Seres peligrosos (Novela y Guin Cine) .Captulo 10-
Publicado en Jan 19, 2015
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El mismo día en que Joseph y Norah Tatiana vivieron aquellas inolvidables experiencias en Las Vegas, en la ciudad de Amarillo había comenzado la mañana con el capitán Jon Richards Bach entrevistando, ante la presencia del comandante Frank Captain General, al sargento Gafitas. 
 
- Vamos a ver, Gafitas. Hablemos de hombre a hombre y olvidando las jerarquías. 
 
- ¿De qué quiere que hablemos, capitán?
 
- Para empezar a romper el hielo entre nosotros dos, cuéntame por ejemplo cómo sucedieron las cosas en el Motel Travelodge.
 
- ¡Ya lo he repetido mil veces!
 
- ¡No permito, ni una vez más, que nadie salvo yo levante la voz en mi despacho!
 
- Perdone, comandante, pero es que este capitán me pone nervioso... 
 
- Pues haz el maldito favor de tranquilizarte y hablar como una persona; así que contesta con educación, y sin levantar la voz para nada, a lo que él te está preguntando. 
 
- Ya lo he repetido mil veces.
 
- De acuerdo, Gafitas, pero resulta que a mí me encantan los cuentos orientales de las mil y una noches... así que cuéntamelo una vez más para llegar a las mil y una veces. ¿De acuerdo? 
 
- Lo que no comprendo es por qué tengo que contarlo mil y una veces si usted considera que es un cuento. 
 
- Porque todo cuento esconde una moraleja y quiero saber que moraleja aprendo esta vez. 
 
- Como ya he contado mil veces antes, un joven al que se le conoce como Adán, disparó a mi hermano el teniente Gafotas matándole instantáneamente. 
 
- ¿Y ese joven estaba sentado cuando disparó a su hermano el teniente Gafotas?
 
- Estaba sentado junto a una jovencita a la que se la conoce como Eva.
 
- Perdona el chiste fácil y malo, Gafitas, pero con tanto Adán y Eva, esto parece un cuento del Génesis bíblico. ¿De verdad estaban Adán y Eva sentados cuando él mató a tu hermano del alma querida?
 
- ¡No consiento que nadie se burle de la muerte de mi hermano!
 
- Baja la voz porque hay moros en la costa. 
 
- Vuelvo a repetir que estaban sentados los dos. 
 
- Como buen profesional de la policía que eres... ¿sabes bien lo que se estudia en balística?...
 
- No soy un profesional de la balística. Eso es parte de los agentes que se dedican a investigar sobre crímenes sangrientos. 
 
- Bien. Luego hablamos de eso. Ahora quiero saber si ese joven y esa jovencita hablaron con El Gafotas antes de matarlo. 
 
- No intercambiaron ni una sola palabra. 
 
- ¿Y las miradas? ¿Hubo quizás algún cruce de miradas entre ellos?
 
- No sé a qué viene esa pregunta... 
 
- Estoy diciendo que si tanto El Gafotas como tú mirásteis a la parejita de jóvenes y, de manera muy especial, a Eva.
 
- Esto... sigo sin comprender...
 
- ¿Me quieres a mí convencer de que ante una chavalilla que está como un verdadero monumento viviente no le echásteis una mirada tu hermano y tú?
 
- Esto... sí... pero... ¿es acaso un pecado mortal hacerlo?... 
 
- Eso quiero investigar. 
 
- No le entiendo... 
 
- Lo que quiero explicarte es que a veces sí es pecado mortal fijarse en ciertas modelos femeninas incluso, en ocasiones, antes de que sean mayores de edad. ¿Me comprendes ahora?
 
- Sigo sin entender lo suficiente...
 
- Bien. Hablemos entonces del Motel Travelodge. ¿Sabes dónde se encuentra?
 
- Claro que lo sé. Sería un estúpido si no lo supiese. 
 
- ¿Dónde se encuentra?
 
- En el 2035 del Paramount Boulevard. 
 
- ¿Acudíais, tu hermano y tú, muchas veces al Motel Travelodge del 2035 del Paramount Boulevard?
 
- Solamente muy de tarde en tarde. 
 
- ¿Y se puede saber por qué acudíais allí si, como ya he investigado yo, resulta que está situado en una zona que no corresponde a la de vuestro patrullaje?
 
- Lo hacíamos para echar una mano. 
 
- ¿Echar una mano a quién?
 
- A los compañeros de dicha zona.
 
- ¿Cómo se llaman los compañeros de dicha zona?
 
- Ni idea. 
 
- Pues ya es bastante raro que echáseis una mano a compañeros de los cuales no teníais ni idea de cómo se llamaban. ¿Echabáis una mano a alguien más que estuviese en el Motel Travelodge?
 
- No sé a dónde quiere llegar usted con esa pregunta. 
 
- Hablaremos también luego de eso. ¿Qué me dices, ahora, de un Buick La Crosse, de color rojo, y con matrícula NY 0484 GYY?
 
- Que fue el automóvil cuya matrícula anoté en mi agenda. 
 
- ¿Por qué hiciste eso si no era la zona de patrullaje que os correspondía vigilar?
 
- Porque El Gafotas y yo nos dimos cuenta de que era algo sospechoso.
 
- ¿Cuántos automóviles se encontraban en el Aparcamiento de ese Motel en el momento de que llegásteis los dos para echar una mano a alguien?
 
- No voy a contestar si sigue usted ironizando.
 
- No estoy ironizando. Es mi manera y forma de investigar. ¿Puedo saber ya cuántos automóviles se encontraban en aquel lugar la noche del suceso que estoy intentando aclarar?
 
- Bastantes. 
 
- ¿Algo así como más de una docena?
 
- Algo así.
 
- ¿Y quién decidió que el único coche sospechoso, de todos los allí aparcados, era ese Buick La Crosse de color rojo? 
 
- Nuestra intuición.
 
- ¿La intuición de quiénes?
 
