Dios no est muerto. (Conocimiento)
Publicado en Dec 10, 2014
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Durante este año 2014 después de Jesucristo, ya he visto hasta 3 veces la película titulada "Dios no ha muerto".  Es una película cristiana basada en el libro del mismo nombre de Rice Broocks y la canción "Like a Lion" de Daniel Bashta. La película fue dirigida por Harold Cronk y protagonizada por Shane Harper, Kevin Sorbo, David A.R. White, Willie Robertson, Korie Robertson y Dean Cain entre otros actores y actrices. Se estrenó en Estados Unidos el 21 de marzo de 2014 después de Jesucristo y en Latinoamérica en abril de 2014 después de Jesucristo. Basada en algunos hechos reales, pienso seguir viéndola muchas veces más, porque cada vez que la veo más detalles descubro sobre la verdad de la existencia de Dios; sabiendo que Jesucristo vive y de la tremenda fuerza de ánimoy energía que nos da la presencia inmutable del Espíritu Santo en nuestro interior. 
 
He leído a alguno que intenta confundir a las personas de buena fe indicando que esta película es un maniqueismo religioso. ¿De verdad cree ese alguien, sea quien sea, que ha visionado bien la película desde un punto de vista imparcial o ya estaba mediatizado por unos prejuicios preestablecidos a priori que le llevan a cometer tal error? Es lo que sucede en la película con el profesor universitario (prepotente, soberbio y dictatorial contra sus alumnos) y el sencillo y humilde alumno que, ante el reto de dicho profesor, en tan sólo tres sesiones lectivas del curso no sólo le rebate todos sus argumentos sino que demuestra que Dios existe, que Dios no ha muerto nunca y que lo que le sucede al profesor universitario es que odia a Dios, lo cual significa que sabe que sí existe pues, en caso contrario, no le odiaría. 
 
En primer lugar, muchos olvidan (o mejor dicho les interesa olvidar) que los cristianos no somos una religión y, en segundo lugar, olvidan que el maniqueismo lo han manejado, a lo largo de toda la Historia de la Humanidad, los ateos que, al final, quedan atrapados en las falacias de dichos maniqueismos. Hablemos del maniqueísmo; hablemos de lo que es en verdad el maniqueísmo, cómo se produce el maniqueísmo y quiénes son los que utilizan el maniqueísmo porque no tienen otros argumentos más valiosos para rebatir lo principios esenciales de la existencia de Dios. 
 
Los diccionarios y las enciclopedias (que en teoría se reconocen como neutrales y que no existe ninguna sospecha sobre su neutralidad) dicen sobre el maniqueísmo dos cosas principales: secta de los maniqueos y, de manera peyorativa, tendencia a interpretar la realidad sobre la base de una valoración dicotómica que deriva de dicotomía que, a su vez, significa por un lado división en dos partes (creer en Dios o no creer en Dios como decimos los cristianos al igual que los seguidores de Shakespeare dicen ser o no ser porque hay cuestiones en la vida que sí son absolutas) y por otra parte, en Filosofía, maquineísmo el método científico (no espiritual sino científico para que no haya duda alguna) de clasificación basada en que las divisiones y subdivisiones sólo tienen dos aprtes; cosa que sí proclaman los ateos cuando dicen creer o no creer, pero que los cristianos sabemos que no es cierto, puesto que hay cosas buenas y cosas malas (absolutos) pero también hay cosas que no son ni buenas ni malas (relatividades) ya que para los cristianos ni todo es absoluto ni todo es relativo sino que hay cuestiones que son absolutas y cuestiones que son relativas (para que no nos sigan confundiendo con los maniqueos)
 
