A tumba abierta (Entrevista con Cleopatra)
Publicado en Aug 13, 2015
La invito a un gran plato de mejillones en "La Mejillona", el mejor restaurante de Heliópolis. Estoy, nada más y nada menos, que entrevistando a la gran reina de todas las reinas. Me refiero a Cleopatra, ya en plena decadencia pero todavía famosa en todo el Mundo Antiguo. La veo muy desmejorada pero no importa porque lo único que voy a hacer con ella es hablar mientras tomo notas.
Diesel.- ¿Cómo te ves a ti misma, Cleopatra? Cleopatra.- ¿Es que acaso soy tan fea? Me entra un poco la risa recordando a mi colega Ondaro... Diesel.- No. Yo te veo bastante mona... es más... yo diría que mona del todo. Cleopatra.- ¿De verdad de la buena o de verdad de la mala? Diesel.- Que no, que no, Cleopatra. Que de verdad de la buena que te veo más mona que Chita. A la chita callando se lo he soltado... Cleopatra.- ¿Chita? ¿Quién es Chita? ¡Me gusta el nombre de Chita porque se pega a los labios! Diesel.- ¿Quieres decir Pepe? Cleopatra.- Eso... eso... quiero decir me gusta el nombre de Pepe porque se pega a los labios... ¡Pepe, no me des tormento!... ¡Pepe, déjame vivir!... ¡Pepe, vivo de tu aliento!... ¡Pepe, y muero por ti!... Diesel.- No hay que hacer mucho caso a lo que dice la gente. ¿Te apetece algo más que no sea Pepe? Cleopatra.- ¿Puede ser otro gran plato de mejillones? Diesel.- ¡Caramba, Mejillona! Es que... yo... pues esto... Cleopatra.- ¡No te preocupes tanto! ¡Todo lo paga el tontarras de Marquitos! Diesel.- Me han contado que Marquitos bebe demasiado. ¿Es por tu culpa? Cleopatra.- No. Es por culpa de Cesarión. Diesel.- ¿Es que entre Marco Antonio y Cesarión hay algo especial? Cleopatra.- Tan especial como que Octavia le ha repudiado. Diesel.- ¿Octavia ha repudiado a Marquitos? Cleopatra.- Sí. Lo mío con Marco Antonio puede pasar pero con lo de Cesarión... Diesel.- ¡Cuenta, cuenta! ¡Puede ser muy interesante para mis lectores y lectoras! Cleopatra.- Te cuento que Marco Antonio bebe los vientos por Cesarión. Diesel.- ¿Te refieres a Tolomeo XV, el hijo que tuviste con César? Cleopatra.- El mismo que calza calzones y hace calceta. Diesel.- ¿Y tú con esos pelos? Cleopatra.- Ya lo ves, Diesel, ya lo ves. ¡Mañana mismo mando que envenenen a mi peluquera! Se me ponen los pelos de punta... Diesel.- ¿Y cómo te has enterado de este lío entre Marco Antonio y el hijo de su peor enemigo? Cleopatra.- Porque me lo ha dicho la pitonisa de Menfis. Diesel.- O sea, que quieres decir que Marco Antonio te la pega con tu propio hijo. ¿Es eso verdad? Cleopatra.- ¡Te lo juro por Tutankamón que en paz descanse! ¡Ay qué cansada estoy de vivir tanto! Diesel.- Tomemos entonces un breve descanso, monísima Cleopatra... Cleopatra.- ¿Es que acaso soy tan fea? Vuelvo a sonreír pensando en mi colega Ondaro... Diesel.- Lo digo en el buen sentido de la palabra, Mejillona... esto... quiero decir reinona... o sea reina de todas las reinas de todos los bancos egipcios habidos y por haber. Cleopatra.- Tomemos un descanso comiendo hijos, Diesel... esto... quiero decir comiendo higos... Diesel.- ¿Higos de higueras o higos chumbos? Cleopatra.- Higos de higueras porque los chumbos me sientan muy mal para el carácter y me vuelvo avinagrada del todo. Diesel.- ¿Más avinagrada que lo normal? Cleopatra.