- De mi hermano Gafotas y yo.
 
- ¿Quizás podemos añadir también la intuición de Sidney Vic Stones?
 
- ¿Qué tiene que ver "The Sex Gun" en todo esto?
 
- Eso quiero yo saber... 
 
- No puedo decir nada más.
 
- Mírame bien, Gafitas. ¿Tengo yo cara de tonto?
 
- Tiene usted cara de muy inteligente. 
 
- ¿Entonces cuál es el motivo de que me intentes tomar el pelo?
 
- No es esa mi intención. 
 
- Lo acepto. ¿Puedo ya saber cuáles eran las intenciones de tu hermano y tú para anotar esa matrícula?
 
- Intuímos que algo sospechoso debía suceder cuando un coche de Nueva York se encontraba en Amarillo. 
 
- Ya. Y resulta que vuestra intuición era cierta.
 
- No sé qué quiere usted decir.
 
- Que llevaba, camuflado debajo de su embrague, más de dos kilos de cocaína.
 
- ¿Cómo sabe usted eso?
 
- Secreto del sumario. Mi pregunta es ¿cómo es que El Gafotas y tú conocíais tanto y tan bien al que llamáis "The Sex Gun"?
 
- No es nada raro. Es un personaje muy conocido en los altos niveles sociales.
 
- ¿Y no sabíais que está metido de lleno en el asunto del tráfico de cocaína procedente de Bolivia?
 
- Ni idea.
 
- ¿Tampoco tienes ni idea de quién es Julio "El Negro"?
 
- Creo que he oído hablar algo de él.
 
- ¿Crees que se llama, en realidad, Julio Ré Murcia?
 
- Ahora que me lo hace recordar... sí... se llama de esa manera...
 
- Cuéntame algo de él, por favor, ya que estamos charlando algo así como de hombre a hombre aunque no seamos amigos. 
 
- Sé que nació y se crió siempre en la provincia del Chapare, del departamento de Cochabamba, ampliamente conocida porque en su territorio se cultiva la hoja de coca, materia prima con la cual se produce la cocaína.
 
- ¿Puedes ser mucho más concreto sobre el lugar de nacimiento de Julio "El Negro"?
 
- Lo he escuchado alguna que otra vez. Nació y se crió en la ciudad boliviana de Sacaba.
 
- Centro neurálgico de la problemática de la producción y tráfico de la cocaína.
 
- Eso es.
 
- Y lugar donde también nació y se crió el presidente boliviano Evaristo Moraleja Mayayo. ¿No es cierto?
 
- Totalmente cierto. 
 
- Pues hablando de Sacaba alguien la sacaba continuamente...
 
- ¡Capitán!
 
- No te asustes tanto. No estoy hablando más que de la cocaína... 
 
- Es que por un momento pensé... 
 
- Pues no pienses tanto en lo del sexo y dime quien la sacaba continuamente.
 
- ¿Puedo decirlo sin que me perjudique?
 
- Lo de perjudicar es algo de lo que hablaremos a su tiempo. ¿Quién la sacaba tanto?
 
- Calisto Rando Mizze.
 
- ¿El famoso diplomático que se las dá de genio de la literatura?
 
- El mismo.
 
- ¡Vaya con el listo de Calisto! ¿Estás tomando nota de todo, Frank?
 
- Conozco muy bien a ese tal Calisto Rando Mizze. Pertenece al Cuerpo Diplomático de nuestro país y estuvo hace años en nuestra Embajada en Uruguay; pero actualmente se encuenta en nuestra Embajada en Bolivia.
 
- ¿Y por qué se cree un genio de la literatura?
 
- Dicen los psiquiatras que es un trauma que arrastra desde su infancia. Siempre soñó con ser el gran sucesor de Mario Benedetti pero cuando se demostró que no servía ni para escribir cartas a su psiquiatra particular, consiguió hacer que le ingresaran en el Cuerpo Diplomático. Por cierto, para ocultar su verdadera personalidad, le da por utilizar el apodo de "The Villain Blue Chrysanthemun".
 
- Gafitas...
 
- Dígame, capitán.
 
- ¿Es con el apodo de "The Villain Blue Crysanthemun" como se le conoce en el mundo de las drogas a ese tal Calisto Rando Mizze?
 
- Totalmente cierto. 
 
- Vamos avanzando, Gafitas. ¿Me puedes decir ahora quién o quiénes están en la cúpula de toda esta jarca de traficantes de drogas y sexo?
 
- ¡Le juro, capitán Richards Bach, que no tengo ni idea! 
 
- Baja la voz, por favor.
 
- Yo siempre he creído y sigo creyendo que es Sidney Vic Stones.
 
- Pues yo creo que ese tal Sidney Vic Stones es bastante retrasado mental, o sea bastante imbécil, como para ser quien dirige todo este tinglado. Le falta muchísima inteligencia como para serlo.
 
- ¿Puedo ya irme a mi casa a descansar, capìtán?
 
- Un momento que la están peinando.
 
- ¿Qué quiere saber más de mí, capitán? ¡Ya le he contado todo lo que sé, maldita sea la hora en que le conocí a usted!
 
- ¡Vuelvo a repetir que no consiento que nadie alce la voz en mi despacho privado salvo yo mismo cuando estoy cabreado del todo y ya me está cabreando del todo esta historia! Continúa, Jon.
 
- Me estoy refiriendo a su Sauer P228.
 
- ¿Se refiere a mi pistola?
 
- Sí. Me refiero a tu pitola. ¿Qué sucedió con  ella?
 
- He dicho mil veces, y con esta van mil y una, que me la quitó ese tal Adán cuando yo estaba totalmente inconsciente tirado en el suelo porque me golpeé en la mandíbula al querer salvarme de la balacera.
 
- ¿Y por qué usabas tú una Sauer P228 de las brigadas especiales?
 
- La compré yo mismo, en el mercado negro del tráfico de armas, porque me gustó mucho. 
 
