Una patética realidad (Reflexiones)
Publicado en Jun 18, 2015
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Existe una frase muy popular, y muy extendida entre la población española, que afirma rotundamente que los borrachos, los locos y los niños dicen la verdad. Dejemos, ahora, a un lado a los locos y a los niños (que son temas apasionantes para tratar en otra ocasión) y centrémonos en los borrachos (también conocidos como alcohólicos). ¿De verdad creéis, amigos y amigas de lecturas y escrituras, que los borrachos dicen la verdad?. Sobre los borrachos y el alcoholismo mi esposa (Liliana) realizó un verdadero ensayo que fue calificado con la nota más alta (20 sobre 20) en la Universidad de Loja en Quito (Ecuador). En dicho ensayo ella investigó a fondo el tema y quedó en la Universidad como algo tan extraordinario que sirve para que lo lean las futuras generaciones.  
 
Empecemos, entonces, por decir que el alcoholismo no sólo destruye el hígado y otros órganos internos del cuerpo humano sino que destruye el cerebro. En este sentido me hago una pregunta. ¿Teniendo el cerebro destruido los borrachos están capacitados para decir la verdad? Supongo que, como mucho y en todos esos casos, lo que dicen es "su verdad" y "su verdad" no es otra cosa sino una tragedia totalmente patética. ¿O no es patético ver a un hombre caminar dando tumbos de un lado para otro, agarrarse a las farolas y terminar cayendo al suelo sin tener fuerzas para levantarse? Patética escena que sólo hace gracia -si es que tiene gracia- a los que no tienen conciencia de que ese hombre es, en efecto, un enfermo mental. Y tengo que aclarar que no es lo mismo un loco que un enfermo mental.   
 
Si habéis escuchado bien lo que hablan los borrachos cuando el alcohol los vuelve eufóricos, ¿no os habéis dado cuenta de la enorme cantidad de incoherencias que cuentan? Pues escuchádlos con total atención y descubriréis que afirman ciertas cuestiones para, de inmediato, negar lo que antes han afirmado sobre esas cuestiones para, seguidamente, volver a afirmar algo pero de otra manera diferente y para rápidamente, volver a negar esta nueva afirmación. Se pasan todo el tiempo en que están hablando afirmando y negando cosas sobre cuestiones que, a decir verdad, ni tan siquiera son capaces de entender. Es patético escuchar todas sus incoherencias mentales. Un patetismo que sólo produce lástima y misericordia. A mí, personalmente, no me produce ninguna clase de risa oír y escuchar a los borrachos. Yo afirmo que ni dicen verdades, puesto que sólo hablan necedades, ni me produce risa todas esas necedades que dicen. No es necesario ser un psicólogo ni un psiquiatra para descubrir esta patética realidad.  
 
Como uno de los muchos ejemplos que podría poner ahora, voy a referirme a uno de los más abundantes temas de los que suelen hablar los borrachos. Se refiere a las mujeres. Ellos, que se las dan de saber la verdad de las mujeres, siempre terminan diciendo, después de una larga cantidad de majaderías y sandeces contra el género femenino, que las van a matar o, si están casados, que van a matar a sus esposas y, sobre todo y de manera especial, a sus suegras o a todas aquellas personas (hombres y mujeres) que han llegado a conocer. ¿Y esa es la verdad que predican los borrachos? Para quienes seguís continuamente mis reflexiones y comentarios sobre asuntos sociales debéis saber que la Santa Biblia es "El Libro de la Verdad". Así que os presento un primer grupo de versículos bíblicos sobre la borrachera en general (después os presentaré otro grupo de versículos sobre los borrachos en particular). Leed detenidamente y paraos a pensar por un momento.  
 
En Deuteronomios 21.20 se lee: "Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glotón y borracho". En Primera de Samuel 25.36 se lee: "Y el corazón de Nabal estaba alegre, y estaba completamente ebrio, por lo cual ella (se refiere a Abigail) no le declaró cosa alguna hasta el día siguiente". En Primera de Reyes 20.16 se lee: "Y estaba Benadad bebiendo y embriagándose en las tiendas". En Isaías 19.14 se lee: "Jehová mandó espíritu de vértigo en medio de él (se refiere a Egipto); e hicieron error en Egipto en toda su obra, como también el ebrio en su vómito". En Jeremías 23.9 se lee: "A causa de los profetas (se refiere a los falsos profetas) mi corazón está quebrantado dentro de mí, todos mis huesos tiemblan; estoy como un ebrio, y como hombre a quien dominó el vino, delante de Jehová, y delante de sus santas palabras". Y en Primera de Corintios 5.11 se le: "Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuese fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con los cuales ni aún caminéis".  
 
