Desnudada la ETA (Ensayo Histórico, Político y Social) -1-
Publicado en Apr 05, 2015
Dedicatoria.- El presente libro está dedicado a todos aquellos y a todas aquellas que deseen saber la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, sobre el País Vasco y la ETA; pero de manera muy particular a un joven compañero de habitación en la calle Alcalá de Madrid, navarro de nacimiento, que llegó a predecir que un día habría un periodista-escritor que escribiría sobre la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, sobre el País Vasco y la ETA. Espero haber cumplido.
Capítulo 1.- La prehistoria en el País Vasco (El Paleolítico). En el período prehistórico y protohistórico la vida de los vascos se desarrolló de manera fundamental en las laderas de los montes, como atestiguan las cuevas naturales habidas durante el período del paleolítico. Antes de las conquistas romanas, apenas conocían la agricultura, y la base fundamental de su economía consistía en recolección de bellotas, convirtiéndolas en harina, así como en la cría de ganado, actividades que compartían en expediciones de rapiña contra pueblos asentados más al Sur y más ricos. La inseguridad que estas correrías provocaban entre los habitantes de la Meseta y del valle del río Ebro fue uno de los factores que impulsaron a los romanos a llevar sus conquistas hasta el mar Cantábrico a fines del siglo I antes de Jesucristo. Pero antes de continuar adelante, vamos a estudiar de manera muy minuciosa la prehistoria del Páis Vasco según la página hiru.com publicada en Internet más otras aportaciones culturales. Los datos más antiguos que poseemos sobre la presencia del ser humano en el País Vasco corresponden al Paleolítico inferior: el ser humano ya existía en esta zona hacia el 200.000 antes de Jesucristo. Pero, en general, todo el Paleolítico vasco nos ha dejado abundantes restos que nos permiten estudiarlo en profundidad.. Paleolítico inferior (200.000-100.000 antes de Jesucristo): No se conservan huesos humanos, sólo utensilios tallados en piedra y objetos punzantes de arenisca, sílex, basalto y cuarcita, de la cultura acheulense, etapa del apogeo de la talla del utillaje bifacial que produjo el tipo de hacha de mano. El nombre deriva del de un suburbio de Amiens, Saint-Acheul, departamento del Somme (Francia). El origen del acheulense debe situarse, por evolución de formas más toscas, en la fase interglacial Mindel-Riss (del río Míndel, afluente del Danubio) que fue la tercera glaciación cuaternaria en el dominio alpino y que corresponden en el dominio de Europa del norte a la del Elster y en el de América del Norte a la de Kansas. La glaciación Mindel se desarolló hace unos 400.000 años y paleontológicamente se caracteriza por la presencia de "Mammuthus primigenius" y "Rhinoceras tichorhinus"; desde el punto de vista de la evolución de los homínidos dicho período corresponde al predominio de los pitecantrópidos (género de homínidos al que se adscribieron inicialmente diverso fósiles que actualmente se incluyen en la especie "Homo erectus"). Los yacimientos del acheulense abarcan todo el Viejo Mundo, pero puede considerarse limitada tal industria a un inmenso triángulo cuyos vértices serían el Occidente de Europa, la India y África del Sur. Henry Breuil (que fue un naturalista, arqueólogo, prehitoriador, geólogo, etnólogo y abate francés), estudiando los hallazgos franceses, estableció hasta siete períodos, que se combinan en el Occidente de Europa con las industrias de lascas (clactoniense y levalloisense). Aún sin necesidad de aceptar los períodos de Breuil, es evidente que el proceso de evolución de las hachas de mano o bifaces exigió unos 300.000 años por lo menos. En España existen las terrazas del Manzanares, con bellos ejemplares de la mejor técnica, que abundan también en el Norte de África y en general en todo este continente. Las piezas pueden ser de gran tamaño y con frecuencia bellísimas. Yacimientos famosos en África son algunos del África Menor, por ejemplo el de Ternifine, donde el hallazgo de restos de un pitecantrópido ("Atlantropus mauritanicus") permitió a Camille Arambourg (que fue un paleontólogo francés), defender la idea de que este tipo humano es el escalón que corresoponde a la industria acheulense y muy importantes son también los yacimientos del barranco de Olduvay y de Olorgesailie. La duración de la industria acheulense en Europa Occidental explica que en sus últimos momentos coincida con la presencia de industrias musteroides, en las que se aprecia la última fase del hacha de mano con tipos cordiformes y de menor tamaño. Paleolítico medio (100.000-35.000 antes de Jesucristo): Numerosos restos humanos indican que hubo asentamientos durante largos periodos de tiempo. Los neandertales de esta época son cazadores-recolectores, y viven en grupos reducidos y dispersos. Entierran a sus muertos en cuevas sepulcrales, fabrican utensilios y usan adornos. Los neandertaloides (de Neandertal y el griego "eidos" que significa forma) poseían características semejantes a los del hombre de Neandertal (nombre de esqueleto humano encontrado en el valle alemán