El Molino de Calabria (Novela) -Captulo 23-
Publicado en Jun 04, 2015
Eran la seis en punto de la tarde cuando la vi llegar con su Aprilia. Estaba más hermosa que nunca si eso era posible. Aparcó la moto y me saludó con un beso en la cara.
- ¡Gracias por invitarme al cine! - Rosalinda... ¿te atreverías a ir a hablar con la señora Vito?... - ¿Tú estás loco? ¡Jamás! ¡Ni borracha vuelvo yo a hablar con esa tiparraca! ¡Estaría yo demente total si me enfrentara cara a cara con ella! - Quiero decir que si te atreves a ir conmigo. Los dos juntos. - ¿Y la invitación al cine? - Después. - ¿Crees que es conveniente hacerlo? - Creo que es importante. - ¿Es alguna de tus intuiciones? - Sólo estoy buscando información. - ¿Y crees que la señora Vito te puede aportar muchos datos? - Eso es. Creo que me puede aportar datos importantísimos. A lo largo de mis experiencias periodísticas he aprendido algo fundamental. - ¿Como cuánto de fundamental? - He aprendido a usar el método como herramientas y no las herramientas como método. - Ahora que me haces recapacitar sobre eso... ¿cuándo declararías a una persona como culpable?... - Para declarar culpable a una persona hay que saber muy bien quién es esa persona y, además, hay que saber muy bien cómo es esa persona. - Dos cosas que van muy unidas... - A veces sí y a veces no. - ¿Puedes explicarme esa paradoja? - El qué de una persona es una propuesta, mientras que el cómo de una persona es una actitud. ¿Tú sabes algo del mundo de los hombres políticos y de las mujeres políticas? - Sí. Todos ellos y todas ellas son incoherentes a la hora de la verdad. - Acabas de resolver la paradoja, Lindaflor. Una cosa es el qué de los políticos y de las políticas, o sea sus propuestas; y otra cosa, a veces tan distintas que hasta son opuestas, es el cómo de los políticos y las políticas, o sea lo que hacen. Si hiciesen lo que proponen serían, antes que políticos y políticas, seres humanos, o sea personas. Pero la realidad no lo demuestra. - No sé cómo lo haces pero me has convencido otra vez. - ¿Entonces vamos a visitar a María Elena Vito? Te puedo prometer que vamos a ganar y no a envanecernos con el verbo; así que no tengas miedo. - ¿Estás luchando contra Pelikan? - ¿Me lo preguntas porque te he prometido que vamos a ganar? - Si. Me parece que los dos estáis peleando demasiado. - ¿De verdad que me conoces bien, Rosalinda? - Eso estoy procurando hacer desde que te nombraron mi instructor de periodismo. - ¿Y no te has dando cuenta de que yo sólo estoy luchando por ti? - ¿Para que no me conquiste Pelikan? - ¡Jajajajajá! Me hace reír tu ingenuidad, Rosalinda. Y reír es muy saludable para nuestra profesión. Estoy peleando por ti sin luchar contra nadie sino para vencerme a mí mismo. - ¿De verdad que no eres un tío raro? - Si vencer a tus deseos es ser un tío raro pues entonces sí que lo soy. - Eso demuestra que eres muy noble. - No. Eso demuestra que no soy invencible. Así que tienes que ser tú la que tomes la decisión. Pero tengo que advertirte que es como empezar de cero. Lo de atrás ya no nos sirve para nada. - Tienes personalidad, manejas muy bien la técnica, te estás convirtiendo en una leyenda viva dentro de nuestro propio mundo... - Para... para, Rosalinda... ¿Qué decides hacer?... - ¿Me prometes que luego vamos a ir al cine los dos juntos? - Te lo prometo. Ya he comprado las dos entradas. Los dos subieron en la Aprilia que ella manejaba de manera tan extraordinariamente bien. - ¿Estás preparado, Giuseppe? - ¡Arrranca ya, Rosalinda! Arrancó la Aprilia y me hundí en mi propio mundo. Tanto que comencé a pensar para mí mismo. - Tal vez haya algo en la vida que esté reservado para quienes lo encuentran en el camino si es que saben en verdad buscarlo. En este sentido, cualquier dato puede ser importante si sirve para