Un agosto muy caliente (Relatos) Parte I
Publicado en Dec 22, 2015
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Tomás Guardiola Recasens se encontraba en la edad del pavo y vivía terriblemente "colado" por el Barsa. Para él Leonel Messi era Dios. Por eso, cuando el Athletic Club de Bilbao les ganó la Supercopa de España, se volvió mohino y taciturno y se refugió en la buhardilla de la casa paterna para no salir de allí durante una semana entera. Ni tan siquiera bajó a comer. Solamente, de vez en cuando, se le oía gritar: ¡¡¡No puede ser!!! ¡¡¡No puede ser que los leones nos hayan ganado!!!
 
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En la redacción de "La Vanguardia", Mercé Sánchez-Pizjuan i Puigcerver estaba dando el último repaso a la crónica deportiva antes de entregársela al director Artur Masip Castanya que, al parecer, había vuelto a beber en demasía por culpa del fracaso electoral de los independentistas catalanes.
 
- Vamos a ver. El título me gusta. Esto de "Messi tiene un bocadillo" es sabroso de verdad. Espero que al señor Masip se le pase la trompa.
 
Y después comenzó a leer en voz alta mientras se paseaba de un lado para otro de la sala... 
 
- Si el bocadillo de Messi es más grande que lo deseado, los del Barsa podemos encontrarnos ante una grave carencia. ¿Qué va a suceder con el bocadillo de Messi? Es la pregunta del millón. Los blancos de la Castellana tienen hambre y es de buen cristiano reconocerlo. ¿Son lusos o son ilusos? Si el bocadillo de Messi es demasiado grande podemos quedarnos sin existencias. Nos puede dar un ataque de nervios a los de la Maillol y quedarnos con las ganas solamente. Porque no es lo mismo un bocadillo del pobre Rafinha que un bocadillo del rico Messi. Ya lo dejó escrito Gilbert Keith Chesterton: "De nuevo, un poco más tarde, me encontré mirando algo que estaba en el campo". Yo creo  que con bocadillo o sin bocadillo la fiesta debe continuar. En el campo de juego del balompié un bocadillo le puede costar muy caro a más de uno. ¿Y si son dos los que tienen bocadillos grandes? Supongamos por ejemplo que a Messi se le añade Neymar. Es mejor ni pensarlo".
 
Pasó junto a su lado el siempre "estirado" Adriá Pujol i Pujolet que se las daba de muy ilustrado...
 
- Te gustará este lugar cuando te acostumbres. Ya lo dijo el gran Voltaire: "Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una". 
 
Mercé dejó de leer y levantó la vista antes de contestar.
 
- ¿Eso lo dice por el señor Masip? Tendrá que excusarme, creo que con el tiempo podré aprender a escribir a gusto de ese señor; confío en que, con la práctica y la perseverancia, lo podré conseguir.
 
- ¡Sí se puede! ¡Sí se puede! ¡Sí se puede!
 
- ¿Le sucede algo anormal, Adriá?
 
- ¡Oh, perdona! ¡Es que estoy algo nervioso!
 
- ¿Por lo del bocadillo de Messi?
 
- Por eso mismo, Mercé, por eso mismo.
 
- Los nervios son muy peligrosos porque terminan por volver locos a todos los hombres.
 
- ¿Cuántos años tienes, preciosidad?
 
- Digamos que todavía estoy en la edad del pavo.
 
- ¿Sólo tienes quince?
 
- ¡No! ¡No me ha entendido usted! Jajaja. Es que voy un poco retrasada.
 
- ¿Mentalmente hablando?
 
- Mentalmente hablando usted es para mí un troglodita. Creo que está mal de la cabeza.
 
- ¡Estoy loco por tu culpa!
 
- ¡Vaya por Dios! ¿Es que no hay otra conejita más apetitosa para un zorro como usted?
 
- Sólo pienso en ti, Mercé... sólo pienso en ti...
 
- Y ahora va usted y me invita a tomar unas copas en "Eclipse", luego me invita a su lujoso apartamento, nos desnudamos rápidamente y me hace el amor escuchando la "Llevantina". ¿Es  eso lo que está pensando?
 
- Si tú quisieras...
 
 
- Perdone, caballero ilustrado, pero es que tengo una crónica entre manos y prefiero seguir trabajando para poder mañana por la mañana darme un garbeo por el Paseo de Gracia. ¿Le ha hecho gracia el chiste o es que ve usted muchas películas norteamericanas?
 
Adriá Pujol i Pujolet terminó por sentirse fracasado y se marchó por el pasillo de la redacción de "La Vanguardia" mientras Mercé volvió a leer en voz alta paseando de un lado a otro de la sala...
 
- Pensemos que nunca hay dos bocadillos iguales. Los blancos de la Castellana están hambrientos pero ¿qué pasa con los negros de la Maillol? Dejemos las cuestiones étnicas para otro momento porque si el bocadillo de Messi es demasiado grande todos vamos a tener que tomar demasiada tila.
 
Y, decidida, salió de la sala en busca del señor Artur Masip Castanya que, efectivamente, había cogido una verdadera trompa. 
 
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La puerta de la carnicería situada en la arrabalera Carrer d'Arbos, lugar de reunión diaria de la "Penya Los Quinceañeros del Barsa", apareció aquella mañana repleta de grafitis ofensivos.
 
- ¡Vete ya, Luis Enrique! ¡No queremos indios en casa! ¡Fuera de Catalunya, Suárez! ¡A comer la sopa boba a otra parte, Neymar! ¡Messi es un cagón! ¡Bartomeu dimisión!
 
Cuando vio todo aquello don Florenci Carnicer Gámez, propietario del local y presidente de aquella penya de niñatos y niñatas en la edad del pavo, comenzó a lanzar juramentos y maldiciones en tono arisco y cabreado.
 
- ¡Merdé, merdé y merdé! ¡Recollons! ¡Por mis huevos que a todos estos chiquilicuatros les meto yo en cintura aunque sea a base de cinturón! ¡Por San Jordi que está en los cielos que a alguno le hostio sin tener que pasar por la vicaría! ¡Esta noche degüello a Pedrerol!
 
Xavi Pedrerol Masferrer era, junto con su enamorada Teresa Cerdá Camps, el líder de la "Penya Los Quinceañeros del Barsa" y, durante toda la jornada laboral, Carnicer estuvo acordándose de toda la familia de ambos. No hubo cliente alguno, ni clienta, que no pudiese evitar el escuchar a aquel furibundo catalanista.
 
- ¡Esto es una vergüenza, don Santiago, esto es una vergüenza!
 
- A mí no me cuente sus problemas porque yo soy, en realidad, gallego. De Santiago de Compostela para ser más exactos. Y es por eso por lo que me pusieron de nombre Santiago. Comprendo que usted esté enojado, pero los del Compostela Club de Fútbol no tenemos la culpa de que los leones de San Mamés les hayan sobado bien sobado por cierto. ¡Póngame un cuarto de magro de cerdo que, a decir verdad, ni Messi ni nadie del Barsa me da a mí de comer! Y si Messi falla un ponalty, o si Messi no falla un penalty, me da exactamente lo mismo. Ahora bien, sus muchachos están en la edad del pavo y, a seguir diciendo la verdad, usted parece todo un pavo real en medio de todos ellos.
 
- ¿Está usted insinuando que yo me las doy de importante por ser el presidente de la penya?
 
- Importante o no importante usted es, para mí, un cero a la izquierda señor Carnicer.
 
Florenci Carnicer Gámez no hizo caso a la indirecta pero bajó momentáneamente la voz...
 
- Sopla el viento en contra pero ya verá usted esta noche cómo al Pedrerol y a la Cerdá les corto yo las alas...
 
- ¿Pero no se da usted cuenta de que sólo son unos adolescentes?
 
Florenci Carnicer Gámez volvió a calentarse...
 
- ¡De mí no se ríen todos esos mierdas!
 
- Tenga usted mucho cuidado con el Xavi y con la Teresa...
 
- ¡Yo a los violentos los amanso con un par de hostias!
 
- ¿No le parecen ya demasiadas hostias? Deje en paz a los muchachos y los muchachos le dejarán en paz a usted.
 
- ¡De eso nada de nada! ¡Se ha declarado la guerra intergeneracional y esta noche o me los cargo yo a todos juntos o todos juntos me cargan a mí!
 
- ¿Por qué tiene usted la fea manía de politizar el fútbol, don Florenci?
 
- ¡Politizo lo que me da la gana! ¿Se ha enterado ya, don Santiago de Compostela?
 
- Está bien. Politice usted el fútbol si tanta ganas tiene de salir en la página de sucesos de "La Vanguardia", pero ya sabe usted eso de "cría cuervos y te sacarán los ojos".
 
- ¡Óstenas! ¡Cuente, cuente! Me interesa aprender cada día un poco más.  
 
- Me lo sé de memorieta. Escuche.  El origen de este refrán se desconoce, aunque hay quien lo atribuye a una anécdota que le ocurrió a don Álvaro de Luna durante una cacería. En el transcurso de ésta, el célebre condestable de Castilla se topó con un pobre hambriento que en el lugar de sus ojos presentaba dos horribles cicatrices que le desfiguraban por completo el rostro. Totalmente impresionado, Don Álvaro le preguntó acerca del origen de las heridas. El mendigo le respondió lo siguiente: “Tres años ha criaba yo un cuervo que había recogido pequeñito en el monte; y le traté con mucho cariño; poco a poco fue haciéndose grande, grande… Un día que le daba de comer saltó a mis ojos; y por muy pronto que me quise defender fue inútil: quedé ciego”. Don Álvaro socorrió a aquel desdichado, y con amarga ironía dijo a sus nobles compañeros de caza: “Criad cuervos para que luego os saquen los ojos”. Desde entonces, esta frase se aplica para indicar la ingratitud de aquellas personas que, debiendo grandes favores, los olvidan o los pagan con acciones injustas o palabras molestas.
 