del mismo nombre, en la cuenca del río Düssel, cerca de Düsseldorf, descubierto en 1856, que constituye un tipo humano -"Homo neandhertalensis"- representado por diversos vestigios fósiles del pleistoceno superior). Al hablar de neandertaloides se dice especialmente de un tipo humano cuya situación antropológica no ha sido bien establecida. Restos de neandertaloides fueron descubiertos en en los alrededores del lago Tiberíades (una porción de cráneo) y en diversas grutas de Palestina. Estos últimos restos forman dos series principales: los esqueletos de una docena de individuos, hallados en dos grutas del monte Carmelo por Annie Elizabeth Dorothy Garrod (que fue una arqueóloga británica especializada en el período Paleolítico y la primera mujer en obtener una cátedra en la Universidad de Cambridge) y T.M. Cown (1931-1932), y los restos de unos cinco sujetos descubiertos en el yébel Kansef, cerca de Nazaret, por René Neuville (1934), que fue un prehistoriador y diplomático francés. Ambos grupos constituyeron una misma población, la datación de la cual no ha sido definitivamente resuelta, aunque es probable que deba de situarse en el período interglaciar Riss-Würn (de Riss, río de Baviera) es la cuarta glaciación cuaternaria en el dominio alpino, desarrollada hace unos 200.000 años y equivale a la glaciación Saale del Norte de Europa y a la Illinois de América del Norte, además, desde el punto de vista paleoantropológico la glaciación Riss corresponde al período de expansión neandertalense. En África del norte se han hallado también algunos tipos neandertaloides. En 1933, Jean Marçais (que fue un paleontólogo francés) halló en Rabat un fragmento de bóveda palatina y la parte anterior de una mandíbula. Se han descubierto asimismo un diente y una porción de maxilar en Mugharet el-Aliya, junto a Tánger (1939), y dos fragmentos de mandíbula, uno en Sidi'Abd al-Rahmán, cerca de Casablanca, y otro en Temara, al Suroeste de Rabat. En África del sur se han exhumado dos homínidos fósiles muy relacionados con los neandertalenses: el cráneo de Brocken Hill, en Zimbabwe (1921), y un casquete craneano y una mandíbula en Saldanha, en la Provincia del Cabo (1953). De 1931 a 1933 se descubrieron en Java una serie de restos óseos en los yacimientos de Ngandong, cerca de Trinil, que incluía una decena de cajas craneanas. Estos homínidos, denominados "Homo soloensis", presentan morfología polimorfa, con caracteres pitecantropianos y neandertalenses. Dado que las capas fluviales en que se hallaron corresponden a una edad más reciente que la de los pitecantropinos, se les ha considerado descendientes de estos últimos, como eslabón que los une con los neandertalenses. Paleolítico superior (35.000-8.500 antes de Jesucristo): Aparecen los hombres de Cromañón, que fabrican utensilios más sofisticados y perfeccionan las técnicas de caza (practican en grupo el ojeo, acoso y captura de las piezas). Se conservan pocos restos humanos de esta época, pero hay importantes muestras de arte rupestre en las cuevas de Ekain y Altxerri. Los cromañoides (de Cro-Magnon y el griego "eidos" que significa forma) es el término con el que se identificó un presunto grupo racial de hombres anatómicamente modernos del paleolítico superior europeo, basándose en las características morfológicas del fósil auriñaciense Cro-Magnon I. Se utilizó por extensión para designar cualquier resto del mismo período o incluso posteriores, tanto de Europa como del norte de África, que presentara las características siguientes: estatura elevada, gran capacidad craneal, cara ancha y baja, nariz saliente y órbitas bajas y cuadrangulares. La cueva de Ekain es una cueva con importantes pinturas rupestres situada en el municipio guipuzcoano de Deva, en el País Vasco de España. Entre los diferentes conjuntos de pinturas rupestres que se hallan en Ekain destaca el panel de los caballos. Estas pinturas están fechadas en el período Magdaleniense del Paleolítico Superior y hacen que Ekain esté considerada como uno de los principales santuarios prehistóricos europeos junto a Lascaux, Niaux y Altamira. En el libro "Lehen Euskal Herria", Jesús Altuna así el conjunto de los caballos: "es uno de los conjuntos de caballos más bellos de todo el arte franco-cantábrico". La cueva de Ekain está incluida en la lista del Patrimonio de la Humnaidad de la UNESCO desde julio del año 2008, dentro del sitio «Cueva de Altamira y arte rupestre paleolítico del Norte de España» ("Cave of Altamira and Paleolithic Cave Art of Northern Spain", en inglés). Ekain se ubica en la colina de Ekain, de la que toma el nombre, en terreno de la villa de Deva, en el valle del Gotzibar, arroyo perteneciente a la cuenca del río Urola, muy cerca de la población de Cestona, a escasos 1.500 metros de la misma. Delante de la boca de la cueva se unen los arroyos de Goltzibar y Beliosoerreka formando la regata de Sastarrain, que desemboca en el cercano río Urola. Dada la fragilidad de las pinturas y para preservar su conservación, se ha realizado una réplica de las pinturas cerca de la ubicación de la cueva original, al lado de Cestona, es Ekainberri. La