Seguimos con nuestras reflexiones de principios del año 2015 después de Jesucristo. Está muy bien eso de cantar, a pleno pulmón, lo de "¡A ganar en buena lid caballeros del hornor!", pero ¿los del Real Madrid siempre ganan en buena lid siendo, además, caballeros del honor? ¡Eso no se lo cree ni Miguel González Campo! Yo he defendido a Míchel haciendo público que le anularon un gol que fue válido jugando con la Selección Ëspañola contra la del Brasil. De acuerdo. Eso fue justo y por eso lo hice público. Pero ¿de verdad siempre ha sido caballero del honor este tal Míchel? Son fechas para recordar, así que recordemos... pero no voy a citar ahora la ocasión en que le tocó los huevos a Valderrama, que ya es ser poco caballero y menos todavía con honor... sino a la final de la Copa del Rey de 1981, en la categoría de juveniles, en que Míchel jugaba en el juvenil del Real Madrid y se enfrentaban a los juveniles del Bilbao Athletic. Dejando de lado la acción poco honorosa de tocarle los huevos a Valderrama recordemos lo que hizo Míchel en aquella final.
 
Recordemos: Una de las finales con más polémica, fue la que se jugó el 18 de Junio de 1981 en el estadio Vicente Calderón. El Real Madrid ganó al Athletic de Bilbao gracias a una acción muy discutida en el primer gol. En el minuto 58, Míche adelanta a los blancos con un tanto que solo acertó a ver el colegiado catalán Miguel Pérez; un disparo que no entró y que lastró a los vascos el resto del encuentro. El propio Michel se mostraba incrédulo al observar la reacción del árbitro, que concedió el gol a pesar de encontrarse a más de cuarenta metros de la jugada.
 
En realidad no es que el balón disparado por Míchel no entró en la portería sino que lo hizo por la parte exterior de la red, por un agujero que había en la parte lateral de la portería que defendía el guardameta vasco, habiendo salido el balón fuera del campo de juego, debido a un agujero en la red. El balón entró a través de dicho agujero junto a la barra metálica que sirve para soportar el peso de las redes. Ante las protestas del guardameta vasco, el árbitro fue a inspeccionar la red pero no descubrió el agujero y Míchel, que muy bien sabía que su disparo había salido fuera del campo de juego se hizo el mudo y el tonto (en lugar de decir la verdad) así como todos sus compañeros de equipo. ¿De verdad a eso lo podemos llmar "a triunfar en buena lid caballeros del honor"?
 
Esta fue la crónica futbolera que publicó el Diario ABC de Madrid al día siguiente. 2-1: El Real Madrid, campeón de juveniles.- El Real Madrid se proclamó campeón de la Copa del Rey (Juan Carlos I confirmo yo) de fútbol al derrotar al Bilabo Athletic por dos tantos a uno, en el encuentro que sirvió de aperitivo para la final de profesionales. El primer tiempo finalizó sin goles. 
 
Arbitró el colegiado catalán Miguel Pérez. Muy mal. Su mayor fallo radicó en no atender las indicaciones de sus jueces de línea y seguir el juego muy de lejos, tanto comoi para dar por válido el primer gol del Madrid, que entró en la portería por un lateral de la red, que estaba rota. Tampoco acertó en el orden disciplinario y estuvo a punto de escapársele el partido de las manos cuando se endureció el juego en la segunda parte. Enseñó tarjeta amarilla, a los ocho minutos, a Michel y Uriarte, y debió mandar a los vestuarios, a los sesenta y tres minutos, a Salinas, por agredir sin balón a Serrano en sus propias narices. 
 
Alineaciones: Real Madrid.- Aguilera; Arroyo, Pombo, Francis; Martín, Martos (Mai); Pardeza, Míchel, De las Heras, Gálvez y Serrano (Montolivo). Bilbao Athletic.- Iruarrizaga; Murúa, Pachi Salinas, Uriarte (Lamborena); Baquero, Rubén Bilbao (Sota); Eguiluz, Azpiazu, Sergio, Jesús Salinas y Oscar.
 
Poco público al comienzo del partido y los hinchas del Barcelona recibieron con aplausos y animaron constantemente a los bilbaínos, mientras los del Sporting (de Gijón añado yo) hacían lo propio con los del Real Madrid. Campo en excelente condiciión y calor. Yo añado que era el estadio Vicente Calderón del Atlético de Madrid.
 
Goles.- 1-0: Minuto cincuenta y ocho. Pase de Serrano a Míchel, que tira cruzado y el balón entra por un lateral de la red. El propio Míchel se quedó quieto  al ver lo sucedido, pero al ver el balón en la red, con mucha picardía impropia de un caballero del honor, levantó los brazos y el árbitro, a 40 metros de la jugada, sin mirar siquiera al linier que estaba señalando que el balón había salido fuera del campo, concede un tanto que no es. 2-0: Minuto sesenta y siete. Centro pasado de Serrano. Falla el portero en su salida, devuelve el balón Míchel al centro del área y De las Heras sólo tiene que empujar el balón a la red. 2-1: Minuto setenta y cinco. Falta al borde del área del Madrid. Libre directo que transforma magistralmente en gol el bilbaíno Sergio colocando el balón por la misma escuadra. 
 
El partido ha sido soporífero en la primera mitad y animado y emocionante en la segunda, sobre todo a raíz del gol fantasma que logró el Madrid (a trampas añado yo) a los dieciocho minutos de este período y que despertó a los bilbaínos, viéndose a partir de entonces un juego máas vivaz por parte de ambos conjuntos, con más ambición y más calidad futbolística.
 
Hubo un momento en el que el encuentro había sido un recital de fallos, sobre todo por parte de los bilbaínos, y nunca supieron aprovechar sus ocasiones los madridistas. El Real Madrid no necesitó absolutametne ese gol fantasma que ahora empaña un triunfo aunque haya sido merecido porque durante todo el partido tuvieron más sentido y colocación que los pupilos de Stéfano.
 
El Athletic estuvo sin oficio, falló con todos sus hombres, y dio la impresión de tener muchos nervios y una responsabilidad que atenazaba sus acciones. Los mejores por el Real Madrid fueron Míche, Francis y Serrano. Y por el Bilbao Athletic destacaron Sergio y Óscar.
 
Yo vi el partido por la televisión, muy cerca del estadio, y ha vuelto a visionar muchísimas veces la jugada del gol fantasma del fantasma de Míchel (que va por la vida dándoselas de guapo ya que le regalan todo y no paga nunca en los comercios)  y se ve con total claridad cómo el balón sale fuera del campo y entra en la portería por un agujero que hay en un lateral de la portería junto al soprote de hierro que sirve para sujetar las redes. ¿De verdad es cierto eso de "a triunfar en buena lid caballeros del honor" cuando ni se es caballero ni se tiene honor? ¡A ver qué dice ahora Fernandito M.E. el de la Florida madrileña!.