- ¡Arrea! ¿Eso es lo que pasa con mis muchachos y mis muchachas?
 
- Todavía no he terminado, carnicero. Siga escuchando. Este famoso refrán cobra verosimilitud con Eduardo VIII de Inglaterra, duque de Windsor, tras su abdicación en 1936. Este hombre, que abandonó un trono por amor, fue incapaz de mostrar gratitud hacia Walter Monckton, su asistente personal, que no dudó en seguirle al exilio cuando contrajo matrimonio con la divorciada estadounidense Wallis Simpson. Tras más de treinta años a su servicio, a la hora de su jubilación, el duque de Windsor se limitó a regalarle una pitillera… Y, por si fuera poco, ¡con su nombre mal escrito!
 
 
- ¿Y qué hago yo ahora? ¿Es que además tengo que seguir regalándoles entradas gratis a todas esa pandilla de adolescentes?
 
- Haga usted de tripas corazón y no se mezcle con ellos; porque bien sabido es que quien duerme con niños cacao se levanta.
 
El carnicero volvió a calentarse...
 
- ¡Recollons! ¿Está usted insinuando que yo soy algo así como un pederasta?
 
- Yo no insinúo nada pero la voz del pueblo es la voz del pueblo...
 
- ¡Pues sepa usted, don Santiago de Compostela y gallego de pura cepa, que hablando de cargarse a alguien yo soy capaz de cargarme a todo un pueblo entero antes de que un pueblo entero me cargue a mí!
 
- Yo sólo quiero tener la fiesta en paz; así que póngame el cuarto de kilo de magro de cerdo y arregle usted las cosas con quien tenga que arreglarlas sea todo un pueblo o sea solamente toda una aldea.
 
Florenci Carnicer Gámez sirvió el pedido...
 
- ¡Aquí tiene el magro de cerdo, pero esta misma noche arde todo el arrabal!
 
- Adiós, señor Carnicer... y que Deu no le desampare...
 
Y llegó la noche y se armó el "guirigay"en la trastienda de la carnicería...
 
- ¿Quién ha sido el desgraciado o la desgraciada que ha dirigido todo esto de las pintadas?
 
Tras un breve silencio sepulcral, Xavi Pedrerol Masferrer no se anduvo por las ramas...
 
- ¡Hemos sido mi Teresa y yo, Florenci!
 
- ¡Don Florenci! ¡Haz el favor de llamarme Don Florenci!
 
- ¡Yo no suelo darle el Don a ningún traspellado carnicero!
 
- ¿Traspellado? ¿Qué quieres decir con eso de traspellado? 
 
- ¡Para todos nosotros traspellado significa muerto de hambre diga lo que diga la Real Academia de la Lengua! ¡Y no me muerdo la lengua para decírselo en su propia cara! ¡Hablo en nombre de todo el pueblo catalán!
 
- ¡Pues yo soy capaz de capar a todo ese pueblo porque a ser catalán no me gana nadie! ¡Si es necesario destripar por supuesto que destripo!
 
- ¡Bravo, valiente! ¡Hemos sido barridos por los leones de San Mamés y siendo culés de pura raza eso no lo podemos consentir! ¿Es usted un culé o no es usted un culé? ¡Visca el Barsa!
 
Fue como una orden de ataque y, durante media hora, todos se aporreaban contra todos hasta que llegaron los mossos d'esquadra comandados por el sargento Edouard Mendoza Aceituno que entró en la trastienda de la carnicería bramando...
 
- ¿Qué pasa aquí? ¿Quién ha iniciado la guerra? ¡Esto es un laberinto!
 
El mosso Josep Oriol Sant no pudo contenerse y metió baza...
 
- El laberinto de las aceitunas, mi sargento, pero eso ya está escrito...
 
- ¿Cómo qué ya está escrito?
 
- No es que yo me las dé de intelectual porque no lo soy pero algo de intelectual sí que tengo, mi sargento. Eso fue escrito en 1982 y recuerdo que aquel año, el 7 de enero para ser más exactos, en Aquisgrán, que está en Alemania por si usted no lo sabía, el rey de España Juan Carlos I fue galardonado con el Premio Carlomagno, siendo la primera vez que se le concedía a un soberano. Además, aquel año ganó la Liga la Real Sociedad de San Sebastián. 
 
El sargento Mendoza se puso furioso ante toda aquella elocuencia de uno de sus subordinados que le dejaba a la altura del betún...
 
- ¿Puedo saber quién fue el osado que lo escribió?
 
- Repito que no me las doy de intelectual aunque algo de eso tengo, pero la novela se titula, efectivamente, "El laberinto de las aceitunas" y la escribió Don Eduardo Mendoza Garriga.
 
- ¡Óstenas! ¿Mi tío Eduardo escribió todo eso?
 
- ¡Dejénse ya de historia más o menos literarias, que a mí ne me van ni me vienen, porque por una oreja me entran y por la otra me salen, y diganme quien va a pagarme el coste de todos estos destrozos!  
 
- ¡Quien mal anda mal acaba, señor Carnicer!
 
- Pero sargento...
 
- ¡Ni sargento ni brigada! ¡He dicho que quien mal anda mal acaba! ¡Explícale tú a este ignorante qué significa eso!
 
Josep Oriol Sant se dirigió ahora al carnicero.
 
- No es que yo me las dé de intelectual aunque algo de intelectual sí que lo soy. Significa que quien lleva una vida desordenada tiene, por lo general, un fin desastroso. 
 
- Ya... pero quien me paga ahora a mí este desastre...
 
- Está claro que saldrá de su propio bolsillo, señor Carnicer.
 
- Pero sargento...
 
- Lo primero que le tengo que decir es que usted ha jugado con fuego por andar mezclado en cosas de adolescentes; lo segundo que que tengo que decirle es que esta clase de adoslecentes terminan siempre por ser malhechores aunque primero empiecen como simples gamberros y lo tercero que le aconsejo es que deje usted de jugar con estas edades del pavo. ¿Se lo tengo que volver a repetir o ya se lo ha aprendido de memorieta?
 
- ¡Recolllons, recollons y recollons!
 
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En la boca de entrada de la estación de metro "La Sagrera", un chaval de tan sólo catorce alios de edad grita a pleno pulmón cuando ya son las ocho de la tarde y el sol está a punto de dar paso a la noche. 
 
- ¡Goleada! ¡Goleada! ¡Athletic Club de Bilbao cinco Barsa uno! ¡Goleada! ¡Goleada! ¡Los leones de San Mamés se zamparon a los culés del Nou Camp!
 
Completamente molesto se le acerca un casi cuarentón con aires de galán a lo Kirk Douglas, un hoyuelo en la barbilla y pequeño bigote rubio. Lleva el pelo teñido de rubio platino para tapar sus primeras canas...
 
- ¡Oye muchacho! ¿No te da vergüenza gritar de esa manera? 
 
- ¡Es que soy perico y los pericos también tenemos derecho a gritar! ¡No te jode el menda éste!
 
- ¡Mocoso!
 
- ¡Pero a usted que le pasa tio morcillo!
 
- ¡Me llamo Jaume Rexach i Codorniu y no te permito que me llames morcillo!
 
- ¡Y yo me llamo Miquel Coll García y no le permito que me llame mocoso.
 
- Está bien... ¿qué haces aquí gritando a todo pulmón cuando ya se acerca la noche?...
 
- ¡Soy perico y tengo tanto derecho para gritar como los culés!
 
Rexach i Codorniu quiso apaciguar los ánimos.
 
- Escucha, chaval. Yo a tu edad sólo pensaba en los amores imposibles.
 
- ¿Lo dice por lo de la edad del pavo?
 
- Parece que me has comprendido...
 
- O sea que se refiere usted a los amores platónicos...
 
-  Lo has comprendido del todo.
 
- ¡Pero si eso ya no se lleva! ¡Anda que no hace tiempo que los tengo yo ya superados!
 
- Está bien. No quiero meterme en tu vida privada. ¿No te gustaría dejar de ser del Españyol y pasarte al Barsa?
 
- ¿Ha bebido usted demasiado Codorniu, señor Rexach?
 
- ¡Te puedo regalar todas las entradas que me pidas! Soy íntimo amigo de Bartomeu.
 
- ¡Soy perico!
 
- ¿Pero qué palmarés tiene el Espaynol para qué seas tan fanático de los blanquizaules?
 
- ¡Tenemos, nada más y nada menos, que cuatro Copas de España!  
 
- ¿Pero tú conoces bien el majestuoso palmarés de mi querido Barsa?
 
- ¡Ni lo sé ni me importa saberlo! ¡Yo sólo sé que el Athletic Club de Bilbao les ha metido cinco roscos y ustedes sólo han podido conseguir uno nada más!
 
- Escucha, jovencito. Cuando yo tenía tu misma edad, y te hablo del año 1992, no tenía suerte con mis amores platónicos. Me encontraba enamorado de mi profesora Ana, a quien nunca pude olvidar porque me quedé soltero para toda la vida después de haberme dado cuenta de que era un amor imposible.
 
- ¿Se puede saber qué rollo me está usted contando?
 
- ¡Lo que te quiero decir es que no hay mal que por bien no venga porque el 20 de mayo de aquel mismo año de 1992 me llevé la mayor alegría de mi vida pasada, presente y futura!
 
- ¿Le dio usted un beso en la boca a su maestra Ana?
 
- ¡Mucho mejor que eso!
 