- Ya tendrás tiempo de explicárselo mejor al comandante después de que hayamos terminado de hablar. Si estabas totalmente inconsciente...¿cómo puedes afirmar con total rotundidad que fue Adán el que te quitó la pistola antes de salir huyendo? Supongo que si ese joven estaba tan bien armado también te hubiese liquidado a ti.
 
- ¿Con qué motivo me iba a asesinar también a mí?
 
- Por el mismo motivo que, según tú declaras, mató a tu hermano El Gafotas. Por ningún motivo. Simplemente por el placer de hacerse muy macho delante de su Eva.
 
- Lo cual yo no me lo creo.
 
- En efecto, Frank, yo tampoco me lo creo; pero el sargento Gafitas se cree más listo que todo el cuerpo de policía de Amarillo al completo. 
 
-Yo digo que fue ese joven el que me quitó la Sauer P228 porque me lo contaron Antoine y Luise.
 
- ¿Te refieres a Antoine Seder Aram y Louise Lane Gascoigne?
 
- Eso es. ¿Por qué razón me iban a mentir a mí?
 
- Supongo que te mintieron por alguna razón poderosa. ¿Estaban amenazados si contaban la verdad?
 
- No tiene sentido. 
 
- Entonces escuchemos lo que nos tienen que decir ese tal Antoine y esa tal Louise; pero antes de ello quiero que sepas que los compañeros que les tocaba el patrullaje de la zona del Motel Travelodge son Vincent Lugh Stripe y Rudolf Waiter Scalent. Como ves no soy tan tonto como parezco.
 
Al sargento Gafitas le entró enormes ganas de ir al water cuando vio aparecer, dentro del despacho, y vigilados por los dos policias citados, Lugh y Waiter, que los llevaban con las manos esposadas en sus espaldas, a Antoine y a Louise, pareja de barraganes y ocupados de llevar la administración y atención al público del Motel Travelodge.
 
- Ahora vamos ya, por fin, a conocer toda la verdadera historia.
 
Antoine Seder Aram y Louise Lane Gascoigne contaron, de nuevo, todo lo que le habían confesado al capitán Jon Richards Bach. 
 
- Como verás, Gafitas, acabas de ser ascendido por tus labores en favor del crecimiento de la natalidad en este país. 
 
- ¿De verdad que me van a ascender?
 
- Buen sarcasmo al cual contesto yo con otro sarcasmo mucho mejor. Acabas de ser ascendido y has pasado de ser un retenido parcial a ser un detenido total. ¡Menuda carrera que llevas de cara a tu futuro, macho! Me parece que te vas a pasar el resto de tu vida contando ovejitas para poder dormir algún ratito que otro en medio de los ratos... digo... de las ratas...
 
Intervino el comandante Frank Captain General.
 
- ¡Llevense ya a los tres detenidos a la mazmorra más vigilada de todas! 
 
Los policías Lugh y Waiter esposaron también al sargento Gafitas y salieron del despacho en dirección a las mazmorras.
 
- Muchas gracias, Jon, por los esfuerzos y el tiempo que has usado para descubrirlo todo.
 
- No lo he descubierto todo, comandante Frank. ¡No te fíes para nada de Vincent Lugh Stripe ni de Rudolf Waiter Scalent porque algo deberían saber ya que están muy callados! Si a ellos les corresponde patrullar por esa zona no sólo debían saberlo todo sino que aceptaban sobornos para permitirlo.
 
- De acuerdo, Jon. ¡Caerán como dos bebés entre mis brazos que son los brazos de la justicia! Yo creo que así, una vez cazados también Lugh y Waiter, tenemos a toda la banda completa. 
 
- Pues yo creo que no. Yo creo que hay alguna persona o algunas personas en la cima de toda esta red de mafiosos traficantes de cocaína y de prostitución de chavalas incluídas alguna que otra menor de edad. Y no es precisamente el imbécil de Sidney Vic Stones.
 
- Pero... ¿qué podemos hacer ahora?... 
 
- Tengo que ir a Las Vegas. 
 
- ¿De verdad no quieres descansar un tiempo? Lo de la semana de vacaciones sigue en pie. 
 
- No puedo descansar ahora. Necesito volar rápidamente hacia Las Vegas.
 
- ¿Cuál es la razón de que tenga que ser Las Vegas?
 
- Una razón muy poderosa en cuanto a lo referido con las labores profesionales del promotor y descubridor de jóvenes talentos artistas llamado Sidney Vic Stones, el idiota de "The Sex Gun".
 
- ¡Chuta! ¿Está en Las Vegas ese pajarraco?
 
- Allí tiene su centro de operaciones y allí es donde hace debutar a sus jóvenes promesas.
 
- ¿Estás seguro de ello?
 
- Totalmente seguro. Me lo afirmaron en Nueva York. 
 
- ¡Coge el primer vuelo que salga para Las Vegas y que tengas mucha suerte, Jon!
 
- Un momento, Frank, un momento.
 
- ¿Qué sucede ahora?
 
- Tengo mucho tiempo por delante para llegar a Las Vegas en el momento oportuno. Tú sabes muy bien que yo soy relativamente nuevo en este destino de Amarillo y no sé casi nada de El Gafotas y El Gafitas. ¿Puedes decirme cosas de sus expedientes personales?
 
- Es muy cofidencial pero voy a hacer una excepción. ¿Qué quieres saber de ellos?
 
- Todo. Absolutamente todo lo que sepas.
 
- ¿Nos bebemos un par de brandys?
 
- Por supuesto que sí. Para entrar en calor ante la que se avecina.
 
El comandante Frank Captain General sacó la botella de brandy, llenó dos vasos y se volvió a sentar frente al capitán Jon Richards Bach. 
 
- ¿Tienes buena memoria, Jon?
 
- ¡Sensacional! ¡Tengo una memoria fuera de lo común! 
 