- ¡A alguien le mando cortar la cabeza hoy mismo! Y así es entonces, guardando un prudencial silencio, cuando nos tomamos un respiro comiendo hijos... digo comiendo higos... hasta que me harto del todo y reacciono... Diesel.- ¿Qué tal las vacaciones, Mejillona? Cleopatra.- Como siempre. Diesel.- ¿Estás diciendo que abusando de los inocentes? Cleopatra.- Eso es. Abuso de los inocentes porque todos los inocentes son ilotas. Diesel.- ¿Y no será que no son ilotas sino que se hacen pasar por ilotas debido a lo magro que se pone el asunto cuando llegan las vacaciones? Cleopatra.- Seguro que sí pero no me importa proque como torta gracias a que me lo permite Josefo Luigi. Como el asunto se está poniendo demasiado magro prefiero volver a cambiar de tema... Diesel.- ¿Cómo se te ocurrió bautizarle como Tolomeo? Cleopatra.- Por no bautizarle como Simeón que me parece más vulgar. Se me escapa una espontánea carcajada... Diesel.- ¡Jajajajajá! Cleopatra.- ¿Se puede saber de qué te ríes tanto, reportero de revistillas? Diesel.- Perdona, Mejillona, pero lo de las revistillas hace ya tiempo que lo dejé. Ahora soy todo un profesional de las grandes prensas. Cleopatra.- ¿Te dedicas a prensar aceite? Diesel.- ¡Vas como muy loca por la vida, Mejillona, y te veo bastante obsoleta! Lo que hago ahora es escribir para periódicos mundiales. Por ejemplo, en "A Bola" de Lisboa escribo muchas bolas y en "O Faro" de Vigo me tiro muchos faroles. ¡Pero tú has hecho arroz! Cleopatra.- ¿Paella? ¡Jamás! ¡Te juro que paella jamás! Diesel.- ¿A quién te refieres? Cleopatra.- ¡A Octavia! ¡Jamás haré paella para Octavia! ¿Qué tal tus hijos? Diesel.- Yo no tengo hijos... Cleopatra.- Quiero decir higos... Diesel.- ¡Buenos de verdad! Un poco dulces para ser egipcios pero buenos de verdad a pesar de lo ásperos que saben al principio. Cleopatra.- Todo es cuestión de acostumbrarse, Diesel. Yo ya estoy acostumbrada. Diesel.- ¿Qué tal se portan los egipcios contigo, Cleopatra? Cleopatra.- Se acuerdan muchas veces de mi madre pero creo que lo hacen por amor... Diesel.- ¿Es que te han llamado hija predilecta? Cleopatra.- Me han llamado muchas veces hija pero no predilecta precisamente. Mas demos tiempo al tiempo. Diesel.- ¿Y qué me cuentas de Potino? Cleopatra.- ¿De ese eunuco reviejo? ¡Le odio, le odio y le odio! ¡Por su culpa sigo arrastrando traumas desde mi infancia! Diesel.- ¿Te pegó más de la cuenta ese reviejo de Potino? Cleopatra.- Sí. Y se las da de ser amigo de lo moreno. Es una espinosa que tengo clavada en el corazón. Diesel.- ¿Quieres decir una espinita clavada en el corazón? Cleopatra se arranca algo así como muy flamenca ella. Cleopatra.- ¡Eres como una espinita que se me ha clavado en el corazón, suave que me estás matando, que estás acabando con mi amor! Diesel.- ¡Que viene el moreno, Mejillona, que viene el moreno! Cleopatra.- ¡Qué ilu, qué ilu y qué ilu que venga el moreno a por mí! Diesel.- No, Cleopatra, no. Del moreno no sé nada ni me importa saberlo. Lo que te estoy diciendo es que viene Potino. Cleopatra.- ¡Odio, odio y odio a ese reviejo! Diesel.- ¿Te pegó más de la cuenta cuando era tu educador? Cleopatra.- ¡Mas que el pegamento Imedio! ¡Me dió de tortas hasta en el carnet de socia del club de mis amores! Diesel.- ¿Y cuál es el club de tus amores si no es una indiscreción saberlo? Cleopatra.- ¡Por supuesto que el Zamalek! Diesel.