¿Cómo estás Alonso?
Escribo para hacerte saber que Maya ha crecido bastante estos meses, ha aprendido nuevas cosas y nuevas gracias, es una chulada. Sé que ella te extraña mucho. Una hija no puede estar lejos de su padre y mucho menos debe sentir que entre sus padres existen malos sentimientos, ni acumular ni cargar con ese rencor, no me perdonaría que las cosas resulten difíciles para Maya al crecer. Ni tampoco me gustaría que se diera cuenta de lo que en realidad pasa.
¿No tienes miedo de sus reproches cuando crezca? Yo le había prometido una familia, una casa, una vida feliz y ahora tendrá que sufrir nuestras culpas. Me es muy difícil no quitarme esas ideas de la cabeza Alonso y sufro mucho también por no cumplir mi promesa.
¿Recuerdas tu propuesta? He estado pensando que seria bueno que regresara a la casa, pero entiendo tu miedo y tú debes entender el mío y porque la primera vez que lo dijiste, me negué rotundamente. Creo que nos falta madurar mucho y quizá la situación resulte demasiado abrumadora para ambos, no quiero mentirte tampoco. ¡Amor mío, te extraño tanto!
Cada día me es más difícil mantenerme fuerte para Maya, te he dicho, que este tipo de vida no era lo que imaginaba para mi y mucho menos para mi hija. Cargo con un montón de culpas a cuestas y con un gran resentimiento, que no podría controlar si te tuviera enfrente.
Debes reconocer que la culpa de esto ha sido de los dos, me lo repetías un montón de veces, pero me he dado cuenta vida mía y te llamo vida mía, porque aun lo eres, lo eres todo para mi. Tú y Maya son todo lo que quiero, pero no quiero que ese sentimiento de odio crezca más que el amor que te tengo.
Ven a verme pronto, aunque nos duela, sé que no podríamos nunca estar juntos como antes, pero al menos, afortunada o desgraciadamente, tenemos una cosa en común, solo una y es más importante de las que buscamos y nunca tuvimos. Tenemos a Maya y aunque nos duela mucho, ese lazo es más fuerte que el odio que nos tenemos, que el amor que nos tuvimos y que matamos, por lo que nunca, amor, nunca; aunque quisiéramos con toda el alma, podremos olvidarnos, ni dejarnos de ver, ni romper nuestras relaciones, debemos intentar vivir con ello, aunque deseo con todo el corazón no volverte a ver, tendremos que vivir atados para siempre, por ella a quién tanto amamos los dos, ¡Esta situación me rompe el alma!
Alonso, es demasiado para mi… no puedo… tenemos que intentar vivir nuestras vidas punto y aparte, siendo que estamos unidos para siempre por nuestra hija, a quién llamaste tu más grande tesoro, por el que dejarías tus planes por que te necesita fuerte, porque es tan pequeña, tan delicada y dulce.
¿Qué hicimos? ¡Me siento tan devastada!
¡Mi hija no merece esto! ¡Dios mío! ¡Que grave error habernos casado! ¡Que suerte tan triste para mi y para mi hija! ¿Cómo no pude ver?