El Molino de Calabria (Novela) -Captulo 16-
Publicado en May 25, 2015
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Yo estaba desayunando en "Moonlight" cuando le vi llegar cabizbajo y meditabundo; así que le hice un gesto para que viniese a mi mesa porque estaba deseando hablar con alguien.
 
- ¿Qué te sucede, Pelikan?
 
Pelikan se sentó en la silla.
 
- ¿Te puedo hacer una pregunta, Oreto?
 
- Si tiene contestación adelante... pero te advierto que estoy capacitado a contestar solamente lo que sé...
 
- ¿Quién es el mejor futbolista del mundo? ¿Lionel Messi o Cristiano Ronaldo?
 
Me hizo gracia la pregunta.
 
- ¿Puedo contestarte con otro pregunta?
 
- ¿Al estilo de los gallegos?
 
- Al estilo de los gallegos.
 
- Puedes. Dicen que los gallegos son muy sabios.
 
- ¿Te dan de comer a ti Lionel Messi o Cristiano Ronaldo?
 
Se quedó pensando antes de contestar.
 
- Pues llevas toda la razón del mundo, Oreto.
 
- Es mucho más que razonable, Pelikan. Te pongo un ejemplo muy fácil de entender. ¿Te va a invitar Leo Messi a desayunar hoy? ¿Te va a invitar Cristiano Ronaldo a desayunar hoy? ¿Quién te va a invitar a desayunar hoy?
 
- Espero que tú, Oreto.
 
- Esa es la respuesta, porque ni Messi ni Ronaldo no saben ni tan siquiera que existes. Millones de fanáticos y de fanáticas adoran a los dos pero... a la hora de comer... ¿quién da de comer a todos esos millones de fanáticos y fanáticas?...
 
- ¿Sus propios esfuerzos para salir adelante?
 
- Exacto. Tú lo has dicho. Esa es la verdad.
 
- ¿Es que no te gusta para nada el fútbol?
 
- Me gusta el fútbol mucho más de lo que tú crees y muchos más de lo que creen esos millones de fanáticos y fanáticas; pero yo sólo admiro a esos equipos que luchan denonadamente por no perder la categoría. Esos sí que son los verdaderos héroes del fútbol. Eso sí que es digno de admirar. Equipos sencillos, compuestos por futbolistas sencillos, que luchan por sobrevivir. ¡Ahí está la verdadera grandeza del fútbol y esa es la verdadera grandeza del mundo de los seres humanos!
 
- ¿Tal como sucede con el Catanzaro?
 
- Tal como sucede con el Catanzaro. Lo demás, lo de Messi y Ronaldo y otras muchas cuestiones que los medios de comunicación de masas nos imponen como temas trascendentales de nuestras vidas, sólo alimentan la alienación de los pueblos que pasan hambre. Los alimentan llenando de vanidades sus vidas, ¿Sabes lo que son las vanidades de este mundo, Pelikan?
 
- Pues no sé bien como definirlas. 
 
- Yo le gritaría al mundo lo siguiente, Pelikan: ¡Por favor no matéis nunca a los sencillos ruiseñores y tened piedad de esos humildes gorriones que sólo buscan poder vivir! Jesucristo llamó a este mundo la vanidad de las vanidades. Y vanidad de vanidades es este mundo donde se vive de absurdo en absurdo hasta llegar a la incoherencia más absoluta. El mundillo de los astros del fútbol sólo es un ejemplo nada más. Algunos se llegan a matar por discusiones sobre un fuera de juego pero ni saben lo que es un fuera de juego ni saben lo que significa, en verdad, estar fuera de juego. ¿Qué crees tú que es un fuera de juego y lo que significa estar fuera de juego?
 
- ¿No saber para qué nos sirve la vida?
 
- ¡Acertaste de nuevo, Pelikan! ¿Tú crees que Lionel Messi o Cristiano Ronaldo o los dos juntos te van a explicar a ti lo que es tu vida si ni tan siquiera saben cuál es tu vida ni para qué quieres tú vivir?
 