- ¡Zaska! ¿Ya existe el Zamalek? Cleopatra.- ¡En mi imaginación ya existe el Zamalek y como yo soy la reina de todas las reinas pues es real! Diesel.- Bueno... pero no te enfades... Cleopatra.- Es que ya nací muy enfadada y no puedo evitarlo. Ningún médico del palacio ha podido sanarme y por eso siempre estoy más amargada que una pócima de cicuta. Diesel.- Dejemos de lado ahora esa manía tuya de los envenenamientos que no hay ningún dios que te lo quite de la cabeza. ¿Qué sabes de fútbol, Mejillona? Cleopatra.- Que nos clasificamos... que nos clasificamos... que nos clasificamos... Diesel.- ¡Me parece que tienes fiebre, Cleopatra! ¿Estás caliente de verdad? Cleopatra.- No me pongas nerviosa que no respondo de mis actos, Diesel, que no respondo de mis actos. Diesel.- Sí. Eso es verdad, Mejillona. Que no respondes de tus abusos lo sabe todo Egipto. Cleopatra.- ¡Hoy voy a ordenar que a alguien le corten la cabeza! Me entra un poco de miedo pensando que a lo mejor lo dice por mí pero me hago el distraído y decido cambiar hábilmente de tema para ponerla fría del todo... Diesel.- ¿Conoces el Polo, Mejillona? Cleopatra.- ¿Qué es el Polo? Diesel.- Me refiero exactamente al Licor del Polo. ¿No sería bueno que tomaras un poco para rebajar tu tensión que la tienes muy alta? Cleopatra.- ¿Qué composición tiene ese licor? Diesel.- En realidad no lo sé... pero lo que sí sé es que es muy bueno para las dentaduras. Cleopatra.- Por cierto, Diesel. Ahora que hablas de dentaduras me doy cuenta de que me he olvidado de la mía en alguna parte pero no sé dónde habrá sido. ¿Puedes ayudarme a buscarla? Diesel.- Espera, Cleopatra, espera. ¿No te la habrá fingado Tolomeo en plan de venganza? Cleopatra.- ¿Por haberle bautizado con el nombre de Tolomeo? Diesel.- Perdona, Mejillona... pero eso no se hace con un niño... porque luego... ¿cómo liga en la corte imperial con ese nombrecito?... Cleopatra.- Comprendo, comprendo a Tolomeo, Diesel. ¡Pero como haya sido él el que me la ha fingado te juro por Amenofis que le pego más hostias que a mi esclavo Camilo! Diesel.- ¿Tienes un esclavo llamado Camilo? Cleopatra.- Exacto. Es un regalo de mi amigo Demetrio. Camilo es el encargado de pintarme las uñas de los pies. Ya es el sexto. Diesel.- ¿Quieres decir que te has cargado a los cinco anteriores? Cleopatra.- Por supuesto que mandé envenenar a los cinco anteriores. A este Camilo, el sexto, me lo voy a cepillar el día menos pensado. Diesel.- Piénsalo bien, Mejillona. Se me queda mirando muy ofendida. Cleopatra.- ¿Es que acaso soy tan fea? Vuelvo a recordar a mi colega Ondaro pero esta vez no se me escapa la carcajada... Diesel.- O sea que Camilo sólo es un esclavo... Cleopatra.- ¿Quieres verle en acción? Le gusta cantar mucho mientras trabaja. Diesel.- ¡No, Cleopatra! ¡Eso mejor lo dejamos para otro año futuro! Ahora quiero saber qué es lo que te pasa de verdad con ese tal Potino. Cleopatra.- ¡Es como una espinosa que se me ha clavado en el corazón! Diesel.- ¿No habrás querido decir como una espinita? Cleopatra.- Eso... eso... Diesel.- Canta... canta... Cleopatra se vuelve a poner flamenca... Cleopatra.- Suave que me estás matando que estás acabando con mi juventud. Yo quisiera haberte sido infiel y pagarte con una traición. Eres como una espinita que se está clavando en mi corazón. Suave que me estás matando que estás acabando con mi amor. Diesel.