Currando con Curro (Entrevista)
Publicado en Sep 07, 2015
Sentados en los tendidos (para los entendidos los tendidos son las gradas) de La Maestranza de Sevila, comiendo en un mano a mano, como dos verdaderos toreros de tronío con ganas de nostalgia, dos de verdes y con hueso (que son las más difíciles de lidiar en esto de saber estar sin que te pille el toro) y escupiendo dichos huesos en una palangana que nos ha prestado la más guapa de nuestros alrededores, nos encontramos Curro y yo escuchando el pasadoble antes de entrar en faena.
¡Plaza de la Maestranza, la de la dorada arena, la de los arcos barrocosy la portada morena; la que fue regio testigo de las más grandes proezas, plaza de la Maestranza, de mi España eres bandera! ¡Cuántas visiones de ensueño sobre ti quedan impresas, con Joselito tú has visto la magia de su muleta! ¡Te emocionó de Belmonte un corazón con nobleza, la gracia de Rafael con el dominio de Guerra! ¡Plaza de la Maestranza, la de la dorada arena, con tu oro y con su sangre de mi España eres bandera! ¡Ruedo de amarillo albero bajo un cielo de turquesa, la Giralda musulmana con orgullo te contempla en la gloria del pasado y la presente grandeza, plaza de la Maestranza, de mi España eres bandera! ¡Qué tarde de arte suprema de las dos grandes escuelas: con filigranas Sevilla; de Ronda, mando y justeza! ¡Sevilla te dio su gracia con giro de revolera y la majeza y valor tiñe de sangre tus piedras! ¡Plaza de la Maestranza, la de la dorada arena, con tu oro y con su sangre de mi España eres bandera! ¡Con tu oro y con tu sangre de mi España tú eres bandera! Diesel.- ¿Podemos ya de dejar de comer verdes y meternos en faena, maestro de los maestros? Romero.- Es que como están tan buenas... Diesel.- Ya lo sé que están muy buenas. Soy el primero que las admira. Pero si seguimos comiendo se nos va a pasar la oportunidad, maestro de los maestros. Romero.- ¡Jajajá! Es cierto. Primero es la obligación. Diesel.- Eso es, maestro de los maestros, primero es la obligación y después lo que Dios quiera. Romero.- ¿Cómo es que sabes que eso es lo que yo decía antes de saltar al ruedo? Diesel.- Escuche, maestro de lo maestros. Yo también he dicho lo mismo en muchas ocasiones de mi vida. Romero.- ¿Toreando? Diesel.- Haciendo toda clase de pases porque pasar es que he pasado un montón de veces. Romero.- ¡Jajajá! ¡Igual igual pero que igual que yo! Diesel.- Principiemos... Romero.- Eso... eso... me encanta eso de principiar... Diesel.- ¿Es que se las da usted de príncipe? Romero.- No. Yo sólo llegué a ser faraón. Diesel.- Una vez aclarado este asunto que estaba tan oscuro, ¿nació usted en Camas o en cama? Romero.- ¡Jajajá! Buena y graciosa pregunta. Como resulta que fui un torero completo pues también resulta que nací en Camas y en cama al mismo tiempo. Diesel.- ¡Vaya faena! Romero.- ¡Jajajá! Lo siento por las enfermeras que muy pocas veces me han visto a mí en las enfermerías porque resulta que yo... Diesel.- ¡Pare, pare un momento, maestro de los maestros y no se me anticipe a la faena! ¿Le gustaban más las del sol o las de la sombra? Romero.- ¡Con tal de que no me pillara el toro me daba lo mismo las de la sombra que las del sol! Diesel.- No levante usted tanto la voz para decir algo que todos sabemos. Romero.- Es que algunos parecen sordos. Diesel.- ¿Quién ha sido el torero más inteligente de la Historia escrita y por escribir? Romero.- No sé lo que opinaba Cossío ni me importa saberlo pero, mejorando lo presente, he sido yo. Diesel.