Cuenca de España. Año 1984 después de Jesucristo. Está finalizando mi noviazgo y está comenzando la Gran Aventura de mi vida. Hemos estado comiendo en casa de Rafa y Luz. Nos han invitado y hemos llevado a cabo una feliz e interesante conversación. Rafa me indica el "camino de los enamorados" que yo conozco de sobra desde mi más tierna infancia. Así que hago caso del consejo y aprovecho todos los minutos sin pérdida alguna. Ya sabemos todos lo que sucede en el "camino de los enamorados" pero tenemos que tener cuidado con los suicidas que se arrojan desde el Puente de San Pablo sin previo aviso...
 
No hace falta decir ni aclarar que tengo ya pensado dormir con Ella en un hotel, a lo cual mi chavalilla (entiéndase Princesa "Lina" para no confundirla con ninguna otra ajena a mis intereses) acepta convencida de que yo soy un "buen chico". Así que para celebrar su consentimiento aprovecho la noche para invitarla a baialr. ¿Sé bailar o no sé bailar? Voy a despejar las dudas que tenían Paloma y Palomo desde 1967. Mientras llega la hora de bailar sonrío pensando en Paloma y Palomo. La suerte está echada como ocurre con los sorteos de las loterías. Lo que sucede es que en esta ocasión no ha habido ninguna lotería sino un designio de Dios... 
 
Recuerdo mis experiencias vividas en las discotecas de Madrid capital y vuelvo a sonreír. "Lina" (Liliana) no sabe por qué sonrío tanto. Quizás está pensando que yo soy uno de esos donjuanes que no se comen en realidad ni una sola "rosca" aunque ellos dicen no tener piedad con las mujeres pero da verdadera pena verlos pulular como los fantasmas, o que soy un sanjuan (que tampoco). Todos se han equivocado conmigo. Ni tanto ni tan calvo. Estoy pensando para mis adentros los próximos movimientos. Es lo único que me interesa. Y es que se puede ser un conquistador de chavalas muy guapas (como Ella) sin tener que haber sido un crápula arruinado por culpa de las brujas...
 
Algunos creen que es verdad lo que se dice de mí. ¿Cuál es la verdad de mis secretos? La única verdad la conocemos Jesucristo y yo y no pienso aclarárselo a ninguno de los muchos cotillas que quieren descubrirla. Como dijo Ondaro: "si digo que sí me llaman sinvergüenza y si digo que no me llaman tonto". Así que paso del asunto y sigo sonriendo...
 
Dicen que los verdaderos expertos en esto de ligar con las chavalas más guapas y de mejor ver no dicen nada. Yo no digo nada. Si lo dicen por algo será. Pero para decir tonterías ya hay de sobra con José Luis C.H., Fernando M.E., Alfonso P.G. y otros muchos más del mismo "pelaje". ¡Así les luce el pelo a todos ellos! ¡Son más casposos que el cepillo de Strombi que me ha contado mi chavalilla! No tiene ningún interés para mí desvelar los misterios de mi existencia. Más acá de todos ellos están los ojos de Ella, las miradas de Ella, las risas de Ella. Si los demás me comprenden o no me comprenden no es asunto que me importe. Y es verdad que no me importan sus habladurías pues sigo pasando, como siempre, de todos los cotillas que nunca jamás acertaron quién era mi verdadera enamorada...
 
Así que llega la hora de baialr. ¿Bailo o no bailo lo suficiente? Lo que sucede es que ya harto de que la rodeen los paletos que quieren "comerse una rosca" con Ella pues voy, me levanto y doy por terminado el  bailes del "no va más". El baile del "no va más" ha terminado. Lo demás, y me refiero ya al hotel, sólo lo conocen las estrellas que alumbran el cielo. Y es que sigo siendo el mismo bohemio de siempre... y por eso sonrío pensando en "Confidencias a media noche"... Abur y a vivir que son dos mil años y pico...