- Me estoy dando cuenta... me estoy dando cuenta...
 
- Vivir, amigo Pelikan, vivir. Esa es la cuestión. Llámalo si quieres milagro.
 
- ¿Y cuáles son las referencias posibles para poder vivir, Oreto?
 
- Ni Messi ni Ronaldo lo son.
 
- ¿Me lo puedes explicar?
 
- Precisamente uno de los referentes más importantes para poder comprendernos a nosotros mismos dentro de nuestro mundo propio es tener como ejemplos a nuestros mayores; a esos hombres y mujere anónimos que lucharon para no bajar de categoría humana. Mi padre fue humilde. Mi madre fue humilde. Mis abuelos y abuelas fueron humildes. ¿Sabes por qué fueron humildes todos ellos y todas ellas?
 
- ¿Para que tú fueras alguien importante?
 
- Eso es, Pelikan. Tú lo has dicho. Todos ellos y todas ellas fueron humildes para que yo fuera importante dentro de sus pequeños mundos. Así que pide un desayuno y hablemos de algo verdaderamente importante en lugar de estar neciamente discutiendo sobre un tema tan banal, tan absurdo y tan insustancial, como saber si Messi es mejor que Ronaldo o si Ronaldo es mejor que Messi. Hagamos del movimiento nuestra propia cuestión.
 
Pelikan pidió al mesero que le sirviese un desayuno y siguió charlando conmigo.
 
- Gracias, Oreto.
 
- ¿Por qué me das las gracias por el simple hecho de invitarte a un simple desayuno?
 
- No te doy las gracias por eso sino porque me he estado equivocando.
 
- ¿Cómo es eso de que te has estado equivocando?
 
- Hasta ahora he estado haciendo todo lo posible, y hasta todo lo imposible, por ser mejor que tú... pero ahora acabo de comprender y de entender que tú no estás luchando contra mí... sino que estás a favor de la verdad... a favor de esa verdad que construye amistades en lugar de destruir conciencias... 
 

- ¿Qué es la conciencia según tu propia opinión?
 
- Sólo puedo decir que cultivando nuestra conciencia amamos nuestras existencia... pero supongo que tú también tienes tu popio punto de vista sobre este asunto...
 
- Me gusta hablar contigo porque, además de poner atencíón, sabes escuchar. Pon atención a lo siguiente y guárdalo siempre en tu memoria. Miradme bien... soy ese cúmulo de soledades cuya tristeza arrojáis cada día al basurero de vuestras hoquedades, el frío caminar de los pies desnudos y los harapos de vuestra privación. Tengo un corazón hecho a pedazos de tintes incoloros... de cierzos ventosos abatiendo la imposible sonrisa de mi infancia con la infame salvación de los neutrales despertándome un hambre de caricias. Miradme bien... mi sueño no tiene grandezas de ilusiones amando la existencia. Mi sueño es sólo un cerrar de ojos para morir cada día en los caminos saltando cercas para no ser alcanzado por los dardos de vuestras punzantes codicias. Civilización llamáis a vuestras puertas canceladas... y en los umbrales siempre quedo yo imaginando que abrís una rendija a la conciencia. Miradme bien...
sólo tengo un espacio ya vacío de tanto mendigar amores posibles únicamente en mi memoria. Miradme bien porque hoy voy a seguir muriendo un poco más. No miréis los ojos de mi rostro...
no hallaréis en ellos nada más que un mudo silencio entregado a la fría noche de la ciudad a la que llamáis convivencia. Sé que sólo es una mentira inventada por conciencias ajenas a mi frío... a mi hambre... a mi soledad...
 
- ¡¡Joder!! ¡Vaya forma de hablar!
 
- No es un hablar sino solamente un sentir. Tienes que aprender a saber esta diferencia. Hablar es muy fácil porque surge del cerebro. Sentir es mucho más difícil porque es mucho más complicado ya que nace del corazón.
 