- ¿Entonces es verdad eso de que algo tendrá el agua cuando la bendicen? Romero.- Cierto. El asunto es que triunfando o fracasando siempre que actuaba yo en algún cartel se llenaba la plaza a reventar. Con decirte que semanas antes ya estaba el anuncio de "No hay entradas" queda todo dicho. Diesel.- Si tan sabio es usted, maestro de los maestros, ¿quién dijo la frase esa de "algo tendrá el agua cuando la bendicen"? Romero.- ¡Ahí me has pillado del todo! No tengo ni idea. Diesel.- ¿Y si le digo que es un refrán popular que indica la importancia que algo tiene, porque atrae el interés general, aunque su valor sea dudoso? Romero.- ¿Es que tú también dudas de mi valor? Diesel.- No. Yo sólo opino que el valor humano reside únicamente en valorar la vida. Romero.- ¡Gracias, muchas gracias Píncipe de los príncipes! ¡Menos mal que tú si me entiendes! Diesel.- No es que lo entienda del todo sino que lo intuyo... Romerio.- ¡Igualito, igualito que cuando yo intuía que el toro no era de fiar! Diesel.- ¿No se fiaba usted nunca? Romero.- Pues no. Dicha sea la verdad pues no. Diesel.- Le comprendo, maestro de los maestros. A mí me pasa lo mismo con la del estanco. ¿Usted fuma alguna vez? Romero.- Pues va a ser que no... ¡pero y si sí!... Diesel.- Dejando el tabaco a un lado, por favor no fume usted tanto que se están poniendo negras... Romero.- Perdona, Diesel. ¡Ahora mismo apago el puro! Diesel.- No es por nada contra el tabaco, maestro de los maestros, pero es que si las verdes se ponen negras ya podemos echarnos a remojo los dos. Romero.- Está bien. Te hago caso. Diesel.- Pues solucionado este asunto, ¿es verdad que para saber ligar bien hay que dar uno de pecho? Romero.- ¡Jajajá! Es verdad. Cierto es que los cánones de la tauromaquia así lo dicen. Diesel.- ¿Se les llama cánones porque los dictó algún canónigo? Romero.- ¡Ostras, Pedrín! Con la iglesia hemos topado; pero la verdad es que no lo sé. Diesel.- Pues podría ser cierto porque debe usted saber que en pleno silo VIII después de Jesucristo era una práctica demasiado habitual en el clero de aquel tiempo participar en los juegos de toros. ¿Qué le parece a usted este dato? Romero.- No tenía ni idea. Diesel.- Lo cual quiere decir que en la historia de los toros todavía no está todo escrito. Romerio.- ¿Y puedo saber quién fue el canónigo que intervino en los cánones de la tauromaquia? Diesel.- ¿Es usted sevillano y no lo sabe? Romero.- Pues no. ¿Tiene algo que ver Sevilla con todo esto? Diesel.- Pues va a ser que sí porque fue Isidoro de Sevilla. Romero.- ¡Jozú! Diesel.- ¡Vaya estatua más bonita que tiene usted en La Maestranza! ¿Se puede saber quién se la hizo y en qué año? Romero.- No sé si me fallará la memoria pero me parece que fue Sebastián Santos Calero en el pasado año 2001. Diesel.- ¿Y qué sabe usted de Sebastián Santos Calero? Romero.- Pus ná de ná... nada más que es un admirador de mi forma de torear... ¿hay algo más que saber de él?... Diesel.- Apunte usted en su memoria, maestro de los maestros, para además de ser usted el torero más inteligente de la Historia de los toros, por aquello de que "es mejor que no me pillen", sea usted el más culto que me parece que falta le hace. Romero.- Apunto... apunto... a punto estoy de hacer una "espantá"... Diesel.