Decía Nietzsche “Donde acaba la soledad, comienza el mercado, donde comienza el mercado, comienza el ruidos de los grandes comediantes, y el zumbido de moscas venosas” Se puede aplicar en este hermoso y sentido poema, parte de èl . La soledad resguarda, protege, aísla; el mercado abruma y los comediantes aprovechan. Si nacer en el exilio, es no tener patria; regresar del exilio, es encontrar todo aquello que uno dejó, en un ruido agobiante. Abrumador se hace y la partida; la necesidad de irse; abandonar nuevamente las raíces, que ya estaban caducas y encontrar los afectos distintos, lejanos y cercanos, es una contradicción entre lo vivido y lo encontrado. Hay una memoria retenida, que aún no ha sido superada, y nuevamente la contradicción, parece como una nueva promesa de regreso, pero que no puede ser realizado hasta colocar todas las piezas en su lugar. Hay imágenes de dolores pasados, en una ola calma, que solo el tiempo da; pero aún así: sentir esas tristezas del pasado, es una maravilla que vale la pena. No hay aves sin nidos, y aún esas aves libertarias siempre regresan.
Felicitaciones Mìa