- ¿Fuiste comadre tal vez? Cleopatra.- Lo fui. Diesel.- ¿Murmuradora tal vez? Cleopatra.- Lo fui. Diesel.- ¿Inventando mentiras en contra de alguien que no hizo nada malo? Cleopatra.- Sí, Diesel. Diesel.- Bien, Mejillona. Puesto bien el punto sobre la í del sí... sigamos con Potino... ¿Qué es lo que te sucede en realidad con Potino?... Cleopatra.- ¡Ese reviejo Potino es más despreciable que Putifar! Diesel.- ¡Zaska! Cleopatra.- Tal como te lo estoy confesando. Diesel.- ¡No, espera Mejillona! ¡No sigamos por ese camino que me truncan la entrevista! Cleopatra.- ¿Qué es truncar? Diesel.- ¿No sabes lo que es un cono truncado? Cleopatra.- ¿Has dicho un cono? Diesel.- He dicho un cono, Cleopatra, y no me refiero al de la Bernarda. Cleopatra.- ¿Es que la Bernarda tiene un cono truncado? Diesel.- Va a ser que no... pero... ¿y si sí?... Cleopatra.- ¡Pero que es truncar, por favor! Diesel.- Pues cortar por lo sano. Cleopatra.- ¿Te refieres a los huevos duros? Diesel.- Que te repito, Mejillona, que dejemos este cariz que está tomando la entrevista. ¿Qué comes para estar tan jamona? Cleopatra.- ¡Jamones! Diesel.- ¿Jamones extremeños tal vez? Cleopatra.- Quizás sean extremeños pero a mí me han dicho que son de Cantimpalos. Diesel.- Entonces no son jamones sino chorizos. Cleopatra.- ¿De verdad que son chorizos? Diesel.- De verdad. Hay muchos chorizos en mi querida patria; así que deben ser chorizos sin duda alguna. Cleopatra.- ¿Más chorizos que Marco Antonio? Diesel.- ¿Es que ese tal Marco Antonio también tiene una Caja B? Cleopatra.- Sí. En esta época las Cajas B están muy de moda por las dos riberas del Nilo. Diesel.- Ya. Lo mismo sucede por las dos riberas del Manzanares. Cleopatra.- ¿Del Manzanares? ¿Existen muchas manzanas en el Manzanares de tu querida y amada patria? Diesel.- Tanto como manzanas pues no... pero tenemos un gran cerezo... Cleopatra.- ¿Algo relacionado con un gil tal vez? Diesel.- ¡Caliente, caliente! ¡Ya estás otra vez caliente! Cleopatra.- Me viene de familia. Por eso nos llaman Filópator. Diesel.- ¿Me explicas eso? No termino de entenderlo pero peude resultar muy interesante para mis lectores y lectoras. Cleopatra.- Es muy fácil. Lo de Filo nos viene de Filomeno y lo de Pátor por los partos. Diesel.- ¿Hay muchos partos en tu familia siendo tú la reina de todas las reinas? Cleopatra.- ¡Sí! ¡Es que para subir al trono me pasé varios pueblos! Diesel.- ¿Quieres decir que envenenaste a unos cuántos? Cleopatra.- ¡Eso es! ¡Eres muy inteligente! ¿Cómo lo has adivinado? Diesel.- Lo aprendí viendo subir a Bahamontes por el Tourmalet. Cleopatra.- Ahora no entiendo nada de nada... Diesel.- Es que las bicicletas todavía no se han inventado porque las bicicletas son para el verano. Cleopatra.- ¿Sigo o no sigo con mi lamentable historia? Diesel.- Sigue, por favor. Cleopatra.- Al filo de la medianoche todos los gatos son pardos... de ahí viene lo de Filo... de Filomeno el filósofo de las filoxeras... y hay que ver que malas están las uvas este año... Diesel.- ¿Tomas muchas uvas durante los banquetes de Marco Antonio? Cleopatra.- ¡Marco Antonio es un tacaño! ¡Con César si que me ponía morada! Diesel.- ¿Y alguna vez cogiste alguna turca? Cleopatra.- ¡Se me escaparon por los pelos! ¡Pero como un día de estos coja una turca se va a enterar bien enterada de quién es la Mejillona cuando está cabreada! Diesel.