Tomemos un poco de descanso para pensar y meditar antes de seguir con el siguiente grupo de versículos. Razonemos. En Deuteronomíos se nos está hablando de un hijo terco, de un hijo que, entre otras cosas, decide dedicarse a beber alcoholes hasta convertirse en un borracho además de un glotón. Centrémonos en lo de borracho. Contumaz y rebelde. ¿Contumaz y rebelde con causa suficiente para serlo o sólo pasara convertirse en un "vividor"?. Pues resulta que a todos los "vividores" (como sucede con los borrachos) les gusta contar asuntos según sus propias conveniencias personales; para ir diciendo pro todas partes donde hablan sus necedades y en todos los corrillos donde les escuchan creyendo que son hombres, que beber hasta caerse al suelo es, precisamente, cosa de hombres según ellos. Lo que yo tengo entendido que es ser un hombre es defenderse de los ataques de la vida siempre en pie, siempre sereno, siempre consciente y siempre hablando con la verdad por delante. O sea, todo lo contrario a lo que dicen y hacen los borrachos.  
 
¿Por qué Abigail prefiere hablar con Nabal al día siguiente de que este se encuentra totalmente ebrio, que es lo mismo que decir que está completamente borracho? Porque Abigail, mujer prudente y sabia, sabe que con un borracho no se puede dialogar ya que ha perdido toda clase de conciencia. ¿Y un hombre en el estado en el que se encontraba Nabal puede estar diciendo verdades cuando se sabe que ha perdido toda clase de conciencia? ¿No descubrís ahí una total falta de coherencia que es lo que descubrió Abigail para esperar al día siguiente? Si un borracho dijera la verdad cuando está ebrio estoy seguro de que la sociedad estaría totalmente destruida; puesto que quien se destruye a sí mismo es capaz de destruír a los demás. ¿Recordáis lo de ámate primero a ti mismo para después amar a los demás? Si esto es verdad (y lo es) nos debemos dar cuenta de que ningún borracho se ama a sí mismo y por eso amenaza con matar a quienes se encuentren a su paso y le digan lo contrario de lo que ellos dicen. Abigail fue sabia ante el necio Nabal porque supo que intentar dialogar con un borracho es perder el tiempo o, en su caso, hasta poder perder la vida.  
 
Benadad bebía y se embriagaba en sus tiendas. Los hombres que se emborrachan se creen que son valientes pero, la verdad sea dicha, están tan acobardados ante la vida que, incapaces de enfrentarse a ella como verdaderos hombres, buscan el refugio del alcohol para intentar darse el valor que no tienen. ¿Un hombre que se cae continuamente al suelo sin que nadie le ponga la mano encima es un hombre valiente? Los borrachos no hacen más que predicar que son los hombres más valientes del mundo pero siempre terminan en el suelo y llorando ante sus impotencias. ¿Cuál es entonces la verdad que predican? ¿Es hombre quien no se mantiene en pie mientras proclama necedades a los cuatro vientos o quien guarda silencio para hablar solamente cuando sabe que lo que va a habar es una gran verdad? A mí me da por guardar silencio cuando veo y escucho a los borrachos hablar de valentía porque son capaces de beber hasta caer vencidos por el alcohol. ¿Qué clase de verdad es esa? La mentira más piadosa (pero totalmente mentira) es oír a muchas gentes decir que los borrachos son valientes porque beben para olvidar. Yo creo que para poder olvidar es necesario estar totalmente sereno y dominando todas nuestras pasiones sin tener que recurrir a ninguna clase de falso estímulo (uno de ellos es el alcohol) que sólo demuestra impotencia para saber olvidar. 
 
Espíritu de vértigo y vómitos. ¿Habéis visto cómo los borrachos caen al suelo? Presos del vértigo se les nubla el cerebro, pierden la clara visión de las cosas y, envueltos en sus propios vómitos, caen como peleles. Vértigo. Esa sensación de vacío que entra a apoderarse del cerebro de los borrachos y les deja flotando a la deriva. Vértigo. Esa verdad social de quienes no saben dominar su personalidad y la destruyen cayendo al "fango" entre vomitonas que no producen ninguna clase de risa. Por lo menos eso es lo que pienso yo. ¿Y esa clase de peleles sociales son los que están preparados para decir la verdad? Perdonad que os diga que si eso fuese cierto todos estaríamos en manos de títeres sin conciencia porque eso es lo que son, en realidad, los borrachos.  
 
