Psicología Femenina (1) Reflexiones para Café-Tertulia.
Publicado en Jan 09, 2015
Las mujeres han tenido que enfrentarse a prejuicios en torno a su sexualidad. Poco a poco se han ido superando y la mayoría se sienten cada vez mejor consigo mismas, con su cuerpo, mente y emociones.
La mentalidad femenina se ha abierto a la sensualidad que equilibra su personalidad. Pero la mujer no siempre se encuentra mentalmente dispuesta y relajada para concentrarse en el erotismo. La razón es, sencillamente, que a veces es imposible evadirse de los problemas que acarrea un día completo en el trabajo o en casa. El agotamiento o el estrés dificulta el disfrute del encuentro sexual, así como la indiferencia y el desánimo que provoca el constante bombardeo publicitario de una sociedad tan competitiva como esta en la que vivimos. Prácticamente se le exige a cada mujer que responda a un modelo tipo de belleza. Al intentar alcanzar la imposible perfección, la autoestima desciende e irrumpe el temor a ser rechazadas. Si una mujer se siente coartada psicológicamente, al sentirse insegura de su atractivo, su deseo tiende a disminuir haciendo que el atractivo físico del hombre no sea suficiente. Uno de los desencuentros más habituales entre los sexos es que este sentimiento, tan peculiar en las mujeres, no siempre es bien entendido por ellos. La sensible mente femenina detecta de inmediato cuándo su propia pareja busca una salida rápida, respondiendo a su propio deseo, por lo que la estimula directamente en sus centros erógenos, sin considerar que, casi siempre, ellas prefieren los juegos preliminares que se demoran, sugieren y hacen que se sienta deseada y mimada. Si su amante se precipita hacia el coito, sin esperar a que ella se excite, su respuesta inmediata será lo contrario de lo que él espera, se retraerá y dejará de ser receptiva a los estímulos. La mujer es un misterio para el amante que se siente inseguro al no saber con exactitud cuál es la forma más adecuada para estimular a su pareja. La psicología desempeña un papel decisivo, de modo que por lo general la mujer necesita sentir que él está realmente pendiente de sus reacciones, dispuesto a conocerla hasta en lo más íntimo y que lo hará dedicándole todo el tiempo necesario para que su libido despierte y luego fluya activamente. Las mujeres valoran el sentido del humor, las fantasías compartidas, la imaginación. Y aprecian que el amante las sorprenda, rechazando los gestos repetitivos, las caricias previsibles y la monotonía. Los estímulos a los que responden no solamente son de tipo físico, sino que también esperan que él erotice su mente y sus sentidos. Las mujeres usan sus propios recursos mentales y psicológicos cuando están haciendo el amor, tales como recuerdos, imágenes, fantasías e incluso sueños eróticos que han tenido. Es fundamental que el amante, además de excitar las zonas erógenas, también estimule sus emociones. Una buena manera de hacerlo es decirle al oído lo atractiva que es y lo mucho que la desea. Al mismo tiempo, el hombre debe ser sensible a las reacciones que van produciéndose en el cuerpo femenino y a las diferentes señales de que el deseo de ella va creciendo. Fuentes: La sexóloga María Galloti y mi propia experiencia conociendo a las mujeres que ha sido muy amplia y muy emocionante. Posdata.- Dejémonos ya de hablar tanto de las obsoletas, aburridas y moribundas ideologías de los políticos y hablemos de cosas muy interesantes como esto de conocer la psicología de las mujeres que es tema siempre de actualidad y muy viva.
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