A la hora de hablar de los maniqueos y el maniqueísmo (que no es una forma de vida como lo es el Crisitanismo sino una secta religiosa), hay que saber que nació en la mente de Mani, su iniciador, la nueva secta religiosa (algunos dicen que era una religión universal pero ya está desaparecida), y él mismo la predicó en diversos países. Era esencialmente misionera y su penetración venía facilitada por la existencia de un canon de libros sagrados escritos por el mismo Mani nacido en Babilonia y que vivió entre los años 216 y 277 después de Jesucristo) Estos libros eran: "Saburagan, "Evangelio viviente", "El libro de los misterios", "El libro de los gigantes" y las "Cartas", a los que habría que añadir una colección de sentencias, que están conservadas, en idioma copto. De este canon se conservan solamente faragmentos, pero existen tratados maniqueos completos en copto (hallados en El Fayum, Egipto central), iraní, uigur y chino (hallados en las cuevas de Turtan y Kan-su, China). La doctrina maniqueas, de tipo similar al gnosticismo (y no al cristianismo para entenderlo bien del todo), es de carácter abstracto (algo que gusta mucho a los ateos mientras que los cristianos somos totalmente concretos), y pudo adaptarse a diversas culturas y aceptar elementos del crsitianismo y del budismo (algo que no hacemos jamás los cristianos). Según el dogma maniqueo (y vean que digo dogma como imposición), existían al principio dos sustancias opuestas, una buena (luz) y otra mala (tinieblas) lo cual tampoco decimos los cristianos porque nosotros afirmamos que en el principio era el Caos y Dios dijo "hágase la luz" y la luz se hizo pero no para combatir a nada sino para brillar en el Universo. Estas dos sustancias (vean que no digo esencias sino sustancias que son dos cosas muy diferentes) eran eternas e irreductibles (lo cual no es Cristianismo porque nosotros predicamos que el Mal sí es vencido por el Bien). Así que basta ya con querer confundir al Cristianismo (que preconiza lo bueno, lo malo y lo que no es ni bueno ni malo) con ninguna secta que sólo imponga lo bueno y lo malo y nada más. 
 
Quien habla de maniqueismo al referirnos a la existencia de Dios olvida que los cristianos somos una forma de vida y una forma de comportarnos en la vida y no una religión ni mucho menos una secta religiosa que hable de buenos y malos. Dios no separa a los hombres en buenos y malos porque los crea a todos por igual y luego son los hombres los que se separan en buenos y malos. Así que explicado ya que los cristianos no somos maniqueos ni actuamos de forma maniqueas digamos que, al parecer, si lo hacen los ateos cuando niegan rotundamente la existencia de Dios diciendo que no existe y que no hay posibilidad de que exista (dos opciones de una misma cosa porque los ateos son dogmáticos y dictatoriales).
 
Los ateos están tan afanosos en querer demostrar la no existencia de Dios que se obcecan y olvidan el hecho real (y eso que ellos haban tanto de las realidades) de que 216 años antes de que naciera Mani (fundador del maniqueísmo) ya había nacido el Cristianismo en la persona de Jesús de Nazaret. Y es que los ateos deberían saber, antes de llamarnos maniqueos, mucha más Historia de la que dicen que saben, alardeando de ello como si fueran pavos reales,  para no cometer estas clases de ignorancias y estas enormes equivocaciones al decir que el Cristianismo es maniqueo cuando el maniqueísmo ni tan siquiera existía al nacer el Cristianismo. Así que sería muy recomendable que todos los ateos aprendiesen datos que incluso los pueden saber los niños y niñas que estudian primaria escolar. Y, para mayor contradicción todavía, los ateos son los que manifiestan ser maniqueístas al decir que sólo existen dos alternativas: creer en la existencia de Dios o no creer en la existencia de Dios; sin dar otra alternativa que, sin embargo Dios, a través de Jesucristo, si que la da porque para nosotros hay tres decisiones basadas en el libre albedrío que Dios otorgó a los hombres y mujeres: ser creyente, no ser creyente o ser indiferente. Esto también sería muy recomendable que lo supiesen los ateos antes de poner el calificativo de maniqueístas a quienes somos cristianos, ocultando la realidad que demuestra que los maniqueos son ellos. 
 