¿Y las palabras? ¿Qué podemos decir de las palabras que sueltan los borrachos a diestro y siniestro mientras les domina eso de "me cago en Dios" que repiten tan continuamente que quien les oye se dan cuenta de la falta de capacidad lingüística que tienen para poder ser predicadores de las verdades? Cuando un hombre comete tales errores a través de lo que sale de su boca es un hombre incapacitado para decir cosas que valgan la pena de ser escuchadas. Y si lo que escuchamos de los borrachos no vale la pena de ser escuchado es que no poseen capacidad alguna para contarnos verdades que nos atraigan para considerarlas como tales. Por eso al final todos les dan la espalda y les dejan solos con su impotencia verbal.  
 
Pablo, uno de los cristianos que más sabía de la vida de los mundanos y paganos puesto que había pertenecido a ellos antes de hacerse seguidor a muerte de Jesucristo y que, por lo tanto, conocía profundamente a los borrachos, nos advierte y aconseja, en su Primera Carta a los Corintios, que nos alejemos totalmente de quienes son fornicarios, avaros, idólatras, maldicentes, borracho o/y ladrones; aun incluso en el caso de que se llamen hermanos nuestros. Habéis observado bien que uno de los grupos que cita es el de los borrachos. ¿Por qué razón Pablo de Tarso nos aconseja alejarnos de los borrachos y nos advierte que no tengamos vida en común con ellos? Por algo muy fácil de entender. Existen mcuhos hombres que se juntan con los borrachos porque, en un principio, parece que les resulta gracioso alternar con ellos y escuchar todas las necedades que cuentan. A mí, en particular, nunca me han caído graciosos aunque los haya conocido de lejos, bastante de lejos pero lo suficiente como para haber aprendido cómo actúan; pero hay muchos hombres que, sin darse entera cuenta de lo que hacen, cada vez se ven más atraídos por la convivencia con esos borrachos a los cuales consideran tan graciosos y, por lo tanto, comienzan a beber también para meterse en sus ambientes. Cuando quieren darse cuenta del error cometido están ya alcoholizados y se han convertido en borrachos diciendo tonterías a diestro y siniestro; tonterías que no son la verdad de la vida sino la verdad de su cretinismo. También hay que tener cuidado con las fiestas sociales puesto que muchos hombres terminan alcohólicos tras efectuar continuamente lo que ellos llaman "alternes", que falsamente creen que son necesarios para vivir en sociedad. ¿Esa es la verdad o esa es la falsa verdad? Esa es la falsa verdad.  
 
Y ahora tomemos un poco de respiro para entrar a analizar el segundo grupo de los versículos bíblicos que he seleccionado porque se dirigen directamente ya al caso concreto de lo que es un borracho; o, en otras palabras, un individuo que ha perdido la categoría de ser para entrar en la sub categoría de parecer: esto quiere decir que dejaron de ser personas para convertirse en peleles. Y existe una gran diferencia entre ambas clases de hombres mucho más allá de las falsas apariencias; porque en esta sociedad en que vivimos lo que es verdad parece mentira y lo que es mentira se nos presenta como verdad. Por eso señala la Biblia que llegarán tiempos en que lo bueno parezca malo y lo malo se nos presente como bueno. El mundo de los valores totalmente invertido. Así que para poder construir un mundo mejor y más habitable hay que darle completamente la vuelta. Sepamos lo que son los borrachos por ver si entendemos ya bien lo que significa dar la vuelta para encontrar la verdad.  
 
En Job 12.25 se lee: "Van a tientas, como en tinieblas y sin luz. Y les hace errar como borrachos". En Salmos 107.27 se lee: "Tiemblan y titubean como ebrios, y toda su ciencia es inútil". En Isaías 28.3 se lee: "Con los pies será pisoteada la corona de soberbia de los ebrios de Efraín". En Joel 1.5 se lee: "Despertad, borrachos, y llorad; gemid todos los que bebéis vino a causa del mosto, porque os he quitado la verdad de vuestras bocas". En Nahum 1.10 se lee: "Aunque sean como espinos entretejidos, y estén empapados en su embriaguez, serán consumidos como hojarasca completamente seca". En Mateo 24.49-51 se lee: "Y comenzó a golpear a sus consiervos, y a comer y beber con los borrachos, pero vendrá el Señor en un día que no él no espere, y a la hora que no sabe, le castigará duramente y le pondrá entre los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes". En Hechos 2:14-15 se lee: " Pedro, poniéndose en pie ante los once, alzó su voz y les habló: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio y oíd mi palabra. Porque no estáis ebrios". En Primera de Corintios 6-10 se lee: "Ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicentes, ni los estafadores, heredarán el Reino de Dios". Y en Primera de Tesalonicenses 4:6-8 se lee: "No somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios".  
 