que tus sueños sean posibles. ¿Soñamos o vivimos o hacemos ambas cosas a la vez? La respuesta es acercarse a la Existencia. Fue Fiodor Dostoievski quien dijo que el secreto de la existencia no consiste solamente en vivir, sino en saber para qué se vive. Pero yo tengo también algo que decir; por ejemplo, que la Existencia es la esencia de nuestra presencia y de ahí puedo deducir que la verdadera existencia es, simplemente, estar donde queremos estar, estar donde podemos estar y estar donde sabemos estar; porque la verdadera existencia es querer, poder y saber, para que estemos donde es imprescindible que estemos. La voz de Rosalinda me hizo volver a la realidad... - ¿Te acuerdas de Dostoievski, Giuseppe? - ¡Por supuesto que me acuerdo de Dostoievski! Y de "Los endemoniados" de Dostoievski. - ¿Cómo lograste hacer aquello? - ¿Te refieres a cómo logré hablar con él? - Eso es. ¿Cómo lo hiciste? - La manera más simple y sencilla era tener una entrevista personal. - ¿Algo así quieres hacer con la señora Vito? - No es exactamente igual pero se parece bastante. Cuando llegamos a la lujosa villa de María Elena Vito, la puerta de entrada estaba abierta y también estaba abierta la puerta de la vivienda; algo así como si ella estuviera esperando la visita de alguien que no debía ser, por supuesto, ni la de Rosalinda ni la mía. Al entrar dentro de la sala del té la vimos sentada, acurrucada en su sillón, con los ojos mirando a un punto del infinito. Rugió llena de ira. - ¡¡¡Qué hace esta puta en mi casa!!! - Ni lo es ni lo parece, aunque a usted le encantaría que lo fuese. Siguió rugiendo de ira. - ¿Y tú quién eres, pelandusco? - Solamente soy un periodista Gracias a Dios. Nombrarle a Dios fue como si le hubiesen quemado la lengua con un tizón ardiendo. - ¿Qué quiere de mí un periodista de mierda? Comenzó a bufar como un búfalo y, mientras bufaba sin parar, hice sentarse a Rosalinda frente a ella y yo me senté, estratégicamente, a su lado izquierdo. Dejé que terminara de bufar, lo cual nos llevó a casi un minuto de espera, para comenzar... - ¿Echa en falta haber tenido un hijo? - ¡Echo en falta haber tenido una hija! - ¿Por qué no intentaron nunca tener hijos? - Porque soy demasiado fea. Terriblemente fea. Yo soy horrorosamente fea. - Y tuvieron miedo... De pronto le dió algo así como un ataque de histeria y comenzó a gritar tirándose de los pelos de su cabeza. - ¡¡¡Roberta Fena!!! ¡¡¡Quiero que venga Roberta Fean!!! ¡¡¡Te voy a arranca la cabeza tirándote de los pelos, Roberta Fena!!! Después se quedó, de repente, en silencio y sin decir nada más. - Giuseppe sólo está intentando ayudarla, señora. María Elena Vito, antes de responder violentamente, lanzó una mirada de odio a Rosalinda. - ¡¡Tú no me puedes comprender!! ¡¡Tú no sabes ni te puedes imaginar lo que es y lo que significa ser feísima en nuestro propio mundo del glamur y las riquezas!! - Rosalinda no tiene la culpa, señora Vito. ¿Puede ya responder a mi pregunta? Pareció que recobraba la lucidez mental. - ¿Cuál fue tu pregunta? - Que tanto su esposo Silas Rossi como usted misma tuvieron miedo de tener algún hijo feo o, sobre todo, alguna hija muy fea. ¿Verdadero o falso? Le volvió de nuevo el ataque de ira e histeria. - ¡¡Efectivamente, periodista de mierda!! ¡¡Silas Rossi es demasiado guapo y yo demasiado fea así que no debía de haberme casado con un tipo como él para no ser la burla de toda la alta sociedad de Calabria!! - ¿Por qué no adoptaron a una niña? Con tantísimo dinero que tienen ustedes dos, tanto juntos como por separados, hubiesen conseguido fácilmente adoptar a una niña guapísima y así ser los dos felices. De nuevo volvió a parecer que respondía con lucidez de ideas. - ¿Dinero? ¿Tú crees que el dinero es suficente para ser feliz? - No. Nunca he creído eso ni lo sigo