La mujer que era vagabunda (Novela) -7-
Publicado en Apr 04, 2015
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Avión de Lufthansa, 30 de noviembre de 1962
 
- ¿Te gusta viajar siempre al lado de la ventanilla, José?
 
- Sí.
 
- ¿No te da miedo?
 
- No.
 
- ¿Qué es el miedo, José?
 
- Lo que nos esclaviza.
 
- ¿Cómo podemos superar el miedo?
 
- Olvidándose de uno mismo o de una misma y adentránodse en esa dimensión que todos poseemos pero que sólo descubrimos al llegarnos la hora en que podemos comprender todo lo inexplicado del día mientras en el exterior sólo se escuchan los místicos sonidos del silencio.
 
- ¿Estás pensando en alguien?
 
- Sí.
 
- ¿En quién esas pensando?
 
- En tí.
 
- ¿Es que tú y yo mantenemos de verdad una relación amorosa?
 
- Sí.
 
- ¿Y no te importa lo que digan los demás?
 
- No me importa lo que digan los demás ni lo que digan las demás.
 
- ¿Es que te es indiferente la murmuración?
 
- Sí.
 
-¿Y qué es, en verdad, la murmuración?
 
- Escucha bien, Marieta. La murmuración mundana es la antesala de todos los prejuicios y además uno de los pecados más feos que existen porque es una de las peores manfiestaciones de la envidia.
 
- Me gusta escucharte hablar mientras sonríes... 
 
El poeta español etaba sumamente tranquilo...
 
- Marieta: el espacio exterior es ya oscuridad y aquí, envuelto entre palabras que me arropan el sentido, busco un significado que pueda nombrar a la noche. No me gusta llamarla oscuridad y elijo llamarla nostalgia. Una nostalgia de las luces de la Gran Ciudad. Madrid, en la lejanía de mi corazón, se me abre por dentro para soñar. Esta noche quizás en algún barrio de mi juventud se unan las tres edades que tengo: niño infantil, joven decidido y adulto pensador. Quizás no sea ni niño todavía, tampoco he llegado a ser joven y mis pensamientos no son adultos sino simplemente sueños de poeta que camina por las letras de la Literatura para forjar su propio lenguaje ajeno a los que recorren los mundos diarios bajo el sol.
 
- ¿Es verdad que eres un genio de las letras?
 
- Depende.
 
-¿De qué depende?
 
- De los seres humanos que tengan suficiente sensibilidad para analizarme.
 
- Pues yo te analizo y creo, en verdad, que eres un genio de las letras.
 
- Yo sólo soy un hombre nada más, Marieta. Sólo soy un ser humano que evoluciona día tras día para no perder jamás la sonrisa. Un joven que no deja de ser un niño para no olvidar nunca lo que es el amor.
 
- ¿Sabes que tengo miedo?
 
- ¿De qué tienes miedo, Marieta?
 
- De que todo esto sólo sea un sueño del cual voy a despertar para verme otra vez siendo posesión del embrutecido Micola Pokony.
 
- No tengas nunca miedo al pasado, Marieta. A veces hablamos de que hay que vivir siempre hacia adelante, superando lo negativo que haya habido en nuestro pasado. Hay que vivir el presente y nada más que el presente. Sí. Es buena idea y la comparto; pero en este viaje he podido tener tiempo de reflexionar sobre el asunto debido a los problemas que algunas personas me han contado confidencialmente. Y he llegado a la conclusión de que, en algunas ocasiones, sólo en algunas ocasiones muy puntuales, es bueno ir al pasado y vivirlo como presente. Me explico. Hay, por los menos, dos buenas razones para ir al pasado. En primer lugar, es importante para las personas que tienen problemas por culpa de su pasado, revisar cuidadosamente ese pasado para establecer pautas de comportamiento actuales; porque en el pasado, como dicen los psicólogos, está la raíz de muchos problemas importantes que se pueden tener en el presente. Es necesario entonces conseguir realizar un bosquejo general del tipo de respuestas que tenemos que dar para no estar afectados en el presente. El propósito de ir hacia atrás en el pasado es el de conseguir la historia del comportamiento. Una historia del comportamiento sirve para determinar el tipo de vida que queremos para nuestro futuro. Es una forma seria de investigar en nuestras vidas para conseguir un mayor perfeccionameinto personal que nos abra un futuro más brillante y feliz. Hay una segunda razón para retroceder en el tiempo. En el caso de esas personas que sufren hoy por culpa del pasado se necesita descubrir las imperfecciones que se han cometido y que pueden estar haciendo efectos en nuestro presente. Los errores cometidos en el pasado pueden estar influyendo fuertemente en nuestro presente. Es importante, en esos caso, pensar en ellos para superarlos hasta poder destruirlos totalmente en nuestra mente y nuestra alma y poder así conciliar tranquilamente el sueño sabiendo que ya nos hemos aliviado y podemos disfrutar del presente. Bien. Termino. Vivamos el presente proyectándonos hacia el futuro pero regresemos de vez en cuando, sólo de vez en cuando y si es totalmente necesario hacerlo, al pasado haciéndolo, aunque sea momentáneamente, un presente para ser más felices en el futuro. 
 