cueva fue descubierta en 1969 por Rafael Rezabal y Andoni Albizuri, miembros de la sociedad cultural azpeitarra Antxieta, aficionados a la búsqueda de restos arqueológicos. En una de sus exploraciones por el monte Izarraitz, siguiendo el curso de la regata Goltzibar, descubrieron un lugar singular, idóneo para un asentamiento prehistórico. El día 1 de junio de 1969 descubrieron la entrada de la cueva, que exploraron el día 8 del mismo mes, descubriendo la galería de las pinturas después de abrirse paso por un pequeño pasillo retirando unas rocas que lo cegaban. Los primeros estudios fueron realizados por José Miguel de Barandiarán y Jesús Altuna, pertenecientes a la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que publicaron sus conclusiones a finales de ese mismo año en la revista Munibe (órgano de la Sociedad de Ciencias Naturales Aranzadi), un segundo estudio de las figuras se volvió a publicar en esta misma revista en 1978. Las catas realizadas en la entrada de la cueva dieron como resultado la verificación de la existencia de un yacimiento prehistórico. El yacimiento fue excavado y estudiado entre 1969 y 1975, a lo largo de 6 campañas de excavaciones realizadas por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, con financiación de la Diputación de Guipúzcoa, las tres primeras campañas fueron realizadas bajo la dirección de José Miguel Barandiarán. En los hallazgos posteriores se encontraron restos que atestiguan la ocupación de la cueva en varios períodos así como la ocupación de la misma por osos de las cavernas. Se realizó una ampliación de los estudios en 1978. En 1984 se publicaron todos lo estudios realizados hasta la fecha sobre el yacimiento y las pinturas. Las pinturas fueron calificadas como pertenecientes al período Magdaleniense del Paleolítico Superior y de una calidad excepcional, similar a las de Altamira o Lacaux. El Magdaleniense Superior es el último estadio de la cultura Magdaleniense, con la que termina el Paleolítico Superior. Se divide en tres estadios, I, II y III. El estadio I está caracterizado por los prototipos de arpones. Se encuentran muchas estatuillas de bulto redondo, hechas con asta de reno, hueco y a veces marfil. También se encuentran los llamados "bastones de mando", consistentes en bastones perforados de asta de reno, que a pesar de su nombre se desconoce para que se utilizaban. Aparecen las primeras figuras de pez y de cabeza de caballo. Se desarrolla el grabado, existiendo algunos en placas de caliza, sobre todo representando animales. También existen grabados en huesos o astas de reno, y en los "bastones de mando". Se conoce también algún modelado en arcilla. Se han efectuado hallazgos del llamado arte decorativo, consistente en motivos geométricos (principalmente espirales) en diversas regiones. La pintura se ha hecho policroma y la perspectiva se ha enderezado. El trazo es más fino. Los animales son a veces grabados antes de ser pintados. Algunos autores consideran que los llamados "bastones de mando" quizás pudieran ser instrumentos para enderezar útiles como las azagayas y no elementos señaladores de prestigio. El estadio II está caracterizado por arpones de una sola hilera de dientes, y por la existencia de tridentes; existen también puntas de muesca magdaleniense de sílex. Y el estadio III está caracterizado por arpones de doble hilera de dientes y buriles "pico de loro", puntas azilienses, micro-raspadores cortos, microlitos geométricos y puntas pedunculares. Durante esta fase se encuentran bajorrelieves en simples ahuecados, que representan caballos, cabras, bisontes, peces, pájaros y a veces figuras humanas. Se conocen también muchos dibujos de filas de caballo de cabeza desproporcionadamente grande. En julio de 2008, fue declarado el conjuntode Ekain "Patrimonio de la Humanidad" por la UNESCO. Dada la importancia del yacimiento y las características de la cueva, se decidió no abrirlo al público y realizar una réplica de la misma, junto a un equipamiento cultural más extenso que explicara el periodo prehistórico en el que se realizaron las pinturas. Fruto de ese proyecto es Ekainberri, la réplica de la cueva de Ekain. La réplica se realizó de la mano de la Fundación Ekain, en la que participan Diputación Foral de Guipúzcoa, Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de Cestona. La gestión de la infraestructura corre a cargo de la Unión Temporal de Empresas formada por Arazi y la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Se halla a la entrada del valle de Sastarrain, 600 metros antes de llegar a la cueva original. La réplica está realizada la empresa ZK Productions de Montignac (Francia), bajo la dirección, bajo la dirección de Renaud Sanson. La dirección científica del proyecto es de Jesús Altuna. La escenografía que conforma la réplica consta de dos partes diferenciadas, una es la llamada "de detalle" y la realizó la empresa ZK Productions mientras que la complementaria la ha hecho la empresa eibarresa Alfa Arte, la cual también se ha ocupado del montaje de la estructura, de la pasarela, del aire acondicionado, de la luz escenográfica y