¿A dónde? ¿Por qué? (Reflexiones)
Publicado en May 14, 2016
Necesitamos el conocimiento para poder desarrollar nuestro ciclo vital. Es necesario el conocimiento para ir hacia algún lugar concreto en lugar de deambular por los laberintos de la ignorancia. Las dos preguntas necesarias, partiendo de este axioma verdadero, son ¿a dónde queremos llegar con el conocimiento? y ¿por qué necesitamos con tanta urgencia el conocimiento?
Hay algo muy evidente en el proceso de la evolución humana. Cuando crecemos como personas dejamos de ser gentes como el ganado que sólo camina según le ordena y le impone el pastor, aunque el pastor sean tan necio como aquel que tiraba piedras hacia el cielo pensando que podía apedrearlo y se encontraba con que todas las piedras caían sobre su cabeza. ¡Apedrear a Dios! ¡Qué mayúsculo absurdo! ¡Cuán Grande es Él y cuán minúsculos somos nosotros! Es de ahí. de ese mayúsculo absurdo lleno de ignorancia total, de donde surge la segunda pregunta. ¿A dónde vamos con el conocimiento? Del desarrollo de nuestra capacidad humana es de donde dejamos de ser tan paletos que no descubrimos dónde está la derecha y dónde está la izquierda. ¿Y los que no queremos desviarnos del centro de gravedad de nuestra inteligencia? ¿Qué hacemos los que queremos y deseamos aumentar nuestro conocimiento en ese término medio en donde se dice que está la virtud? Aquí es donde debemos saber desarrollar el conocimiento humano. Dejemos de ser gentes en forma de ganado que siempre repite la misma equivocación hasta que recibe las pedradas del algún pastor embrutecido que sólo desea que las ovejas sigan el camino que él impone autoritariamente. ¿Por qué? ¿Por qué tenemos que basar la sabiduría en ser vulgares peones manejados según el antojo de los que se autodenominan a sí mismos como grandes maestros? En manos de estos empedernidos jugadores moviendo las vidas ajenas no vamos a conseguir jamás evolucionar hacia el estado de persona. Esos autoproclamados ancianos del saber sólo buscan movernos en el tablero de la vida según sus antojos. Pero no. El porqué de buscar el conocimiento, en forma de sabiduría, no debe ser jamás lo que dichos pastores o ancianos autoproclamados grandes maestros quieren hacer con nosotros. No. El porqué de la buena sabiduría, la que se basa en el conocimiento propio y no en el interés ajeno, sirve para escapar del tablero de ajedrez humano donde ellos sólo nos consideran vulgares peones sacrificados según el capricho de dichos grandes maestros que no son ni maestros ni tampoco grandes. Necesitamos liberarnos de su tableros para convertirnos, a través del conocimiento que nos guia a la sabiduría, en reyes y reinas de nuestras propias existencias. ¿Autoproclamarnos reyes y reinas? Tal vez sí. Tal vez esa sea la verdadera respuesta. Tal vez la respuesta correcta al por qué debemos buscar el conocimiento para alcanzar la sabiduría es dejar de ser gentes secundarias (como el ganado apedreado por los necios e ignorantes pastores embrutecidos) o peones sin personalidad propia para pensar en cuál debe ser nuestro propio juego. En este sentido completo de nuestra existencia reside el verdadero valor del cristianismo sin religión alguna. En esa clase de cristianismo como forma de vida se encuentra la verdadera respuesta. El Camino. La Verdad. La Vida. Tres conceptos esenciales y concatenados entre sí para que, siguiendo sus señales, seamos lo suficientemente sabios como para no ser ovejas apedreadas y convertirnos en verdaderos conductores de nosotros mismos y de nosotras mismas sabiendo que quien nos guía no es ningún pastor embrutecido ni ningún anciano ignorante porque hemos alcanzado la Liberación. Y esa Liberación se llama únicamente Jesucristo. ¿A dónde?.- Hacia Jesucristo. ¿Por qué?.- Porque Jesucristo es el Camino, la Verdad y la Vida.
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José Orero De Julián
José Orero De Julián
Enrique Dintrans A:
Vaya problema, pero aquí está más acotada en la dimensión mistérica.
¿De qué está hecho el conocer? y ¿qué relación tiene con la realidad?
La filosofía ha hecho un tremendo esfuerzo en dar inteligibilidad a la totalidad de la experiencia humana, desde la razon.
Pero aquí se aborda el "conocer" en la perspectiva del sentido.
Comparto en lo personal, la visión de Jesús Cristo que expones. Atendiendo a sus palabras y gestos; quien sostiene la "regla de oro" como la síntesis de la Ley y el mensaje de los profetas.
Sin embargo, tenemos una mente que piensa y no solo el derecho sino el deber para nosotros mismos de buscar y aportar en el conocimiento que más que una "parecela" de identidad individual, es la "participación" del yo en el Universo.
Tema, por lo demás, apasionante.
Saludos
José Orero De Julián
¿por qué?.- Porque Jesucristo es el Camino, la Verdad y la Vida.