creyendo: pero el tiempo me ha demostrado que en muchas ocasiones el dinero es muy necesario y cuanto más dinero tengamos es mejor; porque lo que importa no es tener mucho dinero o poco dinero sino saber para qué tenemos mucho dinero o para qué tenemos poco y cómo saber manejarlo en ambas circunstancias. Quienes van proclamando continuamente que tener mucho dinero te hace ser infeliz, mienten por completo. A veces sí y a veces no. Lo que nunca te hace ser feliz es no tener dindero. Y eso sí que es verdad siempre. Yo afirmo que el dinero no da la felicidad pero que la felicidad sí que tiene que ver mucho con el dinero. - Pon un ejemplo para poder creerte. - Le voy a poner un ejemplo muy sencillo. Si alguien no tiene ni un euro en el bolsillo y desea darse el placer de tomarsse un simple y sencillo café con leche en la cafetería de su barrio pobre o su barrio rico no puede ser feliz; sobre todo si, mientras él no tiene ni un solo céntimo en el bolsillo, puede ver cómo a su alrededor hay miles de personas que están tomando unos simples cafés con leche y son felices aunque sólo tengan un euro en sus bolsillos nada más. ¿Me ha entendido, señora Vito? - Te he entendido... - Entonces haga usted el favor de decirme cuál es el verdadero problema. - ¡Él alegó siempre que no tendríamos tiempo suficiente como para poder criarla, educarla y hacer de ella toda una mujer con principios éticos y valores morales! Por eso no podíamos tener ninguna hija ni tampoco ningún hijo. - ¿A qué se debía esa falta de tiempo, señora Vito? - Él está siempre trabajando para acumular montañas de dinero a través de sus negocios y cuando tiene tiempo libre está ocupado con las putas con las que me pone los cuernos. - ¿Y usted, señora Vito? ¿Le falta tiempo a usted? - Yo también estoy ocupada durante todo el día. Presido demasiadas Asociaciones de Mujeres Libres y ya sabes lo que quiero decir con eso de Libres; pero es que, además, soy la Tesorera del Union Sportiva Catanzaro. - -¿Ha dicho usted Tesorera de la Union Sportiva Catanzaro? - No es muy normal que una mujer sea la Tesorera de un club de fútbol masculino pero soy de las que piensan que las mujeres tenemos que tomar el poder de toda la sociedad en donde vivimos. - ¿Es usted feminista radical? Otra vez le atacó la ira. - ¡Habiendo chavalas como esta zorra que tengo delante no soy una feminista radical sino extremadamente radical!! ¡¡Y me siento orgullosa de serlo!! ¡¡¡Todos los hombres deberían estar castrados!!! - Espere... espere... ese tema podemos analizarlo después... ahora volvamos a lo del Catanzaro... - ¡¡Vuelvo a repetirle que la ecomomía de ese esquipo de fútbol masculino la dirijo yo y solamente yo sin la ayuda de nadie!! -¿Eso quiere decir que tiene usted siempre llaves para entrar al Stadio Nicola Ceravolo aunque no se entere nadie? - ¡¡Eso es!! ¿Lo ves lógico o ilógico, mequetrefe de plumilla y papel? Intenté que serenara su agresividad y logré relajarla por unos minutos haciéndole una pregunta evasiva. - ¿Me puede contar la historia de Nicola Ceravolo? - ¿No sabes quién fue Nicola Ceravolo? - Soy un periodista inteligente pero no tanto como Salomón. - ¡Jejejé! ¡Tienes buen humor! Nicola Ceravolo nació en Soriano Calabro el 13 de octubre de 1907 y murió en Catanzaro el 20 de mayo de 1988. Fue un gran director deportivo italiano. Ocupó los cargos de presidente y vicepresidente de la Unión Sportiva Catanzaro. En 1932, a los 24 años de edad, aunque todavía no se había graduado en Derecho, Ceravolo entró en la administración de la sociedad Catanzaro; un año después, los giallorossi fueron promovidos a la Serie B, el primer equipo en tener éxito en Calabria. Entró como asesor, rápidamente se convirtió en vicepresidente de y tomó las riendas en 1958 de las empresas familaires. Se puso al frente de la