del recorrido del agua por la escenografía. Junto a estas dos empresas y completanto el resto de instalaciones del complejo, han trabajado otras varias. La construcción de la réplica de la cueva de Ekain y las instalaciones complementarias se ha dilatado por mucho tiempo por muy diversas circunstancias. Una vez construido el edificio donde se iba a ubicar la réplica, por problemas económicos, se paró la obra durante 8 años. La realización del panel de las pinturas, que partió de una tomografía digital en 3D de las salas originales, tardó más de dos años en plasmarse en polietileno, recubierto después de mortero y posteriormente policromado. El yacimiento y las pinturas de Ekain fueron estudiadas nada más tener noticias de las mismas. José Miguel Barandiarán y Jesús Altuna, de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, realizaron una publicación de un estudio preliminar en diciembre de 1969, pocos meses después de su descubrimiento. Posteriormente se abrió una campaña de excavaciones que terminó en 1975 y luego, en 1978, se realizó una ampliación de los estudios. Toda la información obtenida fue publicada. Las excavaciones arqueológicas indican restos desde el Paleolítico Superior con evidencias "Chatelperronienses". El Chatelperroniense es una fase de la cultura Peridordiense, dentro del Paleolítico Superior. Es una industria de transición entre el Musteriense y el Paleolítico Superior. Se desarrolló hace entre 36.000 y 32.000 años, aproximadamente, al final de un interestadial templado. El nombre de este período procede del yacimiento epónimo de la Grotte des Fées, en Châtelperron (Francia) y se subdivide en Châtelperroniense arcaico (con características del Paleolítico Medio), el Châtelperroniense inicial o típico (evolucionado, tiene una fuerte influencia del Paleolítico Superior) y Châtelperroniense regresivo (en el que las industrias presentan una alta degradación. Hay controversia, desde el punto de vista arqueológico, sobre la asociación de esta cultura con los Neandertales. El tipo humano característico es el Neandertal; se trata de un período frío domianod por especies como el rinoceronte lanudo y el reno; amplia repartición de pinos y encinas (ell deterioro climático provoca la situación de la masa forestal por una cubierta vegetal y arbustiva); el arte mueble aparece por primera vez, con series rítmicas de incisiones, ya sean sobre piedra o sobre hueso, incluso sobre asta de ciervo, como por ejemplo los propulsores; y los lugares de habitación se limitan a toscas cabañas, como las de planta circular construidas a base de defensas de mamut. El fósil director es el cuchillo de Châtelperron con dorso curvado. Raspadores terminales que predominan sobre los laterales. Desarrollo de los buriles. La talla se hizo más laminar. También existen hojas truncadas. El dorso de los cuchillos muestra tendencia a hacerse rectilíneo. En cuanto a la réplica de la que estamos hablando, en el nivel X se ha datado en una edad superior a los 30.600 años. En el nivel IX hay numerosos restos de osos de la cavernas y alguna pieza de aspecto auriñacoide. En el nivel VIII ya no se muestran restos de osos de las cavernas hallándose algunas piezas de industria lítica poco significativas. En el nivel VII, perteneciente al Magdaleniense Inferior, se muestran evidencias fehacientes de la presencia humana. Está localizada en el vestíbulo de la caverna y constó de cuatro hogares. Hay numerosos restos de alimentación e industria, tanto lítica como ósea. Por el estudio de los restos alimenticios se concluye que la ocupación se realizaba en verano (los restos de alimentación indican una alimentación basada en cervatillos y ciervas, al no haber restos de animales de entre 6 y 10 meses se estima que la estancia no era ocupada en invierno). El nivel VI, datado en 12.050 años y perteneciente también al Magdaleniense Inferior, se han hallado arpones típico de dicha época y evidencias de la especialización en la caza de la cabra montesa, especie que habitaba en el cercano Izarraitz. Todavía la ocupación de la estancia tenía carácter temporal. Entre los hallazgos de este nivel destaca una plaqueta de piedra arenisca en la que se hay grabados una cabra montés, un ciervo y un caballo. Este elemento fue hallado en 7 trozos dispersos y está datada en 12.000 años. Los estratos superiores son ya del período Aziliense donde las costumbres y forma de vida fueron diferentes. Por definición consensuada el Aziliense es unacultura del Epipaleolítico (fase inicial del Mesolñitico), este término lo creó E. Piette e 1889 para designar un grupo cultural extendido por los Pirineos, hasta Cantabria y Asturias en el lado español. En España, el Aziliense se centra en la región cantábrica, situándose en el mismo territorio donde se desarrolló el Magdaleniense y su origen está en el Magdaleniense Superior.Magdaleniense, pues hay una continuación con el material lítico y óseo, aunque su industria ósea es más pobre. La cueva de Ekain consta de varias salas y galerías, cada una de ellas tiene unas características propias y ha sido bautizada con un nombre. Se han hallado un total de 70 figuras distribuidas por las diferentes galerías. 