Tengo que bajar la mirada.
 Por la música, por la vida misma que se estremece escuchándola.
 Este flamenco quema sobre la piel y llora sobre el alma.
 Y ahí, un poco más atrás de la pasión esa mirada oscura arde...
 Perdón si no me dejo caer en tus ojos
 y los míos se  disuelven en el suelo;
 Es que muy adentro mi corazón te confunde percusionista, manos hábiles, ritmo intenso,
 es porque esos ojos, es porque esas pupilas mezcladas de iris luz y noche,
 todo el conjunto que tus labios susurran, siento que podrían atravesarme la intención,
 temo que leas en mis ojos el recurdo difuso de lo que no sos ni serás,
 que me arranques de las pestañas las palabras que dan vuelta en mis pensamientos.
 Puede un vistazo fugaz tirar abajo una pila de emociones celosamente resguardadas?
 Pero no quiero descubrirlo,
 que mis párpados reciban esa fuerza que irradiás.
 Mi corazon está a salvo.
 Prefiero ser la que baja la mirada y escucha este flamenco tan cercano...
 La que se deja llevar por estos sentimientos tan lejanos..