- No. Tan pronto no porque hay que terminar la faena. Pues resulta que Sebastián Santos Calero nació en Sevilla en el año de 1953 y es un escultor español, hijo del imaginero Sebastián Santos Rojas (1895-1977). Inició su formación en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla y la continuó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Su labor ha sido premiada con diferentes galardones, entre ellos el obtenido en el año 1995, por su obra "La derrota", en el Certamen Internacional del Deporte en las Bellas Artes organizado por el Comité Olímpico Español, premio que le fue entregado por Sofía de Grecia cuando era reina de España. Ejerce la docencia en la Universidad de Sevilla donde es catedrático en el departamento de escultura. Romero.- ¡Me has derrotado, Diesel! ¡No me esperaba yo esa faena! Diesel.- ¿De verdad que no sabe usted, maestro de los maestros, nada de la estatua "La Derrota"? Romero.- De derrotas sé bastante... y cuando un toro derrotaba yo lo despachaba al primer intento y salía zumbando en medio de almohadillas y otros objetos que me lanzaban desde los tendidos en los que ahora estamos tú y yo sentados... Diesel.- Pare otra vez el rollo, Curro, y escuche esto que me parece importante de verdad. La escultura llamada "La Derrota" es una figura de boxeador que ha perdido un combate y está hecha de bronce, realizada, para que los sepas bien sabido, en el taller de bronces de La Casa Grande de Torrejón de Ardoz, en Madrid. Romero.- ¡Arrea! ¡Con la de años que llevo siendo amigo de Sebastián y nunca se me había ocurrido preguntárselo! Diesel.- Para que veas que yo también sé estar al quite. Romero.- Eso de estar al quite sí que me suena. Diesel.- ¿Puedes entonces explíquelo usted que tantas veces lo ha conocido? Romero.- Es un movimiento que hace un torero para librar a otro de la acometida del toro. Sale mucho en las crónicas taurinas eso de "el quite del subalterno libró al matador de una cogida". Jejeje. Diesel.- Salgamos del apuro para meternos en otro mucho más difícil todavía. ¿Del Betis o del Sevilla? Romero.- Como Sebastián Santos Calero es mi amigo pues resulta que, aun queriendo ser del Sevilla soy del Betis, porque como bién sabrás Santos y Calero fueron futbolistas de los verdiblancos. Diesel.- ¿Y qué me dice de Romero? ¿No fue Romero un futbolista de los blancos? Romero.- Por eso digo que aun queriendo ser del Sevilla... Diesel.- O sea, que usted siempre dando una de cal y otra de arena... Romero.- Pues sí. Eso fue lo que más me hizo famoso. Diesel.- ¿Que tal si para dejarlo todo en empate nos quedamos con el Córdoba por lo de López? Romero.- ¡Jajajá! ¡Muy bueno! En honor a mi madre podría ser... Diesel.- Acerca de eso de lo se una de cal y otra de arena... ¿qué opina sobre la división de opiniones?... Romero.- Descubro que sabes mucho de toros. Lo de la división de opiniones siempre me persiguió en mi vida de profesional pero voy a decirte algo que me sale del corazón: quienes entienden de verdad de toros siempre han sido seguidores fanáticos de mi arte porque el toreo es un arte cuando se torea de verdad; y en cuanto a los que nunca me entendieron cuando yo toreaba pues la verdad es que me son indiferentes. Yo siempre lo ruve muy claro. antes de que un toro me matase a mí yo mataba al toro o me iba de la plaza y santas pascuas. Si el toro era de los de verdad entonces sí que hacía faenas sublimes porque yo sabía que no me iba a pillar. ¿Me comprendes? Diesel.- Le comprendo, maestro de los maestros. A mí me pasa igual con la escritura. Quien sabe de escritura genial me sigue hasta donde sea y los que no saben de escritura genial no me interesan para nada. ¿Cuál fue su mejor tarde? Romero.