- ¿Qué hay mucho mejor que dar un beso en la boca a una manzana prohibida?
 
- ¡Déjame ya en paz con todo eso, chaval! ¿Es que no ves que me frustro y me traumatizo cada vez que alguien me recuerda todo aquello de mi amor imposible?
 
- ¿Qué pasó entonces en aquel 20 de mayo del año catapúm?
 
- ¡Año 1992! ¡Fue en el año de 1992!
 
- Largue usted ya o me largo yo...
 
- ¡El Barsa consiguió su primera Copa de Europa! Jugamos en el Estadio Wembley de Londres y ganamos por uno a cero al Sampdoria de Italia. Recuerdo nuestra alineación de memoria. Zubizarreta; Víctor Muñoz, Juan Carlos, Ferrer; Ronald Koeman, Bakero; Julio Salinas, Stoichov, Laudrup, Guardiola y Eusebio. También jugaron Goikoetxea y Alexanko. Nuestro entrenador era el grandioso Johan Cruyff y el gol lo marcó Ronald Koeman en el minuto 111 del partido porque tuvimos que jugar una prórroga. ¡Es el mejor momento de mi vida y cada vez que lo recuerdo me pongo a llorar!
 
- ¿Por no ligar con su maestra?
 
- ¡Deja esa historia ya en paz, Miguelito!
 
- ¡Si me vuelve a llamar Miguelito yo le llamaré a usted Jaimito! ¿Le gustaría a usted que yo le llamase Jaimito?
 
- ¡No, por favor! ¡Sería el hazmerreír de todo el mundo que me conoce! 
 
- Entonces llámeme Miquel.
 
- Escucha, Miquel. ¡Aquello fue todo un hito histórico que despertó la histeria en todos los del Barsa!
 
- ¿Puede explicarme qué es un hito histórico?
 
- Pues... esto... a ver si lo comprendes... 
 
- Si no me lo explica no lo voy a comprender jamás de los jamases.
 
- Un hito histórico es una acción, un hecho, un logro, un sujeto...
 
- ¿Puedo saber qué clase de acción, hecho, logro o sujeto es o me está usted queriendo bacilar?
 
- ¡Lo tengo en la punta de la lengua! ¡Ya está! ¡Que resulta esencial en cierto contexto, es decir que marca un antes y un después, como sucedió con Jesucristo!
 
- ¡A ver si ahora resulta que el grandioso Joahn Cruyff era igual que Jesucristo! ¿Usted está loco o ido del todo?
 
- No digo yo que Cruyff sea como Jesucristo porque eso sería decir una estúpida barbaridad aunque yo soy ateo; pero gracias a aquel Barsa que todos llamaron "Dream Team" tuve el momento más feliz de toda mi existencia.
 
- ¡Vaya cursilería eso de llamarse "Dream Team" en lugar de llamarse "Equipo Soñado" que, además de ser español, es mucho más guay! 
 
- Llevas razón, muchacho. En verdad que es una cursilería.
 
- ¿Y qué sintió entonces usted cuando sólo estaba en la edad del pavo? 
 
- Lo único que siento, y es otra de mis frustraciones traumáticas que nunca he podido superar a pesar de haber estado ya con más de quince psiquiatras, es que entonces no viviese ya Franco. ¡Cómo me gustaría a mí haber visto por la tele la cara que se le hubiese puesto a Franco viendo como el Barsa de mis amores, puesto que los otros amores me son imposibles, levantando la Copa de Europa de su querido Real Madrid!
 
- ¿Quién era Franco?
 
- ¿No sabes quién era Franco?
 
- ¡No me interesan saber las cosas que no entiendo! ¡Yo sólo sé que mi abuelo no hacía más que contarme las grandes hazañas de Piris en el Español de Barcelona!
 
- ¿Quién es Piris?
 
- ¡Todo un porterazo que hacía paradas extraordinarias, mágicas y hasta alucinantes! ¡Volaba de palo a palo aunque le parezca a usted mentira! ¡Todavía llevo en el bolsillo de mi camisa, junto al corazón, un cromo de Piris!
 
- ¿Un cromo de Piris? ¡Si no lo veo no lo creo!
 
- Se lo voy a enseñar pero no intente tocarlo o es usted hombre muerto...
 
- ¡Caramba con el mocoso este!
 
- Si quiere usted comprobarlo sólo tiene que intentar pornele la mano encima.
 
- Está bien. No lo intentaré tocar.
 
Miquel Coll García sacó el cromo del bolsillo de su camisa y lo mostró ante los atónitos ojos de Jaume Rexach i Codorniu.
 
- ¡Pues es cierto! ¡No eres un mentiroso!
 
- ¡El mejor porterazo del mundo según decía mi abuelo!
 
- Pero... ¿tú no sabes que el mejor porterazo del mundo fue un tal Zamora que precisamente os traicionó a los pericos para fichar por los merengues?...
 
- ¡Venga ya! ¡Menos lobos, Caperucito! ¡Cada cual es cada cual y cada cual tiene derecho a ganarse las judías donde mejor le paguen! A ver si se atreve usted a decirme que es mentira.
 
- Escucha, Miquel. Hazte del Barsa porque te vas a divertir muchísimo con nosotros. Ten en cuenta que el Barsa es "més que un club".
 
- ¿Quién inventó esa tontería?
 
- Al Barsa se le asocia mundialmente con la mítica frase "més que un club"... que quiere decir más que un club...
 
- Ya sé que quiere decir más que un club. Yo no soy tonto.
 
- No me interrumpas, por favor, que ya estoy salido del todo.
 
- Siga usted, señor Salido... digo señor Rexach...
 
- La leyenda fue acuñada por el ex-presidente Narcís de Carreras, predecesor de Agustí Montal. Fue en el día 17 de enero de 1968. El mismo año que el famoso mayo francés.
 
- ¡Zambombas!  ¿Como sabe usted todo eso si no había nacido ya que tiene treinta y siete años de edad?
 
- ¡Me lo han contado infinidad de veces gentes mayores que yo y dicha leyenda ha pasado a ser el santo y seña de los del Barsa! ¿Qué opinas ahora?
 
- ¿Puedo ser sincero del todo?
 
- ¡Todo lo sincero que quieras!
 
- ¿Y no se va a cabrear si lo soy?
 
- ¡No me voy a cabrear!
 
- ¡Pues me parece una verdadera gilipollez porque todos los equipos de fútbol del mundo son más que un club!
 
Jaume Rexach i Codorniu terminó por cabrearse.
 
- ¡¡Ya está bien de tanto jeringarme, mocoso!! ¿Te haces o no te haces del Barsa? ¡¡Me pareces extremadamente inteligente y jóvenes cómo tú buscamos los del Barsa para nuestra Masía!!
 
- Escuche bien, Don Jamón.
 
- ¡Don Jaume! ¡¡Me llamo Don Jaume!!
 
- Cálmese y no se ponga histérico o histórico o histriónico o lo que sea. ¡Mi tatarabuelo fue perico, mi bisabuelo fue perico, mi abuelo fue perico, mi padre es perico y yo, como estoy solamente en la edad del pavo y tengo catorce años de edad, sólo soy un periquito pero dentro de muy poco voy a ser también un perico como todos ellos. ¡Ni usted ni nadie me va a cortar a mi las alas! ¡Métase su Masía donde le quepa! ¡Y búsquese pronto una pareja porque lo está usted ya necesitando, tío tarra!
 
Jaume Rexach i Cododorniu vio la partida perdida.
 
- ¡Me voy! ¡Eres un caso perdido para la gloriosa historia de Catalunya!
 
Así que Jaume se marchó y Miquel siguió gritando, a todo pulmón, en la boca de la entrada de la estación de Metro de "La Segrera".
 
- ¡Goleada! ¡Goleada! ¡Athletic Club de Bilbao cinco Barsa uno! ¡Goleada! ¡Goleada! ¡Los leones de San Mamés se zamparon a los culés del Nou Camp!
 
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Durante el entrenamiento de los jugadores del Barsa habían entrado, como fanáticos seguidores, una turba de quinientos adolescentes en la edad del pavo quienes, encubiertos en el anónimato de las masas, comenzaron a lanzar insultos más o menos deportivos...
 
- ¡¡¡Queremos a Deulofeu y que se largue Luisito!!! ¡¡¡En el fútbol se corre pero no se pasea, gandules!!! ¡¡¡Sois unos mantas más vagos que la chaqueta de un guardia!!! ¡¡¡Chupasangres!!! ¡¡¡Mucha pasta pero poca casta!!! ¡¡¡No te tires tanto a la piscina, Messi, que esto no es waterpolo!!! 
 
Citar a Messi y hacerle saltar del banquillo a Luis Enrique fue una misma cosa.
 
- ¡A ver, delegado, ordene que todos los espectadores abandonen el campo!
 
- ¿Crees que es necesario, Luis?
 
- ¡Ninguna clase de confianza conmigo, delegado de campo! ¡Yo para usted soy el señor Martínez García y usted para mí no es nadie! 
 
- Entendido, míster.
 
A la orden del delegado respondió la voz de una señorita por la megafonía.
 
- ¡Se ruega a todos los espectadores que tengan suficiente seny y salgan fuera del estadio!
 
Los quinientos adolescentes guardaron silencio pero no se movieron de sus asientos y la voz de la señorita se volvió a escuchar mientras el entrenamiento había quedado suspendido por orden de Luis Enrique Martínez García...
 
- ¡Se ruega a todos los espectadores que tengan, por favor, un poco de cultura deportiva y salgan rápidamente del estadio! ¡El entrenamiento ha quedado suspendido! 
 
