Soneto de Alejandro.
Publicado en Sep 16, 2009
El día acababa en el día, la noche blanca nacía
Sobre pieles desnudas, una a otra se cubrían. Indómitos besos eran nocturnas flores que se abrían, Lluvia pura al mirarnos se sentía vacía… ¡Oh Amor! ¿A qué del dolor escondernos? Invitado sin duda ha sido a nuestra vida. ¡Si espíritus de fuego la cantan sometida A esta pasión furtiva que goza al inquietarnos! Se encuentran bifurcadas tus rutas, mis caminos ¡Parecen tan distintos los sendos destinos! Más, en la noble palabra de la verdad (…si gentil caballero, deberás de tener…) ¿Era yo la de la húmeda estrella, eras vos buscando renacer? Es la certeza agujero de la eternidad.
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Carol Love
nuevo amigo Antonio, me estoy dando una vuelta en breve por tu lugar, sí, son un poco dificilitos los bellos bellos alejandrinos, ya vendrán versos mejores!
saludos y muchas gracias por las palabras
inocencio rex
como dice martin, 5 estrellas por no haber mas,
Antonio ngel Cardador Rodrmguez
Mis felicitaciones por este escrito y como dices en tu escrito es la certeza agujero de la eternidad, pues yo añado, y cierto es que este poema será eterno.
Un abrazo, y te invito a leer mis escritos por aquí, así como en mi blog "La ventana" (http://cardador-ventana.blogspot.com)
Antonio
JORGE MARTIN