 
Los ateos usan y abusan tanto de la razón ("su razón") que, a fuerza de sentirse superiores al resto de los seres humanos, llegan hasta el extremo de irracionalizar a la razón ("su razón") pues queriendo evitar la aceptación de que Dios sí que existe y no está muerto, luchan entre ellos mismos, denodadamente, para convertirse ellos mismo en dioses supremos de la humanidad. Enfrentados los unos contra los otros (y se ve a lo largo de toda la Historia), los propios ateos son los que crean teorías ideológicas y luchan contra otras teorías ideológicas también ateas para sustituirlas por otras teorías igualmente contra las que luego luchan para crear otras teorías ideólogicas y ateas, y así indefinidamente a lo largo de la Historia de la Humanidad. A la hora de querer expresar sus ideologías ideológicas (porque el ateísmo es un conjunto de ideas que ellos han convertido en un conjunto de ideologías dejando de ser ideas) se contradicen los unos contra los otros; pero ninguno de ellos ha llegado a demostrar que sus teorías puedan ser prácticas a la hora de liberar a la Humanidad y conducirla hacia algo que sea fundamentalmente libre y que sería lo que conocemos como la felicidad. ¿Qué clase de ateísmo ha llevado alguna vez a la Humanidad a esa felicidad que ellos no comprenden? La respuesta es nunca.
 
 
Estamos en época de Navidad y no he visto, a lo largo de todo el año, a los niños y las niñas tan felices por tanto tiempo como cuando llega la época de la Navidad. ¿Saben por qué el Cristianismo ofrece felicidad en lugar de tristeza, envidia, celos y odios? Porque su realidad es de verdad igualitaria (no igualista como prometen los ateos anulando nuestras personalidades propias sino igualitaria porque todos somos distintos) para todos y para todas. Y es tan tangible dicha felicidad de nostros los creyentes que a todos los que creemos en la existencia de Dios, y que Dios vive y no está muerto, nos da una esperanza de que vamos a llegar a ser algo en lugar de terminar siendo nada. A la largo de mis experiencias como maestro de colegios de secundaria he llegado a ver a niños, adoslecentes y jóvenes fríos, aburridos, cansados de la vida, sin ganas de jugar, inexpresivos, ausentes... 
 
¿Cuál es la razón por la que seres humanos que han sido creados para vivir y gozar en la Tierra con la plenitud de sus espíritus hayan perdido la alegría por vivir desde sus más tiernas edades? La respuesta es que, durante todo el curso escolar, antes de que llegue la Navidad y después de pasada la Navidad, se les introduce la irracionalidad razonada de lo filosófico y lo político que ellos ni tan siquiera llegan a entender del todo bien o se les explica en el sentido de negar la felicidad cristiaaa. ¿Os imagináis lo que supone para un niño, un adolescente y un joven saber que, según los ateos, después de todo no existe nada?
 