Analicemos ahora este último grupo de versículos bíblicos (entresacados del "Libro de la Verdad" que sabemos que es, únicamente, la Biblia) para terminar, de una vez por todas, con todas las mentiras que se cuentan y siguen contándose sobre los borrachos. ¿Dicen la verdad los borrachos o dicen solamente necedades? ¿Son los que dicen que los borrachos dicen la verdad todavía mucho más necios que los propios borrachos? ¿Dan pena y lástima los borrachos que son motivos de burlas, de mofas, de chistes por parte de quienes, por otro lado, gustan mucho de escucharles por puro escarnio contra la dignidad de un ser humano? Tomemos un poco de conciencia antes de seguir analizando el tema.  
 
Ya estamos preparados. Tranquilos. Serenos. Concentrados para seguir analizando. Los borrachos van a tientas, como en tinieblas y sin luz. ¿Se puede concebir la gran estupidez de creer que quien vive en tinieblas y sin luz, tartamudeando palabras sin sentido, está diciendo verdades? Pues no. Un sujeto que ha perdido la noción de lo que es su realidad y se cree el amo del mundo cuando la realidad es que se encuentra entre la basura del mundo no puede ser claro ni conciso cuando habla. Y todos sabemos que las verdades, para ser verdades, tienen que ser claras y concisas y, además, comprensibles por todos los que escuchan; lo cual es todo lo contrario de lo que sucede con los borrachos quienes, en medio de sus tinieblas mentales, una vez perdido el juicio de lo que están diciendo, no hacen más que soltar una sarta de idioteces que a algunos les produce risa pero que nadie se lo toma en serio, sencillamente porque no están diciendo ninguna verdad sino verdaderas idioteces. En tinieblas no se puede tener la mente clara y sin mente clara no se pueden decir verdades.  
 
Tiemblan y titubean y su ciencia resulta inútil. He aquí otra estampa de los borrachos. Temblando como seres asustados y titubeando. ¿Creéis de verdad que quienes dicen las verdades titubean al decirlas? Pues los borrachos se pasan, todo el tiempo en que están hablando, titubeando por completo. Mientras les tiembla el pulso también les tiembla la lengua y, entre temblores y más temblores, ni saben lo que dicen ni dicen lo que saben. De ahí que la Biblia afirme que su ciencia resulta inútil. Cuando alguien sabe de verdad la verdad de algún asunto jamás la expone estando borracho porque sabe que, si se emborracha, acaba por perderse en las dudas, en los titubeos, en los temblores de unas palabras que dejan de ser precisas (condición indispensable para que digan la verdad) para entrar en un laberinto de palabras incoherentes, demostrativas de que se ha perdido el uso de la razón y que, en esos momentos de ebriedad, sólo son capaces de articular frases sin sentido, frases que no se coordinan bien y frases que no se entienden con claridad. Pero precisamente las verdades tienen que ser lo contrario. Las verdades tienen que tener sentido (algo de lo que carecen las frases de los borrachos). Las verdades tienen que estar bien coordinadas (algo que no saben hacer los borrachos). Y las verdades tienen que ser entendidas con total claridad (algo que es imposible de entender cuando los borrachos sueltan sus frases sin razonamiento válido alguno). La razón juega un papel fundamental en la exposición de las verdades y resulta que los borrachos pierden toda la noción de lo que es razonable. Luego los borrachos no dicen verdades.  
 
