos en el Aeropuerto de Garons. 
 
- ¿El Aeropuerto de Garons? Pero... ¿se puede saber dónde vamos de verdad?... 
 
- El Aeropuerto de Garons es el de Nimes.
 
- ¿Sabes bien lo que vamos a hacer en Nimes?
 
- En Nimes no vamos a hacer nada.
 
- ¿De verdad que no estás loco del todo?
 
- Me falta muy poco.
 
- ¿Para estar loco del todo?
 
- No. Para atar los últimos cabos sueltos antes de saber si triunfamos o fracasamos. 
 
- Pero... ¿vamos a visitar a alguien en concreto o a hacer suposiciones?...
 
- Ya te lo explicaré cuando lleguemos a Nimes. Ahora mismo son las cuatro y media de la tarde. Tenemos que coger un vuelo que salga a las cinco para llegar antes de las seis. Vamos muy bien de tiempo.
 
- Si tú lo dices...
 
- ¿Quieres llevar algo que te apetezca para no aburrirte en el vuelo?
 
- Contigo tengo suficiente para pasármelo bomba pero resulta que en los pocos ratos que me quedan libres estoy empezando a leer "La voz del violín". 
 
- ¡Caramba! ¡Qué interesante! Llévate ese libro y mientras llegamos a Orly me cuentas de que se trata. Pero recuerda que ahora volvemos a ser "Lina" y "Joro".
 
- Pues también me llevo el ajedrez.
 
- ¡No! ¡El ajedrez no, princesa! ¡Te compro el regalo que más te guste pero no lleves el ajedrez!
 
- Por supuesto que sí llevo el ajedrez. Te puede servir para atar alguno de los muchos cabos sueltos que tienes.
 
- Está bien. Lleva el ajedrez si no hay más remedio... 
 
Pocos minutos después, ya conduciendo su flamante Peugeot Sport, "Lina" le iba explicando a "Joro" la trama de "La voz del violín"...
 
- Es muy fácil de leer. Verás. Resulta que el comisario Salvo Montalbano y su peculiar universo imaginario de Vigàta, en Sicilia... 
 
- ¡Jajaja! ¿De verdad es una novela policíaca o una paparruchada de mafiosos contra mafiosos de las muchas que se han llevado al cine?
 
- Escucha. Calla por un momento y escucha. La aparente paz siciliana se ve truncada por el asesinato de una extraña.
 
- ¡Ya lo decía yo! ¡Es lógico que en toda novela policíaca haya, por lo menos, un asesinato!
 
- Pero... ¿te puedes callar un momento, por favor?...
 
- Sigue. A lo mejor hasta es interesante. 
 
- Ahora viene algo que te va a gustar. Una joven hermosa...
 
- ¡Vaya! ¡Puede ser interesante! ¿Qué le sucede a la joven hermosa?
 
- ¡Que se la cargan! ¿Qué te parece?
 
- ¡Muy mal el argumento! ¡Para que una novela policíaca sea interesante siempre hay que cargarse a las brujas feas pero no a las mujeres hermosas! ¿Quién ha escrito ese libro?
 
- Espera un momento, por favor. La joven hermosa asesinada es la mujer de un médico boloñés y aparece muerta en el chalet de ambos.
 
- Eso lo he leído cantidad de veces. ¿Qué tiene de original?
 
- Si me dejas seguir te lo explico.
 
- Sigue. Pero de original tiene menos que las tres mosqueteros que resultan que eran cuatro porque hay escritores que ni saben contar el número de personajes que utilizan. 
 
- ¡Jajaja! Me gusta cómo dices las verdades.
 
- Sigue, por favor. 
 
- Entre las pertenencias que aparecen junto a la muerta hay un misterioso violín...
 
- ¡Arrea! ¡Empieza a interesarme! ¡A lo mejor ato un cabo suelto! Sigue, por favor...
 
- Está guardado en un estuche pero la bolsa de sus joyas se ha esfumado y todas las miradas se concentran en un pariente desequilibrado que ha desaparecido la misma noche del crimen. 
 
- ¡Eso me interesa! Lo apunto en mi memoria. Puede ser... 
 
- ¿Qué puede ser, "Joro"?
 
- Que en el asunto de la herencia de Madame Canaris también puede haber alguien que desaparece en la misma hora en que se lleva a cabo el crimen de Piolín. 
 
- ¿Sigo o no sigo?
 
- Haz lo que quieras. Tengo bastantes datos pero puedes seguir.
 
- Montalbano, con su parsimonia habitual, inicia la investigación.
 
- Ese Montalbano empieza a caerme bien...
 
- No cree a nadie, no se fía de nadie. 
 
- ¡Ya decía yo que me estaba empezando a caer bien ese tipo!
 
- Atiende ahora a esto, "Joro". Tras la muerte de un sospechoso, sus superiores dan por cerrado el caso, pero él, ni hablar. 
 
- Me parece como si estuvieras hablando de mí mismo.
 
- ¿Puedo seguir sin que me interrumpas?
 
- Vamos a ver si hay todavía más respuestas...
 
- ¿Respuestas a qué?
 
- A preguntas que me sigo haciendo.
 
- Entonces sigo. Transitando los límites de la legalidad, como es su costumbre...
 
- ¡Ese tipo me cae cada vez mejor! ¿Cómo acaba el cuento?
 