- Dejando aparte muchísimas anécdotas de tardes triunfales por todas las plazas en que toreé, no puedo olvidar jamás la del 19 de mayo de 1966 aquí en esta misma Maestranza de Sevilla. Posiblemente, sea la tarde más grande y exaltada de la historia del toreo. Corté ocho orejas a los seis toros de Urquijo en la corrida de la Cruz Roja que maté en solitario. Que no lo comprendan quienes no saben de toros me es totalmente indiferente. ¿Te ha sucedido algo igual a ti? Diesel.- Mejorando lo presente y dejando aparte muchísimas obras triunfales allí donde escribo nunca podré olvidar la enorme genialidad que tengo escrita. Es una novela llamada "Greta". Quizás, por seguir con las semejanzas con usted, sea la novela más grande y exaltada de la hitoria de la literatura. Que no lo comprendan quienes no saben de letras me es totalmente indiferente. Y ahora, coincidiendo los dos en algo tan elemental, ¿cuánto tiempo estuvo usted toreando? Romero.- Me retiré con 66 años, después de 42 de actividad profesional. Sólo un verdadero genio puede conseguir eso. Ya sé que tú hasta lo superas porque empezaste a los 7 años y todavía ni te has retirado ni piensas retirarte jamás. Yo eso no puedo ni pensar en igualarlo. Diesel.- No me importa lo que digan, lo que digan los demás... la quiero a pesar de todo y no me importa lo que digan lo que digan los demás... Romero.- ¿Te estás refiriendo a "Greta"? Diesel.- Va a ser que sí... que me estoy refiriendo a "Greta"... y que no me importa lo que diga el señor Lara al cual ni tengo el honor de conocerle ni el disgusto de tener que conocerle alguna vez porque es que paso por completo de él y de todos los que son como él. Yo soy como tú. Prefiero estar solo ante 6 miuras completos que compartir el cartel con dos o tres inútiles. Jejeje. Romero.- ¡Jajajá! ¿Nos echamos un tintorro, Diesel? Diesel.- ¡Vamos allá con el tintorro! Curro Romero saca la bota y bebe un largo trago de tintorro de Fuente Reina a lo cual yo respondo de la misma manera... Romero.- ¿Sabes de dónde es? Diesel.- Claro que lo sé. Es de Fuente Reina, de Constantina, en la sierra norte sevillana. Aunque hoy en día soplen otros vientos, hablar de Constantina es hablar de vinos. Esta comarca, junto con Cazalla y Alanís, conquistó con sus caldos a los más exigentes paladares desde época romana. Su vino acompañó a Colón a las Américas y era también el que se bebía en la próspera Sevilla del Siglo de Oro. Toda la comarca estaba jalonada de lagares (cerca de 800) y su producción se utilizaba para graneles, para encabezar a los vinos de Jerez e incluso, en época más reciente, para embotellar sus propios vinos. Romero.- ¡Ostras, Diesel! ¿Algo más? Diesel.- Por ejemplo, que fue el siglo XX el que dio la luz al primer tinto andaluz embotellado, Fuente Reina reserva 1943. Esta tradición ancestral se ha unido en la bodega Fuente Reina con otra no menos rica, la de sus propietarios, elaboradores de prestigio en la Rioja con bodegas como Olarra o Remelluri –de todos conocidas–, y la de su enólogo, Íñigo Manso de Zúñiga, al mando de bodegas tan encumbradas como Valduero en la Ribera del Duero. Romero.- ¡Ostras, ostras y ostras! ¿Puedes seguir? Diesel.