- ¿Quieres ser millonario?
- No, gracias.
- Yo tengo la fórmula exacta para que lo seas.
- No, gracias.
- ¿Cómo puedes rechazar la oportunidad de ser millonario?
- No, gracias.
- ¡Te estoy diciendo que yo puedo hacer que seas millonario!
- No, gracias.
- ¿Es que te conformas con no serlo?
- No, gracias.
- ¡Te puedo convertir en millonario de la noche a la mañana!
- No, gracias.
- No te entiendo...
- No, gracias.
 
Sucedió aproximadamente recién iniciado el año 1970, después de Jesucristo, en la Puerta del Sol de Madrid, justo en el inicio de los números impares de la calle Alcalá. Él estaba buscando víctimas del "tocomocho" mientras yo seguí caminando, como siempre, con las manos metidas en los bolsillos del pantalón en dirección hacia el autobús que me llevaba hacia Juan Duque, 16. Nunca volví a verle en mi vida y nunca jamás volvió a intentar engañarme con lo de hacer de mí un millonario. ¿Ser millonario? ¿Para qué quería ser yo un millonario si ya lo era?
 
Posdata.- No existe mayor tesoro que tener un amor en cada puerto hasta decidir en qué nave quieres embarcar. O posiblemente resulta que yo ya era un extraterreste buscando un hogar en la Tierra desde donde poder mirar a las estrellas. Diez años más tarde, ya en 1980 después de Jesucristo, Spielberg rodó la película E.T. y quizás por eso encontré yo mi verdadero lugar siendo millonario de sueños.