- No es un cuento. Es una novela. 
 
- Entiendo. Parece un cuento pero es una novela. 
 
- Montalbano ha de relacionarse y pactar con los elementos más indeseables y abyectos del hampa. 
 
- ¡Ah! ¡Eso sí que no! ¡No pienso pactar con nadie! 
 
- No estoy hablando de ti, "Joro".
  
- Pues me veo como Montalbano pero con la diferencia de que yo no pacto con nadie.
 
- Y termina iniciando un viaje a lo más oscuro del alma humana, en el fondo, su territorio predilecto. 
 
- ¿Ya está? ¿Ya ha terminado?
 
- Sí. ¿Qué te parece esta novela de Andrea Camilleri?
 
- ¡Magnífica esa escritora!
 
- ¡No es una tía sino un tío, "Joro"!
 
- ¡Fantástico! ¡Me ha parecido fantástico! ¡Ahora vamos a ver si mi viaje es el que debía haber elegido o me he equivocado por completo! 
 
- Pero... ¿se puede saber ya para qué vamos a Nimes?
 
- Repito que vamos a Nimes pero no vamos a Nimes. 
 
En esos momentos habían llegado ya al Aeropuerto de Orly, compraron dos billetes para Nimes en Air France y, una vez sentados en la clase turista, ella volvió a preguntar... 
 
- ¿Me puedes aclarar eso de que vamos a Nimes pero no vamos a Nimes? ¡No parece muy lógico!
 
- Tampoco tiene mucha lógica que aparezca Violín Canaris en estos momentos después de haber estado tantísimos años escondido. 
 
- Las personas aparecen cuando menos cuenta nos damos. 
 
- ¿Y no te parece demasiada casualidad que sea en el momento en que va a heredar una herencia que le convertirá en el hombre más millonario de Europa?
 
- ¡Llevas razón pero ahora vamos a jugar al ajedrez!
 
- ¿Es necesario tener que pasar ese tormento?
 
- Nada de nada. ¡Jugamos al ajedrez!
 
- Si no hay más remedio...
 
La partida comenzó de una forma extraña e incomprensible para cualquier jugador de ajedrez medianamente bueno. 
 
- ¿Qué te parece mi apertura india, "Lina"?
 
- ¿Eso es una apertura india?
 
- Yo creo que sí... pero puede ser siciliana... o tal vez ni india ni siciliana sino solamente una apertura novedosa para la Historia del Ajedrez. 
 
- ¡Jajaja! ¿Qué te parece a ti mi variante a lo Petrosián?
 
- ¡Jajaja! ¡Verás como la anulo por completo!
 
Después de viente minutos sin que ninguno de los dos supiese el motivo por el cual movían las piezas de una manera en lugar de moverlas de otra... 
 
- ¡Por mover mal el único caballo que te quedaba, "Joro", te voy a comer la reina!
 
- ¡Interesante! ¡Muy interesante! ¡Me comes la reina y abandono! 
 
- ¿Abandonas porque te he comido la reina?
 
- No. Abandono el ajedrez para el resto de mi vida pero me has dado muchas respuestas a mis preguntas y ahora yo me hago muchas preguntas a mis respuestas. Ya sabía yo que siempre que viajo contigo saco datos muy interesantes. 
 
- ¿Y ahora se puede saber dónde vamos de verdad?
 
- A una aldea de tan sólo 150 habitantes. 
 
- ¿No me digas que para ir a una aldea de tan sólo 150 habitantes has hecho que me vista tan atractiva y tan sexy?
 
- Es que es necesario... 
 
- ¿Y no estás loco del todo?
 
- Procuro no estarlo... 
 
- ¿A qué aldea te refieres exactamente?
 
- A Campestre.
 
- ¿A quién vamos a visitar en Campestre si es que hay alguien interesante viviendo allí?
 
- A un viejo colega mío. 
 
- ¿Tienes un viejo amigo en Campestre y nunca me lo habías dicho?
 
- No es todavía un amigo pero espero que lo sea. 
 
- O sea, que es un desconocido. 
 
- No es un desconocido. Tú lo descubriste en la hemeroteca del "Courrier Picard" de Amiens. 
 
- ¿Te estás refiriendo al periodista Sebastien Alexandre Pillou?
 
- ¡Magnífica memoria! ¡Exacto! En una aldea de tan sólo 150 habitantes todos conocerán a ese periodista. Así que localizarle ya es solamente pan comido.
 
Poco después y ya en el Aeropuerto de Nimes...
 
- Ya estamos en Nimes, "Joro"... ¿y ahora qué hacemos?...
 
- Campestre está a 145 kilómetros desde aquí. Son casi dos horas de viaje en automóvil. ¿Tienes dinero suficiente como para alquilar uno?
 
- Yo siempre llevo dinero suficiente pero.... antes de ir a Campestre se me antoja tomar un helado...
 
- ¿Eso quiere decir que necesitas que te explique algo?
 
- ¿Me estás leyendo la mente?
 
- Ya sabes que me gusta leer de todo un poco...
 
- ¡Jajaja! ¡Pues sí! Eso quiere decir que sí. Es mejor retrasar nuestra llegada a Campestre porque seguro que a estas horas Sebastien Alexandre tendrá también sus ocupaciones personales y es de muy mala educación interrumpir a alguien cuando realiza sus tareas. Es mejor llegar a eso de las ocho del anochecer.
 