- Entoces te voy a contar todo lo que sé. El ya fallecido teniente Gafotas se llamaba, en realidad, Cassius Alí bin Zama El-Gafi y su hermano el sargento Gafitas se llama, en realidad, Tyson Alí bin Zama El-Gafi. Los dos nacieron en la ciudad de Chicago hace 35 años; porque aunque no lo pareciera eran mellizos. 
 
- ¿Cómo fue eso de que nacieron en Chicago?
 
- Porque su padre fue un inmigrante libio que llegó a los Estados Unidos huyendo de su país, o al menos eso alegaba él. De dicho hombre sólo sabemos que usaba multitud de identidades diferentes, pero todos le conocían como El Gafas.
 
- ¿Y la madre de Gafotas y Gafitas? ¿Qué sabes de ella?
 
- Nunca se supo quien fue la madre pero todos damos por seguro de que tuvo que ser alguna prostituta de los barrios bajos de Chicago. El caso es que la justicia permitió que los dos mellizos se criaran con su padre El Gafas. 
 
- ¿En qué trabajaba ese tal Gafas?
 
- Era descargador de los muelles de Chicago y le encantaba tanto el boxeo que gastaba multitud de dinero en esa afición y de ahí que los dos mellizos se llamaran Cassius y Tyson.
 
- ¿Y no era sospechoso eso de que sólo fuese un descargador de los muelles y se gastara tanta fortuna con esto del boxeo?
 
- Después de su muerte se supo que estaba liado en el asunto de las apuestas. Debe ser por eso que tenía tanto dinero para gastárselo en toda clase de vicios.
 
- ¿Cómo murió El Gafas?
 
- Se suicidó pegándose un tiro en la sien derecha con una pistola. Se supo que estaba amenazado por la mafia debido a eso de las apuestas ilegales. 
 
- Y yo creo que quizás no fue por las apuestas del boxeo sino por un ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de drogas.... 
 
- ¿Cómo es eso?
 
- Me da la sensación de que estaría metido en el tráfico de sustancias ilegales, además de que, habiendo tenido a sus hijos como producto de relaciones sexuales con una prostituta, también estaría metido, hasta el fondo, en el asunto de la prostitución hasta con chavalas menores de edad.
 
- Es muy posible que sí.
 
- Vayamos con los dos mellizos. ¿Qué edad tenían cuando El Gafas se pegó un tiro hasta quemarse definitivamente los sesos?
 
- Doce años de edad.
 
- ¿Quién se dedicó a sacarlos adelante?
 
- Aquí hubo ciertas confusiones porque casi nadie sabía nada de eso; pero, haciendo una investigación a fondo, debido al asunto de los atentados terroristas contra las Torres Gemelas de Nueva York, se supo que formaban parte de los Hermanos Musulmanes. Entonces fue cuando supimos que habían sido adoptados por Annas Al-Tikriti lo cual a nadie pilló de sorpresa porque todos los vértices del islam político tienen acceso al gobierno de los Estados Unidos. Tengo mi propia opìnión sobre este asunto.
 
- Dime tu propia opinión, Frank. Me puede sevir de mucho.
 
- Yo creo que el error de la Casa Blanca es pensar que los Hermanos Musulmanes son una organización democrática, porque la realidad demuestra que no es así en absoluto. Los miembros más radicales de los Hermanos Musulmanes, con el conocimiento, el permiso y la ayuda incondicional de los que se hacen pasar por democráticos, practican el terrorismo mientras se cubren las espaldas porque tienen mucha fuerza en nuestro país y dan la apariencia de que son islamistas moderados todos ellos. No es verdad. Hay Hermanos Musulmanes completamente afiliados a Al Qaeda y a otros grupos del extremismo yihadista que, como pienso yo, son apoyados por los que se hacen pasar por democráticos. Cuando sucedió lo de los atentados de las Torres Gemelas, El Gafotas y El Gafitas estaban destinados como policías en Nueva York.
 
- Espera un momento. ¿Cómo entraron a formar parte de la Policía de los Estados Unidos?
 
- Por la influencia directa de Annas Al-Tikriti. 
 
- Pero resulta que los hermanos Alí bin Zema Al-Gafi odiaban a los Estados Unidos, aunque hubiesen nacido aquí, porque le echaban la culpa a los Estados Unidos de la violenta muerte de su padre El Gafas y de que su madre fuese una desconocida prostituta. ¿No es lógico pensar esto?
 
- Ahora que me haces pensar... ¡claro que es lógico!... ¡les sucede a muchos millones de paranoicos a lo largo de todo el mundo que echan la culpa de todos sus males y todas sus desgracias a nuestro país!... 
 
- Lo cual demuestra que El Gafotas era un paraonico y que el Gafitas lo sigue siendo. ¡Les pasa a millones de ignorantes paranoicos a lo largo de todo el mundo! ¿Algo más, jefe?
 
- Algunos miembros de la Inteligencia de los Estados Unidos tuvieron ligeras sospechas de que tanto El Gafotas como El Gafitas formaban parte directa de la red de apoyo a quienes llevaron a cabo los atentados de las Torres Gemelas; pero no se pudo llegar a ninguna conclusión por falta de pruebas irrefutables. Inmediatamente después los dos melllizos pidieron su traslado a esta ciudad de Amarillo. Todo lo tengo en un expediente llamado "Informe Alí" que guardo de manera muy secreta.
 
- Ya. Lo que siempre nos pasa en casa de los países altamente democráticos. 
 
- Tú lo has dicho, Jon. Por desgracia la democracia no tiene gracia.
 
- ¿Y qué más después de tanta poesía? 
 
- La más alta clase social de este país acepta a los altos dignatarios de los Hermanos Musulmanes como partes de la élite a la que ellos pertenecen.
 
- Sin darse cuenta de que, en realidad, les odian porque les tienen envidia. Y, si no me equivoco, uno de esos imbéciles que se creen que todos los Hermanos Musulmanes son sus hermanos del alma querida es el tal Sidney Vic Stones. Por eso éste tipo mantenía contactos directos con El Gafotas y El Gafitas y les hizo formar parte de su red de tráfico de drogas y de tráficos de chavalas, incluídas niñas menores de edad. 
 