- Claro que puedo. Escuche, maestro de los maestros. En 1998 Oscar Zapke, propietario de la bodega, adquiere la finca de la Purísima Concepción, situada en plena dehesa de Constantina, en un paisaje de lomas suaves salpicado de encinas y alcornoques, con suelos pizarrosos y condiciones climáticas óptimas para la elaboración de vino. Restauró el ruinoso cortijo-monasterio y desde el principio estuvo claro el concepto: querían hacer un vino de pago, con la máxima calidad y sin prisas por sacar al mercado botellas. Para ello se plantaron 7 hectáreas de cepas de Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Merlot y Garnacha Tintorera. De ellas se recogen vinos perfumados de fuerte color y cargados de fuerza y taninos. Tras unos meses en depósitos el vino pasa a barricas de roble francés y americano donde permanece alrededor de 10 a 12 meses de crianza y otros 15 más en botella hasta obtener el resultado final. Vinos de expresión muy actual que sorprenden por su carácter, sus aromas y su fuerza en boca. Un gran vino que va a dar muchas satisfacciones a quien lo pruebe. Romero.- ¿Desde cuándo eres tan buen enólogo, Diesel? Diesel.- Desde las famosas fiestas de Año Nuevo en mi hogar familiar de Madrid. Romero.- ¿Te han preguntado muchas veces por eso? Diesel.- Las tres preguntas más aburridas que me hacen en la vida son, por este orden, cómo me llamo, cuántos años tengo y de qué país soy. ¿Le sucede a usted lo mismo? Romero.- Estoy de acuerdo contigo. Son las tres preguntas más aburridas que me han hecho en la vida. ¿Tú qué contestas? Diesel.- Que cualquier nombre es válido, que tengo los años que tú quieras y que soy del país que menos te guste. Romero.- ¡Jajajá! Diesel.- Pues ya que hemos empatizado en algo muy importante, ¿de qué escuela es usted, Curro? Romero.- De la clásica escuela sevillana... Diesel.- ¿La de Cúchares? Romero.- ¡Exacto! ¿Cómo sabes que Cúchares fue de la escuela sevillana? Diesel.- Para alguien tan profesional como los soy yo es muy importante saber que Francisco Arjona Herrera, llamado "Cúchares" y "Curro Cúchares" nació en Madrid el 20 de mayo de 1818 y murió en La Habana, 4 de dciembre de 1868 y que fue un torero español, hijo del banderillero Manuel Arjona "Costuras", sobrino de Francisco Herrera Rodríguez "Curro Guillén" y padre de Francisco Arjona Reyes, Currito". Nació, como he dicho, en Madrid pero resulta que fue criado desde muy corta edad en Sevilla, donde su padre trabajaba como empleado del matadero. Huérfano desde los 10 años de edad, ingresó a los 12 en la Escuela de Tauromaquia de Sevilla, recibiendo los conocimientos del maestro Pedro Romero, quien quizás hasta fuese un pariente lejano de usted mismo, maestro de los maestros. Romero.- Me gustaría poder afirmarlo pero creo que no; porque Pedro Romero Martínez nació en Ronda, Málaga, el 19 de noviembre de 1754 y murió el 10 de febrero de 1839, siendo un torero español descendiente de una dinastía taurina muy conocida, su padre Juan Romero y sus hermanos menores, José Romero y Antonio Romero, fueron también matadores de toros. Además, se atribuye a su abuelo, Francisco Romero, el mérito de ser el primero que empleó la muleta y el estoque para dar muerte a un toro. Diesel.- ¿Y "Cucharito"? ¿Qué me cuenta usted de "Cucharito"? Romero.- ¡Ostras! ¿Qué torero fue ese? ¿Alguno de los hijos de "Cúchares"? Diesel.- Frío frío pero que muy frío. Romero.- ¡Me doy por vencido! Diesel.- ¿Y si le digo que fue hijo de Arturo Rojas de la Cámara? Romero.- ¡Ah, ya! ¡Ya me acuerdo de ese tal "Cucharito". ¿Era de la Escuela Valenciana? Diesel.- Eso es. Era de la Escuela Valenciana y tomó la alternativa en 1957. Romero.- ¡Claro que me acuerdo de él! Hay que tener en cuenta que yo soy de la Escuela sevillana y no de la Escuela rondeña. ¿Y tú de qué Escuela eres? Diesel.