La soberbia de los ebrios. ¿Habéis observado bien la enorme soberbia que desprenden los borrachos cuando se dirigen hacia los demás? Sabiendo que son peleles de la sociedad, y para no decir la verdad de lo que son, se dirigen a los demás con una soberbia impropia de un ser humano normal. Para ocultar la verdad de su impotencia (puesto que de impotentes se tratan) buscan esconderla y así resulta que miente para esconder y ocultar la verdad de ellos mismos y si eso es lo que hacen, ¿cómo se puede entender y se puede creer que dicen verdades para los demás? Partiendo de la base de que intentan ocultar su verdadera impotencia humana es normal que se muestren agresivos, altaneros, prepotentes y hasta soberbios cuando se dirigen a quienes les escuchan. En definitiva, todo ese conjunto de complejos de inferioridad que tienen en su personalidad, les hace contar mentiras para resultar ser personajes atractivos hacia los demás. ¿Habéis observado cómo los borrachos intentan hacerse pasar por gentes importantes en medio de una sociedad que al final solamente se burla de ellos? ¿Cómo se intenta hacer siempre eso de ocultar la verdad de lo que es un hombre para aparentar lo que no se es? Sencillamente mintiendo y haciendo pasar por verdades lo que sólo son mentiras para querer hacerse importantes y superar sus complejos de inferioridad. Sin embargo, todos sabemos que los acomplejados siempre intentan ocultar la verdad de sus complejos. ¿Qué se deduce de todo esto? Que mienten cuando hablan.  
 
Mucha atención a lo siguiente: "Despertad, borrachos, y llorad; gemid todos los que bebéis vino a causa del mosto, porque os he quitado la verdad de vuestras bocas". Esto sí que es totalmente determinante y definitivo. Los borrachos siempre terminan por llorar y por gemir, después de haber estado contando mil y una mentiras, porque saben que Dios, una vez que están borrachos, les ha quitado la verdad de sus bocas. Esto sí que son palabras mayores. Esto sí que es la verdad de las verdades. Si Dios les ha quitado la verdad de sus bocas yo me pregunto lo siguiente: ¿son capaces los impotentes borrachos de evitar lo que Dios ha hecho con ellos? Imposible. Deberían ser, por lo menos, dioses con igual o mayor poder que Dios. Luego si Dios quita a los borrachos la verdad de sus bocas, ¿qué pueden salir de las bocas de los borrachos? Cualquier cosa menos verdades. Ya no luchan contra los demás seres humanos sino que intentan engañar al mismo Dios porque se encuentran perdidos y desnudos ante la gran verdad de lo que son: mentirosos que intentan aparentar ser grandes personajes de la sociedad cuando solamente son personajillos a los cuales todos los demás desprecian aunque les escuchen precisamente para reírse de ellos. Luchar contra la voluntad de Dios es totalmente imposible porque al final el borracho queda completamente derrotado pues al querer luchar contra Dios comete tales errores que hasta el más lento de entendimiento que le esté escuchando se da cuenta de su profunda mentira como ser humano y que de un ser humano que es una profunda mentira no puede salir nunca ninguna verdad. Hasta por lógica es demostrable. 
 
Suma y sigue. Aunque los borrachos son aparentemente como espinos, la realidad demuestra que sólo son hojarasca seca. ¿Podéis imaginaros que una verdad sea algo seca? Pues no. Una verdad debe ser jugosa para que tenga sentido. De una hojarasca seca (como es el caso de cualquier borracho o alcohólico) no puede salir nada más que humo cuando se la quema y, la verdad sea dicha, el cerebro de los borrachos está totalmente quemado por culpa del alcohol que tienen que consumir para darse un poco de valentía y poder enfrentarse con esa verdad de sí mismos que intentan ocultar bajo el manto de sus mentiras. Quizás sean mentiras piadosas pero, desde luego, no son verdades ni tan siquiera aproximaciones a las verdades. Su carácter se vuelve espinoso precisamente para intentar aparentar lo que no son: valientes a la hora de afrontar sus realidades. Inmersos en sus cobardías existenciales, siempre intentan imponer su agresividad a los más débiles, a los más sencillos, a los más humildes, a lo más necesitados. Incluso en estos asuntos de convivencia social para con los demás esconden su impotencia comunicativa (incapaces de comunicar sus verdades a los demás) creando una atmósfera de agresividad alrededor de sus personas pero, al ser solamente hojarasca seca, pronto se vienen abajo cuando alguien se les enfrenta y les dice la verdad de sus mentiras. Al quedar al descubierto toda las sarta de mentiras que cuentan, de repente se vienen abajo, se desmoronan, se evaporan como las hojarascas secas y sólo son ya unas figuras patéticamente desdibujadas de todo lo que intentan hacer creer a los demás contando mentira tras mentira. La acumulación continua de las mentiras que cuentan hace que caigan en sus propias trampas porque, imposibles de contenerse en su excesiva verborrea, caen continuamente en contradicciones que son fácilmente descubiertas por quienes quieren conocer la verdad de ellos. Y al entrar en esas contradicciones se produce lo que en Periodismo conocemos como faltos de veracidad que, significa, que no son creíbles las falsas historias que cuentan. En definitiva, solamente son hojarasca seca aparentando ser espinos. 
 