- ¡Ostras, ostras y ostras! ¿Es cierto eso?
 
- Ya has escuchado lo que han declarado Antoine Seder Aram y su barragana Louise Lane Gascoigne. 
 
- ¿Y tú crees que eso es verdadero?
 
- Tan verdadero como que ese tal "The Sex Gun" es un majadero y un pringado.
 
- ¿Qué deduces de todo esto?
 
- Los cargamentos de drogas llegaban desde Bolivia al puerto de Chicago y allí El Gafas y sus compinches los enviaban, bien ocultos, a Nueva York, donde se hacían pequeñas dosis de unos dos kilos de cocaína para camuflarlas en automóviles de los stocks del "Cars Gurús". Cuando El Gafas se suicidó, los que dirigen todo este asunto decidieron que el reparto de la cocaína y las chavalas se hiciese a través de grupos de jóvenes pertenecientes al negocio de Sidney Vic Stones. Pero toda esta historia te la puede contar, con toda clase de detalles, el Jefe de la Policía de Nueva York porque ya están detenidos todos los culpables y responsables de este acto criminal en cuanto a Nueva York se refiere y ahora yo, con tu permiso, me marcho ya para Las Vegas antes de que él llegue a Los Ángeles y se me escape de las manos. Mientras esté convencido de que todo su tinglado no ha sido descubierto lo tengo a punto de ser cazado. Y espero que no te vayas tú a ir de la lengua...
 
- ¿Pero cómo vas a desconfiar de mí, Jon?
 
- No desconfío de ti, comandante, pero si te vas de la lengua te la corto... 
 
- ¿La lengua?
 
- ¡Jajajá! ¡Sí! ¡Me refiero sólo a la lengua!
 
El comandante Frank Captain General dio un profundo suspiro de alivio...
 
- Menos mal que te refieres sólo a la lengua.
 
- ¿Pensabas que me estaba refiriendo a la cabeza?
 
- ¡No! ¡A algo mucho peor para un hombre como yo!
 
- ¡Jajajá! ¡Hasta la vista, jefe! ¡Ya tendrá muy pronto nuevas noticias de mí! ¡Tenga mucho cuidado con el corazón no vaya a enamorarse demasiado de quien no sea conveniente!
 
- ¿Pero si estoy casado desde hace más de cuarenta años ya?
 
- Por eso mismo se lo advierto para que no caiga en el pozo ciego donde muchos caen. ¡Hasta luego, Lucas! ¿Puedo llevarme el "Informe Alí" para estudiarlo mientras viajo a Las Vegas?
 
- Puedes llevarte una de las copias que tengo. Te la regalo.
 
El comandante Captain General sacó una copia del "Informe Alí" y se la entregó al capitán Richards Bach.
 
- A ver si no me aburro demasiado leyendo este mamotreto...
 
Cuando Jon Richards Bach se presentó ante el restaurante Picasso, en el 3600 de Las Vegas Boulevard South de la ciudad conocida como "la del pecado" y dispuesto a comerse una buena cena española, ya eran las doce de la medianoche.
 
- Por favor, mesero, quiero que me sirva una buena merluza a la vasca, una sabrosa paella valenciana y vino tinto de rioja.
 
- ¿Algo de postre?
 
- Dos buenas rodajas de melón de Villaconejos.
 
- ¿Va a ser también café, copa y puro?
 
- Va a ser que sí. Café con leche, una copa de anís dulce y un farias.
 
- No se preocupe, caballero, tenemos de todo eso.
 
Mientras cenó con hambre canina estuvo hojeando el "Informe Alì".
 
- ¡Castañas! ¡Lo tenían todo preparado desde 1975 que es cuando el jovencito Gafas, padre de los dos mellizos, se presentó en Chicago pidiendo refugio confesando que huía de las proclamas obligatorias de Jomeini! ¡Engañó a todos los que se lo creyeron y le abrieron las puertas sin sospechar nada! Luego podemos estar llenos de infiltrados yihadistas a los cuales hay que destruir antes de que ellos sigan intentando destruirnos a nosotros. Amo la paz pero para que exista la paz al parecer hay que vencer antes en la guerra. La Biblia lo aconseja muchas veces. Y si no me equivoco demasiado "si vis pacem, para bellum" es una máxima latina que significa «Si quieres la paz, prepara la guerra». Aunque a veces se atribuye erróneamente a Julio César, en realidad deriva de un pasaje del escritor romano de temas militares, Vegecio. ¡Caramba! ¡Cuánta cultura tengo para lo poco que gano y lo poco que me quejo!
 
Miró su reloj... 
 
- ¡Puches! ¡Ya es la una menos cuarto de la madrugada! ¡A la guerra! ¡Digo a la batalla! ¡A trabajar otra vez a destajo! ¡Cuándo podré descansar a gusto del consumidor, Dios mío!
 
Sonriendo a causa de sus propios pensamientos salió al exterior, llamó un taxi y ordenó al taxista que le condujera hasta el Caesars Palace Hotel de la ciudad de Las Vegas. Una vez ya dentro del local se dirigió a Recepción. 
 
- ¡Buenas noches! ¿Duerme aquí el muy famosísimo y muy glamuroso Sidney Vic Stones?
 
- ¿Quién es usted? ¿Algún gamberro?
 
- Lo de gamberro fue cosa de la adolescencia pero le prometo que ya lo dejé olvidado en el pasado.
 
- ¿Se está cachondeando de mí?
 
- Los payasos se merecen todos mis respetos. Nunca me río de ninguno de ellos por muy feos que sean.
 
- Si no se marcha de aquí ipso facto... llamo a la policía...
 
- Usted olvida que la policía y yo somos así, muy caballero mío.
 
- ¿De verdad no es usted un loco que anda suelto?
 