Tampoco ahora se movieron los quinientos gamberros de la edad del pavo...
 
- ¡Delegado!
 
- ¡A sus órdenes mi señor Martínez!
 
- ¡Haga el puñetero favor de avisar a los mossos d'esquadra para desalojar el recinto!
 
- Me parece que les está usted dando demasiada importancia. 
 
- Eso sólo le incumbe a Josep Maria Bartomeu Floreta y a mí. Usted limítese a cumplir mis órdenes, delegado de campo.
 
- Y yo siento decirle, mi señor Martínez, que es una orden demasiado drástica y no la voy a cumplir salvo que lo ordene mi señor Bartomeu.
 
- Está bien. Si es así como usted lo quiere...
 
Luis Enrique hizo una llamada al despacho de Bartomeu y éste hizo acto de presencia después de diez minutos de un silencio tan sobrecogedor que sólo se oía el zumbar de las moscas.
 
- ¿Qué sucede aquí, Quique?
 
- Que el delegado de campo no quiere cumplir con mis órdenes.
 
- ¿Qué órdenes son esas?
 
- Llamar a los mossos d'esquadra para que todos estos delincuentes se marchen del estadio o no sigo entrenando y pongo sobre la mesa de su despacho mi renuncia irrevocable.
 
- ¡No puedo aceptar tu renuncia en estos momentos!
 
- Pues ya sabe lo que hay. Esto son habas contadas. Como las lentejas. Si las quiere las tomas o si no las quieres las dejas. Eso es lo que me decía siempre mi abuela cuando yo pasaba por estapas de ansiedad.
 
Ante aquello, Bartomeu no pudo hacer otra cosa más que avisar al sargento Edouard Mendoza Aceituno y, tras otro breve tiempo de diez minutos de tenso e intenso silencio, hicieron actos de presencia el sargento Edouard y sus mossos. Pero esta vez no hubo palabra alguna sino que los palos empezaron a llover sobre los quinientos mozalbetes que, como respuesta a aquel acto de violencia, sólo hicieron lo que era más inteligente hacer: correr despavoridos por los graderíos para encontrar la puerta de salida y marcharse del estadio más rápidos que el vuelo aéreo Barcelona-Madrid. En sus carreras, con los palotazos cayéndoles encima como si lloviesen chuzos de punta, se atropellaban los unos a los otros, se caían, se volvían a levantar y de nuevo se atropellaban los unos a los otros. Ante aquella situación se escuchó la voz de Xavi Pedrerol Masferrer.
 
- ¡Dignidad, compañeros, dignidad! ¡Salgamos todos del estadio pero con dignidad!
 
Uno de los que más corrían se volvió para dirigirle la palabra...
 
- ¡¡A la mierda, Xavi!! ¡¡¡Sálvese quien pueda!!!
 
Una vez acabada la trifulca y sin espectadores de por medio, Luis Enrique mandó a todos sus muchachos a las duchas y se quedó sentado en el banquillo totalmente desolado. Bartoemeu se sentó a su lado y procuró animarle poniendo su mano izquerda sobre el hombro derecho del entrenador del Barsa...
 
- Luis Enrique, según dijo John Ciardi, no tienes que sufrir para ser un poeta. La adolescencia es suficiente sufrimiento para todos.
 
- Cuánto me gustaría conocer a ese tal Ciardi... 
 
- Cumplo con todo lo que me pides... pero... eso es imposible Luis Enrique... porque murió el 30 de marzo de 1986 y yo creí que lo sabías... 
 
Luis Enrique enrojeció visiblemente.
 
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Cuatro alumnas adolescentes del Colegio religioso Montserrat de la ciudad de Barcelona habían subido a la montaña de Montserrat y ahora se disponían a tomar sus bocadillos y fumar unos cuantos cigarrillos a escondidas de las monjas que ya no estaban presentes. Ellas eran la líder Montserrat Corominas Sabaté y sus seguidoras Pilar Pi Pí, Paloma Reche Serer y Artemisa Xirgau Tarradellas. Estaban planificando el próximo guateque.
 
- Mis padres me dejan libre el chalet pero en vista de que somos alumnas del Montserrat, nos encontramos en el Montserrat y yo me llamo Montserrat, tengo que daros una mala noticia. ¡No podemos contar con ninguno de los del Barsa porque están demasiado cabreados y no desean ninguna clase de fiesta!
 

A Montserrat Corominas Sabaté le respondió Paloma Pi Pí...
 
- Con los del Espanyol tampoco podemos contar porque están celebrando a lo grande la victoria del Athletic Club de Bilbao y no quieren saber ya nada de nosotras por habernos reído tanto de ellos. Donde las dan las toman y ahora tenemos que aguantarnos. O sea, que ajo y agua con los del Espanyol.
 
Intervino Paloma Reche Serer...
 
- Me parece que vamos a tener que conformarnos con los del Sant Andreu.
 
Pero Artemisa Xirgau Tarradellas se mostraba implacable...
 
- ¡Yo bailar con los del Sant Andreu no lo hago ni muerta! ¡Yo no ligo con ninguno del Sant Andreu aunque fuesen los únicos chicos que existiesen sobre la faz de la Tierra! ¡Sólo son unos segundones de tercera categoría!
 
 
Volvió a tomar el mando de la conversación la líder Montserrat Corominas Sabaté...
 
- ¿Y qué te parecen los del Gimnástico?
 
- ¿Te refieres a los de Tarragona?
 
- Sí. Como son tan gimnásticos están bastante buenos...
 
- ¡Naranjas de la China! ¡Sólo son apariencia nada más y para mí también son unos segundones! ¡No los quiero ni como aperitivo!
 
- ¿Y los del Sabadell? ¡El Sabadell ha estado catorce años en Primera División y, por lo tanto, tienen buen pedigrí. Además, como los patrocina Estrella Damm nos saldrían todas las cervezas gratis!
 
- ¡A los del Sabadell no quiero ni mirarles el culo! ¡Para mí es como si no existieran!
 
- ¿Por qué eres tan dura con ellos, Artemisa?
 
- El más feo de todos no quiso bailar conmigo durante las fiestas de Salou y ese desprecio no se los voy a perdonar jamás.
 
- ¿El más feo de todos ellos te hizo ese desplante?
 
- Sí. Era bizco, patojo y más bajito que un enano saltarín. Además tenía todos los dientes picados y las uñas largas, con más de un centímetro de longitud, y llenas de mugre. ¡No lo olvidaré jamás!
 
- ¿Pero qué culpa tienen los demás del Sabadell? ¡No pueden pagar justos por pecadoresy además recuerda que los patrocina Estrella Damm!
 
- ¡Que se metan las cervezas donde les quepan! ¡He dicho que no y que no y que no! ¡Si pagan justos por pecadores que le echen la culpa al más feo de todos ellos que es el verdadero culpable y no yo!
 
- ¿Tú que dices a todo esto Pi Pí?
 
- Verás, Montserrat. Tenemos a los del Lleida que me parecen bastante bien educados y calladitos.
 
- ¡Los calladitos son los peores de todos!
 
- ¿También has tenido alguna mala experiencia con alguien de los del Lleida, Artemisa?
 
- No pero como si sí.
 
- Pues no lo entiendo...
 
- Pues no hace falta que lo entiendas, Montserrat. Los calladitos siempre las matan callados y ya sabes a lo que me refiero.
 
- ¡No seas tan estrecha, Artemisa! ¡Si queremos guateque tendremos que contar con algunos!
 
- Pero con los del Lleida jamás de los jamases.
 
- ¡Entonces a quiénes quieres, guapa! 
 
- ¡El hecho de que seas la líder no te da ningún derecho para que me grites!
 
- Pero es que estamos en un callejón sin salida porque, como te llamas Artemisa, te estás creyendo una diosa. Somos adolescentes, estamos en la edad del pavo, pero algún día tendremos que espabilar, digo yo...
 
- ¡No me creo ninguna diosa pero no me importa ser una odiosa!
 
- ¿Qué propones tú, Pilar Pi Pí?
 
- Que lo intentemos con los del Girona. 
 
- Me parece una gran idea... sólo que son cuatro pelagatos...
 
- Pero a falta de tigres buenos son los gatos...
 
La líder Montserrat Corominas Sabaté no pudo evitar la carcajada...
 
- ¡¡¡Jajajajaja!!! 
 
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- ¿No sales hoy a jugar al fútbol con tus amigos, Francesc?
 
- No, mamá. No tengo ganas. Prefiero quedarme en casa.
 
- ¡Qué extraño es todo esto! Estás en la edad del pavo y te encanta jugar al fútbol. A ti te ocurre algo raro.
 
-  ¡No me ocurre nada raro! ¡Solo es que no tengo ganas de jugar al fútbol y ya está! 
 
- ¿Es que te has enamorado?
 
- ¿Es que hay que estar enamorado para no tener ganas de jugar al fútbol?
 
- ¿Quieres contarme lo que te pasa? Dime quén es ella. Yo soy tu mamá y puedo aconsejarte bien.
 
- ¡Escucha mamá! ¡Estoy hasta la barretina de aguantar tanto! ¡El Athletic Club de Bilbao nos ha goleado por cinco a uno y por eso sólo tengo ganas de leer!
 
- Pero si sólo ha sido una derrota nada más...
 
- ¡¡La Supercopa de España!! ¡Hemos perdido, nada más y nada menos que la Supercopa de España!!
 
- ¿Y eso tiene tanta importancia como para que comiences a chillar? Recuerda que tu abuelo Ortí, cuando jugaba en el Fabra y Coats perdía muchas más veces que ganaba y no por eso dejó de jugar al fútbol. ¡Una vez hasta falló un penalty decisivo y por su culpa perdió su equipo pero siguió jugando! El mundo no se acaba por perder una copa.
 
