EL COLLAR
Publicado en Jan 06, 2015
Una importante compañía de alcance internacional había decidido obsequiar a sus ejecutivos con un viaje en un crucero por todo el Caribe.
Todos embarcaron acompañados por sus esposas y esposos, con la alegre sensación de iniciar una placentera travesía. Entre tantos pasajeros destacaba uno que como gerente sénior de la importante sucursal de Miami quien gozaba de mucho prestigio por ser poseedor de una extensa cultura. Durante el viaje se había encargado de proveer información acerca de todo aquello que usted se pueda imaginar. Llegando por momentos a ser una molestia para algunos. -Este plato es originario de las islas fiji, sus condimentos son cosechados utilizando una novedosa técnica que consiste en bla, bla ,bla, bla. No callaba este brillante e informado individuo. Pero un hecho fortuito, tal vez, puso fin a su “reinado” como "guía" de grupo. Resulta que, en una cena formal en donde se compartía animadamente entre empleados y propietarios, la esposa de uno de los altos ejecutivos exhibía un hermoso collar de brillantes que, desde luego llamó la atención de todos, Así que sin perder tiempo aquel hombre destacó que se trataba de una valiosa joya, Cuyo costo podría rondar entre los 40.000 o los 50.000 dólares. Ya que se trataba de diamantes auténticos, finamente cortados. Y que él lo podía afirmar pues podría detectar su autenticidad como experto joyero que había sido toda su vida. -¡Pues mire mi amigo que se acaba de equivocar, pues ese collar lo compró mi mujer en una venta de garaje; Así que se trata de una baratija! Estuvo a punto, el protagonista de nuestra historia, de sacar un moderno probador de diamantes que guardaba en sus bolsillos pero una mirada suplicante, de aquella hermosa mujer, lo detuvo. Así que todos rieron de buena gana cuando este señor, bajando la cabeza, confesó que se había equivocado y que ciertamente se trataba de una hermosa bagatela. El resto del viaje, nuestro sabio amigo, fue la burla de todos; siendo usual que alguien, irónicamente, le expectara: -¡Álvaro!-Asi se llamaba- ¿que dice ese experto en diamantes?- soltando luego una sonora carcajada- Meses después se enteró que, aquella linda mujer era, nada mas y nada menos que la amante de uno de los propietarios de la compañía y que, el collar en cuestión, era uno mas de aquellos costosos regalos que la habían conquistado. Hay veces en que es preferible sacrificar el salir airoso por anteponer nuestros valores y, hasta quizás, una buena dosis de compasión.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|