- Un  poco loco sí que estoy pero lo que se dice suelto pues va a ser que no porque ya estoy casado y bien casado como Dios manda. ¿Es usted casado o es usted de los otros que se llaman libres cuando están más liados que un soldado romano de cuando Calígula era emperador? ¡Jajajá! ¡Perdone este ataque de historia pero es mejor que un ataque de histeria! ¡jajajá! 
 
- ¡Ahora mismo llamo a la policía para acabar con esta tontería!
 
- ¡Espere! ¡Espere un momento, porque el que va a llamar a la policía, si no queda otro remedio, voy a ser yo para acabar con este cachondeo!
 
- ¿Pero puedo saber, de una vez por todas, quién es usted?
 
- Digame primero con quién estoy hablando.
 
- ¿Si se lo digo se va a comportar ya como una persona seria?
 
- Le prometo que si me lo dice me voy a comportar como una persona mucho más seria de lo que usted se pueda imaginar.
 
- Yo soy el Jefe de Recepción del Caesars Palace Hotel de Las Vegas. 
 
- Eso ya lo sabía porque no soy tonto, o al menos tonto del todo, pero lo que quiero saber es cómo se llama usted para pedirle un autógrafo ya que es usted tan guapo que está que se sale.
 
- ¿Vuelve usted a cachondearse de mí?
 
- No. No me estoy riendo de usted ni de nadie y creo que llamarle a usted guapo no es ningún inusulto sino un halago, una cortesía, una demostración de estar bien educado. Otra cosa muy distinta es que sea usted guapo de verdad o se crea usted muy guapo sin serlo. ¿Me está comprendiendo? 
 
- Por favor... ¿quiere usted ya hablar en serio?... 
 
- Veo que ha captado enseguida que es usted más bien tirando a muy feo aunque se crea muy guapo... pero no se preocupe porque ese tema a mí me la suda... esto... sólo quiero pedirle un favor. 
 
- ¿Y luego me deja en paz?
 
- Luego le dejo en paz si me cuenta lo que quiero saber.
 
- Está bien. Me rindo. Me doy por vencido. Me llamo Maximilian Pam Pulov.
 
- ¿De origen ruso tal vez?
 
- Sí. Soy nacido en Ekaterimburgo, pero estoy ya afincado en los Estados Unidos y a punto de conseguir la nacionalidad norteamericana.
 
- Entonces no le interesa, para nada, que aquí se arme algún jaleo esta noche, ¿no es cierto?
 
- Cierto, caballero. No quiero meterme en ningún follón. Tengo una familia numerosa a la que criar. ¿Me comprende?
 
- Le comprendo. Seamos amigos no para siempre pero sí durante unos pocos minutos. ¿Quiere ser usted amigo mío solamente por unos pocos minutos? Estoy muy acostumbrado a esa clase de amistades. ¿Me comprende ahora usted a mí?
 
- Ya. Se refiere usted a los amigos por conveniencia.
 
- ¡Exacto! ¡Me ha quitado usted la palabra de la boca! Digamos que amigos interesados que suena bastante mejor y además se comprende de manera bastante completa. 
 
- ¿Y cómo empezamos a ser amigos por unos pocos minutos nada más?
 
- Podríamos empezar, como todavía la madrugada es muy joven, por algo de Historia.
 
- No sé casi nada de Historia.
 
- Me refiero a Ekaterimburgo. Cuénteme que le escucho.
 
Maximilian Pam Pulov, completamente emocionado y a punto de llorar por culpa de la nostalgia, se animó a contar...
 
- La ciudad fue fundada el 7 de noviembre de 1723 por Vasili Tatíschev y su nombre alude a Catalina I de Rusia, la segunda esposa del emperador Pedro el Grande y por Santa Catalina de Alejandría. Después de la Revolución rusa, el 17 de julio de 1918, el emperador Nicolás II, su esposa Aleksandra Fiódorovna y sus hijos, las Duquesas Olga, Tatiana, María, Anastasia, y el zarévich Alekséi fueron asesinados por bolcheviques en la Casa Ipátiev, situada en esta ciudad.
 
- ¡Puches! ¡La madre que les parió a los comunistas! ¿Son esos los que tanto pregonan que habrá un día en que todos, al levantar la vista, veremos una tierra llamada Libertad?
 
- Sí, amigo, esos son... 
 
- ¿Y asesinando a destajo se consigue esa clase de tierra que tanto nos prometen?
 
- Los rusos caimos en la trampa y nos lo llegamos a creer hasta que la Historia demostró...
 
- No siga, que me entran ganas de llorar. Continuemos con lo de Ekaterimburgo no vayan a decir los comunistas, si es que hay alguno por aquí, que somos proletarios reconvertidos y alienados, por causa del imperialismo materialista, en pequeños burgueses y todo ese rollazo de ideología que sueltan para hacerse pasar por intelectuales aunque sean más brutos que un arado.
 
Maximilian Pam Pulov soltó unas pequeñas lágrimas producidas por la emoción y pudo continuar haciendo un gran esfuerzo... 
 
- En la década de 1920, Ekaterimburgo se transformó en un importante centro industrial de la URSS. En esta ciudad fue construida la fábrica de maquinaria pesada más grande de Europa.
 
- ¡Toma ya tomate! ¿No sería haciendo trabajar a los obreros de manera estajanovista por un mísero salario a cambio de dejarse hasta el alma trabajando como burros por culpa de unos cuantos cerdos como bien demostró George Orwell en "Rebelión en la granja"?
 
- ¿Ha leído usted "Rebelión en la granja", señor capitán?
 
- No podía ser de otra manera para poder comprender una de las mentiras más grandes de la Historia de la Humanidad. No sólo la he leido una vez sino dos veces. Para confirmar lo que yo ya sabía desde que jugaba a las chapas. 
 
- ¡Jajajá! ¡Es usted bien gracioso, capitán!
 