 
En este mundo de los ateos cien por cien racionales (que niegan el espíritu y el alma humanas por el simpe hecho de que no los ven aunque sí creen en sus sentimientos aunque por supuesto tampoco los ven) me viene a la memoria lo sucedido con Enrique Tierno Galván. Este hombre, siempre tristón y melancólico, que llegó a ser Alcalde de la ciudad de Madrid (en España) un poco antes de morir pronunció ante la prensa (y los medios de comunicación de masas así lo recogieron) lo siguiente: "No creo en Dios, ¡pero cuánto daría yo por poder alcanzar la fe de los cristianos!". ¿Por qué un hombre al que se le suponía feliz y contento porque había alcanzado las metas materiales y materialistas que se había propuesto conseguir era tan infeliz que quería desear tener fe cristiana? ¿Qué sintió en su interior Enrique Tierno Galván anrtes de que le llegara su muerte? ¿Por qué tantos ateos que dicen haber descubierto la verdad de la no existencia de Dios, o de que si Dios vivió en algún momento ya está muerto, son tan infelices si se supone que están conociendo la verdad? ¿Es que es cierto que la verdad cuando se la conoce, como dicen los ateos, no produce ningún tipo de felicidad? ¿Es una felicidad que debemos buscar ansiosamente eso de creer que después de la vida no hay absolutamente nada y qué ganas de vivir puede despertar en los seres humanos esa clase de verdad atea? ¿No es una profunda y perenne congoja que asusta sólo de pensarla? ¿Cómo es posible que habiendo tantos ateos en la Tierra muchos de ellos, como sucedió con Enrique Tierno Galván, desearían haber tenido fe cristiana para haber estado realmente realizados como seres humanos? ¿Qué clase de realización personal puede ser eso de que al final no somos nada? ¿No es una contradicción absoluta estar luchando toda la vida para ser algo importante, como tanto les gusta ser a los ateos, para luego proclamar que no somos nada?
 
Los ateos no hacen más que criticarnos a los cristianos diciendo que hacemos apología del teísmo para demostrar la existencia de Dios y que Dios vive. ¿Se puede saber qué hacen los ateos para querer demostrar la inexistencia de Dios o que Dios está muerto? La respuesta es muy sencilla: hacen apología del ateísmo. Pero son tan falsos y tan hipócritas que, usando su apología, nos critican a nosotros por usar la nuestra. Sepamos, de una vez por todas, qué es una apología. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, apología solamente es un discurso de palabra o por escrito, en defensa o alabanza de alguien o algo. Y eso lo hacemos los cristianos que creemos en Dios como lo hacen los ateos que no creen en Dios. Pero hay una diferencia fundamental que nos da mayor inteligencia y superioridad a los creyentes; porque resulta que los cristianos defendemos y alabamos a un Ser llamado Dios que está vivo porque es un Ser, mientras que los ateos sólo defienden y alaban a una Cosa llamada Nada que está muerta porque no está viva. ¿Qué es superior, un Ser vivo como defendemos los cristianos, o una Cosa muerta como defienden los ateos? Volvamos a la neutralidad del lenguaje.
 
Para el lenguaje (que todos entendemos de la misma manera), un ser vivo u organismo es un conjunto material de organización compleja, en la que intervienen sistemas de comunicación molecular que lo relacionan internamente y con el medio ambiente en un intercambio de materia y energía de una forma ordenada, teniendo la capacidad de desempeñar las funciones básicas de la vida (y en este sentido Jesucristo es un ser vivo); mientras que, para el lenguaje, una cosa muerta (y Nada es una cosa muerta si es que existe) es un objeto inanimado, por oposición a ser viviente. Nosotros los creyentes cristianos hacemos apología teísta de un Ser vivo llamado Jesucristo que viene a ser el sujeto de toda nuestra creencia; mientras que los ateos hacen apología ateísta de una simple cosa llamada Nada que, si es que existe, no es un sujeto sino solamente un objeto. ¿Y qué es superior? ¿Un Ser vivo es superior a una Cosa muerta o una Cosa muerta es superior a un Ser vivo? Cualquiera que tenga un mínimo de razón sabe que un sujeto vivo es totalmente superior a un objeto muerto. Esto lo saben hasta los niños que empiezan a razonar; pero no lo saben, o hacen como que no lo saben, unos sabios adultos que se llaman ateos para creerse dioses sin saber ni tan siquiera distinguir esta elemental diferencia.
 