64 de las figuras son pintadas y el resto grabadas. El número de figuras depende si se contabilizan algunos trazos ligados a ellas o no. Cerca del 58 por ciento de las figuras son caballos, los animales más representados no son los más utilizados para la alimentación de los que habitaron la cueva, según se desprende de los hallazgos en las excavaciones. Hay tres conjuntos que cuentan con más de cinco figuras y los caballos pintados corresponden con el tipo de caballo que existente en el periodo final del Paleolítico, con una crin corta y enhiesta, manchas en el cuello, vientre claro que el lomo y cebraduras en extremidades y cuello. El color es negro y rojo, el negro está realizado con carbón de madera y magnesio y el rojo procede de la limonita, un mineral natural de óxido de hierro. La entrada original de la cueva tenía forma de arco con una altura de 1,20 metros y un anchura en la base de 2,30 metros. Después de atravesar una zona estrecha, la bóveda se eleva, permitiendo permanecer erguido. La galería que se abre a la entrada recibe el nombre de Erdibide, su suelo es estalagmítico y en pequeña pendiente, algo estrecha. En esta galería se halla la primera pintura, a los 6 metros de su comienzo, un trazo en negro. Más adelante hay una gran cabeza de caballo, que está a 50 metros de la entrada de la cueva, (la mayor existente en ella) situada en un punto estratégico desde donde se ve un bloque de piedra que se semeja a la cabeza de un caballo (este bloque está en la sala llamada Erdialde). La cabeza pintada está realizada en tinta plana y dirigida hacia la derecha. Pintada con manganeso, el contorno se hace más oscuro en la fauces, estando las sienes y el comienzo de la crin más claros. El ojo y las orejas están bien indicados. La Sala Zaldei es la sala más importante de la cueva por ubicarse en ella el gran panel de caballos. El suelo es estalagmítico con pequeños accidentes por los gours. Un gour (término usado originalmente en francés y procedente del ocitano "gorg", que significa «sima» o «charco», a su vez deriva del latín "gurges" que se refiere a "sima" o "gaznate") es una concreción carbonatada (espeleotema) que tiene forma de dique desarrollado sobre una pendiente por la que circula un curso de agua activo. Dan lugar a represamientos escalonados, siendo una forma bastante frecuente en cavidades kársticas. También se puede hablar de microgours, que se forman exactamente igual que los gours normales pero sobre pendientes mucho más suaves y con un paso discontinuo del agua. Por extensión, el término a veces se aplica inapropiadamente a un simple agujero lleno agua al aire libre, relativamente profundo, que conserva generalmente el agua durante la estación seca (marmita de gigante). Los gours son depósitos de calcita particulares. En ambientes kársticos, el agua de lluvia disuelve la piedra caliza infiltrándose en el suelo y enriqueciéndose en carbonato cálcico. Cuando se alcanza una cavidad subterránea, el agua puede evaporarse y formar diferentes tipos de espeleotemas (estalactitas, estalagmitas, etcétera).. Si el agua se estanca en un charco ya existente en el suelo, la concentración de carbonato cálcico aumenta y la calcita se deposita en los bordes del charco. El suministro de agua debe ser suficientemente bajo o discontinuo para que no disminuya la concentración y se detenga el fenómeno de concreción. Los gours están a menudo dispuestos unos tras otros, con los gours inferiores recibiendo el desbordamiento de agua de los gours situados aguas arriba. Un conjunto espectacular de gours es visible en la gruta de Saint-Marcel (Ardèche, Francia). Concreciones morfológicamente similares pueden formarse al aire libre dentro de toberas, como en las fuentes del Huveaune, en el macizo de Sainte-Baume (Var,Francia) o en Pamukkale, en Turquía. La roca es entonces un travertino, una forma mucho más vacuolar de calcita que la de los gours formados en un medio subterráneo. En Charbonniéres-les-Vieilles en el Puy-de-Dôme, el gour de Tazenat es en realidad un lago de origen volcánico y no un gour en sentido estricto. En la cueva de Erkain, a ambos lados se sitúan sendos conjuntos de figuras donde la mayor parte son caballos, a los caballos dan paso dos bisontes situados, cada uno, en una pared. Los caballos parecen corresponder a los que habitaban la zona en aquella época, con crinera enhiesta (que se representa con una serie de trazos verticales y cortos), diferente coloración entre las regiones dorsal y ventral (representada por una línea en "M") y cebraduras en los antebrazos. El gran panel de caballos de la pared derecha está compuesto por 18 figuras de las cuales 11 son equinos. 