- ¡Ya me sé de memoria toda esas historias de mi abuelo Ortí cuando jugaba en el Fabra y Coats! ¡¡Estoy harto de escuchar siempre esas mismas historias que todos me hacéis recordar tantas veces!!
 
- Pero no te sulfures tanto, Francesc. ¿De verdad quieres quedarte encerrado en casa leyendo en lugar de salir a la calle a jugar al fútbol con tus amigos de toda la vida?
 
-  ¡Sólo quiero leer!
 
- ¿Puedo saber qué lees?
 
- ¡Poesías!
 
- ¡A ti lo que te pasa es que estás enamorado! Te comprendo. Eres adolescente y estás en la edad del pavo.  Te comprendo. Yo también lo fui antes de conocer a tu padre.
 
- Si tú lo dices, mamá...
 
En vista de que Francesc Ortí Maragall no quería seguir conversando más tiempo con ella, la madre se acercó a él, que estaba tumbado en la cama con el libro entre sus manos, le acarició la cabeza y le dejó a solas en su habitación.
 
- Menos mal. Creía que no se iba a marchar nunca. 
 
Francesc Ortí Maragall, tumbado como estaba en la cama, estiró sus dos largas piernas, sacó un cigarrillo que tenía escondido en el primer cajón de su velador, lo encendió  con un mechero que sacó del bolsillo derecho de su pantalón, empezó a fumar y, sin dejar de beber de la lata de cerveza, comenzó a leer...
 
- Vi un pavo real con la cola en llamas. Vi un cometa ardiendo que echaba ramas. Vi una nube envuelta en hiedra. Vi un roble que reptaba sobre la tierra. Vi una hormiga tragarse una ballena. Vi el mar rebosante de cerveza. Vi una hermosa copa de tres metros de altura. Vi un pozo lleno de lágrimas de tristura. Vi los ojos rojos de un fuego rugiente. Vi una casa más grande que el sol poniente. Vi la luna salir a mediodía. Vi al hombre que vio toda esta maravilla.
 
Cerró el libro...
 
- ¡Cuántas tonteras escriben algunos!
 
Y, apagando el cigarrillo con los dedos, se puso a llorar... 
 
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Colegio Internacional SEK de Barcelona. Son las doce del mediodía. Clase de Historia de Cataluña para el refuerzo de los alumnos y alumnas que tienen exámenes en la convocatoria de septiembre. El maestro Don Andreu Castelló Martín está intentando hacer comprender a sus adolescentes alumnos y alumnas lo que fue "La guerra dels Segadors".
 
- ¡Escuchen, imberbes, a ver si les entra algo en sus cabezas de alcornoques! ¡"La guera dels Segadors" fue un levantamiento secesionista catalán contra la monarquía española que duró desde 1640 hasta 1652! ¿Sabe alguno de vosotros o vosotras quién era entonces el monarca de España?
 
- ¡Yo sí lo sé, Don Andreu!
 
Quien había hablado, levantando su brazo derecho, era Dolors Esmatges Ametller.
 
- ¿Quién fue?
 
- ¡Felipe IV, quien siete años más tarde, después de terminar dicha guerra, la palmó!
 
Todos los del aula soltaron carcajadas...
 
- ¡Silencio, ignorantes! ¡Ha dicho una gran verdad! ¡Y ahora poned mucha atención e id anotando en vuestros cuadernos todo lo que yo voy a leer para que luego nadie se llame a engaño cuando salga este tema en el examen de septiembre!
 
- ¡Esto es una injusticia! 
 
- ¿Cómo que es una injusticia?
 
- ¡Como me llamo Xavi Pedrerol Masferrer está bien claro que esto es una injusticia!
 
- ¡Me da lo mismo si lo es o no lo es! ¡Aquí el león soy yo y vostros solo unos cachorrillos nada más! ¡Así que está muy claro que aquí el que manda y ordena soy yo y vosotros, pardillos de la edad del pavo, sois los que obedecéis! ¡Más claro agua!
 
Silencio sepulcral en el aula...
 
- ¡Puestas ya las cosas en su sitio y en su verdadero lugar y para que no os llaméis a engaño, sólo voy a leer una única vez! ¡No pienso repetir ni una sola palabra! ¡Así que ya podéis ir afilando vuestros bolígrafos si es que queréis pasar de Curso! El conflicto estalló a raíz de una crisis de relaciones políticas catalanas y el centralismo monárquico, originada por las dificultades económicas de la corona. En las Cortes de 1626, Felipe IV solicitó de los estamentos de Cataluña, siguiendo el programa político de Olivares, el quinto (quinta parte de las rentas municipales) y la participación de la Unión de Armas, entre otros puntos. Los catalanes, apoyados en sus derechos constitucionales, se negaron, lo que enfrió sus relaciones con la monarquía. Con la entrada del ejército real en Cataluña para combatir a los franceses, que habían declarado la guerra en 1635, empezaron a empeorarse las relaciones con el poder central. La población rural soportó mal el establecimiento de un ejército en el país, el pago de impuestos especiales para sufragar la guerra y los intentos de reclutamiento. En mayo de 1640 un grupo de campesinos entró en Barcelona y puso en libertad a Tamarit, diputado militar de la Generalidad que había sido encarcelado por orden del virrey, conde de Santa Coloma. El 7 de junio de 1640 un grupo de segadores penetró de nuevo en la ciudad, donde persiguieron a los funcionarios reales y dieron muerte al propio virrey. El levantamiento tomó un notorio matiz social en el campo, donde el campesinado atacó las propiedades de la aristocracia señorial, que en general era la clase que detentaba los cargos políticos de la Administración Central; o sea, el virreynato y la Audiencia.
 
El maestro Don Andreu Castelló Martín tomó un breve descanso para beber un trago de agua del vaso que tenía sobre la mesa.
 
- ¿Ya hemos terminado, Don Andreu?
 
- ¡No te impacientes tanto, Dolors! ¡Queda todavía lo más importante!
 
- ¡Todo esto me parece a mí un rollo patatero!
 
- ¿Quién ha sido ese que ha dicho que todo esto parece un rollo patatero?
 
El gordito Antoni Parets i Tapial levantó la mano.
 
- ¡He sido yo, Don Andreu!
 
- ¡Cómo no! ¡Siempre el gracioso de Toño! Te gustan mucho los chistes pesados, ¿verdad?. ¡Pues debes saber que no eres nada gracioso porque la gracia no es precisamente una de tus virtudes! ¡Se nace gracioso o se nace tonto como tú! ¡Ya sabes que no vas a pasar el examen! ¡Date por suspendido y ves diciendo ya a tus queridos padres que te toca repetir Curso si quieres seguir estudiando en el SEK!
 
- ¿Sólo porque soy gordito y le caigo gordo?
 
- ¡Sólo porque no tienes ni un gramo de sustancia gris dentro de tu cabeza de chorlito!
 
Don Andreu se tomó el trago de agua... 
 
- ¡Me parece injusto!
 
- ¿Qué te parece injusto, Xavi Pedrerol Masferrer?
 
- ¡Me parece injusto que tengamos que ir copiando, al pie de la letra, todo lo que usted nos está dictando leyendo el libro pero sin darnos ninguna explicación! ¡Faltan los argumentos, los razonamientos y los análisis, Don Andreu!
 
- ¡A mí me enseñaron de esta manera y de esta manera voy a seguir enseñando yo siempre hasta que el año que viene me jubile! ¡Y no sabéis cuántas gracias le doy yo a Dios para que llegue el próximo año y os pierda definitivamente de vista a todos vosotros y vosotras! ¡Si no estás de acuerdo con mis métodos de enseñanza puedes ir ya mismo a quejarte a la Dirección!
 
- ¡Y un jamón!
 
Todo el aula se llenó de carcajadas...
 
- ¡Ni una sola risa más! ¡Seguid copiando si queréis aprobar en septiembre! El asesinato de Santa Coloma dejó la autoridad del país en manos de la Generalidad, presidida por Pau Claris. En la Generalidad polemizaban los de la pequeña nobleza, clase social arruinada que aceleró el levantamiento político, a los cuales también se les sumó la burguesía urbana, temerosa de la presión fiscal de la monarquía. En enero de 1641 Pau Claris, después de renunciar a convertir Cataluña en república independiente bajo la protección de Francia, proclamó la obediencia al monarca francés. ¿Quién sabe quién era ese monarca?
 
Dolors Esmatges Ametller volvió a levantar su brazo derecho...
 
- ¡Yo sí lo sé, Don Andreu!
 
-¿Quién era?
 
- Luis XIII, quien dos años más tarde la palmó.
 
Otra vez todos los alumnos y alumnas del aula soltaron las carcajadas hasta que hicieron cabrearse a Don Andreu.
 
- ¡¡No quiero volver a escuchar ninguna risa más o quedáis todos suspendidos en septiembre y os toca a todos volver a repetir Curso porque no pasa ni Dios!!
 
- Un poco de respeto a Dios...
 
- ¿Quién ha murmurado?
 
Otro alumno levantó su brazo derecho...
 
- ¡Vaya vaya y vaya! ¿Así que eres tú el que murmuras siempre a mis espaldas? ¡No te preocupes tanto por Dios, Pau Tortellá Peñalver, porque ya puedes ir buscándote otro colegio para el Curso que viene y ni Dios te va a salvar de ello! Y en cuanto a ti, Dolors, ¿cómo es posible que hayas suspendido en junio con la gran cantidad de Historia que sabes?
 
- Pues porque por su culpa, querido y amado Don Andreu, he tenido que pasarme dos eternos meses encerrada en casa y empollando Historia de Cataluña por un tubo.
 
