El "gol del cojo" (Diario)
Publicado en Mar 08, 2015
Busco en Internet algo que recuerdo de mi infancia, cuando era un adcito seguidor de "Carrusel Deportivo, que se llamaba "el gol del cojo". He aquí lo que encuentro y que me hacer volver, con mi memoria, a las décadas de los 50 y los 60.
"Seguro que más de uno de vosotros ha oído hablar del gol del cojo pero ¿cuántos sabéis qué es? El Mundial de 1970 fue el primero de la historia en varias cosas, una de ellas en ver una sustitución, por lo menos de manera oficial para la FIFA ya que en países como Inglaterra y España ya hacía un tiempo que se hacía con respecto a los porteros. Se podía cambiar al portero por lesiòn. Peron hasta entonces (Mundial de 1970) durante décadas se jugó al fútbol sin poder realizar una sustitución. ¿Qué pasaba si un jugador se lesionaba? Pues que se quedaba en el campo haciendo bulto. Esto era la teoria porque como siempre, la picaresca muchas veces supera las situaciones. Si bien alguna vez se lesionaba alguien y el equipo acababa con uno arriba haciendo bulto, nació la famosa jugada del gol del cojo. Ese gol que ese jugador supuestamente lesionado acababa metiendo ante la sorpresa de todos. La idea era clara, un jugador fingía una lesión y montaba el paripé con su entrenador que lo mandaba apartado a una banda. El jugador no luchaba una pelota, se escoraba en un lado del campo y cojeaba pareciendo completamente fuera del partido. Esto provocaba que nadie le prestara atención y así en cualquier jugada a balón parado, cualquier rechace o cualquier acción del juego favorable, aparecía el supuesto cojo para dejar con la boca abierta al rival y meter en la jaula la pelota. A esto se llamó “El Gol del Cojo” y como no, en el fútbol español de la posguerra se convirtió en una jugada habitual, en un recurso más del juego, Con la llegada de los tres cambios y el fútbol moderno se fue perdiendo esta jugarreta aunque en los 80-90 aún se podía ver de forma habitual en las categorías regionales del fútbol español donde en aquellos campos de tierra tan lejos de los habituales de césped artificial, se jugaban auténticas batallas. En 2010, Raúl jugaba su último partido con el Real Madrid en La Romareda donde precisamente había jugado su primer partido como madridista. El “7” blanco, se lesionaba y cuando se estaba ya preparando para ser sustituido, aprovechó una jugada para marcar un gol del cojo que además fue el último de los muchos que marcó en su etapa como jugador blanco. Una acción de picaresca mezclada con épica". En aguna que otra ocasión ya he escrito yo algo sobre "Carrusel Deportivo" y aquellos tiempos de mi infancia y adolescencia en que me sentaba los domingos, por la tarde, al lado de mi padre, enchufábamos la radio "Ducal" y escuchábamos, atentísimos, todos los goles que se iban marcando en Primera y Segunda División. Mi padre los iba anotando en un papel. Lo hacíamos por dos razones: la primera es que nos aspasionaba el fútbol y la segunda es que nos servía para ir cotejando cómo ibamos con la quiniela que estábamos jugando semana tras semana. Eso del "gol del cojo" (que se repetía numerosas veces en boca de los periodistas que estaban narrando los partidos) siempre me llamaba la atención. Con picaresca o sin picaresca, en la historia del fútbol español muchas veces el "gol del cojo" sirvió para dar los 2 puntos a un equipo (por aquel entonces la victoria suponía ganar solamente 2 puntos y no 3 puntos como se ganan ahora) y para hacernos sonreír a quienes lo veíamos en las canchas futboleras o los escuchábamos a traves de las ondas de las emisoras de radio. ¿Siguió después celebrándose el "gol delcojo?". Pues sí. En los años 90 todavía se escuchaba esa definición. Adrián Troncoso lo hace muy bien en Internet. Leed para comprobarlo: "En los años 90 estaba retransmitiendo partidos de fútbol en divisiones inferiores: Regional Preferente, Primera Regional … En más de una ocasión observé “el famoso gol del cojo”. Os cuento un ejemplo real. Partido de empate a cero y minutos finales en juego. El equipo local, jaleado por su afición se lanza en busca del gol de la victoria. Han llevado el peso del partido y este parece a punto de llegar. Los visitantes por su parte, se han defendido como gatos panza arriba y en los últimos minutos le flaquean las fuerzas. Han utilizado todas las artimañas para arañar segundos al crono y por supuesto han realizado parsimoniosamente todos los cambios. En cada encontronazo, el jugador visitante permanece tendido para ganar tiempo: calambres, posibles dolores y todo el repertorio que conocemos los aficionados al balompié. En uno de estos lances el delantero del equipo visitante apenas puede levantarse. Está lesionado, pero no quedan más cambios. Cojeando permanece en el rectángulo de juego intentando no estorbar a sus compañeros que están exclusivamente centrados en las labores defensivas. La defensa local se lanza al ataque y dejan casi sin marca al lesionado. Se produce un despeje. Un balón largo en dirección “al cojo”. ¡Milagro! El que hace segundos cojeaba emprende una rápida carrera en busca de ese largo balón. Los defensas, atónitos ven que ya no pueden darle alcance. Controla y avanza. Encara al portero y marca. El silencio del campo es sepulcral y solo se oyen los gritos de celebración de los jugadores visitantes. Una vez mal, se marcó el gol del cojo…". Sigo con Internet: "El reglamento es el fútbol y su evolución. Hasta la década de los 60 no se podía hacer cambio alguno, a no ser que se lesionara el portero. "Una vez me cambiaron", recuerda Iribar; "en un amistoso ante Francia, cuando salió Sadurní". Basora, que completó los 22 duelos que empezó, explica la táctica: "Antes, al que se lesionaba lo ponías de extremo y le decías: 'Al menos, haces bulto". Asensi, que ya estaba en la época de los dos cambios -permitidos a partir de 1970- y que completó 34 de los 41, apunta: "Lo ponías de delantero centro para que marcara el gol del cojo. Eso ahora es imposible". Sigo con mis recuerdos. A veces el "gol del cojo" no era producto de la picaresca. A veces era verdad que el jugador estaba lesionado y, olvidado por todos, rondaba siempre cerca del área rival hasta que, de repente y por estar sin marcaje alguno, le llegaba un balón rebotado que quedaba suelto dentro del área y el cojo sólo tenía que empujarle para marcar el gol. ¡Cuántas veces un "gol del cojo" rompía las expectativas de quienes jugaban a las quinielas! El caso es que los chavales de los 50 y los 60 sabíamos de memoria lo que era "el gol del cojo" como también, por ejemplo, aquello de decir "de portería a portería guarrería". Pero eso es otro tema que en otro momento escribiré en mi Diario. Ahora cierro estas páginas recordando que el más famoso "gol del cojo" que conocí yo fue el que marcó Ferenc Puskas en las finales del Mundial de 1954... aunque fue anulado porque se encontraba en fuera de juego... o por lo menos eso me explicó mi padre.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|