Pues en esas del fútbol sala, en el Banco Hispano Americano de Madrid, andaba yo metido cuando, mira por donde, me encuentro en aquellos ambientes con Enrique "El Facha" y "El Chuchi" Magro: dos pipiolos falangistas que se las daban de no sé que clase de "machos" pero a los cuales estuve varios años esperando que me lo demostrasen. Enrique "El Facha" no hacía otra cosa más que molestar a los ciudadanos de piel negra tirándoles clips y gomas por las calles y "El Chuchi" Magro se las daba de ir repartiendo hostias pero todavía estoy esperando, y eso que le ví multitud de veces en mis caminos, que me dé a mí la que había prometido darme mientras escondía las orejas cada vez que me veía a su lado y me pedía que, por favor, le recogiese las papeletas de las notas finales en la Facultad de Periodismo de la Universidad Complutense de Madrid. También se le conocía como "El Pibe" pero era tan cobarde que hasta tuvo que tragarse lo que una compañera del Banco -Oficina Pricipal del Hispano Americano de Madrid- le dijo en plena cara sobre lo que eran él y su tío José Luis (otro facha falangista casi analfabeto que había conseguido "saltar" de ordenanza a jefezucho de ínfima categoría vaya usted a saber cómo pero que alguien que le conocía muy bien iba diciendo algo de su esposa y a buen entendedor sobran las palabras porque yo no supe si era verdad o mentira pero cuando el rio suena es que piedras trae) que odiaba a quienes consideraba "gays" como decía de Lorenzo.  
 
Pues bien. Ya centrados bien los personajes pues resulta que Enrique "El Facha" va y me invita un día a su casa -por el barrio de Salamanca de Madrid- para ver si me asusto de sus dos perros dogos (negros como los uniformes nazis) y voy y me da un ataque de risa cuando los veo y los dogos meten sus rabos entre las patas y salen de "naja" huyendo ante mi presencia. Y después resulta que tanto Enrique "El Facha" como "El Chuchi" Magro se las siguen dando de "machitos" metiéndose contra una chavala guapísima que trabajaba en dicha Oficina Principal del Banco Hispano Americano de Madrid, y que era esposa de un policía nacional, diciendo obscenidades de ella. Y también resulta que cuando apareció el policía nacional ante la puerta de dicha Oficina Principal de Madrid, en la Plaza de Canalejas, esperándoles para que repitiesen delante de él lo que iban diciendo a espaldas de ella, los dos se jiñaron a la pata abajo y se cagaron de tal manera que todavía huele a mierda dicha puerta. Y lo afirmo porque yo, avisado por Andrés, estuve presenciando la escena después de haber conocido a la chica y haber comprobado que era mentira todo lo que decían de ella estos dos pipiolos neonazis y falangistas: Enrique "El Facha" y "El Chuchi" Magro. A ver si ahora el "tío" José Luis les protege. Estoy seguro de que a Enrique "El Facha" todavía le siguen parpadeando sin cesar los ojos de lo nervioso que se ponía siempre que tenía que demostrar lo que decía sin valer ni la centésima parte de lo que decía y supongo que "El Chuchi" Magro sigue siendo tan gili como siempre. Ni medio celemín darían por ellos en un mercado de hombres. Y como futbolistas eran más mediocres que Sabino el de la Casa de Campo que, al fin y al cabo, sí que era un hombre de verdad.