- Llevas razón. Busquemos una heladería. 
 
- ¡Mira, "Joro"! ¡Ahí tenemos el Hôtel Marquis de la Baume! ¡Estoy segura de que sirven helados! 
 
- ¡Zapatiesta! ¡El Marqués del Bálsamo!
 
- ¿Pero qué dices, chiflado?
 
- Que eso quiere decir El Marqués del Bálsamo. Y nos viene muy bien relajarnos un poco. Ya se sabe que el bálsamo sirve para relajar los nervios. 
 
- ¿Pero si no estamos nerviosos ninguno de los dos?
 
- Pero tenemos que parecer que lo estamos para que no se den cuenta de que sabemos lo que queremos encontrar. Es mejor que aparentemos que somos dos extranjeros perdidos en medio de un caos mental para no levantar sospechas. ¿De acuerdo?
 
- De acuerdo.
 
Entraron en el hotel y, como si anduvieran buscando algo haciendo como que estaban muy nerviosos, "Joro" preguntó al camarero.
 
- Oiga, por favor... nos puede ayudar... es que nos hemos perdido...
 
- Para esos estamos. Para servir en todo a nuestros afamados clientes. ¿Son ustedes famosos?
 
- Todavía no, míster, todavía no. 
 
- ¿Entonces por qué parece que se están escondiendo para que no les encuentren ningún paparazzi?
 
- No estamos nerviosos por eso... es que somos dos inocentes criaturas que nos hemos ido de casa a dar una vuelta... y no sabemos regresar...
 
- ¿Se puede saber qué cominos quieren?
 
- Cominos no, porfa, de cominos nada de nada. Queremos dos helados de fresa y chocolate. 
 
- ¿Los dos de fresa y chocolate? 
 
- Sí. Es que cuando nos conocimos y nos enamoramos de verdad resulta que yo la invité a ver la película cubana, dirigida por mi compi Alea, que se titulaba "Fresa y chocolate" y lo que vimos nos dejó traumatizados de por vida. Desde entonces tenemos obsesiones con esto de la fresa y el chocolate. ¿Puede o no puede servirnos dos helados de fresa y chocolate?
 
- No se hable más. 
 
- Con usted, desde luego, no voy a hablar más... pero como usted comprenderá... con mi compañera puedo hablar todo lo que me dé la real gana... ¿estamos o no estamos?...
 
- Estamos en Nimes, joven. 
 
- Pues eso es lo que queríamos saber.
 
- ¡Vamos a una mesa, "Joro", y deja de discutir tanto! 
 
- No estamos discutiendo sino diseccionando un tema al igual que se disecciona un cadáver. y lo digo por lo que han hecho con Piolín Canaris. 
 
Una vez sentados ya y con los dos helados ante ellos, ella preguntó...
 
- ¿Me vas a contar algo o no me vas a contar nada?
 
- Todavía hay muchas suposiciones que hay que demostrar que son ciertas; pero lo que es totalmente cierto es que Violín Canaris nunca jamás estuvo viviendo con ningún pariente del Almirante Canaris. 
 
- ¿Eso fue lo que descubriste en Alemania?
 
- Eso es. Conocí a una pareja de cristianos verdaderos en el mismo lugar donde Benoit de la Colette dio a entender que estuvo viviendo ese tal Violín. Pues no. No vivió allí en ningún momento de su vida si es que es cierto que existe. Me lo dijeron, bajo juramento cristiano, Harry Canaris Netzer y su esposa Katherine Schuster Breitner. Así que alguien está mintiendo. 
 
- ¿Y no puede ser que viviera en otro lugar?
 
- Desde luego en Apleberck no vivió y si vivió en otro lugar de Alemania con algún familiar del almirante por supueto que Harry Canaris lo hubiese sabido y me lo hubiese contado. Harry y Kity no están mintiendo, "Lina". 
 
- ¡Esto se complica demasiado, "Joro"!
 
- ¡Al contrario! ¡Esto se empieza a simplificar bastante aunque todavía no tengo ni idea de lo que me voy a encontrar! Sólo queda por saber qué nos puede aclarar el periodista Pillou y que nos sirva para desenrrollar la madeja.
 
- ¿Y tú crees que el periodista Pillou nos contará algo importante?
 
- Somos colegas.  Estoy seguro de que nos contará algo más o menos interesante y lo que es más o menos interesante siempre resulta, como dicen las canarias, algo importante.
 
- No cuentes chistes de canarias en estos momentos, "Joro". ¿Sigues creyendo que Violín Canaris no existe?
 
- Sigo creyendo que alguien miente. Si existe ese tal dichoso Violín nunca vivió con ninguna familia del Almirante Canaris a no ser que esté yo equivocado del todo pero, a estas alturas de la investigación, me parece que no me equivoco...
 
- Entonces... ¿quién es ese tal Violín Canaris que está residiendo en la casa de Benoit de la Colette? Yo no creo que ese famoso y afamado abogado esté mintiendo...
 
- No puedo explicarlo todavía pero yo al tiempo tiempo le pido y el tiempo tiempo me da. 
 
- ¡Jajaja! ¡Esperemos que nos de tiempo!
 
- ¡Que sí! ¡Que el tiempo siempre es mucho más generoso que esa gran cantidad de tacaños, roñosos y avarientos que nos rodean!
 
