Un independiente, revolucionario pacífico.
Publicado en Sep 14, 2009
En un viaje estudiantil a la Ciudad de México aprendió que sus antepasados; los aztecas, a pesar de ser una tribu de guerreros salvajes creían en la educación de los jóvenes, formándose así, una gran cultura, hasta que criminales liderados por Hernán Cortés embarcaron hacia México, quien fue confundido por Moctezuma como el dios Quetzalcóalt que regresaría en forma de un hombre blanco y con barba.
Cortés y sus aliados; indígenas de otras tribus, enemigos de los Aztecas fueron capturando a los jefes mexicas, desde Moctezuma hasta Cuauhtémoc y con éste la caída de esta gran civilización, la cual se había desarrollado sobre un lago después de un largo recorrido desde su pueblo de origen, Aztlán. Una águila devorando una serpiente sobre un nopal en medio de un lago, sería la señal del fin de esa caminata, ahí se construyeron barrios, nombrados calpulli, en donde los pobladores podían cultivar sobre sus huertos y chinampas, rodeadas por acueductos, los cuales también abastecían agua pura a la ciudad, cuyo recinto sagrado estaba formado por varios templos y palacios, entre el cual destacaba el Templo Mayor. Algunos años después, siendo arquitecto, jamás se imaginaría que participaría en la construcción de un museo, en donde se muestran a los turistas decenas de figuras que fueron consideradas dioses por los Aztecas, como Tláloc; dios de la lluvia y Huitzilopostli; dios del sol que ellos consideraban su protector divino y Coyolxauhqui, símbolo de la luna, cuya escultura redonda fue golpeada por un trabajador de la compañía del luz, cuando se hacían excavaciones parar instalar cables eléctricos subterráneos, descubriéndose así, después de cuatro siglo este gran recinto sagrado, que se creía había sido destruido por los españoles. Durante la edificación de ese edificio escuchó decir a los historiadores como los españoles habían atormentado a Cuahtémoc para que él manifestara, en donde se había escondido el tesoro de Moctezuma; objetos de valor de los indígenas, que arrojaron en lo profundo del lago de Texcoco para que los conquistadores no encontraran el supuesto oro de los Aztecas. Él se sintió orgulloso de ser mexicano porque este indígena, soportó que le quemaran pies y manos con aceite, sin decir ninguna palabra sobre el escondite, a pesar de que unos de sus aliados, quien también era torturado, le suplicaba que confesara, pero con firmeza contestó: ¿Crees que estoy yo, acaso en algún baño de rosa? Como el museo se tenía que terminar en un lapso definido, dispuesto por los administradores públicos, se trabajaba de día y noche. Unas de esas noches se quedo dormido sobre la mesa de trabajo. Esa noche soñó el pueblo, en donde había nacido su papá, el cual era formado por personas de campo que se dedicaban a sembrar para luego vender sus mercancías a precios de risa, muchos de ellos todavía alquilaban las superficies en donde sembraban. La mayoría de los pobladores no sabían leer ni escribir, las casas eran de adobe con piso de tierra, techo de paja o teja, no había agua potable, ni una escuela; mucho menos, un centro de salud, se tenía que ir al puerto que estaba a dos horas de distancia, cuando alguien caía enfermo. Parecía que en ese lugar no había pasado la Independencia ni la Revolución. En un día de descanso un amigo suyo lo invito al Palacio Nacional, quien tenía a cargo la restauración de los jardines de este edificio virreinal, actualmente sede del poder federal. Después de dejar algunas plantas y cactus recién comprados por su amigo, fueron a ver los murales de Diego Rivera donde este gran pintor realizó espectaculares escenas de la historia de México, con esto se dio cuenta que había aprendido muy poco del pasado de su país, sobre cómo los españoles lograron formar un gobierno entre dos culturas diferentes, en donde a la iglesia y otras instituciones se le encomendaba posesión y derecho de recibir tributo y trabajo de los indígenas, mientras la tierra se adquiría a titulo personal. En los murales de Diego Rivera, aparecían personas de otra raza, sembrando maíz a la par con los indígenas golpeados por el colonizador que acaparó grandes extensiones de tierra, contrario a los indígenas que creían que la tierra era la base esencial de su existencia. En otros de los murales vio personajes importantes de la nación, cuyos nombres escuchaba solamente, cuando cada año se daba en el Palacio