- Digamos que mientras duran estos breves minutos de amistad soy solamente Jon. Después ya tendré tiempo de volver a ser capitán. Puedes continuar con tu historia que es tan emocinante que resulta que es verdadera.
 
- A partir de 1924 y hasta 1991, la ciudad utilizó el nombre de Sverdlovsk en honor al político soviético Yákov Sverdlov.
 
- ¡Dios mío, que nombre más horroroso! ¡De verdad que es feo de cojones! Pero claro está que se trataba, como siempre han hecho los comunistas, de un culto a la personalidad. 
 
- ¿Sabe usted también lo que es un culto a la personalidad?
 
- Por supuesto que lo sé, Maximilian. El proceso es el siguiente. En primer lugar hay que adoctrinar a todas las gentes que tienen la desgracia de estar dentro de sus territorios, para que acepten la estúpida manía de decir, hasta llegar a créerselo de tanto como se les machaca el cerebro con consignas ateas, que Dios no existe, o sea ateísmo a tope para hacer lavados de cerebros, y después, como alguien debe ocupar el lugar de Dios porque si no es así el pueblo se mosquea, pues se crean dioses a mogollón con los grandes líderes revolucionarios y así tenemos un panteón de estatuas de dioses y ciudades con el nombre de todos ellos y tal como ocurría en la Grecia Antigua. ¿Me estoy equivocando en algo, amigo temporal?
 
- En nada, capitán. Ese es el proceso.
 
- Kafkiano. De verdad que parece "El proceso" de Kafka.
 
- ¿También ha leído usted "El proceso" de Kafka?
 
- También, también, amigo Maximilian. Para poder asimilar tanta vida absurda hay que leer a los escritores absurdos. ¿No te parece coherente?
 
- Totalmente coherente. Ahora aprendo que usted no es un loco sino un hombre sabio.
 
- La vida también forma parte de la sabiduría pero dejemos la sabiduría para después y sigue contando, amigo temporal, sigue contando... 
 
- Durante la Segunda Guerra Mundial, muchas instituciones técnicas gubernamentales...
 
- Perdona, Maximilian... ¿has dicho gubernamentales?... 
 
- Eso he dicho.
 
- Ya. Comprendido del todo. Has dicho gubernamentales o sea que el Gobierno es el Gran Dios como Zeus. ¿Verdadero o falso?
 
- Era falso pero se hacía pasar como que era verdadero.
 
- Continúa por favor... 
 
- También fábricas enteras...
 
- ¿Masificación de los obreros?
 
- Eso es, capitán. Convertir a los obreros en masas para que no tengan pensamientos propios ni personalidad individual. 
 
- Con lo cual el comunismo pasa a ser una religión de masas aunque se llamen ateos. ¿paradójico o no paradójico?
 
- Totalmente paradójico, capitán... pero totalmente cierto. Como es imposible vivir sin el sentido religioso los comunistas hacen que la religión sea el propio comunismo. 
 
- Con lo cual ya tenemos a masas de millones de seres humanos completamente masificados para que no puedan opinar nada más que aquello que opinan sus líderes que pasan a ocupar el puesto de los sacerdotes religiosos. ¿Sigo acertando, amigo Maximilian?
 
- Sigue usted acertando.
 
- Bien. No soy vanidoso ni nada parecido por estar acertando. Digamos que es tan lógico que hasta el más tonto se da cuenta si alguien se lo hace conocer pero... entonces... cuando alguien lo intentaba a través de la literatura... venía lo de Siberia o las muertes en extrañas circunstancias que nadie se atrevía a hacer públicas si es que no escapaban a tiempo... ¿verdadero o falso?...
 
- Verdadero. Muy comunista todo eso. ¿Continúo?
 
- Sí. Continúa para seguir viendo lo grandes camaradas que han sido...
 
- Pues resulta que todas fueron evacuadas a Ekaterimburgo después de terminado el conflicto bélico.
 
- Y como ya se pasó la calentura de la Guerra vino la frialdad de los corazones. ¿Me estás entendiendo ahora, amigo Maximilian?
 
- Me parece, capitán, que se está refiriendo a las décadas de la Guerra Fría.
 
- Eso es, amigo temporal. A corazones fríos corresponden cerebros fríos y, viceversa, a cerebros fríos corresponden corazones fríos. ¿Podemos definir así a esa clase de guerra?
 
- ¡Muy bueno, capitán! ¡Muy bueno y muy verdadero!
 
- Seguimos... 
 
- En la década de 1960, durante el régimen de Nikita Jruschov, se construyeron muchos edificios de apartamentos de cinco plantas de diseño homogéneo en los alrededores de la ciudad. La mayor parte de ellos todavía permanece hoy en Kirovski, Chkálovski y otras áreas residenciales de Ekaterimbumgo.
 
- Las famosas dachas para goce y disfrute apasionado de los que tenían el gran privilegio de pertener a la cúpula del Partido. Y aquí entran ya en escena "Las calientes bolcheviques" para el goce y el disfrute, despelote incluído, de los que tenían  el privilegio de pertenecer a la cúpula del Partido mientras se sigue publicitando que el mundo de Occidente es un mundo decadente. ¡Menudos sinvergúenzas diciendo que los de occidente somos decadentes por culpa de la cocacola! ¿Qué buscaban los de los poderes del oriente ocultando lo de las calientes bolcheviques de las que disfrutaban a destajo?  
 
- ¡Jajajá! ¡Qué bueno, capitán, qué bueno!
 
- ¿Y verdadero tal vez?
 
Emilian Pam Pulov no pudo reprimir las lágrimas.
 
- ¿Por qué lloras, amigo temporal?
 
- Porque mi padre fue asesinado cuando quiso escapar al mundo de las verdaderas libertades. Yo iba con él y pude escapar porque me escondí a tiempo pero mi padre cayó en el camino. Y eso no lo puedo nunca olvidar.
 
- Cuéntame cómo pasó...
 
