Mantra
Publicado en Nov 06, 2015
Vocal, vocal, consonante, consonante, vocal. En cinco letras mi querido satélite Io. Sus cráteres y polvos, infiernos sofocantes y paraísos helados. Suena y resuena en la inmensidad de este espacio mis dos infinitas notas, pierdo la noción de la métrica, el tiempo y el lugar. Floto, pero a la vez me hundo en estados de conciencia cada vez más profundos. Cada tanto salía a respirar, pero en un momento que mi piel se volvió escamas y mi pecho opérculos, fui por unos segundos consciente habitante de este nuevo universo. Y quise quedarme ahí, unos siglos. Paz, armonía y equilibrio, lucidez despierta y dormida, las ideas brotando como manantial y yo que soy o no soy porque no puedo percibir dónde empiezo y dónde termino. Cuando los planetas se alinean el tiempo es veloz y me pierdo. Vuelvo de a poco a mi cuerpo terrenal, y con los ojos aún cerrados me recuesto en el suelo. Mente en blanco, el mejor de los estados: Ese silencio en el que sentís que sos todo y todos. Tres minutos más allá abro los ojos. Y ahora si, vamos.
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Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Felicitaciones Luisa