- Por eso tengo miedo de mi futuro en Madrid. Me aterra y me da pánico que tenga que volver a vivir en las calles.
 
- No te preocupes por tu futuro en Madrid.
 
- ¿Cómo puedo evitarlo?
 
- ¿Sabes algo de Contabilidad?
 
- He estudiado Contabilidad.
 
- ¿Y Cálculo Mercantil?
 
- También.
 
- ¿Qué sabes de Derecho?
 
- Si te refieres al Derecho Mercanil sé lo suficiente como para saber lo que es.
 
- ¿Sabes escribir a máquina?
 
- He aprendido a escribir a máquina usando el Método Ciego.
 
- Pues entonces no te preoucpes más por tu futuro en Madrid. No tengas miedo. No vivirás en las calles.
 
- ¿Me estás diciendo que tengo una oportunidad?
 
- Escucha bien, Marieta. Conozco a un Jefe de Personal de la Oficina Principal de Madrid de uno de los Bancos más importantes de España.
 
- ¿Quieres decir que puedo trabajar en ese Banco?
 
- Sí.
 
- ¿En su Oficina Principal de Madrid?
 
- Sí.
 
- ¿Cómo puedes afirmarlo tan rotundamente?
 
- Ese señor me debe un gran favor.
 
- ¿Un gran favor? ¿Qué favor es ese?
 
- Evité que su nieta cometiera una grave equivocación.
 
- ¿Hiciste de verdad eso?
 
- Sí.
 
- ¿Algo relacionado con los sentimientos amorosos?
 
- Sí.
 
- Pues hablando de sentimientos amorosos... yo te quiero, José... 
 

- No es lo mismo querer que amar.
 
- Estoy convencida de que estoy enamorada de ti.
 
- Te equivocas.
 
- ¿Es que tú sabes de mis sentimientos mejor que yo misma?
 
- Sí.
 
- Demuestrámelo.
 
- Tú me quieres por lo que he hecho por ti pero no me amas por lo que soy. No me conoces apenas para decir que estás enamorada de mí.  
 
Marieta tardó unos largos minutos antes de volver a hablar...
 
- ¿Es cierto que tienes una novia que es todavía una niña de 6 años de edad?
 
- No es cierto.
 
- Entonces eres un mentiroso.
 
- No soy un mentiroso.
 
- Pues te contradices a ti mismo.
 
- No me contradigo. No es cierto que tenga novia sino que es verdad que tengo novia.
 
- ¿Qué diferencia hay entre lo cierto y lo verdadero? ¿No es la misma cosa?
 
- No es la misma cosa, porque lo cierto puede producir dudas razonables pero lo verdadero jamás es una duda. ¿Lo has entendido ya?
 
- Lo he entendido ya.
 
 
- Es por eso por lo que te dije, cuando nos conocimos, que tú tienes un futuro pero ahora te añado que tu futuro no es el mismo que el mío.
 
- ¿Qué es un futuro para tu vida, José?
 