En ese momento vino el mesero y le sirvió el desayuno a aquel personaje que estaba comenzando a ser amigo mío.   
 
- ¿Puedo saber qué sabes tú del corazón?
 
- Me gusta esa pregunta, Pelikan. Veo que te preocupas por aprender. Mientras estamos aprendiendo es que estamos haciendo bien nuestras investigaciones humanas. Toma mi corazón. Ábreme el pecho y sácame el corazón. Sin miedo. Sácame el corazón y ponlo junto a tu oído y escucha... escucha... escucha en silencio profundo todo su latir... porque él te contará cosas que no puedo, por más que lo intento, hacértelas saber ni hablando ni escribiendo. Necesito contarte cosas profundas y he buscado durante toda mi vida en todos los idiomas, lenguajes e incluso dialectos que existen en este mundo y no he podido jamás encontrar las palabras que quiero que lleguen a tu alma. Así que no tengas miedo. Arráncame el corazón y ponte a escuchar sus infinitos latidos. Ellos son los únicos que te contarán todo lo que ansío y deseo que sepas de mi. Y no tengas miedo. No. No voy a morir en el intento.
Seguiré siempre viviendo con mi corazón junto a tu oído. Y si muero por ello tampoco tengas miedo ni temor... porque me iré de este mundo totalmente feliz ya que habré por fin conseguido que me comprendas y que, sobre todo, me hayas entendido. Ahora toma mi corazón entre tus manos y ponlo en tu oído y escucha... escucha... escucha en silencio todo lo inmenso que quiero que sepas de mí y que me es totalmente imposible decírtelo con palabras ni con la escritura aunque use todos los idiomas, lenguajes e incluso dialectos que existen en este mundo. Ya. Corre. No pierdas tiempo. Toma mi corazón y escucha. ¿A quíen crees tú que me estoy dirigiendo?
 
- ¿Al mundo?
 
- Algo más que al mundo.
 
- Eso no es posible.
 
- No hay nada imposible. Me estoy dirigiendo al universo.
 
Dos o tres veces intentó hacerme más preguntas pero siempre se quedaba sin poder hacerlo y guardaba un profundo silencio. Así que le di la oportunidad de salir de su asombro.
 

- Todo, en este mundo, tiene su propio silencio, el que determina la verdadera propiedad de cada cosa, de cada acto, de cada pensamiento... Desde el más absoluto de los vacíos hasta la música más alegre. Todo tiene su silencio. Hay silencio en los campos, hay silencio en las playas, hay silencio en los valles, en los vuelos de las alondras, en las ciudades. Hay silencio en las palabras, en las verdades, en las mentiras, en los bailes... El silencio está siempre presente en todas las cosas que hacemos o que pensamos hacer; en todas las cosas que hicimos, en todas las cosas qiue hacemos y en todas las cosas de un día dejamos sin hacer. Hay silencio en una conversación, en un discurso, en un coloquio, en un comentario, en un monólogo... y hay silencio también en los ojos, en la boca, en los labios, en una tormenta o en las pacíficas horas del bienestar. Hay silencio en los amores, en los desamores, en las manos que se enlazan, en las manos que se olvidan... hay silencio en los pasos que damos a veces demasiado lentos y a veces demasiado rápidos... Silencio hay en todas las medidas. Los pobres viven del silencio, los ricos se rodean de silencio y en las clases medias el silencio es lo más relevante. El silencio no conoce de clases, de etnias ni de religiones; él no sabe de ideas ni de ideologías, porque simplemente es una perenne presencia. Y es entonces, cuando somos capaces de comprender la presencia del silencio cuando entendemos que, junto a todo lo que vemos, oimos y sentimos, hay un silencio que acompaña, que define, que argumenta... Y entonces es cuando podemos darnos cuenta de que al captar ese silencio en verdad encontramos la divinia concepción de nuestras existencias y las existencias de todas las cosas.
 
- Oreto... ¿qué tal vas con tus investigaciones?...
 
- Pensé que nunca me lo ibas a preguntar.
 
