Leche de burra (Diario)
Publicado en Dec 22, 2015
Buena tarde tenga usted, Don Alfonso y tal y tal y tal. Perdone que le haga una pregunta. No es por cotillear como siempre hace usted sino por curiosear que es propio de los periodistas. ¿Cuántos litros de leche de burra se ha untado ya en el pelo para que no se le caiga? Verá. Le voy a explicar algo muy interesante. La pelusilla, en su forma inicial, empieza por despertar los celos. Después de la pelusilla viene la época de la pelusa y entonces los celos se convierten en envidia. Y, por último, la pelusa se convierte en pelucón y no sigo porque rima en ón: pero ya veo yo que luce usted toda una espléndida pelambrera algo así como de púas y otras clases de alambres. Por favor, no suelte usted tanta caspa en las hombreras que se va a poner perdido del todo su lindo uniforme de paraca. ¿Y el sombrero? ¿No usa usted ni tan siquiera sombrero para taparse las canas? ¡Pero por Dios, si el sombrero está otra vez de moda! Claro que usted se quedó anclado en la época de Clavijo oséase en el 23 de mayo del año 844 y gracias a que fue después de Jesucristo porque si llega a ser antes bate usted el récord de los cutres carcas. Y hablando de Clavijo, ¿clavó usted ya su clavijo o está todavía sin clavarlo? Perdóneme que me lo tome a broma pero es que es usted un gracioso de los cojones, de esos que abundan mucho por los mundos de los macarras. No se enfade demasiado porque es chistoso. Lea usted el siguiente chiste.
Un paraca se acerca a una chavala... - ¿Sabes que yo soy paraca? Y ella responde... - ¿De los de alcantarilla? ¿Le gusta a usted el paso ligero? Pues salga de paseo de vez en cuando a ver si se cultiva usted un poco viendo monumentos. Y ya que estamos de paso... ¿cómo clasifica usted ahora a los hombres?... ¿en monos, monitos, monicacos y monicaquitos o han evolucionado ya un poco más de lo que usted creía?... vaya, vaya y vaya que aquí no hay playa y resulta que no sabía yo que a usted le gustaban tanto los hombres. Pero en fin. Yo ya he visto tantas cosas en la vida que no me extraña nada. Y no se siga usted enfadando demasiado. Glamur. Lo que le falta a usted es venir más al glamur y verá como todo el cabreo se le pasa bailando salsas, cumbias y vallenatos. Saludos desde Mucia, la capital de la provincia de Murcia y capital asimismo de la Comunidad Autónoma de Murcia. ¡Ay los Autónomos! ¿Recuerda ya a los Autónomos? Quizás ahora ya sepa la clase de hombre que soy. Por favor, clasifíqueme entre los evolucionados poco más o poco menos, monada de criatura. Criaturita. Chato del todo aunque su nariz sea más bien de Judas Iscariote. Y ya está. Cierro el Diario y me voy con mi chavala que, para que usted lo aprenda sin tener que seguir cotilleando, es una verdadera Princesa. Si nos ve algún día, cogidos de la mano, por la calle Princesa de Madrid no nos olvide. A lo mejor hasta le regalamos unas buenas orejas de burro para que siga usted haciendo el payaso con lo de los caballitos trotan trotan trotan trotan que es una forma honrada de ganarse la vida y no pedorreando en la silla de un Banco.
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