El Molino de Calabria (Novela) -Captulo 11-
Publicado en May 22, 2015
El club nocturno "Festa di Laurea" era el más elegante de todos los establecidos en la ciudad de Catanzaro. Allí había una pista de baile, media docena de mesas y tres habitaciones siempre disponibles para los clientes asiduos que, como era evidente, formaban parte de la más alta clase social. En un cartel aparecía una super modelo anunciando exhibiciones de tipo sensual. Era ya avanzada la tarde, la luna había aparecido hacía tan solo unos minutos pero, en la pista, todos estaban concentrados en bailar sin querer saber nada del mundo exterior. Sonaba "Dolce fuoco dell'amore" de Adriano Celentano.
- Dulce fuego del amor que me consume todo el tiempo a medida que avanza con las más dolorosas ideas de que eres mi deseo pero usted va a morir con una cuchilla pulida que desgarra. Eres como la sombra de mi corazón. Viene el sol y te has ido. Una luz ligera pluma como un suspiro que vuela mas yo no no te quiero perder y voy en busca de usted aunque yo soy tan débil tan débil y usted lo sabe, usted lo sabe, usted lo sabe. Usted es un pensamiento en blanco y sólo en este gran mar azul un beso que desarrolla el plan que parece real pero se ha ido y yo no quiero perder y voy en busca de usted aunque yo soy tan débil tan débil y usted lo sabe, usted lo sabe, usted lo sabe. Dulce fuego del amor que me consume como el paso del tiempo. - Cada vez me gustas más, Silas. El acaudalado financiero Silas Rossi se sentía algo inquieto a pesar de que Etna Curti, la bella esposa del banquero Germano Bisi, estaba totalmente entregada a sus caprichos amorosos.El DJ Boni Bona, "Bobó" para sus fanáticos seguidores y sus fanáticas admiradoras, había anunciado quince minutos de descanso. Así que dejaron de bailar y se sentaron en las dos sillas de la mesa que tenían reservada. - Estoy un poco preocupado, Etna. - Pero si mi esposo ya sabe que le pongo los cuernos contigo y lo acepta como algo natural... - Más que algo natural lo que acepta es que es algo inevitable. - Mejor me lo pones todavía. Si lo acepta como algo inevitable... ¿se puede saber por qué tienes miedo?... - Yo no siento ningún temor en cuanto a Germano... pero quién me preocupa eres tú... - ¡Vaya tontería, Silas! Yo cuando me enfado soy como un volcán. Por eso me pusieron Etna de nombre. -No te fíes demasiado, querida. Sé muy bien lo violento que se pone Germano Bisi cuando hay líos de faldas de por medio. Hasta existen rumores de que es cruel. - ¿Pero no te das cuenta de que sólo es un bocazas nada más? Habla demasiado pero es incapaz de cumplir ni con la centésima parte de todas sus amenazas. En cuanto a los rumores sólo son rumores. ¿De verdad haces caso de todo lo que se rumorea en nuestro pequeño mundillo? - No tan pequeño mundillo como crees, Etna. ¿Has leído ya todo lo que se está escribiendo sobre el crimen cometido con Horacio Craignone? ¡Ni el más salvaje animal podría haber cometido tan brutal acción! -¿Y tú crees que ese bruto puede ser Germano Bisi? ¡No me hagas reír! - Estos asuntos siempre producen sorpresas. - Escucha, Silas... tú eres de la familia de los Rossi... - Por eso mismo temo alguna especie de represalia que me haga sufrir... - De momento no tenemos por qué preocuparnos, querido. ¡Hemos venido a disfrutar y eso es lo que vamos a hacer! ¿Has reservado ya una de las habitaciones? - Tengo reservada la número 1. - ¡Perfecto! ¡Por eso te adoro tanto! ¡Porque eres y siempre serás el número 1 para mí! - ¿El número 1 de una lista de cuántos? - ¡Vaya, vaya y vaya! ¡Ahora resulta que tú también tienes celos! - ¿Te gusta "Bobó" o no te gusta "Bobó"? - ¡Jajajajajá! ¿Cómo se te ocurre tan sólo