- ¿Pillaste algo más en Alemania?
 
- Por ejemplo, algo tan interesante como que el almirante nunca tuvo relaciones sexuales con la mal llamada Madame Canaris. Sólo eran íntimos amigos nada más pero sus relaciones no pasaron de ser solamente amistosas. No tuvieron relaciones sexuales, luego era lógico que Madame Canaris no fuera Madame Canaris. 
 
- Entonces... ¿quién era esa tal Madame Canaris que no era Madame Canaris?...
 
- Fue la amante de Amon Goth. 
 
- ¡Repámpanos! ¿El famoso, cruel y sanguinario jerifalte de las SS de los nazis?
 
- Ese mismo. Y resulta que, como odiaba a muerte al Almirante Canaris, hizo correr la noticia de que la señorita en cuestión fuese conocida como Madame Canaris en lugar de Madame Goth. 
 
- Pero... ¿quién era en realidad esa señorita o señora?
 
- Nuestra ya fallecida Madame Canaris, la amante de Goth y no del almirante, se llamaba, en realidad, Ana Meilleur Menthé, y era una prostituta conocida como "Meme".  
 
- ¿Podría ser el mismísimo Marlon Brandy el que nos esté mintiendo descaradamente?
 
- No, no. Eso está descartado. 
 
- ¿Por qué?
 
- Porque puede ser todo lo alcohólico que sea pero no es un mentiroso. 
 
- ¿Y cómo sabes tú que no es un mentiroso?
 
- Porque si quisiera ocultar algo no me habría contratado a mí sino a otro mucho más tonto que yo. 
 
- ¿Es que hay algún periodista detective mucho más tonto que tú?
 
- Millones de ellos... pero no se lo digas a nadie... no vayan a pensar que les tengo envidia porque son mucho más tontos que yo...
 
- ¡Jajaja! Me parece que estamos llegando a un callejón sin salida. 
 
- Por eso es necesario que mi colega Pillou nos abra otra vía de escape. Si nos quedamos atrapados por culpa de estas incógnitas nunca podremos saber cuál es la verdad. 
 
- ¡Entonces vamos adelante, "Joro"!
 
- Como consigamos descubrir la verdad alguien va a bailar de lo lindo, "Lina".
 
- ¡Jajaja! ¿Alguien va a bailar de lo lindo?
 
- Sí. El chachachá por ejemplo. ¡Vamos a por el automóvil, chavalilla! 
 
Ella volvió a conducir el automóvil, ahora un Renault todo terreno, y, dos horas después, cuando el reloj marcaba las ocho del anochecer, llegaron a Campestre. 
 
- ¿Ahora cómo adivinamos quién es Sebastien Alexandre Pillou si aqui todos visten igual como si fueran del ejército de Mao Tse Tung?
 
- Ya veo que todos visten igual, pero es que sólo son sencillos campesinos. 
 
- ¿Entonces?
 
- Entonces preguntando vamos mejorando. 
 
- ¡Jajaja! ¡Tú ya no tienes remedio!
 
- Pero tú todavía estás a tiempo; así que voy a preguntar a ese hortelano que viene de frente hacia nosotros. 
 
- ¡Ten cuidado, "Joro"! ¡Puede ser de esos que cortan, con la guadaña que lleva al hombro, las cabezas de todos los extranjeros que aparecen por sus lindes!
 
- ¡Sin miedo, "Lina", sin miedo!
 
"Joro" salió del Renault todo terreno y se acercó al hortelano vestido con ropas pardas como el resto de la población masculina y femenina de Campestre. 
 
- Perdone, buen hombre... ¿sabe usted quién es el periodista Sebastien Alexandre Pillou y dónde puedo pillarle? Esto... quise decir encontrarle... 
 
- ¡Le conocemos todos los de Campestre porque es nuestra máxima figura local! ¡El gran ilustre de Campestre! ¡Hace ya bastantes años que dejó su oficio de periodista y se retiró a vivir a su pequeña finca!
 
- ¿Y cómo puedo llegar hasta ella?
 
- Por el mismo camino por donde yo estoy regresando. Sigan todo recto y en cinco minutos más o menos encontrarán su finca. Se llama "Messatge". 
 
- Que quiere decir "Mensaje". ¿No es cierto, buen hombre?
 
- Eso mismo queire decir. Sebastien Alexandre dejó el Periodismo pero nunca ha dejado de escribir. Él siempre dice que a todo mensaje siempre le acompañan dos respuestas: la buena y la mala. 
 
- Gracias, buen hombre. Espero encontrar la buena.
 
De nuevo dentro del Renault todo terreno, "Lina" siguió conduciendo por el estrecho camino rodeado de verde vegetación por ambos lados y, tal como había dicho el campesino del traje pardo, a los cinco minutos más o menos encontaron la finca "Messatge".
 
- No se ve a nadie, "Joro".
 
- Sí. Parece que la niebla ya se ha hecho demasiado espesa. Tenemos el recurso del claxon. ¡Toca el pito, "Lina"!
 
- ¡Jajaja! ¿Tú crees que tocando el pito obtendremos alguna respuesta?
 
- Por supuesto que sí. El pito de un todo terreno siempre es muy potente y, en medio de este sepulcral silencio, se va a escuchar hasta en Nimega.
 
- Venimos de Nimes, "Joro". 
 
- Me estoy refiriendo a Nimega de los Países Bajos. 
 