- De la lopista. Romero.- ¡Atiza! ¿Estoy hablando con un seguidor de Lope de Vega? Diesel.- No. Tengo que aclarar que no soy de los estirados y prepotentes seguidores de Lope de Vega sino de los sencillos y humildes seguidores de Lope de Rueda aunque a decir la verdad no sigo a ninguna Escuela en esto de las Letras. Me inicié en los lopistas de Lope de Rueda pero muy pronto me hice autónomo e independiente. Algo así como lo sucedido con usted, maestro de los maestros. Romero.- ¿Y quién te dio la alternativa? Diesel.- El gran maestro Don Florencio Lucas Rojo. Romero.- Debió ser un gran maestro... Diesel.- No sólo un gran maestro, sino un maestro genial. Y ahora, ¿puedo preguntarle si usted achaca toda su genialidad ante los toros como casualidad o pura suerte? Romero.- Ni casualidad ni pura suerte. Se nace genio o no se nace genio. Lo demás son ganas de marear la perdiz. Diesel.- ¿Usted sabe de dónde viene eso de marear la perdiz? Romero.- Es una frase hecha que viene desde la antigüedad del idioma español y que se aplica a la táctica de entretener al interlocutor con rodeos para dar largas al asunto. Por eso cuando se habla de genios mucha gente se anda por las ramas en lugar de reconocer los hechos reales. Diesel.- ¿Usted cree que los genios están llenos de hechos reales? Romero.- ¡Por supuesto que sí! Si no fuese así sólo serían ídolos de pies de barro como sucede con muchísimos famosos. Por ejemplo "El Cordobés". Diesel.- Siempre he dicho que meterse encima del toro es no saber torear porque no se domina el arte llamado "de la distancia". ¿No es cierto, maestro de los maestros? Romerio.- Es totalmente cierto. Echarse encima del toro es mancharse el traje de luces con sangre del bicho para decir que se es muy valiente; pero la verdadera valentía es saber torear con la distancia adecuada y estar un total de 42 años de vida haciéndolo y sin morir en el intento. Yo le debo demasiado a Dios porque he tenido el placer de haberlos vivido toreando siempre como los cánones taurinos mandan. Por eso, cuando veía que iba a ser que no, pues mataba ipso facto y a otro toro cantoro. Diesel.- ¿Le gusta cantar de verdad? Romero.- ¡Me gusta cantar la verdad y si alguien se me enfada porque canto la verdad que vaya a pedir explicaciones a Isidoro de Sevilla! Jejeje. Me gustó eso que me dijiste antes sobre Isidoro de Sevilla y los clérigos metidos a toreros. Diesel.- Cambiando de tercio y ya que ha salido el tema a la palestra. ¿Es usted más guapo que "El Cordobés" o "El Cordobés" es más guapo que usted? Romero.- Yo soy más guapo que "El Cordobés" y "Dominguín" juntos y no me importa, para nada, lo que opine sobre esto Miguel Bosé. Diesel.- ¿Y si Miguel Bosé no opina nada? Romero.- Mejor que mejor porque es señal de que digo la verdad. Diesel.- Mire que pregunta más absurda. ¿Cuántas verónicas caben desde el tercio hasta la boca de riego de esta Maestranza? Romero.- Dicho en puro cristiano, en verdad que es absurda esa pregunta que ya me han hecho en alguna que otra ocasión. Depende de a qué verónicas se estén refiriendo. Diesel.- ¿Digamos por ejemplo que Verónica Forqué? Romero.- ¿For qué? Diesel.- ¡Jajajá! Forque algo he de preguntar que sea interesante... Romero.- Digamos que cuatro... Diesel.- Por lo cuatro Premios Goya que tiene... Romero.- ¡Jajajá! Sí. Por eso mismo. Diesel.- Y hablando de Goya, ¿qué le parecen las goyescas? Romero.- ¿Te refieres a corridas de toros? Diesel.