pensar que ese bobo de "Bobó" le puede gustar a una mujer como yo? ¡Ni "Bobó" ni "Babá"! No pienses tanto en Alí Babá y los Cuarenta Ladrones porque nadie puede robarte mi amor, querido. - ¿Y qué me dices de tu hermano Marco Curti? - ¿Qué barbaridad estás pensando, Silas? ¿Cómo puedes ni tan siquiera insinuar que yo esté liada con mi propio hermano? ¿Acaso crees que soy la reencarnación de Lucrecia Borgia? - No creo tal barbaridad pero si me pongo a pensar demasiado... - ¿Pero es que te has vuelto un necio completo? - ¡No pienses tan mal, Etna! Lo que quiero dar a entenderte es que tu hermano Marco puede ser un verdadero soplón. - ¡Pero si mi hermano Marco sólo es un imbécil sin remedio alguno! - Puede ser todo lo imbécil que tú creas...pero es el Gerente más importante del Banco de tu esposo Germano Bisi... y por eso hay que tener mucho cuidado con hablar delante de él... - ¡Mi hermano Marco Curti no es un soplón sino solamente un soplagaitas! - ¿Qué quiere decir eso de soplagaitas? - Lo escuché por primera vez en uno de mis viajes a España y quiere decir, nada más y nada menos, persona estúpida y sin gracia. - Reconozco que tu hermano Marco tiene menos gracia que un macarra en un baile de disfraces... pero esto se está convirtiendo en un verdadero baile... y tengo miedo... - ¿Se puede saber de qué baile estás hablando? - Mira esto y lee, Etna... El acaudalado financiero Silas Rossi extrajo un pequeño recorte de periódico del interior de su flamante chaqueta. Etna lo cogió entre sus manos. - Parece un anuncio publicitario. - Eso parece... pero... lee... - ¡Comenzó El Gran Baile! ¿Quieres ser uno de mis invitados? - ¿Qué te parece el anuncio? - Una verdadera tontería. Será una broma de mal gusto que habrá llevado a cabo algunos de esos chiquilicuatros que no saben qué hacer porque se aburren demasiado. - ¿Y un aburrido se dedica a poner anuncios amenazantes en "Il Giornale di Calabria"? No me lo puedo creer. - ¿Pero no te das cuenta de que es solamente una tontería publicada por algún inofensivo simplón? - Lo de simplón me lo creo pero lo de inofensivo no me lo creo. ¿Has visto cómo lo firma? - Sí. Lo firma con el nombre de "Cuadrumano". - ¿Y qué crees tú que es un cuadrumano? - Ya sabes que yo, en cuanto a la cultura, soy más bien cortita del todo. - ¿No sabes qué significa cuadrumano? - Ni me preocupa saberlo o no saberlo. - Pues tendrías que estar tan preocupada como lo estoy yo... porque cuadrumano quiere decir que tiene manos en sus cuatro extremidades, como los monos... y eso significa que el que ha dado a publicar este anuncio se considera un verdadero primate... - Si me dices qué es un primate quizás empezaría yo también a preocuparme... - ¿Tampoco sabes lo que es un primate? ¿En qué colegio estudiaste tú? - En "Germaneto"... pero cómo no necesitaba ni sigo necesitando, para nada, la cultura a la hora de vivir con toda clase de lujos... no asistí ni al uno por ciento de las clases... - ¿No acudía a las clases del "Germaneto"? - ¡Me lo pasaba muchísimo mejor con los troncos a lo largo y ancho de su campus! - ¡No me asustes por favor! ¿Hablabas con los árboles? - ¿Pero qué es para ti un tronco? - Pues la parte más visible de un árbol junto con sus ramas. - ¿En qué mundo estás viviendo tú, querido? - En el mundo de los seres normales, querida. - ¡Venga! ¡Olvidemos ya el asunto! ¡Troncos quiere decir solamente amigos y nada más que amigos! - ¡Nada de olvidar el asunto! ¡Debes saber que un buen ejemplo de primate puede ser un macaco! Y si es un macaco el que está haciendo publicar esa clase de anuncios tendremos que tener mucho más cuidado con nuestras relaciones sentimentales; porque resulta que un macaco no es