- Mi madre era guapísima y estaba de muy buen ver; así que el canalla y cerdo Yákov se fijó en ella y la obligó, por la fuerza, a ser una más de aquellas calientes bolcheviques obligadas siempre a ser objetos de gozo y disfrute sexual de los afortunados de las cúpulas de los partidos comunistas de la URSS; hasta que no pudo aguantar más y se suicidó hundiéndose en el Mar Negro. Mi padre no pudo soportar aquello por mucho tiempo y, antes de enloquecer del todo, consiguió que viajásemos como espías de la URSS; algo que se le concedió por los favores que habían gozado con mi madre. Fuimos destinados a Alemania Oriental. Una noche decidimos escapar hacia Alemania Occidental pero fuimos descubieros por los guardias fronterizos cuando estábamos saltando la alambrada. Lo mataron disparándole por la espalda sin permitir que se defendiera como un hombre, el verdadero hombre cristiano que era; pero yo conseguí saltar y esconderme. Así escapé de la URSS aprovechando la oscuridad de la noche germana. Gracias a la Embajada de los Estados Unidos pude llegar a este país de las libertades donde conseguí liberarme de verdad de mis atroces recuerdosde pasado. Fue una escapada increíble pero siempre se me hace un nudo en la garganta y lloro cuando recuerdo a mi madre y a mi padre. 
 
- Está bien, Maximilian. Quiero que pases un momento agradable y para eso te voy a tararear, en voz baja, un pequeño estribillo a ver si te arranco una sonrisa. Maximilian Pam Pulov puso atención al capitán mientras este tarareaba en voz baja... 
 
- Cantinero de Cuba, Cuba, Cuba... cantinero de Cuba, Cuba, Cuba... siempre bebe aguardiente para olvidar... 
 
- No siga, capitán, se lo suplico..
 
- Entonces hablemos, ya superado el pasado de tanta estupidez libertaria a la cubana que es como un gazpacho de panoplias, del asunto por el cual he venido hasta aquí.
 
- Le serviré en todo lo quen pueda, pero... ¿qué es un gazpacho de panoplias?...
 
 
 
 
- No te pido que me alcance suna estrella azul. Pedonaque cuente chistespero quiero decir que no te pido un imposible.Quiero una Invitaciñon Especialpara ser espectador de las represetnaciones del Groupe Kal'enton Artists que se van a celebrar esta maddriugada aquñi mismo.
 
- Eso es imposibvl'e...
 
- No es imposible porque no te pido que me alcances una estrellaazul... 
 
- ¡Jajajá! Es que tengo proghibido hjacerlo...
 
- Pero yo no... 
 
- ¿Bajo su entera responsabilidad?
 
- Bajo mi entera responsabilidad.
 
- Trengo siempre unas deiz entradas para pesoanjes de muy alta clase social que llegan tarde a la cita. ¿Es usted un personaje de la muy alta sociedad?
 
- Mido 1,80. ¿Crees que soy lo suficientemnte alto socialmente hablando?
 
- ¡Jajajá! ¡Me ha convencido! Tome una Invitaciñon  Especial pero  no le diga a nadie que he sido yo...
 
- Y tñú no le digas a nadie quién soy yo ni quñe hago yo aqu´ñi... 
 
Maximilain entrego una Invitaciñon Esopecial a Jon. 
 
- Me gustasr´ñia ver el programa de las represetnaciones que se van a llevar a cabo esta madruigada.
 
- A toda entrada corresponde un progrma para podr seguri bien  eldesarrollo de las rerpesentaciones. ¡Tome un prgramaga!
 
Maximilan le entregó elfolleto a JOn.
 
- ¿Cuñandoi comienza la fiesta?
 
-Comodice bien el prgrama, a las 3 de la madrugada.
 
Jon miró su reloj... 
 
- Como son las 2 en putno,tengo una hora completa para podr leer tranquiilametne este folleto y,por favor,sírveme una cocacola para no dormirme... 
 
- Perole invito yo, capitám.
 
- Estábien. Si tanto te empeñas acetpo tu invitaciñón.-
 
Así fue coçomo el capitáni Jon Richhjards Bach de Amarillo se qwuedó, tumbado en un sofádel hallde la entrada del Caesars Palace Hotel de Las Veghas,bebidno poco a poco una cocacolamientra sojeba pausadametne elprogrmaa.
 
- Vamos a ver.`En primer lugar, a las 3 a.m. en putno, veremos a los teloneros "Yonqui y Yonca a partir un caramelo" Bien.Me va a gustar ver a estos rteloneros.El primer plato fuerte llega a las 3,30 a.m.,y se titula "Popurrí de un tríoinolvidavble". mejor. Todavía mucho mejor. Vamos a ver quñe nos toca a las 4 a.m. en pu9tno.¡Puches! ¡Esto es demasiado follñon! ¡Vaya t´ñitulo. "Huevos revueltos con patatas tortilleras". ¡Emocionante!¡Cada vez s epone m´ñas emocionante! A las 4'30 a.m,, siemrpe a,.m.,para no despistarnos,veremos "El monñologo de Sandra". ¡Puches!Muy origianl1 De verdad queespero que sea muy original.Y, por fin llegamos, a las 5 a.m.enpunto, y durante un total de una hora compelta, nad amás y nada menos que a los muy jóvenes y ñutlimsodescubrimeitnost delñ gran "The Sex Gun". La actuación se titula "Ad´ñan y Eva". ¡Puches!Estoy seguro de que son elmismo Adán y la misma Eva que me gustar´ñi0a encontrar para saludarles cordialmeto. ¡Estoy deseando dedscubrirles y queluego sea lo que dios quiera que sea!
 
Joni se metió la Invitaciñon Espoecial y el programa en el bolsillo derecho de su chaqueta y se quedño sin pensar en nada mientras esperaba que llegaran las 3 a,m. de la madrugada,bebiendo pequeños sorbos de cocacola. 
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Descripción

Novela y Guin Literario para Cine.

Palabras Clave: Literatura Prosa Novela Narrativa Guin Cine.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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