A golpes de corazón (Para mi amigo Carlos Sandor) -Poesía-
Publicado en Sep 07, 2015
A golpes de corazón
pedalean los ciclistas y hay siempre una razón para combatir al viento. Movimiento. Se nota el dolor en las aristas de estos enormes artistas del cansancio y el sudor. A veces es el calor el que ataca a los deportistas pero es el feroz plegamiento el que acude al pensamiento y, sin embargo, nunca supone un descargo para dejar el sentimiento en cada tramo de vía... el pelotón se desvía hacia la cima del puerto. Al lado hay un huerto pero no es el momento de dejar estar bravía ascensión del sufrimiento. Una caída. Un acelerón inmediato y, al asalto de la meta presentida, todo es ya acometida para llegar a lo alto. Van quedando retrasados los del esfuerzo titán y, bajo el sol abrasados, están siempre los que están. Gregarios de capitanes son fieles hasta el martirio... y la ascensión es delirio de héroes que, cual galanes, enamoran a los montes para ganarse los panes que, en humilde caravana, desfilan cara al mañana. Insisten en sus dolores por servir a los mejores una mayor condición. Son de cualquier nación pero merecen loores por tan gran superación. Van desgastando las fuerzas que giran cual torbellino en sus mentes. Y las juezas son las montañas agrestes. Una especie de remolino son todos ellos. Las huestes como aspas de gran molino. Quijotes de la carrera hacen veraz la quimera de cumplir con su misión. Y al final de la ascensión sus pulmones van cansados mas se sienten animados los héroes de mi canción. Todos ellos son los grandes que hacen leyenda en los niños y, blancos cual los armiños, sus rostros van demacrados pero no se van a los lados y, valientes en el suplicio, no firman ningún armisticio hasta no haber por fin llegado a la meta perseguida. Es la vida del ciclista consagrado. ¿Quién les habrá regalado un corazón tan enorme? Dios los ha señalado y con su amor ya conforme a cada cual le ha signado un sitio en el viento alado. Bajo el calor y la lluvia a veces se les enturbia la vista algo cansada; pero es su valiente escapada la del niño que se esconde en su cara ya sudada. Hierro, calor y heridas. En el útlimo repecho llegan haciendo en sus vidas un corazón en el pecho. Todo derecho hacen el esfuerzo final y luego, como el cristal, del esfuerzo se han rehecho mientras en el pedestal el líder va y les saluda. Suda. Suda el pelotón desgranado que va llegando a minutos. ¿Quién será el que ha ganado? Todos. Todos son los vencedores tan pequeños y diminutos que les hace ser gigantes de las montañas y el llano. Y en invierno o en verano se crecen los rodadores en este deporte tan duro que es, a la vez que puro, de los atletas mejores. Homenaje a los ciclistas asturianos: Andrés Avelino Antuña, Guillermo Arenas, Luis Balagué, Carlos Barredo, Enrique Cima, Manuel Jorge Domínguez, Faustino Fernández Ovies, Higinio Fernández, José Manuel Fuente, Manuel Antonio García, Marcelino García Alonso, José Manuel García García, Jesús López Carril, Vicente López Carril, Antonio Menéndez González, Senén Mesa, Carlos Muñiz Menéndez, Pedro Muñoz Machín, Dani Navarro, Benjamín Noval, Aida Nuño, Luis Alberto Ordiales, Luis Pasamontes, Santi Pérez, Ángel Rodríguez López, José Luis Rubiera, Samuel Sánchez, Luis Sánchez Huergo, Raúl Santamarta, Ángel José Sarrapio, Joaquín Sobrino, Jesús Suárez Cueva, José Manuel Uría.
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