- Yo me refiero a las de los "delirium tremen" tía loca. ¿Sufres de muchos "delirium tremen" a pesar de ser la reina de todas las reinas; o sea la reinona de las transferencias... de mercancías por supuesto...? Cleopatra no se da ni cuenta... Cleopatra.- Con César era más divertido pero este Marco... ya ves... mucho fardar de deportista pero... me ha salido rana... Diesel.- ¿Lo dices por lo de Cesarión? Cleopatra.- Lo digo por lo de Cesarión y por lo de Teodoto. Diesel.- ¡Zaska! ¿También tiene un lío con Teodoto? Cleopatra.- Sí. Con Teodoto el retórico del palacio. Diesel.- ¡Madre del Amor Hermoso! Cleopatra.- Dime la verdad, Diesel. Diesel.- Pregunta y te la diré. Cleopatra.- ¿Es que acaso soy tan fea? Vuelvo a sonreír pensando en mi colega Ondaro... Diesel.- Esto... Mejillona... quiero decir Chirlera para ser más exactos... según los historiadores... Cleopatra.- ¿Lo soy o no lo soy? Diesel.- No puedo. Cleopatra.- ¿No puedes o no quieres? Diesel.- Lo que pasa es que yo solo soy un periodista y ya no etoy en tu cupo para las vacaciones porque dejé las tranferencias... de mercaderías por supuesto... para mecanizarme huyendo de lo magro... así que ya no soy de tu cupo... ¿me entiendes?... Cleopatra.- Hablando de cupos. ¿Puedes ayudarme comprando algún cupón que otro? Diesel.- ¿Qué clase de cupones se venden en el Antiguo Egipto? Cleopatra.- Rifamos esclavas nubias. Diesel.- ¿Y puedo tener la mala suerte de que me toque una a mí? La verdad es que no quiero que me toque ninguna nubia... aunque si alguna es rubia... Cleopatra.- Lo siento, Diesel. No hay ninguna nubia rubia. Diesel.- Entonces dejemos lo de los cupones para otro siglo más venidero; por ejemplo el de la Ilustración que es muy interesante. ¿Tomamos un traguito antes de seguir? Cleopatra.- ¿De Licor del Polo? Diesel.- Eso, eso, Cleopatra. De Licor del Polo para reírnos mejor y mucho más a gusto luciendo lo que hay que lucir. ¿Te apetece la idea? Cleopatra.- ¿A lo colgate? Diesel.- ¡No, Mejillona! Si te vas a suicidar en el futuro junto con Marco Antonio no te cuelgues por favor. Nada de colgate habiendo tantos venenos. Mira lo que te canto yo ahora a tí para que aprendar a no ser tan murmuradora. ¡Voy a pedirte que no vuelvas más! ¡Siento que me dueles todavía aquí adentro y que a tu edad sepas bien lo que es romperle el corazón a alguien así! ¡No se puede vivir con tanto veneno! ¡No se puede vivir con tanto veneno! ¿Me comprendes de verdad, Mejillona? Cleopatra.- Te comprendo de verdad, Diesel. Diesel.- ¿Entonces? Cleopatra.- ¿Entonces quieres formar parte del sorteo? Respondo saliendo zumbando del palacio hacia la Redacción donde me está esperando mi Jefa y corro para librarme del acoso de esta loca reina de todas las reinas de la Antigüedad. Con ayuda de una barquera guapísima que me ha dicho que se llama Shakira y sorteando las peligrosas lamas que es un cieno blando, suelto y pegajoso, oscuro, que se halla en los fondos del río y destroza a los inocentes que caen en su poder, llego hasta la desembocadura del Nilo, me despido de la guapísima Shakira con un apretón de manos y me escapo definitivamente de Cleopatra y las lamas gracias a un bajel fenicio con bandera de Liberia.
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