¿Y qué decir cuando los borrachos empiezan a llorar? ¿Son creíbles o no son creíbles esos lloros con los que buscan ganarse la comprensión de quienes les están escuchando? ¿Sabéis lo que son las lágrimas de los cocodrilos? Son lágrimas que se sueltan como pena o arrepentimiento, pero totalmente fingidas y de manera hipócrita. No he conocido, en mi vida, seres más hipócritas que los borrachos (sean cuales sean las clases sociales y económicas a las que pertenecen) intentando convencernos de que son "pobres hombres". ¿Pobres hombres mientras se pasan la vida intentando engañar a los que se les acercan para escuchar sus falsas historias? Todos ellos tienen un gran arsenal de falsas historias para despertar la lástima. Quieren ser comprendidos culpando a la vida e incluso a Dios diciendo que son víctimas de la vida o que Dios se ha olvidado de ellos. Dos de las más grandes mentiras que cuentan siempre los borrachos una vez que han sido descubiertas todas sus falsas historias. A veces parece como si tuviesen momentos de lucidez pero la verdad es que esos momentos de lucidez sólo son unos pequeños lapsus que demuestran que la inmensa parte de todo lo que nos cuentan no tiene ninguna lucidez ni veracidad posible. ¿Los borrachos cuentan la verdad? Los borrachos sólo cuentan falsedades hipócritamente encubiertas como si fuesen verdades. A ciertas cosas que son reales las aumentan hasta convertirlas en totalmente irreales; porque si contaran solamente sus realidades verdaderas ellos creen que dejarían de ser interesantes (y la verdad es que dejarían de ser interesantes para quienes les escuchan) así que, aun sabiendo que están mintiendo, buscan despertar lástima, misericordia y hasta comprensión cuando solamente son unos farsantes que les encanta beber en lugar de ser honestos.
 
Cuando Pedro se dirigió a los demás discípulos de Jesucristo, bien que les dijo que les contaba cosas de Dios porque ninguno de ellos estaba ebrio. ¿Por qué hizo esta puntualización Pedro? Porque sabía que si alguno hubiese estado borracho al escuchar sus palabras, rápìdamente comenzaría a contar a todas las gentes palabras cambiadas, palabras aumentadas, palabras manipuladas hábilmente para llamar la atención y ser sobresalientes sobre los demás. ¿No es eso lo que buscan los borrachos cuando se dirigen a los demás? Pues sí. Eso es lo que buscan los borrachos y, para conseguirlo con la mayor rapidez y facilidad, les da por contar cosas que han escuchado pero que, al ser contadas por ellos en plena borrachera, ya no tienen nada que ver con la realidad de esas cosas que escuchó. ¿Os habéis dado cuenta del gran vacío existencial que habita en el interior de los borrachos? Si les escucháis atentamente, y sólo cuando sus palabras son más o menos entendibles, rápidamente descubrís el gran vacío de sus personalidades. De ahí que cuenten tantas mentiras para adornarse de una aureola de interés de la cual carecen por completo.
 