- En esta penumbra de los deseos escucho un amar de ojos que se enciende en las horas de un descubrimiento inédito: no perder la expresividad para encontrarnos de nuevo con todo el cuerpo humano iluminado por las luces. El héroe de cada uno de nosotros transportado a la atmósfera dilatada de las horas; una especie de tiempo sin condiciones; un estar presente en las imágenes que entendemos como jornadas íntimas. Ayer, en el vértigo de los segundos cubiertos de espuma, tú y yo conocimos el amor. Una experiencia vívida y vivida en las espumas del sueño. ¿Y de quién es este anochecer milagroso?. Entre las imaginaciones tomadas de la nueva etimología de los verbos está el nuevo sentir de nuestro pasado. Por un lado, el cuerpo que se infiere hacia las esferas de los infinitos. Por otro lado, el alma que se refugia en las sombras de las arboledas. Eso es la vida. Una nueva entonación concertada entre lo aprendido y lo por aprender. Prometeo donó el fuego a los humanos… pero más allá de Prometeo hay todo un mundo de vivencias personales: ¡el fuego extendido hacia todo el universo!. Muchos somos ya los que vamos hacia las eternas primaveras en las que todo el mundo florezca de cantos en verdad. Cantos de fiesta. Nada de volver la mirada a los carnavales funambulescos. Nuestro destino es emerger a través de la calma de los deseos, retrotraernos hacia la época dorada de nuestras edades (como si fuésemos Hércules derribando el muro de las lamentaciones) para vivirnos nuevamente en extensidad y en intensidad. No. No es posible llegar a la cima si nos detenemos en este venir desde el futuro. Ha llegado ya la hora de estar presentes en el júbilo de las nuevas esperanzas que amanecen sus juveniles presencias en las ilusiones de la post realidad. Sé que es imposible para los simplemente materialistas entender todo esto, pero quienes somos materialistas con espíritu sabemos lo que es. Por eso escribimos nuestras trayectorias humanas en el cómputo de los puntos suspensivos... y que cada uno y cada una interprete a su medida (y como mejor desee) esta forma de sentir y vivir la vida mientras el café sigue humeando su aroma de universalidad y nosotros nos acostumbramos a invertir el tiempo y el espacio con posibilidades reales para nuestros vuelos imaginativos. Que somos como golondrinas mecidas por las nubes dentro de un lienzo concreto. Y es queremos y deseamos ser personajes de cuentos enmarcados en aquel pasado al cual llegamos desde el futuro. Nuestro presente no existe. Tenemos una nueva manera de pensar, una nueva manera de sentir y nueva manera de existencia. Un nuevo enfoque de parábolas que nos hagan vivir de nuevo. Que se queden en el presente los materialistas de la dialéctica proletaria y la praxis ideológica. Nosotros somos verbos nuevos. Pensar. Ligar conocimientos en las otras orillas del amar. Ligar horas en este invierno que hemos conquistado para la libertad. Ahora depende de cada uno de nosotros y nosotras vivir las primaveras. Llegamos desde el futuro para ser Liberación. Ni nos importa ni nos interesa saber lo que significan las frases que no sabemos traducir. Nosotros hablamos con verbos sin palabras porque llegamos del futuro para hacernos presentes en el ayer de nuestras juventudes. 
 
- ¿Escribes solamente poesía?
 
- Escribo todos los géneros que existen en la Literatura.
 
- ¿También escribes teatro?
 
- Sí.
 
- ¿Qué clase de teatro?
 
- El teatro que trata de la Vida.
 
- ¿De verdad? ¿Cómo es eso?
 
- Lo hago para superar a la mordaza; porque ningún sastre es capaz de llegar a mi altura.
 
- ¿Te estás refiriendo a algún sastre metido a teatrero?
 
- En efecto. Sólo es un comunista y ningún comunista podrá escribir como escribo yo.
 
- ¿Sabes que eres un hobmre bueno?
 
- Sí.
 
- A veces hablas mucho y otras veces estás como callado. 
 
- Depende.
 
- ¿De qué depende?
 
- Hay un tiempo para hablar y hay un tiempo para callar. 
 
- Eres demasiado joven, José.
 
- Lo sé.
 
- ¿Y qué vas a hacer entonces?
 
- Esperar a que los dos tengamos la edad suficente para podernos casar.
 
- ¿Me perdonas si me quedo dormida? Tengo mucho sueño.
 
- Duerme.
 
- ¿Tú no vas a dormir?
 
- No.
 
- ¿No duermes nunca cuando viajas?
 
- No.
 
- ¿Y qué vas a hacer durante el vuelo?
 
- Escribir.
 
Marieta se quedó dormida mientras José escribía... 
 
- Mi Voz dirigida va a los hombres, camina a bordo de la Carreta de los Sentimientos y penetra en el corazón de los seres humanos a través de las puertas del Amor. Si oyes, en alguna ocasión, el Silencio de mi Voz, podrás entender que en él habita la Verdad. Y si sabes ecuchar el Silencio de mi Voz habrás aprendido a escuchar el Silencio y la Verdad de ti mismo; así podrás entender que la inteligencia es la única justicia que tiene entendimiento para poder discernir cuándo los hombres y las mujeres de esta Tierra son jóvenes de verdad. Si ves mi Carreta pasar… sube… entra en ella… porque entre los libros de sus anaqueles, mientras saboreas el Silencio de las Horas Pacíficas, siempre encontrarás una respuesta válida para cada una de tus preguntas. Tu juventud no existe pero sólo podrás sentir que la posees cuando pases al interior de mi Carreta y encuentres allí la Belleza del Misterio de la Creación. No existe edad de calendarios para ser joven. Basta solamente con tener la Edad del Entendimiento.
 
FIN 
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Novela.

Palabras Clave: Literatura Prosa Novela Relatos Narrativa.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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