presidencia del club giallorossi durante veinte años, y llegó mientras tanto a ocupar los más altos cargos de la Asociación de Fútbol y la Liga, en colaboración con los líderes del más alto nivel como Renato Dall'Ara, Angelo Moratti y el conde Alberto Rognoni. Bajo su presidencia, el Catanzaro llegó a la final de la Copa de Italia en 1965-1966, después de vencer a Napoli, Lazio, Torino y Juventus, perdiendo sólo en la final, en Roma, ante la Fiorentina pero en la prórroga. Además, en 1971, el Catanzaro fue el primer equipo en ganar la Serie A de Calabria, y en los siguientes doce años, el equipo jugó en siete grandes campeonatos de Liga, llegando, en 1982, a clasificarse para la Copa de la UEFA. Nicola Ceravolo es el principal arquitecto del milagro Catanzaro, un pequeño equipo del Sur durante décadas, prácticamente sin interrupción, que fue capaz de mantener su lugar en el gran fútbol italiano y dio lugar a un fenómeno de fama internacional. Ceravolo dejó la silla de mando a Adrian Merlo. Regresó a la compañía más tarde llamado por Pino Albano. Desaparteció en 1988 a los 80 años después de un tumor en el cerebro. Por eso nuestro campo se llama Stadio Nicola Ceravolo de Catanzaro. - ¿Cuando ha dicho desapareció ha querido usted decir que murió? - ¿Es usted tonto o se está haciendo pasar por tonto? - Ni una cosa ni la otra sino todo lo contrario. - Se sobreentiende que sí. Se sobrentiende que murió. - ¿Puede usted entrar cuando quiera y cuando le dé la gana a ese estadio y dalir de ese estadio cuanod quiere y le dé la gana? - ¡Por supuesto que sí! ¡Para eso soy la Tesorera! ¡Y si alguien intenta oponerse le saco los ojos si es necesario! Era el momento de ir a por todas... - ¿Qué sucede entre Etna Curti y usted, señora Vito? Comenzó a convulsionarse por culpa de los nervios y pasó unn tiempo en que guardamos silencio hasta que se calmó repentinamente. - Absolutamente nada de nada. Y lo digo con toda mi dignidad porque no me importa en avbsoluto que me ponga los cuernos con mi esposo. Ella solamente es una puta barriobajera y yo toda una dama de la alta alcurnia social de la Calabria entera.` - ¿Quiere hacerme creer que no le importa en absoluto que sea guapísima, esté buenísima y se acueste con su esposo cuando le viene en gana y sabiendo que toda la Calabria lo sabe? Entonces volvió a bufar como un búfalo por un minuto completo. Así que Rosalinda y yo tuvimos que esperar a que dejara de hacerlo. - ¡¡¡La muy zorra se creía inmortal!!! En ese momento me di cuenta de que acababa de descubrir la verdad. - ¿Es que ya no se lo cree? - ¿Cómo dices? - Que si Etna Curti ya no se cree imortal. - Esto... supongo que no... - ¿Por qué? ¿Tiene algo que ver con que se ha quedado embarazada y ya ha dejado de ser una diosa para los ojos de usted? - ¡¡¡No!!! ¡¡¡No quiero decir eso!!! - ¿La odiaba o no la odiaba? - ¡¡¡La odiaba tano como odiaba a Roberto Craignone, a Paolo "Nostradamus" y como odio a esta belleza de mujer que has traído a mi casa!!! Rosalinda se apartó de la mesa echando su silla un poco hacia atrás ante la feroz mirada de los ojos de María Elena que ahora parecían inyectados en sangre. - ¿Usted odia de verdad a esta chavala? - ¡¡¡La odio como jamás he odiado a ninguna otra!!! Ante el asombro de Rosalinda, que me había dado su mano derecha para sobreponerse al miedo, lancé mi útlimo órdago para terminar de desmoronar su resitencia solamente filosofando sobre el odio y el amor, que es la mejor manera de desequilibrar a esta clase de monstruos sean hombres o sean mujeres. Así que no me detuve en más rodeos. - ¿Amar u odiar? Dicen que son dos extremos de nuestros sentimientos. Y dicen que los extremos se juntan de alguna manera. ¿El amar y el odiar pueden ser complementos de un mismo espíritu? Inducidos como estamos al entusiasmo de