84. Calle de Alcalá Madrid. CAM del Hispano Mercantil. Maribel lleva razón porque, desde que Lina (Liliana) y yo hemos confirmado nuestro noviazgo, ya no me acuerdo de ninguna otra, ya no pienso en ninguna otra y ya no me importa que haga o deje de hacer ninguna otra. Una vez superado el último problema (María Jesús) he conseguido llegar intacto a la meta. En la cima de todas mis expresividades sentimentales sólo se encuentra Lina (Liliana) junto a mi lado. He conseguido enamorar a la única que estaba dentro de mi corazón desde el 56. Las demás ya no me preocupan para nada sino para saber que algún día tuvieron sus oportunidades de ser lo que es Lina (Liliana) pero el Destino es el Destino y el Destino sólo es ella. Por eso Maribel lleva razón cuando dice, en público, que una vez enamorada Lina (Liliana), cuando paseo con ella no me hablo con nadie. Mejor para todas y mejor para mí. Siempre he pensado que el amor es cosa de una sola mujer y de un solo hombre; así que, como he aprendido en la práctica del fútbol, una vez conseguida la victoria lo mejor que se puede hacer es despejar balones fuera cuanto más lejos mejor. Si a Maribel le gusta mi forma de reír, quizás sea un problema para Mariano pero, desde luego, y siendo noble y sincero como siempre, no es un problema para mí ni en pasado, ni en presente, ni en futuro. Por cierto, cuando de Marianao hablamos (ni me interesa lo que sepa o no sepa Mariano porque paso de Mariano a tope) nos podemos estar refiriendo a Marianao, municipio de Ciudad de La Habana (Cuba) o a Marianao, distrito de San Baudilio de Llobregat en Barcelona (España). Y es que es bueno saber que, cuando se trata de tándem, para mí sólo es un equipo de dos personas inteligentes (Lina y yo) y no hay ningún lugar para una tercera. Así es en este 84 como así fue en aquel 56 y así será en cualquier otro número infinito.