Esta vez nadie soltó carcajada alguna... 
 
- ¡Buena está la pava! ¡Está bien! ¡Terminamos ya! ¡Seguid apuntando! Durante la guerra el ejército de Felipe IV dominó las ciudades de Tortosa, Tarragona y Lérida, mientras que el ejército francés se preservaba asegurado el Rosellón. La guerra civil de la Fronda debilitó la mayoría de sus posiciones. A ello contribuyó también el desengaño de la población catalana, en detrimento de la producción textil propia. Con la caída de Barcelona en manos de Felipe I, año de 1652, acabó la guerra. Cataluña conservó sus instituciones, pero el conflicto no fue resuelto totalmente hasta el tratado de los Pirineos de 1659, con la incorporación a Francia del condado de Rosellón. Pero de ese atropello os hablaré el próximo día. ¡Por hoy ya hemos terminado! ¡Perdimos el Rosellón! ¿Alguien conoce una pérdida mayor que esa en la Historia de Cataluña?
 
- ¡Yo, Don Andreu!
 
- ¡Cuenta, Xavi!
 
- ¡Una pérdida mayor que la del Rosellón ha sido el cinco a uno que nos ha endilgado el Athletic Club de Bilbao a los del Barsa y que nos ha hecho perder la Supercopa de España!
 
Otra vez las carcajadas resonaron en el aula...
 
- ¿Cómo has dicho, Xavi Pedrerol Masferrer?
 
- ¡Perdimos cinco a uno y no jugó Unamuno!
 
Ahora una sensación de terror y espanto se reflejó en la mirada de todos los alumnos y alumnas del SEK de Barcelona; pero, por primera vez, se asomó una ligera sonrisa en el duro rostro de Don Andreu Castelló Martín.
 
- Que yo sepa Don Miguel de Unamuno y Jugo sí que era vasco, nacido en Bilbao exactamente, un grande filósofo y escritor, pero no recuerdo para nada que fuera futbolista; al menos profesional de las filas del Athletic Club de Bilbao.
 
- Pero yo no me estoy refiriendo a Don Miguel de Unamuno y Jugo sino a Don Victorio Unamuno Ibarzábal.
 
- ¡Pero como iba a jugar Unamuno si ese hombre murió en el año de 1988!
 
- ¡Pues menos mal que no jugó porque si llega a hacerlo no nos meten cinco roscos como nos han metido sino doce, trece o hasta catorce. Y, dicho sea de paso, el filósofo y escritor Don Miguel de Unamuno y Jugo si debía de saber mucho de fútbol porque no sólo debió de jugar cuando era un adolescente como nosotros sino que, por si usted no lo sabía, Pichichi fue sobrino suyo.
 
- ¿Pichichi? ¿Me estás tomando el poco pelo que me queda, Xavi?
 
- Nada de pelos ahora por favor. Le estoy hablando de Don Rafael Moreno Aranzadi, también nacido casualmente en Billbao y que sí fue futbolista profesional del Athletic Club pero que era más conocido como Pichichi. El primer máximo goleador de España que le llamaban Pichichi porque a los once años de edad ya jugaba con jóvenes mayores de quince. Además, por si no lo sabía usted, es posible que el filósofo y escritor Don Miguel de Unamuno y Jugo debía también saber jugar al fútbol proque resulta que aquel tal Pichichi era sobrino de el. A lo mejor fue Don Miguel de Unamuno y Jugo quien le enseñó a jugar al fútbol a su sobrino Pichichi, Don Andreu; vamos eso digo yo aunque sólo lo sabe Dios.
 
- ¡Basta! ¡Basta ya que me desesperas, Xavi! ¿Te estás haciendo el chistoso para fardar delante de todas las quinceañeras del aula?
 
- Hoy no da usted ni una, Don Andreu; porque resulta que no necesito ligar con ninguna de ellas ya que tengo a otra que me ama de verdad.
 
- ¡Se ha terminado la clase! ¡Ya podéis iros todos a casa! ¡Menos tú, Xavi Pedrerol Masferrer, porque tenemos que hablar los dos a solas en el Despacho de Historia!
 
- ¿Los dos de hombre a hombre, Don Andreu?
 
- ¡Los dos de hombre a hombre, Xavi!
 
- Acepto. No tengo miedo.
 
En ese mismo isntante, y sin que Don Andreu tuviese tiempo de contestar, sonó el timbre de salida del colegio y todos los alumnos y las alumnas del aula salieron  a tropel atropellándos los unos y las unas contra los otros y las otras. Y pocos minutos después ya se encontraban sentados, el uno frente al otro a ambos lados de la mesa, en el Despacho de Historia del Colegio Inrternacional SEK de Barcelona.
 
- Escucha, Xavi. Hablemos en voz muy baja. No quiero que nadie más se entere.
 
- ¿Algún pecadillo oculto tal vez, Don Andreu? ¿Quizás es que se ha enamorado usted de Dolors Esmatges Ametller y por eso ella siempre le llama querido y amado Don Andreu? Reconozco que está muy buena pero no se preocupe por mí, Don Andreu, yo no estoy deseando ligar con ella porque ya he ligado con otra. Se trata de Teresa Cerdá Camps, a la cual conquisté leyendo precisamente "Últimas tardes con Teresa" de Juan Marsé Carbó, y no la pienso cambiar por ninguna otra jamás de los jamases porque la amo hasta la eternidad de todas las eternidades.
 
- Pero Xavi... que yo ya tengo sesenta y cinco años de edad...
 
- ¿Entonces no está usted enamorado de Dolors?
 
- Te repito que yo ya tengo sesenta y cinco años de edad...
 
- ¿Entonces de qué quiere que hablemos de hombre a hombre?
 
- He visto y he comprobado que conoces mouchísimo de fútbol.
 
- Estoy en la edad del pavo pero soy muchísimo más futbolero que Marian Oms Sellés.
 
- ¿Quién es ese tal Marian Oms Sellés?
 
- Solamente un desmayado nada más. Resulta que es un rival que me quiso quitar a mi Teresa. Pero le dí sopas con ondas y se marchó con las orejas gachas. A comer gachas tal vez.
 
- ¿Sabes más que Marian Oms Sellés?
 
- De fútbol y de chavalas por supuesto que sí.
 
Don Andreu Castelló Martín se derrumbó sobre la mesa.
 
- ¿Qué le pasa a nuestro Barsa, Xavi? ¿Qué le pasa a nuestro Barsa? Menuda paliza nos han dado los del Athletic Club de Bilbao.
 
- Levante usted el ánimo, Don Andreu. Lo que pasa es que Piqué es más malo que la carne de pescuezo.
 
Don Andreu Castelló Martín levantó la cabeza y miró de frente a Xavi Pedrerol Masferrer.
 
- ¿Cómo sabes eso?
 
- Es muy fácil. Desde que está embobado con la Shakira no da pie con bola. Parece que en lugar de haberle servido para madurar se ha convertido en un infantil de la cabeza a los pies. ¿Sabe usted que le ha dado por tirar bombas fétidas en los vestuarios antes de comenzar los partidos? Eso no lo he hecho yo jamás ni con dos años de edad.
 
- ¿Y eso es lo que ha hecho que el Athletic Club de Bilbao nos haya derrotado por cinco a uno en la Supercopa de España?
 
- Eso es, Don Andreu.
 
- ¿Cuál crees tú que puede ser la solución?
 
- La única solución que yo veo y que es la que yo voy a tomar es hacerse seguidores del Real Club Deportivo Espanyol de Barcelona. Ya no soporto a los culés desde que les vi perder toda clase de dignidad humana ante el ataque de los mossos d'esquadra durante uno de los entrenamientos del Barsa.  
 
- ¿Estabas tú allí?
 
- Cierto. Estaba allí como líder de todos ellos pero, después de lo que vi y de la manera tan cobarde en que huyeron, conmigo que ya no cuenten jamás. He pensado hacerme socio del Espanyol y voy a hacer también socia del Espanyol a mi Teresa. ¿Piensa usted hacer lo mismo, Don Andreu?
 
- Lo pensaré, Xavi, lo pensaré.
 
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En la pastelería Bubo de la Carrer de les Caputxes, una larga fila de mujeres esperaban a ser atentidas. Dos charlaban animadamente en catalán hasta que se percataron de que Teresa Cerdá Camps se había colocado delante de ellas.
 
- ¡Oye, guapa! ¡Ponte en la fila porque las demás también estamos esperando!
 
- Perdonen, señoras damas o damiselas. Resulta que ustedes están cotorreando demasiado como dos loros cacatúas y yo sólo vengo a por dos merengues nada más.  
 
- ¿Te gustan los merengues, guapísima? 
 
- ¡Me pirro por los merengues y si eso es un pecado aquí, en Barcelona, pues no tengo ningún reparo en confesar aquí, en Barcelona, que soy una pecadora total!
 
Doña Narcisa Pagés Gelabert no supo qué contestarle y tuvo que intervenir Doña Berta Company Karmany...
 
- Déjala, Narcisa.
 
- ¡Pero si sólo es una adolescente en la edad del pavo que se cree una mujer de verdad! ¡Vaya cara más dura!
 
Teresa Cerdá Camps no hacía ni caso...
 
- Se llama Teresa. Es hija del abogado Joan Cerdá Vila y de la abogada Inés Camps Capdevila; una pareja de enamorados más románticos que Don Juan y Doña Inés de Zorrilla.
 
- ¡Jajaja! Es verdad que parece una zorrilla...
 
Teresa Cerdá Camps siguió sin hacer caso de las murmuraciones y esperando ya su próximo turno después de haberse saltado a la torera toda la fila. 
 