Ya iban a comenzar otra vez a discutir acaloradamente cuando se escuchó la voz... 
 
- ¿Quiénes son ustedes y qué buscan por aquí?
 
- ¡Cielos! ¿De quién es esa voz tan fúnebre?
 
- ¡Calma, "Lina", calma! Esto no es el cementerio de Campestre luego no tiene por qué ser la voz de ningún zombi...
 
Ella se agarró a "Joro".
 
- ¿Y ahora qué hacemos, "Joro"? Me está entrando pánico. 
 
Resonó, de nuevo, el fúnebre vozarrón...
 
- ¡Diganme quiénes son ustedes o les pego dos escopetazos en este mismo lugar y en esta misma hora!
 
Contestó "Joro" levantando su potente voz... 
 
- ¡No dispare por favor! ¡Estamos buscando a Sebastien Alexandre Pillou!
 
Al poco rato apareció ante sus ojos el citado Sebastien Alexandre Pillou que estaba regresando de una cacería porque llevaba, colgadas de su canana, dos palomas, dos codornices y dos conejos. 
 
- ¡No tengan ustedes tanto miedo porque soy buena persona! 
 
"Joro" salió del Renault todo terreno y, acercándose a Pillou, le mostró su carnet profesional de la Asociación de Periodistas Europeos.
 
- ¡Calma, buena persona, soy un colega!
 
- ¿Qué diantres es esto?
 
- Un colega de la Asociación de Periodistas Europeos que quiere hablar con usted de amigo a amigo. Los amigos de verdad me llaman "Joro" y a mi compañera de trabajos la conocen como "Lina".
 
Ambos se dieron la mano...
 
- ¡Está bien! ¡Podemos entrar en el caserón y tomar algo mientras me cuentan qué quieren saber de mí! ¡Me podéis llamar solamente "Sebas"!
 
La bellísima y explosiva "Lina" salió del Renault todo terreno y a "Sebas" casi se le cae la escopeta al suelo cuando ella le saludó con un apretón de manos.
 
-¡Caramba! Sabía que hay periodistas guapas pero no tanto. ¿Os gusta el licor de cerezas?
 
Fue "Lina" la que contestó por los dos... 
 
- ¡A los dos nos encantan las cerezas y, por lo tanto, a los dos nos encanta el licor de cerezas!
 
- Pues vamos para adentro. Como nadie suele venir por aquí, dejad el automóvil aquí mismo.
 
"Sebas" les hizo entrar al caserón y, mientras "Lina" y "Joro" se sentaron cómodamente ante la mesa de madera de morera, el ex periodista francés apareció con la botella de licor de cereza y tres vasos de esos de beber güisquis. "Joro" comenzó la charla. 
 
- Veo que estás muy solo, "Sebas". 
 
- Y lo estoy. Hace ya diez años que murió mi Eloise y hace ya diez años que me retiré del ruidoso mundo de Nimes. Aquí paso mi vida completamente a solas... pero es como un descanso eterno que viene perfectamente a mi manera de ser... a solas... prefiero vivir a solas... hasta que Dios decida que ya llegué al final... 
 
- ¿Cuántos años tienes, "Sebas"?
 
- Ya he cumplido los ochenta. 
 
- ¿Por qué tanta tristeza, "Sebas"?
 
- Hay dos formas de ser periodistas: la de ser sinceros y la de ser falsos. Yo era demasiado sincero. ¿Vas comprendiendo, "Joro"?
 
- Perfectamente, "Sebas". Al preferir ser sinceros siempre preferimos ser diferentes y al ser diferentes nos cierran las puertas porque les da miedo que seamos diferentes. 
 
- ¡Eso es, "Joro"! ¡Caramba! ¿Cómo sabes tú tanto de eso con lo joven que eres?
 
- Algunos vivimos muchas experiencias en muy pocos años mientras hay otros que por muchos años que vivan no viven casi ninguna. 
 
- ¡Jejeje! ¡Otra gran verdad! Pero todavía no me has dicho para que habéis venido hasta aquí porque me da la impresión de que no ha sido para hablar de Filosofía de la Comunicación.  
 
- No. No hemos venido a hablar de Deontología del Periodismo pero... ¿podemos tutearnos?... 
 
- Por supuesto que sí. Con el debido respeto que existe entre los colegas podemos tutearnos.
 
- Está bien. Tú publicaste una pequeña nota periodística el día 14 de julio de 1989 en el "Courrier Picard" de Amiens. ¿La recuerdas?
 
- ¡Claro que la recuerdo! ¡Esa noticia me ha estado persiguiendo toda mi vida! La titulé "Émile Croupier hereda una pequeña fortuna". 
 
- ¿Por qué la publicaste preciamente en el "Courrier Picard" de Amiens?
 
 
- Yo soy muy amigo de Bernard Arnoriac Nosty. ¿Le conoces?
 
- Sí. Le conozco. Es el director de ese periódico que estoy citando. 
 