- Es algo que vengo pensando desde anoche...
 
- Os prometí a Samitti y a ti que colaboraría con vosotros dos y cuando digo a vosotros dos estoy dando a entender que lo haré cuando estemos los tres reunidos; pero, si lo recuerdas bien, también dije que sólo os contaría lo que yo decidiera contaros y hasta donde yo decidiera contaros. Es la mejor manera de poder entendernos y supongo que ya tendréis alguna clase de pista que estais siguiendo sin desmayo.
 
- Eso es. Samitti y yo tenemos una línea que parece óptima para resolver el asunto del crimen del pobre desgraciado Horacio Craignone. Pero no le llamo pobre desgracido ni porque fuera pobre, que no lo era, ni porque fuera desgraciado, que sí lo era.
 
Me hizo gracia el razonamiento de Pelikan, así que le ayudé un poco más. 
 
- ¿Quién es ese ser humano, hombre o mujer, que ahora está aquí pero después se habrá ido y ya no será ni él ni ella y su figura habrá dejado un relámpago de sueño y fuego en el fondo de la vida? ¿Quién es ese ser humano, hombre o mujer, que algún día alterará el punto y seguido y se tranformará en un punto y final de su compostura y se entregará al mundo transitivo y mudo de lo oscuro de la muerte? ¿Quién es ese ser humano, hombre y mujer, que ahora suspira y piensa y medita? Ese ser humano, hombre o mujer, es sólo un enigma... y enigma seguirá siendo por toda la eternidad... pero antes de ello lo vamos a descubrir... ten por cierto y por seguro de que, hombre o mujer, lo vamos a descubrir...
 
- ¡Host, Giuseppe! ¿Hasta ese punto llega este asunto?
 
- Digamos que no es un solo punto sino tres puntos suspensivos. Voy a darte una pista. El infierno bancario se volvió tan insoportable que todo él se convirtió en una locura. Tanta locura que los verdaderos locos llamaban locos a los que no lo estaban. 
 
- ¡Mío Dio! ¡Llevas toda la razón! Acabo de comprobarlo por mí mismo.
 
- ¿Te has metido en la ratonera para descubrir a los ratones?
 
- Eso estoy haciéndote saber. Precisamente vengo de hablar con Germano Bisi.
 
- ¿Y qué conclusión has sacado?
 
- Que es todavía peor que antes.
 
- ¿Es que conocías ya el mundo de la Banca?
 
- Antes de ser lo que soy trabajé en un Banco de Roma; pero ahora es mucho peor de lo que me imaginaba porque ya ni tan siquiera lo disimulan.
 
- ¿Quizás porque han dejado de ser tan hipócritas?
 
- No lo creo. Lo que me parece a mí es que han dejado de ser personas.
 
- La verdadera luz está en conocerlas, Pelikán.
 
- ¡Host, Giuseppe! ¿Qué me estás queriendo decir?
 
- Algo que sólo podré compartirlo con vosotros dos si es que surge la oportunidad que estoy buscando.
 
- Espero que sea pronto, amigo Giuseppe.
 
- Antes de despedirme quiero preguntarte algo, amigo Pelikan.
 
- Te he preguntado tantas cosas yo a ti que considero que es justo que me preguntes una cosa a mí.
 
- ¿Cuándo somos personas, amigo Pelikan?
 
- ¿Cuándo dejamos que los demás también lo sean?
 
- Exacto. Tú lo has dicho.
 
Ya habíamos terminado de desayunar. Me levanté de mi silla, le di un fuerte apretón de manos como de amistosa despedida y me fui caminando tranquilamente mientra en mi mente se creaba un nuevo pensamiento.
 
- Dejar a los demás ser personas. Qué fácil solución para poder ser todos verdaderamente humanos.   
 
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Descripción

Novela de suspenso y terror.

Palabras Clave: Literatura Prosa Novela Relatos Policaca Suspenso Misterio Intriga Terror Narrativa.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Terror & Misterio



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