Ilgico
Publicado en May 30, 2016
Confío en ti como confío en mí misma,
si fuera necesario, te confiaría mi vida así como ya he hecho confiandote mis sueños, mis inseguridades, mis vulnerabilidades, mis alegrías. Un amigo del alma con el que me siento en completa libertad de ser... Amo tus excentricidades, tus desaciertos, tus historias recientes y tus anécdotas de vida, me enamoro a cada instante de tu actitud por la vida, de tus acciones de vida, de la expresión y el amor que muestras por los seres que amas, y mi corazón se ensancha al percibirte así. El amor de mi alma con el que me siento plena de amar desde la profundidad de mis emociones y mis pensamientos... Si le permitiera a la lógica, intervenir en mis emociones y mis acciones para contigo, las dudas, las ansiedades y las tristezas talvez podrían habitar en mí... yo que sé. Contigo, como con el piano, la lógica no tiene intromisión, solo se trata de sentir, de permitir a la emoción fluir, y disfrutar la melodía que interpreta mi corazón, sin dueño, sin expectativa, sin sometimiento, porque sentirte justo así, es todo lo que quiero para mí. Extraño? Quizás... no lo sé... Lo que sé es que te extrañaré desde el alma, cuando no pueda estar junto a ti, cada día, justo así. Te quiero Alma mía, mi gran Amigo, Te quiero.
Página 1 / 1
|
felix.d.ramirez
Viviana Mondragon M
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
si; yo que sé
justo así”
La entrega, casi ciega, a esa amistad profunda y casi secreta que hace de su compañía, la esencia de la vida, del amor, de la admiración, del festejo de esas ocurrencias. Esa convicción de “ser de nadie”… pero ser casi el espejo del amigo de quién en su ausencia se hará sentir y extrañar lo dice todo. Y como bien dices “solo se trata de sentir, de permitir a la emoción fluir, y disfrutar la melodía que interpreta mi corazón”
Felicitaciones Viviana
Viviana Mondragon M
Gracias Gustavo!
Enrique Dintrans A:
Tu ilógica afectiva me parece muy sensata.
El amor y la amistad son gigantes con quienes la "razón" necesita tomar cierta distancia.
Saludos cordiales
Viviana Mondragon M
Gracias Enrique por tus comentarios.