solamente un hombre que actúa con el cerebro de un mono que todavía no ha bajado a la tierra sino que también puede ser una persona considerada insignificante en lo físico o lo moral; algo así como mamarracho, mequetrefe y monicaco. Hay que reconocer, aunque duela reconocerlo, que tu hermano Marco es una birria de hombre en lo físico y mentalmente es bastante retorcido. ¿Quién puede negar que un tipo así no vea con buenos ojos nuestras relaciones sexuales extramatrimoniales y esté dispuesto a llevar a cabo una degollina contra ti por haberle defradudado como hermana? - ¡No actúes como un niño por favor! - ¿Cómo quieres que actúe entonces? - ¡Como un hombre hecho y derecho! Así que vamos a la habitación porque tengo ganas de sexo. Si no te apetece no importa; puedo elegir a "Bobó" por ejemplo. - ¡No! ¡Con "Bobó" no! ¡Sería demasiado injurioso para mi fama de conquistador de doncellas necesitadas de amor verdadero! - ¡No digas eufemismos, Silas! ¡Tú y yo sabemos que nuestro amor ni es verdadero ni tan siquiera es amor! Pero nos gustamos el uno al otro y eso es lo único que importa. - Está bien. La moda es la moda. Así que haremos otra vez un esfuerzo para cumplir con lo que se lleva. - ¡Menos mal que ya razonas con cordura! Como la moda es poner cuernos a quienes despreciamos del todo... pongamos los cuernos, una vez más, al banquero Germano Bisi que, por desgracia o por interés, que en este caso viene a ser lo mismo, me ha tocado tener que sufrirle como esposo de cara a la alta sociedad aunque todos sepan lo nuestro... - Eso es lo que me está preocupando... - ¿Pero no te das cuenta que es la moda y cuánto más estemos con la moda más puertas se nos van a abrir para nuestros negocios? - Parece increíble pero estás diciendo una gran verdad, Etna. - Pues entonces deja que actúe como mi nombre indica. - ¿Como un volcán otra vez? - Como un volcán otra vez. Silas Rossi sabía que le tocaba sufrir de nuevo el asalto de aquella ninfómana y no tenía escapatoria alguna. - Pero no se lo cuentes a tu hermano, por favor. - No se lo contaré a Marco si eso es lo que te está preocupando. Se levantaron, pidieron la llave en el mostrador del bar y subieron a la habitación número 1, que era totalmente insonorizada. Allí, y antes de empezar a quitarse la ropa, la bellísima Etna Curti decidió ser completamente sincera. - Silas... - ¿Algún problema de conciencia a estas alturas? - Sí. Tengo un problema de conciencia. - Y yo que pensaba que ya la conciencia la teníamos olvidada del todo... - Lo que te quiero decir es que estoy embarazada. Aquello fue para Silas como recibir, en la cabeza, todo el contenido de un jarro de agua fría que le dejó petrificado y abandonó la tarea de quitarse la corbata. - ¿Cómo has dicho? - Que estoy embarazada y no sé quién es el padre. - ¡Necesito un trago, Etna! Silas Rossi se sirvió un vaso de la botella de whisky que había sobre la mesilla de noche como invitación especial de la casa. - Supongo que esto no romperá nuestras relaciones... - ¡¡Estás loca del todo!! ¡Esto es el fin y no sólo de nuestras relaciones sino también de nuestra amistad! A partir de ahora si te he visto no me acuerdo. - ¿Esa es tu respuesta? - ¡Esa es mi respuesta! - Entonces vamos a ver cuál será la respuesta de María Elena Vito... - ¡¡No metas a mi esposa en toda esta mierda!! ¡Ella sólo es una inocente y no sabe nada de nada! - No tengo nada más que decirte. Tú quieres la guerra y yo no quiero la paz. Adiós. Ya tendrás noticias mías aunque sería mucho mejor para ti que no las tuvieras. ¡Italia es muy grande pero no tanto! Y Etna Curti salió de la habitación dando un tremendo portazo.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|