El cabaret era lo mio, la barra, los amigos, las otras chicas y yo,  todas nos cambiábamos el nombre, yo me llamaba Laura.
Mis padres creían que yo era enfermera del hospital británico en la guardia del turno de la noche
Me acuerdo que llevaba pequeñas fortunas a mi casa en el interior de una bota, y  la escondía debajo de un  ladrillo suelto de la  pared interior de mi placard.
Mis viejos,  mis hijos  y yo vivíamos en Martín Coronado, mi marido se había ido  un día a trabajar a Mar del Plata y nunca supimos de él hasta que volvió despues de tres años.Eran los 70, fue cuando lo conocí a Eduardo.
Llegó asustado, escapando  de algo,  me esperó y nos fuímos juntos al hotel.
Eduardo militaba en Montoneros, no me contaba mucho,  venía a mi cuando estaba en peligro, a veces pasabamos la noche en el boliche después  lo llevaba a mi casa y lo metía a  dormír conmigo, para disgusto de mis viejos.Lo quisimos  mucho, yo demasiado, lo nuestro era transitorio, nunca supe qué le pasó después, siempre soñé que alguna vez me lo toparía al azar en cualquier calle, hasta lo encontré en hombres parecidos viajando en subte o en tren. Los militares cerraron Rugantino a principio del 77 y yo me quedé sin laburo hasta el 84 cuando pude volver a un Cabaret remodelado con chicas mas jóvenes y lindas que yo. Finalmente gracias a la política entré como ordenanza en el edificio de Aerolineas Argentinas donde conocí a mi compañero. El diario también lo cerraron los militares, ¿ cómo saber de él si no me enteré de nada hasta que volvió la Democracia. Creí que me había olvidado, que andaba con otra..
Algo me dice que aún está vivo, que es feliz, que formó una familia en el sur o en otra provincia o en otro país. Algo me dice que un amor así no puede olvidarse así nomás. . Lo busco siempre en las listas de desaparecidos desde que me compré la computadora, nunca lo encontré, tal vez ni siquiera llegué a saber su nombre verdadero
Se llamaba Eduardo Alvarez, estudiaba abogacía, vivía con sus padres en Villa Urquiza, trabajaba en el diario La Opinión.