Aunque la realidad chirríe, no debemos darle demasiada importancia; porque se debe saber que regresando de un fracaso podemos siempre esperar a una victoria definitiva. La vida es como un carrusel incluso cuando el fracaso haya sido rotundo. Debemos entender que los perdedores son los que sirven para tener un porqué para seguir luchando; un para qué seguir intentándolo; un acicate más para seguir triunfando...
 
El regreso de un fracaso siempre es una victoria. Lo sabemos quienes lo hemos experimentado antes de encontrar nuestro verdadero lugar en este mundo de los combates diarios. Quizás muchos se dediquen solamente a estudiar las leyendas de los vencedores pero, sin embargo, las mejores leyendas que yo he conocido son las que logran aquellos perdedores que un día dejaron de serlo. ¿Qué puede haber más digno en la vida que saber ganar después de haber sabido perder?
 
Puede que ellos sigan eligiendo a los hombres glamurosos como ejemplos a seguir, pero yo no. Yo nunca elijo a los hombres glamurosos como modelos para mi conducta y mi manera de hacer las cosas. El poder no reside fuera de uno mismo sino que sabemos estar presentes en nuestra victoria después de haber regresado a nuestras casas tantas veces derrotados. Buscando nuestro propio caladero es lo que necesitamos hacer para encontrarnos con las verdaderas riquezas. Es ahí, en tu propio caladero, donde se puede encontrar lo que ellos no conocen, lo que ellos no imaginan, lo que ellos si tan siquiera sueñan. 
 
Lo ideal siempre es una cuestión de mentalizarnos adecuadamente en la búsqueda de nosotros mismos inmersos en nosotros mismos; porque fuera de nosotros mismos la vida puede ser cualquier cosa menos la que estamos soñando día tras día. Ese es el camino a seguir. Esa es la verdadera función de nuestra personalidad. Personalidad: hermosa palabra para definir nuestra victoria final. Y es que nuestra personalidad es ese motivo que debemos tener para nuestras búquedas continuas. 
 
Existe una frase que dice así: "En los pequeños detalles se conocen a las grandes personas". Detalle tras detalle nos vamos forjando esa manera de pensar, esa manera de sentir y esa manera de actuar que nos eleva a la condiición y a la categoría de ser líderes indiscutibles. Eso no se logra alcanzar jamás a través del glamur (esa falsa apariencia tan de moda en el mundo actual) sino a través de una continua evolucióm de ti mismo hacia ti mismo para luego proyectarla hacia los demás. 
 
La vida consiste en ir superando tus propias metas. ¿Te sirve de algo y para algo intentar alcanzar las metas de los demás? De nada y para nada. Intentar alcanzar la metas ajenas a tus propios sueños no sirve de nada y para nada; porque radican en tus propios sueños (y no en los sueños de los demás) todas las metas que te hacen ser un ser humano único e irrepetible si tu personalidad propia es suficiente como para alejarse del glamur que te quieren imponer como modelo desde fuera de ti. Ten en cuenta, amigo y amiga lectora, que el modelo de tu personalidad sólo eres tú y no las circunstancias. Ha llegado ya la hora, y lo he dicho ya un millón de veces, de abandonar el pesimista pensamiento de José Ortega y Gasset. Si lo deseamos de verdad, nosotros nunca somos nosotros y nuestras circunstancias sino que siempre somos nosotros una vez superadas y olvidadas las circunstancias. Aleja todas las circunstancias que hay fuera de ti (y todas las circunstancias siempre están fuera de cualquier ser humano) tanto en tu mente como en tu corazón y te habrás encontrado contigo mismo o contigo misma. Es a partir de ese logro, de ese encuentro personal que hay dentro de ti, cuando comienzas a andar por el camino del verdadero líder.
 
Regresando de un fracaso puedes alcanzar no solamente una victoria sino todas las victorias que te propongas alcanzar a lo largo de toda tu existencia. Por eso hoy solo pienso lo siguiente: "Todo lo que acaba bien no termina nunca". Y esa es la verdadera grandeza de un ser humano con personalidad propia. Lo dicho. No seas gente con glamur y busca ser persona con sentido, persona con estilo, persona con clase propia; porque el glamur siempre es una rémora mientras que tu propio sentido y tu propio estilo y tu propia clase es lo que hace que, en verdad, te definas si sabes ser tú quien decida lo que quieres ser tú. Y no abandones jamás porque eso es lo que busca siempre quien te tiene envidia. 
 
Mi consejo final es el siguiente: Sé artista de tu propia vida y no seas nunca como Miguel Ángel ni actúes nunca como Miguel Ángel sino que lucha siempre por ser ese hombre o esa mujer que hay dentro de ti y que sabe pintar sus propias ideas y no copiar para nada las ideologías de Miguel Ángel. Pasa olímpicamente de Miguel Ángel, decide pintar tu propio cuadro mental y habrás conseguido la victoria con absoluta facilidad; porque eso es ser un verdadero artista con personalidad propia.