Don de la soledad (Relato)
Publicado en Aug 11, 2015
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"Solitario, sí hay camino. Se llama Eternidad" ("Diesel").
 
Cuando el silencio era el silencio, fiestas de colores eran las albas. La blanca luna testigo de algún beso nada más y las olas de las playas, ¿dónde terminarán? Bebo de fuentes en pueblos y en alguna que otra ciudad voy recogiendo el canto de la suprema verdad. ¿Verdad que sí, fiel lucero? ¿Verdad que esto es verdad? Me responde el largo silencio que habla de la caridad. Y dejo de ser poeta para ser inmensidad. 
 
Claudio reinó en Roma pero los ilotas siempre han sido esclavos. A veces, soñando, me he quedado en las riberas de esta Historia perdurable. Quizás porque la senda de las arboledas me recogen en sus sombras. Noche de noctámbulo. Noctámbulos transéuntes. Mi equipaje se llena de estrellas. Carrusel de esta existencia donde siempre alojo mis pensamientos para un futuro mejor: "yo soy aquel prisionero que se escapó hacia la mar". ¡Mar bella le pregunto al viento! ¿Hasta dónde llegan las olas que han besado las playas? Algún que otro marinero sigue buscando la respuesta. Quizás hasta se llame Rodrïguez ("¿Qué clase de contraseña me ha abierto lo desconocido?"). No, Cladio, no. Yo no sigo tu estela porque soy el solitario que mira al cielo en lugar de la tierra. Ahora sí. Ahora pienso: "La soledad sólo la conocen no los que tanto hablan de ella sino los que la han vivido". ¿Me habré perdido?
 
- Escucha, pequeño solitario, soy yo quien te regaló ese don.
 
Miro a lo alto del ciprés...
 
- ¿Entonces?
 
- Entonces ya sabes por dónde debes marchar.
 
- ¿Es que de verdad no me he perdido?
 
- ¿Ves la luz de las estrellas?
 
- Desde aquí, sí.
 
- Entonces deja de pensar y sigue...
 
Dirijo mis pasos hacia la playa donde un día dejé mi nombre... 
 
- Tienes el corazón demasiado grande, Marinero, demasidado grande...
 
- ¿Y qué le voy a hacer si nací en la frontera?
 
Llegaré. Sé que cuando el alba abra sus luces llegaré más allá... todavía más allá...
 
- Cada vez que damos un paso hacia adelante estamos viviendo siempre un continuo después...
 
¿Qué habrá después de rebasar las olas?
 
- Sigue adelante, pequeño, sigue adelante...
 
- ¿De verdad que no me voy a perder?
 
- ¿Te asusta la noche?
 
- No. Me divierte la noche.
 
- ¿Por qué?
 
- Porque es el mejor momento para seguir...
 
- Entonces deja de pensar y sigue...
 
- Soledad es un sentido... Soledad es una experiencia... Soledad es una antítesis... Soledad es un silencio... y Soledad siempre acaba...
 
- ¡Tú lo has dicho!.
 
- ¿Y esto es un don?
 
- Esto es un don.
 
Miro al cielo. Una estrella fugaz dispara su rayo hacia el horizonte.
 
- ¿Dónde terminan las olas después de haber besado las playas?
 
Cuando el silencio era solo el silencio una luz brilló en mi conciencia. ¿Y qué hago ahora yo con mi conciencia?
 
- La conciencia es el arte de poder creer en nuestras propias acciones.
 
- ¿Yo he dicho eso alguna vez?
 
- Muchas más veces de las que lo has escrito.
 
Repaso la memoria...
 
- ¿Y si no me cabe en la memoria tanto sentimiento?
 
- Es la existencia del sentimiento la última y más íntima razón del pensamiento.
 
- ¿Eso lo he dicho también yo en alguna ocasión?
 
- En más de las que otros han creído...
 
- ¿Lo demás? ¿Quiénes son los demás?
 
Nuca digamos que ha llegado la hora de observar las claridades del alba hasta que no tengamos conciencia de lo que es la luz.
 
- ¿Despertarán en algún momento?
 
- Si existe la luz será para algo, pequeño viajero...
 
Y me quedo mirando a la luz de las estrellas mientras medito: "ya llegará la luz del sol para poder decir que estamos viviendo". Las estrellas parecen sonreír y la luna blanca se ha vuelto de color anaranjado.
 
- ¿Por qué?
 
- Nunca digas por qué sin haber sabido cuándo...
 
Retrocedo a mi infancia...
 
- ¿Será cuando sentí que era diferente?
 
- Exacto. Fue cuando sentiste que eras diferente.
 
Me llega la música. Escucho la letra. Te extraño más que nunca y no sé qué hacer.
 
- ¿Un gorrión menos y un nido destruido para siempre?
 
- Eso es, pequeño viajero. Ve hacia donde están los gorriones.
 
- ¿Para qué? ¿Qué sentido tiene si ya está muerto?
 
- Quizás porque tienes que sembrarlos... 
 
- ¿Sembrar yo gorriones?
 
- Estoy convencido de que lo lograrás...
 
Observo que mi equipaje sigue llenándose de estrellas...
 
- Si quieres tú envíame a mí.
 
Ya sale el sol...
 
- ¿Por qué te tienes que marchar?
 
Buena pregunta. Sólo tengo una única respuesta.
 
- Por necesidad.  
 

 

 
 
 
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Foto del autor José Orero De Julián
Textos Publicados: 7132
Miembro desde: Jun 29, 2009
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Descripción

Relato.

Palabras Clave: Literatura Prosa Relato Narrativa.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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José Orero De Julián

Cuando se mata a un gorrión, a Dios pedidle perdón.
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August 12, 2015
 

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