Los ateos hablan de apologías religiosas sobre el conocimiento cuando se trata de demostrar la existencia de Dios pero ¿qué clase de apología "religiosa" del conocimiento hacen ellos para intentar demostrar lo contrario? La gran paradoja, sobre este asunto, es que quienes de verdad hacen apologías "religiosas" del conocimiento son los ateos creyendo que el conocimiento sólo lo poseen ellos. Nos basta con observar, día tras día, cómo podemos gozar de la vida para entender que existe un Ser Superior que nos rescata del sueño para permitir que vivamos un día más. ¿La Nada puede conseguir tal cosa? ¿Puede la Nada despertarnos del sueño para que podamos gozar otro día más de vida? Creer por lo tanto en Dios es un reconocimiento que hacemos a ese Ser Superior cuya existencia los ateos quieren negar. ¿De verdad se puede pensar que de una cosa inferior (la Nada) puede surgir una cosa superior (el Universo) o es una falacia más de los hipócritas ateos? Es una falacia y una hipocresía. Lo que es inferior no puede crear algo que sea superior sino, a la inversa, lo que es superior crea algo que es inferior. Nos lo afirma incluso la Razón a la cual tanto defienden los ateos (para comprobar lo erráticos que son). Es razonable, lógico, justo y hasta verídico que un huevo (cosa inferior) no puede crear a una gallina (cosa superior) así que en favor de los creacionistas y en contra de los evolucionistas, hay que admitir como razonable, lógico, justo y hasta verídico que una gallina (cosa superior) es la que crea a un huevo (cosa inferior) puesto que de "lo menos" no puede crearse "lo más" sino que, ciertamente, de "lo más" se puede crear "lo menos". Esto nos demuestra que es Dios ("lo más") el que ha creado todo lo existente ("lo menos") y no la Nada ("lo menos") ha podido crear el Universo ("lo más"). Esto también lo saben los niños y las niñas de edad escolar aunque, vaya paradoja más absurda, no lo saben los profesores y las profesoras de las universidades.
 
Hablemos ahora de la Nada de la que tanto hablan los ateos. Si al final de todas nuestras vidas lo que hay es la Nada, ¿qué sentido lógico y entendible tiene entonces el ansia del desarrollo y la evolución que tenemos los seres humanos?. Un "reconocimiento" de "gratitud" para todos los "sabios" que nos intentan hacer creer que el desarrollo y la evolución sólo van a encontrar, al final, la Nada. Y yo me pregunto, ¿para qué nos aferramos a una existencia, cuanto más larga mejor, para al final no llegar más que a la Nada?, ¿no sería mejor no desarrollarnos ni evolucionar si al final vamos a ser Nada y así no gastaríamos inútilmente nuestras energías? De esto yo deduzco otra pregunta interesanrte: ¿qué existe en el interior de los seres humanos para querer desarrollarnos cada vez más y mejor y para poder evolucionar cada vez con más utilidad y eficacia? Porque si no existe nada en el interior de los seres humanos es totalmente absurdo e increíble que tengamos esos deseos. Así que no hay más remedio que aceptar que en el interior de los seres humanos hay algo superior a la materia que se mueve a través de nuestro espíritu que nos lleva a querer ser cada vez más completos. Y como no puede ser material porque lo material no lleva sino a otra cosa igual de material tiene que ser, sin duda alguna, el alma que nos insufló Dios y que es superior a cualquier cosa material. Así que sin la espiritualidad de nuestras almas no podríamos habernos desarrollado y haber evolucinado desde que Dios nos creó para habitar en la Tierra. Quienes niegan la existencia del alma (lo ateos) están negando la importancia de los seres humanos como algo trascendente y transcendental que sea superior al simple materialismo.
 
Por otro lado, los que niegan el alma (los ateos) que sólo puede provenir de un Dios que, además, esté vivo, simplemente están continuamente destruyendo lo esencial de nuestro modo de existir; porque los ateos no sólo no son capaces de construír un mundo mejor con la ausencia de Dios (como la Historia nos lo está demostrando siempre desde que estamos en la Tierra hasta la acutalidad) sino que nos llevan de contradición en contradición a un mundo cada vez peor por destruír nuestra esperanza de conseguir un mundo mejor. Los que creemos en la existencia de un Dios vivo (los cristianos para identificarnos plenamente) sabemos que al final de nuestros días podemos ir, cada día, diciendo "he cumplido mis sueños de ayer y mañana cumpliré mis sueños de hoy" porque sabemos que ese es el verdadero desarrollo de nuestras personalidades humanas y esa es la verdadera evolución de nuestras esencias reflejos de Dios. Si no sintiésemos esto caeríamos en el mismo absurdo en el que caen los ateos. ¿Saben los ateos a qué clase de sueños me estoy refiriendo? Vamos a definirlo.
 
