Elecciones Generales del 2015 en España: Hemos ganado.
Publicado en Dec 21, 2015
Las Elecciones Generales celebradas ayer, día 20 de diciembre del año 2015 después de Jesucristo, en España, han demostrado lo que ya era obvio y evidente: que este Sistema está antiguo, caduco y obsoleto ya que las ideologías políticas sólo conducen a callejones sin salida. La lectura es fácil. De un total de 36.510.952 hombres y mujeres con derecho a voto, han participado activamente un total del 73,21 %. Los que nos hemos abstenido hemos sido un 26,79 %. Los votos blancos suman un 0,89 %. Los votos nulos han llegado a un 0,75 %. Esto quiere decir que si sumamos el 26,79 % de los que no hemos participado de este Sistema (los que abiertamente nos hemos abstenido de votar) más el 0'89 % de votos blancos y más el 0'75 % de votos nulos, obtenemos que, de manera directa, estamos contra el Sistema un total de 28'43 %. Esto quiere decir que de cada 100 electores, 28'43 nos hemos abstenido (sumando los que no hemos ido a las urnas más los votos blancos y los votos nulos), que es lo mismo que decir, y no es cosa pequeña (redondeando cifras) que, de cada 10 electores y electoras, 3 estamos abiertamente en contra del Sistema.
Pero hay algo más que analizar para llegar a conclusiones verdaderas. Resulta que el último día antes de las votaciones (el sábado 19 de diciembre de este año 2015 después de Jesucristo) se decía, por todos los medios de comunicación de masas, que el porcentaje de indecisos era aproximadamente de un 44'60 %. Eran los que iban a votar pero se encontraban todavía indecisos; o sea, que aun sin estar de acuerdo con el Sistema, votaron a última hora pero sin verdadero convencimiento de lo que estaban haciendo y sin confiarse, para nada, de los partidos a los que les dieron sus votos. Así que los podemos considerar como disconformes del Sistema aunque hayan votado porque creían que era su obligación hacerlo o por temor a un resquebrajamiento total de la democracia en España. Así que tenemos, en realidad, un 28'43 % de electores que no hemos ido a votar, sumando los que han votado en blanco o han votado nulo; pero si les sumamos ese 44'60 % de indecisos hasta la última hora (y por ello se puede afirmar que no están seguros de que funcione este Sistema que es lo mismo que decir que ya están dejando de creer en él o han dejado de creer definitivamente pero son de los que dicen que es mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer), tenemos un total de 73,03 % de probables opositores al Sistema. Hagamos números globales (de esos que tanto les gusta hacer a los políticos de todos los partidos): resulta que de 36.510.952 electores y electoras con derecho a voto, ha habido una cantidad de 984.700 que nos hemos declarado abiertamente anti Sistema por no haber ido a votar o por haberlo hecho en blanco o con nulo; y resulta que ha habido una cantidad de 16.193.885 electores y electoras que se encontraban indecisos el sábado ya citado (día anterior a las Elecciones) y, por lo tanto, dudan profundamente de que este Sistema sea el mejor o el más válido dentro de la Democracia. En definitiva: si sumamos 984.700 de los que nos hemos declarado abiertamente anti Sistema más 16.193.885 que han dudado hasta última hora porque han dejado de creer, de alguna manera, en este Sistema, obtenemos un total de 17.178.585 que de manera abierta o de manera encubierta no creemos en este Sistema. ¿Qué quiere decir ésto? Que hemos ganado porque los que sí creen en este Sistema, que no han escarmentado todavía a pesar de lo que está sucediendo año tras años, han sido 19.332.367. Hablemos de porcentajes para contemplar mejor el panorama que se nos viene encima. Con estas cifras verídicas y verificables resulta que siguen creyendo en este Sistema el 57,06 % de los electores y electoras (abundando en gran mayoría los mayores de 40 años de edad) pero ya hay un total del 42,94 % de los electores y electoras que estamos en contra de este Ssitema porque ya no creemos en él (abundando los menores de 40 años de edad). Esto quiere decir que, de cara al futuro más próximo, hemos ganado las Elecciones; ya que de seguir con este Sistema, dentro de 4 años (cuando se incorporen los que ahora son adolescentes y no han podido votar todavía) van a votar solamente cuatro "pelagatos" y entonces sí que vamos a rebasar, con mucho, el 50 % de los que estamos contra el Sistema. Y de seguir las cosas tal como se están haciendo, imaginaos lo que puede pasar dentro de 8 años cuando se incorporen los que ahora se encuentran en la fase infantil pero avanzada. O sea, que para entonces ya la inmensa mayoría de los electores diremos un NO rotundo a esta forma de hacer las cosas que tienen todas las ideologías políticas. ¿Es o no es una utopía realizable votar a las ideas y no a las ideologías? De momento hemos ganado porque les hemos hecho ver las orejas al lobo. Dentro de 4 años, de no cambiar este Sistema, el lobo se va a ir comiendo a las ovejas. Y dentro de 8 años, de no cambiar este Sistema, las ovejas van a quedar tan diezmadas que van a tener que decir adiós al rebaño. Esto significa que o nos dejan de robar a los más necesitados o todo este tinglado se va al carajo. A ver si es verdad que hay justicia social de una vez por todas. De momento no os imagináis el cacao que tienen para poder gobernar en estos momentos. Ya veremos la cantidad de maniobras que hacen en cada Comunidad Autonómica para seguir abusando de los más necesitados, de los más débiles, de los más desfavorecidos, de los más abandonados y de los más marginados. O se acaban las ideologías o nosotros acabamos con ellas. De manera totalmente democrática, por supuesto, ya que esto de las votaciones en urnas a favor de las ideologías es tan antiguo y obsoleto que son los más parecido que hay a la cultura de las urnas funerarias de los siglos XIII a VIII antes de Jesucristo. Ahora que cada cual haga su propio examen de conciencia a ver si ya nos concienciamos todos y todas sobre qué es lo que necesita la Política en España para que se gobierne con justicia social para todos y para todas. De nosotros depende nuestro futuro; así que luego no vayan a llorar a la Fuente de los Desesperados esperando milagros por haber votado sin estar completamente seguros de lo que hacían.
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José Orero De Julián
Miguel Campos