Repito que no es cuestión de clase social ni de poder económico sino de falsa personalidad o, dicho de otra manera, de una personalidad de la cual carecen y que ellos quieren hacer creer que es fabulosa, heroica, memorable,  para despertar un interés del cual carecen por completo. No son las historias de un escritor lleno de imaginaciones reales o ficticias pero que son creíbles porque se trata de grandes escritores, sino de falsedades contadas por unos individuos (los borrachos) que carecen de cualquier clase de imaginación creativa y, al carecer de dicha imaginación, intentan crear ficciones que se descubren, enseguida, que son falsedades propias de personas vacuas, vacías de contenido mágico y carentes de cualquier creatividad artística. Porque los borrachos, bajo el concepto verídico y verdadero de lo que es un artista, no lo son por mucho que se dediquen, en algunos casos, a practicar el Arte. Entre un artista genial siempre sobrio y siempre consciente de que sabe manejar sus realidades y sus ficciones y un borracho que se dedica a crear arte, existe la enorme diferencia entre la verdad fantástica y la mentira de los absurdos. Y es que los borrachos, sean o no sean artistas, son sobre todas las cosas unos simples absurdos que, incapaces de dominar sus dones, los malgastan vaciándoles de contenidos ingeniosos para convertirlos en simulaciones y artificios para estar a la moda; uno de los grandes defectos de los artistas que son, antes que artistas, borrachos y que tanto los separan de los verdaderos artistas que, poniendo solo un ejemplo, beben solamente café con leche para crear todas clase de mundos literarios y artísticos. Los borrachos, aunque sean artistas o digan ellos que son artistas (lo cual yo lo dudo por completo) simplemente están contando y narrando mentiras bajo los efectos del alcohol y otras drogas. Los grandes artistas, los que de verdad son geniales, nunca son borrachos ni se dedican a las borracheras y a otras clases de drogas para poder enfrentarse ante la dificultad de escribir o crear una obra artística con la verdad de su claridad mental por delante. Los borrachos (incluidos esos que se llaman artistas pero solamente son borrachos o drogadictos metidos a hacer arte) son incapaces de crear si están en condiciones normales. Necesitan el alcohol (y otras drogas) para estimularse. Y eso, en palabras correctas y significativas, es crear mentiras. Por eso los borrachos (al igual que el resto de los drogadictos) nunca heredarán el Reino de Dios. 
 
Los verdaderos, los que no tenemos que emborracharnos para poder ser creativos, podemos ser de todo el día, de las 24 horas del día (alba, mañana, tarde y noche) pero no somos nunca de esos seres sombríos, esos seres escondidos en el fondo de las botellas de alcohol (o sea nada que tenga interés porque es un vacío) para poder decir que están viviendo la noche cuando, en realidad, están muriendo noche tras noche. Los sanos de cuerpo y sanos de espíritu podemos vivir en la noche pero no somos de la noche sino de la Luz de Dios. Los borrachos se sumergen en las tinieblas en lugar de saber para qué sirve, en verdad, la noche a la hora de ser creativos con cuerpo sano y mente sana. Los borrachos se embriagan para poder mantenerse en pie (aunque siempre terminan por caer a los suelos) mientras que los de la verdad podemos estar toda la noche entera creando sin parar pero sin tomar ni una sola gota de alcohol; porque somos del día y de la Luz de Dios. Ellos son solamente falsos artistas de las tinieblas. Así es la realidad de los borrachos y su verdadero trasfondo: mentiras absolutas que ellos quieren hacernos creer que son verdades relativas porque son, en verdad, unos hipócritas farsantes nada más. 
 
¿Habéis sido alguna vez testigos presenciales de la forma de reír de los borrachos? ¿Habéis visto alguna vez a algún borracho riéndose? Es una risa nerviosa, discontinua, salida del hígado como a golpes tras golpes, totalmente falta de ritmo, compulsiva, entrecortada, falta de la esencia del verdadero y sano humor, yo diría que hasta desesperada, agobiada, totalmente desproporcionada, entre hipos en lugar de con expresividades, y falta totalmente de inteligencia porque tienes que saber, amigo y amiga que me estás leyendo, que hasta para saber reír hace falta ser inteligente. Y los borrachos pueden ser cualquier cosa (hasta algunos pasan a la Historia como genios) menos inteligentes.  
 
En definitiva, joven de cualquier edad que me estás leyendo, ¿quieres ser como Omero Simpson (la antítesis de los que es un hombre de verdad) o quieres ser un verdadero hombre (o mujer si eres de género femenino) con principios éticos y valores morales? Eso sólo lo tienes que decidir tú con el uso de tu Libre Albedrío; pero no olvides jamás la siguiente y rotunda premisa: "Los borrachos nunca dicen la verdad porque están incapacitados mentalmente para decir la verdad". Y esto sí que es una verdad absoluta. 
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Descripción

Reflexiones de carácter social y cristiano.

Palabras Clave: Comunicación Divulgación Reflexiones Pensamiento Conocimiento Instrucciones Sociedad Realidad Verdad Fe Cristianismo.

Categoría: Conocimiento

Subcategoría: Instrucciones



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José Orero De Julián

Según la RAE un borracho es una persona que tiene alteradas temporalmente las capacidades físicas y mentales por un consumo excesivo de alcohol.
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June 18, 2015
 

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