- Los dos nos conocimos estudiando Periodismo en la Universidad de París. Ya te dije antes que hay dos clases de periodistas. Los muy sinceros y los muy falsos. Yo, desde mi época de estudiante, era de los muy sinceros y... claro está... me cerraron todas las puertas en cualquier periódico, revista, emisora de radio y canales de televisión; así que me quedé con el Título de Licenciado en mis manos y sin trabajo alguno. Ya no me interesaba sacar el Doctorado. Solamente Bernard fue el único que se apiadó de mí y me contrató como su corresponsal en Nimes, el lugar a donde regresé porque es el lugar donde nací y viví toda mi infancia y mi adolescencia. Me pagaba muy bien y fui ahorrando hasta que me compré esta finca para cuando decidiera dejar el Periodismo. ¿Qué quieres saber de esa noticia en cuestión?
 
- ¿Por qué no tuvo mayor interés para nadie?
 
- Porque el día que se publicó se estaba celebrando, en toda Francia, el Primer Centenario de la República. 
 
- ¿Por qué dijiste antes que esa noticia te ha estado persiguiendo toda tu vida después de su publicación?
 
- El asunto era muy extraño. Madame Croupier era la persona que cuidaba el Castillo de Vissec, monumento situado en el municipio de Vissec, aquí en este Departamento de Gard. Este Castillo constituye un atractivo para los turistas y ella hacía las labores de cicerone todos los sábados y domingos. El resto de los días de la semana se iba a París, a jugar a la ruleta que era su gran pasión. Tenía tanta suerte que acumuló una pequeña fortuna. 
 
- Lo entiendo. Sabía muy bien cómo jugar las fichas.
 
- Sin embargo, por culpa de los sobresaltos que da el juego su corazón sufría demasiado y lo tenía muy débil. Pero murió de una forma muy extraña cuando vivía sola con su hijo Cámile Croupier. Además apareció, como surgido de la niebla, un tal Émile Croupier que resultó ser hermano gemelo de Cámile y, mira por donde, cuando se iban a repartir la herencia entre los dos, Cámile Croupier apareció ahorcado en el propio domicilio de su madre. Yo siempre me imaginé que aquello podría ser una gran noticia para todos los periódicos de Francia pero nadie le dio ninguna importancia porque dieron total primicia a todo lo relacionado con el Primer Centenario de la República Francesa. Siempre me quedó la sensación de fracaso por culpa de no haber podido publicar todas mis sospechas. Ni tan siquiera los plolicías locales se quisieron dar por aludidos y no me hicieron ni pueñetero caso. Al año siguiente, ya en 1990, debido a que seguía descubriendo pistas de aquel extraño caso pero que no podía compartir con nadie porque hasta mi amigo Bernard me aconsejó que no valian para nada una vez ya entregada la herencia a Émile Croupier, decidí apartarme totalmente del Periodismo profesional. 
 
- ¿Puedes indicarme alguna pista de las que descubriste?
 
- Me caes bien y, aunque ya no se puede remediar, me viene bien desalojar de mi espíritu tanta desilusión. Resulta que descubrí que Madame Croupier, cuyo nombre verdadero nadie supo jamás, mantenía relaciones sexuales con su propio doctor, un tal Edouard Données Colère, que estuvo a su lado hasta que murió. Lo más extraño de todo es que el citado Émile Croupier desapareció totalmente nada más recibir la herencia y nadie supo jamás nada sobre él porque nadie quiso hacerme caso para hacerle un seguimiento.
 
-¿Qué pasó con el doctor Données Colère?
 
- ¿Con Edouard?
 
- Sí. Con el doctor Edouard Données Colère para ser exactos.
 
- Entabló una gran amistad conmigo a raíz de aquel extraño suceso. Él, a veces junto con su amante, me animaban siempre para poder olvidarlo todo. Y un día, pasado un año del caso, también desaparecieron sin decir nada a nadie. No dudo que el doctor fuese sincero conmigo y, debido a ello, pude publicar un reportaje en "La Gazette Médicale" porque todos los demás periódicos y revistas me lo rechazaron alegando falta de interés general. Todavía guardo el original de aquel reportaje. 
 
- ¿No te molestaría si te pido que nos lo leas a "Lina" y a mí?
 
- Está bien. Esperad un momento que voy a mi sala de trabajo para traerlo.
 
Durante los breves minutos que tardó en regresar, "Lina" tuvo una clara oportunidad para hablar con "Joro"
 
- "Joro"... yo no creo en esta clase de casualidades... 
 
- Yo tampoco, "Lina". Aquí hay mucho tomate desde hace 15 años. 
 
- Quizás tenga algunas fotografías interesantes.
 
 
- Eso voy a preguntarle después de que nos lea el reportaje médico.
 
Volvió el ex periodista "Sebas" con el reportaje,se sentó, los tres bebieron tragos de licor de cereza, y leyó despacio y con buena voz...
 
- La lidocaìna o xilocaína es un fármaco perteneciente a la familia de los anestésicos locales, concretamente del tipo de las amino amidas, entre los que también se encuentran la dibucaína, la mepivacaína, la etidocaína, la prilocaína y la bupivacaína.  Fue sintetizada por Nils Löfgren y Bengt Lundqvist en 1943. Actualmente, es muy utilizada por los odontólogos. También tiene efecto antiarrítmico, estando indicada por vía intravenosa o transtraqueal en pacientes con arritmias ventriculares malignas, como la taquicardia ventricular o la fibrilación ventricular. La lidocaína es metabolizada en el 90 por ciento por el hígado por hidroxilación del núcleo aromático, resultando otras vías metabólicas no identificadas aún. Es excretada por los riñones. Obra efecto con más rapidez y mayor duración que los anestésicos locales derivados de los estéres como la cocaína y la procaína. ¿Os estoy aburriendo?
 