- Me refiero a corridas de toros. Romero.- Una verdadera forma de hacer publicidad para que Antonio Ordóñez se hiciese mucho más famoso de lo que era. Lástima que se muriese en 1998 porque era un gran amigo mío. ¡Buenas tapas nos comíamos los dos en los bares de Sevilla! Diesel.- ¿En algún bar especializado? Romero.- Por supuesto que sí. Te hablo de "El Abuelo" de la calle Álvaro de Bazán, número 2, donde tengo el gusto de invitarte cuando hayas terminado esta entrevista. Diesel.- Entonces paso a mis últimas preguntas. Romero.- Sin vergüenza... Diesel.- ¡Oiga, maestro de los maestros, que yo no soy un sinvergüenza! Romero.- Estoy diciendo sin vergüenza de forma separada. Diesel.- ¿Está usted queriendo decir que pregunte sin vergüenza alguna? Romero.- Eso digo. Así que, como me da su permiso, voy y no me corto después de que los dos nos damos otro trago de tintorro de su bota. Diesel.- ¿Le gustan más las flamencas o las valonas? Romero.- ¡Por supuesto que las flamencas! ¡Las valonas se las dejamos para los futbolistas que son más internacionales porque a los toreros nos gustan más las flamencas que son más nacionales! ¿Aclarado el asunto? Diesel.- Aclarado del todo. Las valonas para Ronaldo o Messi por ejemplo y las flamencas para usted. ¿Ha querido decir eso? Romero.- Eso mismo he querido decir. Diesel.- Pero es que valona se escribe con uve de valor y no con be de balón. Romero.- Pero suenan de la misma manera... y en sonando pues todos nos vamos enterando... Diesel.- Esa también es una gran verdad. ¿Le suena de algo lo de Marcial eres el más grande? Romero.- ¡Qué más hubiera querido Lalanda ser más grande que yo! ¡Yo también tengo mi propio pasadoble! ¿Y tú, Diesel? ¿Tienes algún pasodoble dedicado a tu persona? Diesel.- No me gusta dármelas de importante pero va a ser que sí... Romero.- ¡Atiza! ¿Quién es su autor? Diesel.- Alguien que ganó ya dos concursos literarios pero no puedo decirte nada más. Romero.- ¿Fin de la entevista? Diesel.- Pues va a ser que no si usted no quiere. Romerio.- Yo respondo lo que sea. Diesel.- ¡Pues aquí va mi última pregunta! ¿Qué sabe usted de eso de un genio anda suelto? Romero.- Un genio anda suelto es una película inglesa del año 1958, cuyo título original es The Horse's Mouth que no sé lo que significa. Diesel.- Significa "La boca del caballo" en lugar de "Las palabras del burro". Romero.- ¡Jajajajajá! Diesel.- ¿Qué más sabe además de jajajajajá? Romero.- Que la dirigió Ronald Neame, con un guión de Alec Guinnes sobre una novela de Joyce Cary, y su reparto estelar es Alec Guinnes, Kay Walsh, Renee Houston, Mike Morgan, Robert Coote, Arthur Macrae, Veronica Turleigh, Michael Gough y Reginald Beckwit. Diesel.- ¿Y cuál es su sinopsis? Romero.- Un excéntrico y bohemio pintor londinense constituye un verdadero y constante sobresalto para sus amigos, incapces de seguir el ritmo de sus inesperadas ocurrencias. Diesel.- ¿Y? Romerio.- Y que resulta que si en lugar de pintor decimos que es escritor y en lugar de londinense decimos que es madrileño... pues resulta que muy cerca de aquí hay uno... Nos entra la risa a los dos al mismo tiempo y doy por terminada la entrevista. Diesel.- ¡Jajajajajá! Romero.- ¡Jajajajajá! Diesel.- ¿Va en serio eso de las tapas en "El Abuelo" de Sevilla? Romero.- Va en serio, Diesel. Así que cierro el block de mis notas y nos vamos a celebrarlo a la tasca "El Abuelo" de Sevilla. ¡Esta vez si que me suben el sueldo!.
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