Nacional el grito de la independencia: ¡Viva, Miguel Allende!, ¡Viva, Doña Josefa Ortiz de Domínguez!, ¡Viva, Miguel Hidalgo y Costilla!, ¡Viva a los héroes que nos dieron Patria! Conocía muy poco sobre la guerra insurgente que culminó con la colonia española, y aunque, por todos lo medios se trato desterrar a la iglesia, no se pudo liberar al pueblo, ya que la población mexicana tenía arraigada fuertemente la religión. Entre escenas de guerras, invasiones a su país. Le llamó la atención la figura de un indígena Oaxaqueño, que llegó a ser Presidente, quien promulgó Leyes de Reforma, con las cuales se nacionalizaba los bienes eclesiásticos y podía existir libertad de cultos, siendo estos artículos la causa de una guerra entre la iglesia y un gobierno liberal durante tres años. . Durante su mandato Juárez soportó un intento de invasión a su país por parte de los franceses que proclamaron oficialmente como emperador de México a Maximiliano de Austria. Finalmente sin ayuda de Napoleón, el invasor fue aprehendido y fue sentenciado por a morir fusilado por traición a la Patria. En esa lucha figuraba ya el nombre del coronel Porfirio Díaz, cuya colaboración sería muy distinguida en la lucha contra esa intrusión extranjera. Después de ser de nuevo reelegido, Juárez se preocupó por la situación económica del país, disminuyó las fuerzas armadas, se preocupó por la educación, además respetó las peticiones de los obreros y artesanos hasta su muerte. Cinco años después se habría un camino a la dictadura por parte de Porfirio Díaz, después de que consiguiera la aprobación de una enmienda a la Constitución que le permitió estar treinta años en el poder. Finalmente el descontento contra la dictadura dio el inicio a una Revolución que duraría diez años en una serie de conflictos internos, protagonizados por distintos dirigentes políticos y militares que estuvieron sucesivamente en el poder y que se fueron asesinando uno por uno, desde Madero hasta Carranza porque cada de estos personajes, avariciosamente, no se pusieron de acuerdo en una reforma que exigía la restitución de tierras y la expropiación de latifundios. Además en algunos periodos no hubo libertad de prensa, se asesinaron destacados revolucionarios como Zapata y Villa. Por fortuna, tres años antes que, terminará la Revolución , se logró promulgar una nueva Constitución en 1917 la cual hasta la fecha rige a los mexicanos. Hasta 1938 existieron muchas guerrilla, en que se realizaron acuerdos que él todavía, en sus horas de descanso sigue leyendo en las revistas de política, pues siguen siendo temas actuales, después de que un partido gobernara setenta y dos años, y aunque en ocho años un nuevo grupo gobierna; él y los mexicanos siguen reclamando por una igualdad en la distribución de la tierra, así como, la marginación del campesino que se desplaza a las grandes ciudades en busca de mejores posibilidades, en donde el patrón quiere producir y ganar más, mientras los obreros siguen recibiendo salarios mínimos. Además se oyen voces en contra de los abusos de autoridad de pequeños y altos funcionarios públicos, proporcionando favores a los ricos y poderosos; alguna veces por una módica suma de dinero, y los jóvenes reclaman la escasa posibilidad para las nuevas generaciones de mexicanos de ascender socialmente y tener acceso a los puestos de administración pública para promover un nueva campaña simplemente a favor de un país y no para sostener las estructuras de partidos desgastados en los cuales el pueblo ya no cree, pues estos han dejado representar los intereses del pueblo como lo estable la Constitución de 1917.
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Carlos Campos Serna
Abrazos...
florencio malpica
Que bueno manito, como dicen ustedes. Gran parte de la historia del mejico lindo y querido, que amamos los latinoamericnos, resumida en tus palabras escritas. Es la realidad de un pasado que nos une, y que tenemos la obligacion de conocer y que el entendimiento llegue hasta la medula. Por que nuestros hijos deben deben ser libres de un pasado cruel y genocidad, que recientemente nuestros nuevos lideres lo estan batallando con la espada de la libertad, para borrar sus huellas de la nueva america . Que se esta comenzando a gestar.
Saludos y revolucionarios independientes abundan por todas partes. Es la busqueda de la libertad, asi sea la de comer tranquilos en nuestras casas
Carlos Campos Serna
Abrazos..