No podemos tener esa clase de sueños de desarrollo personal y evolución esencial si no tuviésemos esa fe que tanto ansían tener ateos bienpensantes como lo era Enrique Tierno Galván y otros que todavía lo son. Sin la verdadera fe en un Ser Superior no podríamos tener más fe que la que nos delimita como simples animales vivos nada más (que es lo que en realidad creen los ateos cuando se trata de hablar de seres humanos). Sin la fe en la creencia verdadera de que Dios no sólo existe (Dios Padre) sino que está vivo (Dios Hijo Nuestro Señor Jesucristo) y que nos hace desarrollarnos y evolucionar (Dios Espíritu Santo) la vida sería una verdadera y lastimosa pérdida de tiempo. Sin la fe de la que hablo nos estaríamos hundiendo por completo en un sacrificio inútil porque toda pérdida de tiempo es un sacrificio inútil y siempre vano. Si no tenemos esa clase de fe en la creencia de que existe un Ser Superior que, además, está vivo para ofrecernos algo después de la vida en la Tierra, caeríamos en cualquier ideología atea que sólo ofrece la Nada a cambio de un sacrificio sin sentido alguno. Si los cristianos no creyésemos en nuestras ideas inferiores (conjunto de ideas y no ideologías) que nos remite a una Idea Superior no tendría sentido tener esas ideas inferiores como camino a seguir y nuestra existencia sería una nulidad como sucede con la de los ateos.
 
Elijamos el ejemplo de los deportes y los juegos. Elijamos, por elegir alguno, el fútbol. Cuando yo juego al fútbol lo hago para obtener algo y a ese algo lo llamo resultado. Juego para ganar, empatar o perder; pero estoy jugando para conseguir ese algo que se llama resultado porque sé que jugar al fútbol sólo tiene validez si te sirve para obtener algo llamado victoria, empate o derrota, pero siempre algo por lo que haya merecido la pena jugar. Los ateos, al decir que luego no hay nada, es como si estuvieran jugando al fútbol para no obtener, al final, nada de nada; o sea, que no juegan para obtener algo (un resultado) sino para perder el tiempo; lo cual, en fútbol como en cualquier otro orden de las acciones de las vidas humanas (sean las que sean y de la importancia que sean), es una verdadera estupidez además de un absurdo.
 
¿Qué es más importante?¿Lo que creen unos ateos adultos (siempre también adustos) que niegan la felicidad final o creer en unos niños infantiles que sólo buscan la felididad continuamente durante toda su infancia? Soñar. Eso es lo que los ateso no saben explicarnos bien porque no lo entienden bien. ¿Soñar en qué? ¿Buscar qué? ¿Para qué estamos en el Universo sino para soñar y buscar algo que dé total validez a nuestras existencias?
 
He podido comprobar (a través de mis experiencias vitales) que los ateos tienen mucho miedo de hablar de Dios o que los demás hablemos de Dios delante de ellos (que es lo que le sucede al profesor universitario en la película "Dios no está muerto"). ¿No será que encubren sus inteligencias con el negativismo? ¿Y qué es una inteligencia negativa sino una no inteligencia? ¿Para qué queremos la inteligencia negativa -como tanto proclaman los ateos- que nos hace dejar de ser inteligentes porque nos convierte en impotentes? Eso es, en definitiva, el conjunto de todos los ateísmos: la ausencia de inteligencia positiva que hace que los cristianos sepamos que somos positivos ante los demás y estamos dando alguna esperanza a los demás mientras ellos sólo publican la impotencia que consiste en no hallar nada después de que han muerto. ¿Si no somos positivos qué es lo que estamos construyendo en la vida conviviendo con los demás seres humanos? ¿Teorías del conocimiento para decir, al final, que el conocimiento no nos conduce a ningún Ser Superior sino a la ausencia de todo, incluyendo dicho conocimiento?
 
