Fichajes, cesiones y la ambicin del dinero (Diario)
Publicado en Aug 25, 2015
Tiempos de chapas. Fabuloso tiempo de chapas. Historias, leyendas, héroes que pasaron y dejaron su impronta en las páginas de "Cerros Verdes". Mundo global de juegos infantiles bajo el esplendor de las cuatro estaciones del año. En todo aquel universo de las chapas había tanto que contar que es imposible realizar un canto completo. ¿Había movimiento de jugadores? Lo había.
Teníamos la costumbre de hacer fichajes gracias a unas monedas con mucho de imaginación y de magia: las mismas chapas. Y es que, al igual que en el mundo real, tasábamos a los jugadores con un precio y el pago era con chapas. Tanto vales tantas chapas pago por ti. Un futbolista valía X chapas, otro futbolista valía Y chapas, y otro valía hasta Z chapas. El número de las chapas que había que desembolsar era directamente proporcional a la fama conseguida por algún jugador. Importaba mucho que la chapa a fichar estuviese flamante. Importaba el estilo. Importaba la elegancia. Importaba el éxito. Importaba que la chapa estuviese fabricada de manera impecable en cuanto a su presencia estética. Puro arte artesanal. Porque la estética era fundamental en aquel mundo de los fichajes,.Tal como se tasan a las estrellas en la vida real, nosotros también fichábamos a las mejores chapas en el mundo lúdico y sensorial de aquel juego que nunca jamás nadie pudo igualar. Y si las chapas eran las monedas con las que pagábamos los fichajes, había también algo que muy pocas veces hicimos en aquella especie de fantasía; pero que también existió. Me refiero a las cesiones. No se dieron muchos casos pero recuerdo uno que fue el más sonado de todos. Se trató del danés Leif Eigil Poulsen Frederiksen, conocido por todos como Poulsen. Poulsen era un jugador danés que se encontraba en el Español de la CG pero no jugaba nunca porque el Español de la CJ suponía una enorme dificultad para que jugase el Español CG. Así que el Español de la CJ se encaprichó con Poulsen del Español CG y consiguió su cesión sin tener que pagar ninguna chapa a cambio. Estoy hablando de la temporada 1962-1963. En el Español de la CJ, Poulsen al menos podía participar de aquellos eternos entrenamientos diarios. Era cuando ya se estaba pensando en realizar y llevar a cabo la Copa Fiocchi que donaba, gratuitamente, mi padre. Pero un mal día de triste recuerdo para la CJ, la CB y la CM, Gimi seguía queriendo imponer su dictadura ahora que ya estaba viendo que se le acababa el "chollo" de ganar con trampas. Y llevó a cabo una acción que terminó de rematar su ya tan averiado prestigio en el mundo de las chapas. Fue algo que -como un boomerang que retorna después de haber sido lanzado- vino a destruir la magia de los fichajes con chapas. ¿Saben a lo que me refiero? Eso es. Al dinero y a la ambición avarienta de quedarse con el dinero. Como Gimi vio que las chapas eran monedas inagotables y como ya se le estaba escapando su "gobierno" dictatorial, no se le ocurrió otra cosa sino que querer seguir dominándolo todo inventando el dinero. En efecto. Unos billetes de cierto país hispanoamericano aparecieron en sus manos e impuso la orden de que, a partir de entonce, se acabarían las chapas como moneda de compra-venta y tendríamos que usar billetes de Banco. Resulta que a la CJ, CB y CM nos repartió una cantidad mezquizna de billetes mientras él (CG) se quedó con la mayor cantidad y se erigió en Banco Central, en Bolsa de Valores y hasta en intermediario de los fichajes a costa de sacar un porcentaje para sus propios bolsillos aunque no estuviésemos fichando a ninguno de la CG. Aquello fue la gota que rebasó el vaso de lo soportable. ¿El dinero? ¿Para qué queríamos el dinero los de la CJ, CB y CM si éramos felices y estábamos contentos con el pago en monedas de chapas? En aquel "tira y afloja" por imponernos su capricho demostró dos cosas: en primer lugar que era un avariento que quería enriquecerse a costa de los demás (como hacen los banqueros en la vida real) y, en segundo lugar, que terminó por "tirar por los suelos" el poco prestigio que todavía le quedaba. Así que los de CJ, CB y CM reaccionamos sin hacer ni puñetero caso al dinero y, además, nos propusimos jugar la Copa Fiocchi sin ninguna clase de trampas para demostrar que la CG era quien peor sabía jugar. Fue otro de los motivos por los que Gimi abandonó para siempre el mundo de las chapas. Quienes recuerden a Poulsen sabrán que fue un futbolista que estuvo formando parte del Español en la vida real (con el Español de la CJ en el mundo de las chapas) junto a compañeros como Piris, Joanet y López (porteros), Bartolí, Gatell, Gordejuela, Barrera, Santos, Boy, Muñoz, Domínguez, Paredes, Castaños, Rivas, Carranza, Idígoras, Riera, Abel, Barberá, Poulsen, Indio, Carlos Torres (todos ellos en las chapas) más Hernández y Regino (que no llegaron a estar). En definitiva, que tanta fue la ambición de Gimi (CG) por el dinero que destruyó su propio mito mientras la CJ quedaba en primer lugar. Y eso fue por culpa de la avaricia, de la ambición, de las maneras antidemocráticas y despóticas de quererlo todo para él sin contar que los otros tres también éramos seres humanos y jugábamos mejor que él en todos los deportes "chapistas". Se equivocó el gavilán, se equivocaba... y se las dio de galán mientras su fama acababa... Nota Adjunta.- El Español fichó aquella temporada de 1962-1963 a Leif Eigil Poulsen Frederiksen procedente del Sabadell que, entonces, estaba en Segunda División y donde jugó las temporadas de 1960-1961 y 1961-1962. Empezó jugando en el BK-1893 Copenhage, pasando en la temproada 1960-1961 al F.C. Lugano de la Segunda División suiza, donde marcó 16 goles en 16 partidos. En junio de 1961, se enroló en las filas del Rapallo italiano para una gira por España y llamó la atención de los técnicos del R.C.D. Español de Barcelona que lo vieron jugar en Hospitalet. Poulsen firmó por el R.C.D. Español de Barcelona por tres años pese a que el club no tenía plazas libres para extranjeros. En la primera temporada fue cedido al C.D. Sabadell y con el descenso del R.C.D. Español de Barcelona a segunda, Poulsen tuvo su oportunidad con el primer equipo. No obstante, Heriberto Herrera confió poco en sus habilidades y para el ataque prefería contar con Castaños, Idígoras o Paredes. Al finalizar la temporada fichó por la U.D. Hospitalet que jugaba en Segunda División pero pasó de neuvo al Sabadell y ya en la temporada 1962-1963 pasó a jugar definitivamente con el R.C.D. Español de Barcelona en donde, al no tener oportunidades de jugar como titular, decidió abandonar el fútbol español.
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