15 de los animales se orientan a la izquierda, hacia el "nicho del oso" que está situado en la sala Artzei. Las figuras no se sobreponen y están representados de diferentes formas, algunos tienen contorno negro, otros modelado interno negro, otros están hechos en negro y rojo y otros grabados. El negro es de carbón de leña. En la pared izquierda hay 8 caballos orientados hacia la derecha, también hacia el "nido del oso". La figuras de los bisontes están realizadas aprovechando un reborde rocoso natural completando el reto del cuerpo por la pintura. Este reborde conforma la línea dorsal y la cola. En la Sala Artzel se sitúa el "nido del oso", es una plataforma en la cual en un bajo techo, escondidos de la vista, hay pintados una pareja de osos similares a los actuales. Los osos están pintados con manganeso en negro (junto con la gran cabeza de caballo son las únicas figuras hechas con manganeso). Parece ser que esta sala es el punto central del santuario ya que la mayoría de los caballos, todos los de las salas de Zaldei y Azkenzaldei, miran aquí. La Galería Auntzel es de 15 metros y dos de ancho de largo sin salida. En este lugar hay varias figuras de animales, ningún caballo. Hay 2 ciervos, 4 cabras y 1 salmón. En esta galería hay restos de haber sido usada por los osos de la cavernas. Los ciervos forman un pequeño conjunto en el que se representa a una cierva y a un ciervo que están grabados y no pintados (son la únicas figuras exclusivamente grabadas de la cueva). El ciervo comprende la cabeza, con la cuerna representada vista de frente y los detalles de la oreja, nariz y ojo, el cuello, el dorso completo y las nalgas. De la cierva solo se ha representado la cabeza y el cuello. El salmón se representa en silueta completa con boca. opérculo, aletas y línea lateral, las aletas dorsal y pares son menos visibles. Para la realización del ojo y de la línea dorsal se han usado elementos de la pared. La silueta, de 55 centímetros de longitud y orientada al interior de la galería, está pintada en negro. Hay varias figuras de cabras en ambas paredes, en una de ellas se representa la cabeza en la que destacan los cuernos que se ven en perspectiva frontal, el cuello y el comienzo de la línea dorsal. En la pared de enfrente hay una figura de cabra de 20 centímetros de longitud representada tumbada mirando a la izquierda. Está pintada en negro y rellena de pintura. La Sala Erdial es la de mayor amplitud de toda la cueva, en ella está el bloque de piedra que se asemeja a un caballo (es estima que este pudo ser el motivo por el cual la cueva fue elegida como santuario del caballo). En la parte baja de este bloque y en la pared trasera del mismo hay dos figuras pintadas, un caballo y un bisonte. Se ha calificado a Ekain como un santuario de los denominados profundos, al estar la figuras alejadas de la entrada y sin que las alcance en ningún momento la luz del sol. Está dividido entres zonas separadas, en las que el bloque que representa un caballo y el nido del osos tienen una especial significación. Se estima que la cueva estuvo deshabitada en el periodo en el que se realizaron las pinturas. ¿Comían lo que pintaban? La investigación integral de los yacimientos ha demostrado que el fin mismo del arte no fue la caza, ya que no existe una relación directa entre la fauna representada y los restos recuperados en los lugares donde vivían. En algunas cuevas, como Ekain, se comprueba que si bien los caballos es el tema más frecuente de sus pinturas, el ciervo en algunas épocas, y la cabra después, eran las especies más cazadas. En las excavaciones realizadas en el año 2008 dirigidas por Javier Altuna se halló la pieza denominada "contorno recortado de ave" que se trata de una talla del contorno de una ave realizada en un hueso de costilla de un uro o bisonte que previamente ha sido preparado, hendiéndolo en un plano paralelo a su superficie y desgastando la zona interna. También se ha quemado suavemente dándole un tono entre marrón y negro. Se ha datado mediante otro hueso hallado a su lado en el Magdaleninese Medio. La representación de un ave es una cosa excepcional ya que la mayoría de los contornos recortados de esa época representados en la zona cantábrica, pirenaica y aquitana son mayormente de caballos, sarrios, cabras, bisontes y ciervas, también se han hallado algunos peces. Han sido realizadas en hioides de caballo y tienen perforaciones de suspensión. Esta pieza carece perforaciones y está realizado en una costilla de bovino. También la forma de representación en perspectiva torcida para que parezcan las dos alas es excepcional. A diferencia de los mamíferos las aves no se prestan para la realización de perfiles estáticos La representada en esta pieza está en actitud de zambullirse, como si fuera un Martín Pescador. Pero no se sabe si eso es lo que se ha querido representar o es así debido a que cabe en la costilla las alas extendidas. La longitud total de la pieza, desde la cabeza del ave a la cola, es de 66,2 milímetros con una anchura de 19 milímetros entre las alas y un espesor de 3,3 milímetros, La representación del ave esta realizada con una perspectiva torcida, la cabeza se ve de perfil (según un plano sagital que divide al animal en dos partes simétricas) mientras que el cuerpo se ve desde un plano frontal viéndose las dos alas a ala vez. La figura está representada por el dorso y la espalda en vez de los contornos de los lados. En la cara externa de la pieza se aprecian las alas bien señaladas y aplicadas al cuerpo separadas