Gastamos hasta billones y más billones de monedas buscando una incógnita que nunca se puede descubrir creyendo que todos esos billones y más billones de monedas nos van a dar la solución cuando se está demostrando que lo único que generan es nuevas inversiones de billones y más billones de monedas mientras la incógnita sigue sin resolverse. La existencia o no existencia de Dios no se basa en la cantidad de dinero que nos gastamos para saber si existe o no existe. ¿Qué sentido tiene, entonces, malgastar toda esa ingente cantidad de billones de monedas en asuntos distantes a millones de años-luz mientras continuamos destruyendo todo lo que está a nuestro alrededor, incluso a pocos minutos o segundos de distancia? ¿Y si la Creación de Dios es, al final, una ausencia de Dios, qué presencia nos ofrecen los ateos para, después de destruir todas las esperanzas lcuhando unos contra otros, decir lo que dijo Sócrates: "Sólo sé que no sé nada"? ¿Para qué sirven entonces tantos derroches económicos -mientras millones de seres humanos se mueren cada día de hambre-si al final terminamos por decir que no sabemos nada o que hay que seguir buscando respuestas para seguir sin saber nada? ¿Es eso realmente práctico como tanto les gusta decir a los ateos? ¿Qué es más practico, alimentar a millones de seres humanos para que no mueran de hambre o alimentar el "ego" de esos "sabios" que nos van a decir, al final de todo, que alfinal de todo sólo existe la Nada? ¿Para qué se esfuerzan tanto en querernos demostrar que no existen ni el espíritu ni el alma? ¿O será que, en verdad, el materialismo ateo (sea de la ideología que sea) sólo es un dogma que nos deja a todos insatisfechos? ¿No huyen los ateos de los dogmas cristianos, que sólo aconsejan algo positivo como opción voluntaria de cada ser humano de manera individual, para crear ellos también otros dogmas que, además, nos los quieren imponer con la fuerza de sus argumentaciones que cada día se van contradiciendo las unas con las otras, para ser todos unas masas despersonalizadas? Si yo vivo para que mi vida no sea importante porque no ha servido para nada positivo a alguien que me ha leído o me ha escuchado, ¿para qué sirve entonces mi vida de cara hacia los demás? Mi vida no vale nada si les digo a los demás que al final no soy nada. La existencia humana tiene que tener algún propósito positivo o no tiene lógica alguna que seamos superiores a los demás animales.
 
Sin límites. Podemos vivir plenamente sin los límites que nos quieren imponer los ateos; pero resulta que, y he aquí otra paradoja más, si aceptamos que Dios no existe o que si existió murió en algún momento de la Historia, estamos poniendo límites a nuestras propias existencias porque estamos impidiendo que nuestros sueños rebasen los límites que los ateos nos imponen en contra de nuestra verdadera voluntad. Y si es verdad que hay límites, ¿para qué insisten tanto en decir que hemos evolucionado cuando la realidad nos demuestra que estamos igual que al principio?
 
