Con correa y además delgado (Diario)
Publicado en Aug 06, 2015
Don Rafael:
No vaya diciendo por ahí (si es que se atreve a ir diciéndolo) que yo soy un oportunista y le he pedido un trabajo a usted porque resulta que, Gracias a Dios, jamás he mendigado ni mendigaré un trabajo a nadie, por muy Señor Presidente que sea usted. Me bastan mis propias capacidades personales y profesionales (y busque usted entre su personal a ver si encuentra a un profesional como yo) para poder ganarme la vida. Así que, si por casualidad no lo recuerda o no le interesa recordarlo, la próxima vez que venga por estas tierras de Murcia (en España) no venga usted a decirle a mi señora esposa que, en nombre de su querido y amado país (y cuando digo querido y amado país yo sí que lo digo de verdad), me pide perdón por los abusos cometidos contra mí en dichas tierras. Escuche bien lo siguiente. Fue usted, y mi esposa nunca me miente (cosa que no sucede con otras muchas esposas en este mundo) quien, después de pedirme perdón, reclamó que de manera urgente yo le enviara mi curriculum profesional. Yo sólo cumplí con lo que usted me pidió y no con lo que yo le pedí. Ahora bien, si mi curriculum personal le llegó a sus manos o no le llegó a sus manos ya no me interesa saberlo porque ni mendigo un trabajo ni jamás lo he mendigado ni tampoco jamás lo voy a mendigar. Señor Presidente, usted puede ser todo lo delgado que quiera ser y usar toda la correa que tenga a bien usar (y me he enterado que bien que la usa contra los más desprotegidos y los más necesitados de su propio país) pero al único Presidente que yo sigo es a uno llamado Jesucristo. Así que en lugar de pedirme a mí tantas veces perdón en nombre de su país (cosa que yo nunca le he rogado que lo hiciera sino que fue usted mismo quien me lo pidió por su propia voluntad) haga el favor de darle explicaciones a ese pueblo al que tanto dice amar y, si cree en Dios, pues vaya a pedirle perdón a Dios y no a mí porque yo no lo necesito para nada. Lo sucedido sucedido está y no me he parado nunca jamás en eso de ir llorando a ningún Presidente de la Tierra (incluídos los de España) por lo sucedido. Una vez puestas todas las cosas en claro, y por si mi curriculum profesional todavía no lo conoce usted pero está interesado en conocerlo (cosa que a mí me importa menos que un carajo como se dice en su amado y querido país), investigue bien lo que sucede en sus Consulados y en sus Embajadas y empiece, por ejemplo, en Murcia y Madrid que, por si no lo sabe, están ubicados en España. Una muy buena recomendación, si es que usted necesita de mis conocimientos y conste que se los ofrezco de manera desinteresada y sin pedirle nada a cambio, es que deje tanto de flirtear con ese tal maduro que es más bruto que un arado de la época romana -cuando los arrastraban los bueyes- porque bastante de buey tiene el pobre ignorante que está llevando a su país a la mayor desgracia jamás conocida en tales tierras. Y en cuanto a eso de morales pues ya ve usted que yo si tengo morales bien implantadas pero me parece que lo del medio evo y no medio evo es una involución hacia el pasado. Así que mi consejo (y se lo ofrezco de manera gratuita) es que se deje de estar tonteando con brutos y medievalistas y procure usted hacer justicia (no con lo sucedido conmigo porque ni se lo he pedido ni se lo pediré jamás porque para eso tengo a Dios) y dedíquese a gobernar para el progreso de su país en vez de usar tanto la correa (y buena correa que tiene usted parece ser) contra los más empobrecidos, contra los más necesitados, contra los más abandonados de su pueblo y a los cuales me han dicho que está usted asaltando quitándoles de lo poco que todavía tienen. A mí se me caería la cara de vergüenza pedir urgentemente algo y luego estar años enteros haciendo como que no ha pedido nada. ¿Me ha entendido, bien, Señor Presidente? Y vuelvo a repetirle que busque usted bien en los "cajones" (por decir una palabra educada y no ser tan grosero como otros que tiene usted a su servicio y que no saben ni tan siquiera hablar como está sucediendo en su Consulado de Murcia y en su Embajada de Madrid) a ver si aparece ese mi curriculum profesional que usted tan urgentemente pidió y que al parecer ahora sufre usted de amnesia haciendo como que no sabe nada. ¿No sabe usted nada de verdad? Entonces sería necesario que se hiciera usted un buen análisis mental por ver si además de delgado y usar bien la correa tiene la cabeza en su sitio. Un saludo muy cordial de alguien que le admira pero que jamás ha mendigado nunca ni jamás mendigará un puesto de trabajo a ningún ser humano incluso aunque sea todo un Señor Presidente. Así que antes de que a usted se le ocurra la insensata idea de decir que yo le he pedido a usted un trabajo le recomiendo que, ya que es usted un Señor Presidente, lea con mucha atención "El Señor Presidente" que es una novela de Miguel Ángel Asturias (1899-1974), escritor y diplomático guatemalteco que recibió el Premio Nobel de Literatura en 1967. Por si no lo sabe y le sirve de referencia le aclaro que dicha novela está considerada como un punto de referencia en la Literatura de América Latina porque explora la dictadura y sus efectos en la sociedad. No tontee usted con brutos maduros ni con evos del medievo. ¿Me ha entendido? Pues si me ha entendido ya sabe a lo que me estoy refiriendo. Y por favor no vuelva a pedirme perdón ni en nombre de su país ni en nombre de ninguna parte de esta Tierra. Me sobra con mis propias facultades en plena lucidez mental y en pleno lucimiento literario para, con la ayuda de Dios y el apoyo de mi esposa, tener con qué alimentar a toda mi familia si tener que ir fardando de que estoy delgado ni sin usar mi correa contra ninguna persona empobrecida. La próxima vez que arda usted en deseos de bailar con mi Princesa haga el favor, al menos, de ser honesto y sincero cuando le dice palabras acerca de mi persona y personalidad porque resulta que además de ser persona también tengo personalidad y desde que nací lo vengo demostrando. Así que si descubre por fin mi curriculum profesional puede usted hacer pajaritas de papel con cada una de sus hojas para entretenerse en horas de aburrimiento o úselo para calentarse bien encendiendo una buena fogata para entrar en calor, porque a mi pues la verdad es que plin porque duermo en Pikolín. Abur. Que quiere decir adiós pero en castizo. Dirigido de manera directa a Don Rafael Correa Delgado Calle García Moreno N10-43 entre Chile y Espejo Quito (Ecuador) Teléfono 5932 382-7000
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José Orero De Julián
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