De querer a no querer
hay un camino muy largo,
y todo el mundo lo anda
sin saber cómo ni cuándo.
Me gustaría que extrañes cual yo te extraño
Que conmigo sufrieras tu también.
No, no es lo justo; y es sin duda torpe.
Si toco junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.
Yo perseguiré tus sueños durante la noche.
Así al menos en tus sueños me recordarás.
¿Puedes ver a través de mi?
No quiero olvidar la sonrisa de tus ojos. 
El adiós viene una vez pero el anhelo vive.
No te olvides de mi, no te vayas esta vez. 
Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.