- Pues ahí donde la tienes, siendo solamente una adolescente en la edad del pavo, es mucho más valiosa y mucho más valiente de lo que te puedes imaginar. Te cuento que, tanto su padre como su madre, quisieron obligarla a que estudiara para abogada como el resto de sus hermanos pero ella sólo quiere ser artista de cine y nada más que artista de cine. 
 
- ¡Teniendo tanta belleza y estando tan buena no me extrañaría que lo lograse!
 
- Es que ya lo ha logrado. Por lo pronto ya ha debutado con un papel estelar en "Noche de verano".  
 
- ¿La de Jorge Grau? ¡Eso es imposible! Esa película es de 1962.
 
-  No en la de Jorge Grau, sino en una que se ha estrenado en el pasado mes de julio y que es una adaptación para adolescentes escrita por Albert Rovira Rubirosa.
 
- ¿Y quén es ese?
 
- Uno de los directores de cine que tiene mayor futuro tanto a nivel catalán como español y hasta internacional.
 
- ¿Y dices que ha debutado con un papel estelar? 
 
- El mismo papel que María Cuadra hizo en 1962. Si hasta Pedro Almodóvar está detrás de ella... pero que ni se lo piense... porque Teresa Cerdá Camps nunca jamás va a trabajar para Pedro Almodóvar... y no es por decisión de ella sino que lo que sucede es que su enamorado no puede ver a Pedro Almodóvar ni en pintura... así que se le quite a Pedro eso de la cabeza... porque a Xavi sólo le interesa lo que es natural... y tú ya sabes a lo que me refiero... 
 
- ¡Caramba! Vaya futuro que tiene... y qué envidia me da...
 
- Es una fanática seguidora del Real Madrid Club de Fútbol. Una chavala muy interesante según dicen todos los hombres, pero hay que tener mucho cuidado con ella.
 
- ¿Mucho cuidado con ella?
 
-  Sí. Aún siendo fanática del Real Madrid es, con tan poca edad, la enamorada oficial de un líder de los quinceañeros del Barsa. 
 
- ¿Te refieres al terrible Xavi Pedrerol Masferrer?
 
- A ese mismo. Y quien quiera acosar a su chica se puede dar por hombre muerto. Así que lo mejor que puede hacer Pedro Almodóvar es dejar de perseguirla y hasta olvidarla si le es posible.
 
- ¿Y siendo tan dispares se llevan bien?
 
- Es curioso. El ídolo deportivo de Xavi es Messi pero el ídolo deportivo de esta preciosidad es Cristiano.. ¡y no veas cómo se puso cuando se enteró de que Casillas se había ido al Oporto!... hasta Xavi le tiene miedo aunque la adora.
 
Le llegó ya el turno a Teresa y la pastelera le sonrió amablemente...
 
- Quiero solamente dos merengues.
 
- ¿Los prefieres blancos o los prefieres rosados?
 
- Lo más blancos que puedan ser.
 
- ¿Son para ti los dos?
 
- No. Yo comparto todo con mi enamorado. No soy de esas mujerzuelas que no comparten con sus hombres ni el tabaco ni el café por no decir la cama. ¿Me está comprendiendo?
 
- ¡Por supuesto que sé a lo que te refieres! ¡Hablas perfectamente bien el castellano!
 
- ¡Para mí el castellano es el español y yo sólo hablo en español! ¡No hablo en catalán porque no me sale del moño! ¿Entendido?
 
- Entendido. Aquí tienes los dos merengues más blancos de toda la pastelería.
 
Teresa Cerdá Camps cogió el paquete, dio las gracias a la pastelera y se despidió de la Narcisa y de la Berta...
 
- Adiós, damiselas. Ya pueden ustedes dos seguir cotilleando en chapurreado catalán porque lo que es a una servidora por un oído me entra y por el otro me sale. Lo mismo que ustedes tienen derecho para hablarlo yo tengo el mismo derecho para no escucharlo. Gracias por su comprensión.
 
Nadie dijo nada.
 
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El Auditorio del Palau de Congressos de Catalunya estaba completamente lleno. Un total de 2.027 adolescentes, tanto chicos como chicas, en la edad del pavo, habían tenido la gran suerte de poder entrar y estaban sentados en las butacas. Fuera del Palau, varios miles más tuvieron que conformarse con poder escuchar por los parlantes instalados en la Avenida Diagonal de Barcelona.
 
- Cuando yo jugaba al fútbol profesional todos me conocían como "Lobo Carrasco", pero mi verdadero nombre es Francisco José Carrasco Hidalgo y, aunque nací un seis de marzo del año 1959 en Alcoy, de Alicante, estuve jugando en el Barsa durante once temporadas, exactamente entre 1978 y 1989. Mis amigos periodistas del Canal 4 de televisión, me han pedido que esté esta tarde aquí presente para comentaros qué pienso yo sobre lo sucedido con nuestro fracaso ante el Athletic Club de Bilbao que nos ha arrollado por un total de cinco goles a uno y se ha llevado a sus vitrinas la preciada Supercopa de España que tanto estábamos deseando los blaugranas. No hemos podido apoderarnos de ella. Los vascos del Athletic Club no nos han perdonado la injusticia que cometimos contra ellos cuando aceptamos jugar la final de la Copa del Rey en nuestro propio estadio del Nou Camp. Ganamos nosotros pero hay que reconocer que fue una injusticia. Por eso ahora nosotros tenemos que ser humildes, dejarnos de tanta soberbia que sólo nos puede traer disgusto tras disgusto, y reconocer que los leones, además de haber sido superiores en el campo de juego, han hecho un acto de justicia social ahora que está tan de moda hablar de justicia social. Pero no mezclemos política con deporte. Mi gran amigo Jorge Valdano, aunque él sea del Real Madrid y yo del Barsa, que ha escrito ya cinco libros titulados "Sueños de fútbol", "Cuentos de Fútbol", "Cuentos de Fútbol II", "Los cuadernos de Valdano" y "El miedo escénico y otras hierbas", dejó una frase escrita que a mí siempre me ha hecho pensar: "El fútbol es lo más importante entre las cosas menos importantes". ¿Qué es lo más importante para un equipo de fútbol? Buena reflexión para responderla en el silencio de nuestros corazones.  A lo largo de nuestras vidas como futbolistas profesionales siempre hay algunas derrotas que nos abren el corazón. El cinco a uno que nos han metido los leones de San Mamés es una de esa clase de derrotas que nos desgarran por dentro, quizás porque son leones con las uñas muy afiladas o quizás porque, algunas veces, el fútbol es partidario de la justicia. Nosotros mismos fuimos los culpables de que las tuviesen tan afiladas. ¡Nunca debimos haber aceptado jugar la Final de la Copa del Rey contra el Athletic Club de Bilbao en nuestro propio Estadio del Nou Camp! Deberíamos haberla jugado en un terreno neutral aunque posiblemente también la hubiésemos ganado. Pero fue una verdadera injusticia hacerlo en nuestro propio campo de juego. ¿Por qué no la pudimos haber jugado, por ejemplo, en el Nuevo Vivero de la ciudad de Badajoz? ¿Qué tiene la ciudad de Badajoz para no merecer que se juegue en su Nuevo Vivero una Final de la Copa del Rey? Un día, hace ya tiempo, alguien me contó la leyenda de un futbolista de esos aficionados de toda la vida, que siempre sonreía cuando ganaba, que siempre sonreía cuando empataba y que siempre sonreía cuando perdía. Y todo eso sin despreciar nunca jamás a sus rivales. Es muy posible que hubiese nacido en Badajoz. ¿Merece la ciudad de Badajoz ser el escenario imparcial de una Final del Copa del Rey? Eso es lo que deberíamos habernos preguntado antes de jugarla en el Nou Camp. Y haber decidido que sí, que deberíamos haberla jugado en el Nuevo Vivero de Badajoz. El escritor Arthur Conan Doyle llega a preguntarse, en su relato titulado "El caso del puente Thor", algo así como "¿y no puede usted hacer alguna conjetura?" Supongo que también habrán hecho esa misma pregunta miles de escritores, en sus textos, a lo largo de la Historia humana. Conjetura. ¿Qué clase de conjetura os puedo yo explicar a vosotros, amigos y amigas adolescentes de la edad del pavo? La única que se me ocurre es que aquel futbolista aficionado nacido quizás en Badajoz era la respuesta. Y la respuesta es que es verdad que jugaba con el cuerpo pero su mayor gloria es que jugaba con el alma. Nosotros los profesionales que estamos llenos de gloria materialista os tratamos a vosotros, amigos y amigas, como adolescentes que vivís en la edad del pavo. Pero os hemos educado muy mal porque jugamos muchísimo con el cuerpo pero muy poco con el alma, quizás hasta nos olvidemos del alma cuando estamos en los terrenos de juego. ¿Intereses creados? Posiblemente sí. Posiblemente sean intereses creados de los equipos más grandes contra los equipos más pequeños; pero ahora mismo estoy pensando que quizás valga mucho más ganar una sola Copa cada treinta y un años que ganar treinta y una Copas en una sola temporada. A lo mejor es que tendríamos que repasar las lecciones del fútbol porque nos hemos olvidado de algo muy importante: el alma de un jugador que sonríe cuando gana, cuando empata y cuando pierde. Nos encontramos ante de un debate absurdo. ¿Quién es el mejor futbolista del mundo? ¿Messi o Cristiano? A lo mejor, por el bien del fútbol, el mejor futbolista del mundo es aquel muchacho nacido en Badajoz que nunca jamás jugó como un profesional pero que siempre fue un profesional jugando. Lo digo con el corazón abierto por el cinco a uno en contra del Barsa. Fue César Luis Menotti quien declaró que "tu obligación no es ser campeón del mundo, tu obligación es saber cuál es la idea de jugar". ¿Sabemos los astros del fútbol mundial lo que es la idea de jugar? Terrible pregunta y terrible respuesta. Quizás la olvidamos en el mismo momento en que firmamos la primera ficha profesional de nuestras vidas. La flagrante derrota de cinco a uno en la Supercopa de España y ante el Athletic Club de Bilbao, a doble partido para mayor inri, nos ha colocado en el centro del huracán. Son justas las críticas que estamos recibiendo si es que es posible hablar de justicia en el fútbol. Quizás estamos dramatizando tanto esta derrota que la hemos convertido en una tragedia. Sin embargo, en mis once años como jugador del Barsa yo conocí crisis mucho mayores y siempre pudimos salir de ellas. Lo más probable es que nosotros, los del Barsa, juntos con los del Real Madrid y otros grandes equipos del fútbol mundial sigamos ganando casi siemrpe los mejores trofeos del mundo. Pero esto de nuestra grandeza sí que es relativo cuando ves que un equipo con jugadores que no son estrellas mundiales nos derrotan sin paliativos en una Supeicopa de España. Por supuesto que nos volveremos a levantar y que ellos tendrán que esperar, tal vez sí o tal vez no y esa es la verdadera emoción de este deporte, otros treinta y un años más para ganar un trofeo de tal envergadura. Pero me pregunto lo siguiente: ¿Lo que hemos construido es la idea de jugar al fútbol o es solamente el afán y la avaricia de ser siempre los mejores? Como dijo Charles Dickens en "El guardavías: "Es muy difícil de explicar, señor. Es muy, muy difícil explicar eso". Los que ya somos mayores os llamamos adolescentes que estáis viviendo en la edad del pavo con un gran sentido de superioridad sobre todos vosotros pero, sin embargo, tenemos el grave defecto de que nos hemos hecho adultos y hemos perdido el sentido de vuestra manera de amar. Os queremos convertir demasiado pronto en seres mayores a cambio de cortaros vuestros mejores sueños. La violencia en los campos de juego es, según pienso yo ahora, precisamente por culpa de que os estamos queriendo convertir en adultos intransigentes con las derrotas del equipo de vuestra alma. Y vuelvo otra vez al alma. Vosotros os insultáis, os agredís y os peleáis por causa de unos profesionales que, una vez terminado el encuentro, nos vamos juntos, compañeros y rivales, a pasarlo bien en alguna fiesta mientras vosotros os seguís pegando por defendernos a nosotros que no necesitamos para nada vuestra defensa. ¿No es eso un absurdo y una verdadera incongruencia de vuestras existencias? Rudyard Kipling lo dijo en su casi desconocido relato titulado "Rikki-Tikki-Tavi": "Todo eso es verdad, pero dónde está Nagaina". No sabemos qué es Nagaina o quién es Nagaina pero me llega a lo más profundo de mi corazón. Es cierto que hemos perdido una Supercopa de España pero ¿sabemos algo tan importante como lo de Nagaina? Muchos de vosotros y vosotras, o tal vez todos vosotros y vosotras, me preguntaréis ahora ¿qué importancia tiene Nagaina para el fútbol profesional? ¿Y si os respondiera que si supiéramos quién es Nagaina o qué es Nagaina posiblemente fuésemos no solo mejores profesionales del fútbol sino mucho mejores personas? Yo he tenido la gran satisfacción de leer el cuento de Kipling y he aprendido que Nagaina es siempre una cobra. Sin embargo yo era sólo un lobo en los terrenos de jeugo, pero fuera de las canchas no era ni tan siquiera la cola de un lobo. Ahora estoy seguro de que aquel futbolista aficionado nacido en Badajoz, que sonreía siempre fuese cual fuese el resultado de cada batalla, sabe que Nagaina es una cobra siempre, tanto dentro como fuera de cualquier escenario más o menos mitológico; y por eso era un verdadero futbolista humano en lugar de un dios. El día que lleguéis a comprenderlo podréis empezar a sentir la verdad del fútbol. Y es que el problema de los adultos es que nos hemos olvidado de amar como amais vosotros vuestros primeros amores y, para mayor vergüenza nuestra y de los medios de comunicación de masas que son los que nos endiosan, es que os hemos estado convirtiendo en violentos sin causa justificada. ¿El fútbol es en verdad una causa justificada para ejercitar la violencia? Pura patraña. El fútbol sólo debería ser un deporte; pero cuando cometimos un error tan flagrante como jugar la Copa del Rey ante el humilde Athletic Club de Bilbao en nuestro terreno de fútbol del Nou Camp sólo estuvimos cavando nuestra propia fosa con vistas a la Supercopa de España. A veces el fútbol sirve también para demostrar que el orgullo, la vanidad y la soberbia, sólo conducen a una derrota no como futbolistas, porque seguiremos siendo mejores que ellos, pero como personas tendríamos que pensarlo mucho antes de contestar porque creo que, en ese terreno neutral, llevamos las de perder. Y ahora podéis preguntarme tres preguntas antes de despedirme de vosotros hasta otra ocasión en que os tenga que hablar de manera mucho más positiva si Dios así lo permite. 
 