por sendos surcos. Se aprecian cinco recortes en el ala superior y seis en la inferior teniendo un borde festoneado entre el cuerpo y las alas, en esos surcos hay tres incisiones profundas transversales que tienen otros ocho incisiones cortas y perpendiculares a las anteriores. En la cola hay doce incisiones con forma de cuña alineadas en tres hileras longitudinales de cuatro ángulos. Las incisiones fueron realizadas por un instrumento largo que en su extremo tendría un filo mellado. En la cara interna se aprecia el mentón en el que hay 5 incisiones cortas y oblicuas y un rasgado longitudinal. Las alas se han realizado de la misma forma que en la cara externa, entre ellas hay siete líneas transversales pero sin las perpendiculares que hay en el otro lado. La Cueva de Altxerri (en euskera "Altxerrico leizea o Altxerrico koba") está situada dentro del término municipal de Aya (Guipúzcoa) en el País Vasco de España. En la gruta original se conservan pinturas rupestres y grabados que han sido datados en el periodo Magdaleniense Superior final, dentro del Paleolítico Superior; las pinturas situadas en una galería superior, conocida como Altxerri B, han sido datadas en un estudio de 2013 como las pinturas rupestres más antiguas en Europa, con una edad estimada de 39.000 años. Su estilo artístico forma parte de la denominada escuela franco-cantábrica, caracterizada por el realismo de las figuras representadas. Altxerri es uno de los grandes conjuntos de grabados del cantábrico. Posee alrededor de ciento veinte grabados de los cuales noventa y dos son de animales. El bisonte es el animal más representado con un total de cincuenta y tres grabados. Otros animales presentes en la cueva son el reno con seis grabados, cuatro ciervos y cabras, tres ejemplares de caballos y uros, dos saigas, un glotón, zorro, liebre o un ave. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 2008, junto con otras 16 cuevas situadas en el norte de España, como parte del conjunto conocido como Cueva de Altamira y arte rupestre paleolítico del norte de España. La Cueva de Altxerri se ubica en el término municipal de Aya, en la Provincia española de Guipúzcoa (País Vasco español). Sin embargo la cueva se encuentra más cerca del pueblo costero de Orio, de cuyo casco urbano apenas dista 1 kilómetro, que del propio casco urbano de Aya, situado a algo más de 3,5 kilómetros. Para llegar a Altxerri hay que llegar en primer lugar al pueblo de Orio, distante 17 kilómetros de la capital provincial, San Sebastián. Si se llega desde San Sebastián por la Carretara Nacional 634 hay que atravesar el casco urbano, cruzar el río Orio y siguiendo dirección a Zarauz desviarse al poco de atravesar el río por la GI-3161. Si se llega desde Bilbao y Zarautz el desvío de la GI-3161 se realiza justo antes de llegar a Orio. Tras atravesar un polígono industrial y recorrer unas decenas de metros se llega al caserío Altxerri situado justo al lado de la carretera. La boca de la cueva se encuentra a 100 metros de la carretera y 15 metros sobre el nivel del valle, ascendiendo por la ladera oriental del monte Beobategaña, justo después de atravesar el arroyo Altxerri y detrás del caserío. La entrada de la cueva se abre en un tajo casi vertical de la roca. La cueva se encuentra actualmente a 20 metros sobre el nivel del mar y 2,5 kilómetros de distancia de la costa, aunque en el periodo magdaleniense el nivel del mar estaba más bajo, por lo que se estima que ésta se encontraba 80 metros sobre el nivel del mar y a 6 kilómetros de distancia. La Cueva de Altxerri permaneció cegada y oculta hasta 1956. Ese año se acometieron las obras de construcción de la carretera que une el pueblo de Orio con el barrio de Olaskoegia de Aia. Para aprovisionarse de material para dicha obra se abrió una cantera provisional en las calizas situadas unas decenas de metros detrás del caserío Altxerri, junto al que pasaba la nueva carretera. En una de las voladuras que se realizaron con dinamita en la cantera se abrió un boquete de un metro de ancho por 80 centímetros de alto. A través de ese boquete se descubrió una larga y amplia galería excavada en el material calizo que había permanecido oculta durante miles de años. En principio el descubrimiento de la cueva atrajo únicamente la atención de algunos jóvenes de los pueblos de los alrededores que fueron los primeros en aventurarse en la cueva. El descubrimiento no tuvo mayor transcendencia. La cantera no fue explotada mucho más después del descubrimiento; como el material obtenido era ya suficiente para concluir la obra dejaron de realizarse voladuras y la cueva se pudo conservar casi intacta. En 1962 la noticia de la existencia de simas que partían de la galería descubierta unos años antes atrajo a varios miembros de la Sociedad de Ciencias Aranzadi de San Sebastián a acometer una exploración espeleológica de la misma. Fueron los jóvenes Felipe Aranzadi, Javier Migliaccio y Juan Cruz Vicuña, quienes mientras estaban realizando los preparativos para descender por la sima, observaron unos trazos negros en una pared cercana que formaban la figura de un bisonte. A partir