- ¡Ni mucho menos, colega! ¡Está siendo muy interesante!
 
- Sigo entonces. La vida media de la lidocaína administrada por vía intravenosa es de aproximadamente de 109 minutos, pero como el metabolismo es hepático (por lo que depende de la irrigación sanguínea del hígado), se debe bajar la dosis en pacientes que tengan gasto cardíaco bajo o que estén en shock. Se puede usar este fármaco para tratar las arritmias ventriculares, especialmente las isquemias agudas, aunque no es útil para tratar las arritmias atriales. Muy útil en caso de cirugías superficiales, en odontología, es un fármaco de elección para anestesia epidural en medicina veterinaria y humana (raquídea). Para los caballos de carreras se usa como técnica de anestesia perineural en el diagnóstico de enfermedades articulares y es usada en casos cuando se realiza una episiotomia (corte en la vulva) en un parto normal para no sentir la sutura ni el corte. También es utilizada para retardar la eyaculación precoz, mediante sprays o cremas que se aplican en el pene, el cuál se desensibiliza, prolongando así la duración del coito.
 
- ¡Zambomba! ¡Esto sí que es interesante saberlo para decírselo a más de uno de todos esos que se acercan a mí con ánimos de llevarme a sus camas!
 
- ¡Jajaja! ¿Es cierto eso, "Lina"?
 
- ¡Tan cierto como que nadie jamás lo ha conseguido salvo mi esposo aquí presente!
 
- ¡Ah! ¿Pero estáis casados?
 
- Para toda la eternidad.
 
- Entonces te felicito a ti, "Joro", por el buenísimo gusto que tienes.
 
- El gusto es mío colega... pero puede seguir si "Lina" no desea hacer más comentarios...
 
 
- ¡Me dan ganas de comentar mil y una cosas, como sucede con los cuentos de Las Mil y Una Noches! O, para ser más sincera, con los cuentos de Decamerón de Boccaccio que también servirían de mucha utilidad para todos esos payasos machistas.
 
- ¡Jajaja! ¡Veo que ademas de estar buenísima eres de las que saben muy bien por dónde pisas! 
 
- ¡Y también a quiénes pisa, "Sebas", a quiénes pisa y por qué los pisa!
 
- ¡Jajajá! ¡Muy buen chiste, "Joro"!
 
- Pues no es ningún chiste de "Joro" sino una realidad más o menos real pero realmente interesante por lo real que es y la realidad es que puede ser tan real como la realidad misma.
 
- ¡Un momento, por favor! ¿Puedo continuar?
 
- Puedes continuar, "Sebas". 
 
- Gracias, "Lina". La toxicidad se manifiesta de manera más abierta cuando, de manera accidental o por iatrogenia, se aplica de forma intravenosa y en menor medida intramuscular. La toxicidad nerviosa se presenta como vértigos, parestesia, confusión, o coma. La toxicidad severa puede resultar en asístole y en paro respiratorio por depresión del centro respiratorio que se encuentra en el bulbo raquídeo. De usarse como calmante para las encías de bebés, puede causar una serie de patologías, como epilepsia, convulsiones, etcétera.
 
- ¡Atiza! ¡Es como un cóctel molotov pero a lo bruto!
 
- En caso de sobredosis sí que lo es, "Joro". Altas dosis de lidocaína se administran por vía intravenosa para el tratamiento de las arritmias cardíacas. Los ritmos cardíacos irregulares que afectan a los ventrículos pueden ser fatales si no se corrigen inmediatamente. La lidocaína calma las células del corazón responsables de la creación y el mantenimiento de los impulsos eléctricos en el corazón. Esta acción reduce las frecuencias cardíacas rápidas y detiene las arritmias. Los efectos secundarios de una alta dosis de lidocaína intravenosa son muchos, pero no comunes. Algunas de las reacciones adversas raras tienen resultados letales. Y fin del artículo porque el resto ya no interesa leerlo si os digo que una sobredosis enorme de lidocaína fue la que se cargó a Madame Croupier.
 
- ¿Y qué dijo el doctor Donées Colère?
 
- Que la pobre había terminado por perder la razón y se automedicó por su propia cuenta porque ya no quería seguir viviendo.
 
- Esto... "Sebas"... ¿tienes alguna fotografía en la que aparezca dicho doctor?... 
 
- Pues sí que la tengo. Poseo todo un archivo entero de lo que escribo y lo que fotografío. Aparece entre varios doctores que acudieron a un simposio de crisis cardíacas en Nimes y celebrado en 1988. Ya entonces era el doctor de cabecera de Madame Croupier. ¿Quieres verla?
 
- Si no te importa...
 
- No me importa. Voy a buscarla entre mis colecciones favoritas.
 
Otra vez, en el corto tiempo que tardó "Sebas" en volver, intercambiaron palabras "Lina" y "Joro".
 
- ¿Tienes alguna intuición, "Joro"?
 
- Tengo una ligera intuición pero necesito ver esa fotografía para poder afirmarla. Esto está entrando en su punto más caliente, "Lina". 
 
- A mi ya me está dando hasta fiebre. Es como si tuviese escarlatina.
 
-¡Jajaja! Calla un momento que ya regresa. 
 
"Sebas" había vuelto de nuevo pero ahora con una fotografía de prensa en sus manos.
 