admirar lo bello y hermoso que nos rodea, incluso lo bello y hermoso que hay en la naturaleza humana, y a detestar lo feo y aberrante que observamos, incluídas algunas acciones humanas, podría darse el caso de que del amor al odio no haya apenas distancias. No lo sé. Me considero un ser lo bastante equilibrado para mantener muchas distancias entre ambas dimensiones pero el caso es que hay ejemplos de personas que apenas tienen barrera entre ambas expresividades y pasan del amor al odio como un centelleo continuo. ¿Quizá la felicidad estriba en la cantidad que poseemos para amar y por contra la infelicidad estribe en lo opuesto? ¿Y en cuánto grado actúan las diversas circunstancias que nos rodean para amar u odiar de manera casi inexplicable? Quizá todo dependa únicamente de la composición anímica del espíritu inasible de cada uno de nosotros, ¿Tiene usted alma, señora de Silas Rossi? No sé si fue por causa de citar a la carencia de su alma o por nombrar su esclavitud hacia Silas pero resultó fulminante. - ¡¡¡Basta ya!!! ¡¡¡Sí!!! ¡¡¡Yo asesiné a Horacio Craignone y a Paolo "Nostradamus" porque estaban enamorados de mi Roberta Fena y mantenían relaciones sentimentales con mi Roberta Fena!!! - ¿Y en cuanto a Etna Curti? - ¡¡¡Sí!! ¡¡¡Llevas razón!!! ¡¡¡Yo asesiné a Etna Curti porque estaba embarazada y podía tener una niña con Silas Rossi que seguramente sería bellísima desde el mismo momento de nacer!!! - Tengo que decirle, señora Vito, que todo esto ha estado siendo grabado con un pequeño aparato que tengo sujeto a mi cinturón. María Elena Vito sólo miraba ya a Rosalinda Este y se la estaba devorando con la vista, hasta que, dando un grito espeluznante, se incorporó del sillón done estaba sentada intentando lanzarse contra ella. - ¡¡¡Huaaaaaaaaaaaaccccc!!! ¡¡¡Te voy a arrancar los ojos!!! Evité que lo consiguiera propinándola un puñetazo en su mandíbula izquierda con mi puño derecho y la señora de Rossi cayó al suelo totalmente noqueada. - ¡Corre, preciosa! ¡Busca unas cuerdas proque la voy a atar de pies, de mnaos y de boca hasta que lleguen los policías de Samitti! Rosalinda Este cumplió con mis órdenes y, una vez totamente amordazada e inmovilizada aquella monstruosa mujer o animal parecido a mujer, marqué en mi móvil el número de Archibaldo Samitti. - ¡Hola, sinvergüenza! ¿Se puede saber dónde te has metido ahora que tanto te necesito? - Olvídese por un momento de Germano Bisi, Jefe. Acabo de detener a la verdadera asesina de Horacio Craignone, Paolo "Nostradamus" y Etna Curti. - ¿Qué has dicho? - Que Germano Bisi estó loco de remate pero la ejecutora de los tres crímenes ha sido María Elema Vito, la señora de de Silas Rossi. - ¿La has detenido tú? - La he detenido yo después de haberlo confesado todo. No se preocupe. Tengo la grabación completa y ella está en el suelo totalmente amarrada e inmovilizada. - ¿Dónde ha sucedido eso? - En la propia villa de esta señora o lo que sea. - ¡Espéranos! ¡Ya vamos para allá Pelikan y yo! - Nada de eso. La dejo completamente noqueada y dejo la grabación sobre la mesa donde tomaba el té ejerciendo de lesbiana. En cuanto a mí tengo otra cita mucho más interesante que oír las disculpas de Pelikan pidiéndome perdón por su bravuconería. Digale de mi parte a ese detective, al cual sigo considerando amigo aunque él no sepa muy bien lo que es la verdadera amistad, que según dijo Brandon Sanderson, la característica de la inseguridad es la bravuconería y la ignorancia inconsciente es preferible a la estupidez informada. Si Pelikan no sabe ni tiene ni idea de quién es Brandon Sanderson infórmele que es un escritor estadounidense de literatura fantástica. - ¡Fantástico, Oreto! ¡Necesitamos reunirnos los tres inmediatamente! - ¡Hoy no! ¡Mañana! Y corté.
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