de este primer descubrimiento, los espeleólogos de Aranzadi descubrieron otros grupos de figuras en otros lugares de la cueva. Estos miembros de Aranzadi dieron cuenta de su descubrimiento a José Miguel de Barandiarán, que era el director del Departamento de Prehistoria de Aranzadi. Este insigne antropólogo fue el que certificó la autenticidad del hallazgo, además de hallar otras muchas figuras que habían permanecido ocultas a los inexpertos ojos de los jóvenes espeleólogos. Sin embargo en los años entre 1956 y 1962 las personas que habían accedido a la galería de la cueva habían dejado escritos en la misma por lo que hubo que actuar con mucha prudencia para discernir las auténticas pinturas de la "contaminación" de los últimos años. Antes de hacerse público el descubrimiento arqueológico y como medida de precaución, la entrada de la cueva fue cerrada con una puerta. La cavidad fue bautizada como Cueva de Altxerri, por el nombre del caserío situado en sus inmediaciones. El primer estudio de las pinturas de la cueva fue encargado a Barandiarán, que publicó en 1964 en la revista "Munibe" una primera memoria de las figuras encontradas. Barandiarán halló también la entrada natural de la cueva, situada cerca de la entrada abierta artificialmente. La entrada natural se encontrada cegada por sedimentos y estalagmitas. Esta boca natural se sigue manteniendo tapada hoy en día. Durante estos trabajos el equipo de Barandiarán practicó una calicata junto a la entrada natural de la cueva encontrando un yacimiento arqueológico, que fue estudiado. Se realizaron también catas junto a los grupos de figuras, encontrándose un raspador y una punta de sílex junto a los grupos de figuras I y II. En 1976 Jesús Altuna y José Manuel Apellániz publicarían un segundo estudio de las pinturas en la misma revista. El libro "Ekain y Altxerri - Dos santuarios paleolíticos en el País Vasco", del propio Altuna, está considerado como el principal libro de divulgación publicado sobre esta cueva. En 1982 se descubrieron dos bisontes dibujados en la base de la sima de 10 metros de profundidad. No se han hallado más dibujos en esa zona. La cueva guarda en su interior grabados y pinturas. Los primeros se conservan bien, pero las pinturas se encuentran muy deterioradas debido a la gran humedad de muchas de las paredes. Desde el descubrimiento de las pinturas en 1962 la cueva ha estado cerrada al público y sólo se permite el acceso a prehistoriadores que acrediten su condición de investigadores con publicaciones. En 2008 la Cueva de Altxerri fue declarada Patrimonio de la Humanidad. Las pinturas y grabados de Altxerri están divididos en siete grupos de imágenes y grabados, que ocupan diferentes lugares de la cavidad. Además existen otras pinturas aisladas que no se incluyen en estos grupos. El Grupo I son las figuras más cercanas a la entrada de la cueva. Se encuentran en un nicho lateral de la galería principal. Las dos paredes laterales de dicho nicho se encuentran repletas de figuras hasta llegar a medio centenar. Las figuras llegan hasta lo más profundo del nicho, donde hay que acceder persona a persona. Este grupo suele ser subdividido entre dos subgrupos, Ia y Ib, correspondientes a cada una de la paredes laterales del nicho. En este grupo predominan los grabados frente a los dibujos. Las figuras incluyen animales de muy diverso tipo: bisontes, peces, cabras, saigas (especie de mamíferos artiodáctilos de la familia Bovidae), renos, aves, etcétera. El Grupo II está siguiendo la galería principal en la pared izquierda de la misma, se encuentra un grupo de figuras en las que predominan los dibujos frente a los grabados. Destaca el dibujo de una cabra. Sin embargo se encuentran en un lugar muy húmedo de la cueva, por lo que la pintura prácticamente se ha borrado y su estado de conservación no es bueno. Grupo III; en la pared enfrentada a la del grupo II y en una posición más elevada se encuentran 3 figuras. Destaca el dibujo de un bisonte de 40 centímetros. Grupo IV: siguiendo por la misma galería se encuentra un conjunto de 14 figuras realizadas mediante un grabado muy fino. Resultan muy difíciles de observar y prácticamente imposibles de fotografiar. Grupo V: este grupo contiene 7 bisontes, un caballo, una cabra, un sarrio (también llamado rebeco o gamuza) y una figura que posiblemente represente un uro. También hay algunos campos rayados y algún signo. Grupo VI: este grupo incluye 4 bisontes, 4 renos, un animal con forma de serpiente y algún signo. Grupo VII: incluye una cabeza de ciervo y un bisonte. En la base de la sima de 10 metros de profundidad situada al final de la galería se encontraron en 1982 dos bisontes pintados. La pintura de estos bisontes está casi perdida. No se han encontrado más pinturas en esta parte de la cueva. En una galería superior a la principal de la cueva, de difícil acceso, se encuentran una serie de pinturas de color rojo de difícil interpretación. Los expertos creen reconocer el dorso de un bisonte. Esta pintura de 3 metros de longitud sería la más grande la cueva.
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José Orero De Julián