- Esta es la fotografía que publicó el "Courrier Picard" de Amiens que me tenía contratado como corresponsal. 
 
- ¿Puedo verla de cerca?
 
- Sí. Te la puedo también regalar porque ya no me interesa tenerla. Necesito descargar mis archivos para actualizarme con fotografías de caza que es mi nueva pasión.
 
- ¿Quién es Edouard Données Colère de estos cinco chorvos. 
 
- No son chorvos, "Joro". Son los cinco doctores ponentes de aquel Simposio. Edouard es el primero de la izquierda.
 
- ¡Óstenas! ¡Qué feo es este doctor y que nariz de boniato que tiene! ¡Me quedo con la fotografía si no te importa, "Sebas"! 
 
- Es tener muy mal gusto porque es más feo que un diablo pero si te interesa para algo que no tenga que ver con el buen gusto...
 
- Eso es. No es de buen gusto pero quizás me sirva de mucho gusto poder sacar alguna conclusión que me está dando vueltas por la cabeza.
 
- No entro en discusión contigo pero teniendo fotografías de tu "Lina"...
 
- ¡Jajaja! ¡No es para compararle con ella sino con otro tipo tan feo como él!
 
- Déjale que haga lo que quiera, "Sebas". Mi "Joro" siempre tiene intuiciones muy sustanciales, muy sugestivas y muy suculentas. Algo ha debido ver.
 
- ¿Alguna otra cosa más, "Joro"?
 
- Esto... ¿tú tienes la posibildiad de aplicar la técnica fotométrica de ir envejeciendo el rostro de una fotografía para ver qué resultado se produce bajo los parámetros de una evolución lógica.
  
- Conozco esa técnica. Tengo capacidad suficiente para hacerlo. 
 
- Entonces, por favor, hazlo si no te importa con esta otra fotografía que llevo conmigo desde hace dos días. 
 
"Joro" sacó la fotografía que decían que era la de Piolín Canaris antes de tener la cicatrriz en la oreja derecha. 
 
- ¿Puedes hacerlo?
 
- Eso es fácil. Venid conmigo.
 
"Lina" y "Joro" siguieron a "Sebas" hasta la sala de trabajo del ex periodista francés y éste se puso en la labor con un aparato apropiado para envejecer rostros usando baremos comparativos proyectados en base a la lógica natural más o menos aproximada.
 
 
- ¿Paro ya?
 
- ¡Óstenas! ¡Para ya por favor! ¿Puedes regalarme también esta infografía?
 
- Es tuya. Y ahora... ¿en qué más os puedo servir?
 
- ¿Es seguro que el doctor Edouard Données Colère tenía relaciones sexuales con Madame Croupier?
 
- Totalmente confirmado. Todos en Campestre lo sabemos. Y aquí se acaba la consulta. Sólo os pido una cosa muy importante. ¡Nunca jamás digáis a nadie que me conocéis y que habéis hablado conmigo, por favor os lo ruego! ¡Es muy importante que me juréis que no se lo vais a decir a nadie! 
 
- No te preocupes, "Sebas", ni a "Lina" ni a mí nos interesa decir a nadie que te conocemos y que hemos hablado contigo.
 
- ¡Gracias! ¡Mil y una gracias!
 
Se despidieron con abrazos amistosos y la pareja volvió al Renault todo terreno...
 
- Pero... ¿por qué demonios se ha asustado tanto al final, José Roberto?
 
- No lo sé. Supongo que está amenazado.
 
- ¿No será un maniático y todo esto se lo toma como una afición morbosa?
 
- ¿Y qué puede ganar con eso viviendo en plena soledad, Angeline?
 
- Nada. No tiene ningún sentido; pero me pregunto si es que ha trabajado demasiado y su mente ya la tiene medio perdida.
 
- El ambiente está muy tenso y muy cargado en Campestre, Angeline, pero el héroe del pueblo es "Sebas" y a "Sebas", aunque tiene ya ochenta años de edad, le funciona muy bien el cacumen.
 
- ¿El cacumen?
 
- Deriva de coco. Quiero dcir que le funciona muy bien el coco que es lo mismo que decir que le funciona muy bien la cabeza.
 
 
- ¿Tú le has visto sereno todo el rato?
 
- Demasiado sereno excepto al final... cuando ha surgido el asunto de las fotografías... 
 
- ¡Pues yo a todo esto no le veo ni pies ni cabeza!
 
- Ni una palabra a nadie, Angeline.
 
- ¿Tienes alguno de tus cigarrillos?
 
- Me quedan solamente dos. 
 
- Pero según tu Teoría de la Comunicación Interpersonal cuando dos se divide por dos queda uno para cada uno. ¿O no?
 
- ¡Jajaja! ¡Llevas razón! Te doy uno pero no te tragues el humo para adentro.
 
- ¿Así que ese es el truco que tú empleas para hacerte el interesante delante de las chavalas muy guapas?
 
- Si. Jejeje. A veces hasta me ha dado resultado...
 
- ¿Qué clase de resultado, José Roberto?
 
- ¡Nulo! ¡Completamente nulo! 
 
- ¡Jajaja!
 
Y el coche se dirigió hacia Nimes. 
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Descripción

Novela de Ficcin.

Palabras Clave: Literatura Prosa Novela Policaca Narrativa Ficcin.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin



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