Bertrand Russell alcanzó la fama (no tanto el éxito sino la fama que son dos cosas hasta opuestas) con su libro titulado "Por qué no soy cristiano". He leído a Bertrand Russell y he leído dicho libro pero, al final de su lectura, me quedé incompleto, irrealizado, incapaz de saber qué soy y para qué estoy en la Tierra. Unos tras otros de todos sus fundamentos me fueron derrumbando mi fe en la Humanidad hasta que me encontré una verdadera salida: mi Fe en Jesucristo. La verdadera tragedia humana, de la cual siempre hablaban los pueblos de la Antigüedad, y de la cual siguen hablando muchos de los llamados pensadores de la actualidad, es que la han creado los propios seres humanso al negar la posibilidad de poder superarla. Me refiero a la Muerte. Si lo que terminamos por ser todos es solamente Muerte ¿qué sentido tiene la Vida y qué sentido tiene estar vivos? Yo no he visto jamás, ya que tanto se habla de evolucionismo, algo que nazca para desaparecer del todo puesto que, siguiendo los puntos del evolucionismo, Darwin nunca encontró la verdadera respuesta a sus inquietudes. Todavía seguimos sin descubrir el "eslabón perdido" mientras estamos gastando la vida en buscar el origen de algo que nadie sabe lo que es. Si leemos a los ateos resulta que al final todos ellos dudan. ¿Y si dudan los autoproclamados "sabios" de la posmodernidad qué sucede con los demás seres humanos que creen en ellos cuando ellos solamente son dudas y nada más que dudas?
 
El profesor universitario de la película "Dios no está muerto" impone su autoritarismo y dictadura materialista cuando obliga a todos sus alumnos y alumnas a que sólo tiene la opción de escribir en un papel, en el inicio del curso académico y si es que quieren aprobar su materia de Filosofía, la frase "Dios está muerto". El alumno que le rebate dicha argumentación sólo le está pidiendo que les de una oportunidad a sus alumnos y alumnas para sean ellos mismos y ellas mismas los que decidan si "Dios está muerto" o "Si Dios no está muerto". El profesor universitario no quiere, para nada, sacrificar su ególatra importancia social pero el alumno que le rebate tiene que renunciar incluso al amor de su novia para ofrecer esa alternativa a sus compañeros y compañeras del aula. Por eso al final triunfa el alumno y la inmensa mayoría de los compañeros y las compañeras del aula, viendo su postura positiva y de esperanza final, terminan por declarar que "Dios no está muerto".
 
Ahora mismo estoy pensando. Resulta que hasta hace muy pocos años todos los historiadores, historiadoras o personas (por lo menos del mundo occidental) que tenían que usar fechas históricas escribían siempre a.JC. o d.JC (que significa antes de Jesucristo y después de Jesucristo reconociendo que Jesús de Nazaret es Dios); pero desde un tiempo a esta parte, debido a los falsos e hipócritas ateos, la mayoría de estas personas escribe ahora a.C. o d.C. (que significa antes de Cristo o después de Cristo como si Cristo fuese "cualquier cosa" que cada uno crea que es); pero resulta que Cristo, como ya he demostrado, no puede ser "cualquier cosa" porque ninguna "cosa" puede ser Dios; sino que Jesús de Nazaret nos señala cuál es el Camino para encontrar a Dios, cuál es la Vida para vivir como Dios manda y cuál es la Verdad para demostrar que Él es parte de Dios porque él es Dios. Por eso yo siempre escribo, en mis textos, a.JC. y d.JC. o, para ser más fiel a mis principios positivos cristianos, escribo, con todas las palabras, antes de Jesucristo o después de Jesucristo. Así que termino estas reflexiones señalando que hoy estamos en el mes de diciembre del año 2014 después de Jesucristo; porque como dice La Palabra de Dios, "quien me confesare ante los hombres yo también le confesaré ante el Padre". Gracias a Dios Padre. Gracias a Dios Hijo Nuestro Señor Jesucristo. Y Gracias a Dios Espíritu Santo. Amén. 
 
  
 
 
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Descripción

Reflexiones de carcter social y cristiano.

Palabras Clave: Comunicacin Divulgacin Reflexiones Pensamiento Conocimiento Instrucciones Sociedad Realidad Verdad Fe Cristianismo.

Categoría: Conocimiento

Subcategoría: Instrucciones



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