El quinceañero Antoni Parest i Tapial levantó su brazo izquierdo.
 
- Señor Carrasco, me llamo Antoni Parets i Tapial, soy gordito, uso gafas y se mofan de mí llamándome simplemente El Tonto Toño Perdedor. ¿Es justo que se me margine y no me dejen jugar en el equipo de mi colegio cuando el fútbol es mi pasión?
 
- No es justo. Ni es tan siquiera relativamente justo como muchos quieran decir para justificarse.  Vuelvo a insistir que los profesionales de fútbol os hemos educado muy mal. El día que los niños gorditos y que usan gafas puedan jugar al fútbol sin ser discriminados, estaremos en el camino de ser iguales a aquel futbolista de leyenda que jugaba con el cuerpo pero jugaba mucho más con el alma; y el alma de un chaval gordito y con gafas vale tanto o más como la de cualquier otro chico atlético y sin gafas. ¿Alguien quiere preguntarme algo más? Me quedan dos por responder.
 
Ahora fue Artemisa Xirgau Tarrradellas quien levantó su brazo derecho.
 
- Me llamo Artemisa Xirgau Tarradellas y sólo me gustan los chicos guapos, que jueguen muy bien al fútbol y estén cachas. ¿Es eso un pecado?
 
- Sólo puedo decirte que nadie es tan perfecto como tú lo estás imaginando. Soñar no cuesta nada pero para poder soñar, por desgracia, hay que pagar un precio bastante alto. ¿Tú crees que un futbolista como Cristiano no está pagando un precio demasiado alto por ser como tú idealizas a los futbolistas? Piénsalo bien; pero tendrías que haber conocido a Irulegui o a Elizondo, bravos defensas de la Real Sociedad de San Sebastián de los años cincuenta, para poderlo comprender mejor. ¿Quién me quiere hacer la última pregunta? 
 
El que la hizo fue Xavi sin levantar ninguno de sus dos brazos.
 
 
- Me llamo Xavi Pedrerol Masferrer y quiero saber cuál fue tu mejor partido.
 
 
- Mi mejor partido fue el que nunca jugué.  Mi mejor partido fue aquel que nunca jugué porque aprendí mucho cuando me dejaban fuera del equipo por cualquier cuestión propia o ajena y me daba tiempo para meditar. El partido que nunca hemos jugado la mayoría de los profesionales, salvo los soberbios y los prepotentes, es quel que más y mejor nos hizo soñar. Yo jugué once temporadas en el Barsa, con un total de 491 partidos y marcando 92 goles llegando también a jugar en la Selección Española. Gané solamente una Liga, tres Copas de España, tres Recopas de Europa y dos Copas de la Liga pero teniendo la gran fortuna de haber jugado al lado de grandes astros del fútbol como lo fueron Artola, Migueli, Asensi, Neeskens, Krankl, Rexach, Simonsen, De la Cruz, Alexanco, Schuster, Quini, Julio Alberto, Víctor Muñoz, Urruti, Perico Alonso, Marcos Alonso, Maradona, Archibald, Calderé, Zubizarreta, Lineker, López Rekarte, Aloísio, Eusebio, Milla, Bakero y Julio Salinas entre otros muchos más; y aprendí mucho de sabios entrenadores como Kubala, Helenio Herrera, Menotti, Venables, Luis Aragonés y Cruyff por no citar a todos y, ya me véis aquí, vengo a deciros que tengo todavía mucho que aprender de todos vosotros y de todas vosotras. Y ahora, amigos y amigas adolescentes, me tengo ya que marchar, pero ojalá os dure mucho tiempo las edad del pavo y sigáis amando de esa manera que los adultos hemos terminado lamentablemente por olvidar. Mi gran sueño, en estos momentos, es que me gustaria haber jugado, alguna vez, con el futbolista aficionado de Badajoz que siempre sabía sonreír. El de las heroicas leyendas pero que nunca se creyó ser un dios a pesar de todo lo que valía según dicen los que le vieron jugar. Nunca seáis dioses, amigos y amigas adolescentes; nunca seais dioses porque Dios solamente hay uno y no es futbolista precisamente sino alguien a quien también le gusta el fútbol cuando el fútbol es solamente lo que siempre debería ser para todos: un lugar feliz desde donde poder contemplar la vida con mucho más optimismo.. Hasta pronto. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Foto del autor José Orero De Julián
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Descripción

Diez relatos para niños extremadamente inteligentes de todas las edades.

Palabras Clave: Literatura Prosa Relatos Narrativa.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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