Cae el mar del cielo
Publicado en Jun 01, 2016
Se había lanzado hace exactamente dos segundos del edificio, y quedaban otros 5 por pasar. -Es la gravedad-Se dijo-Soy la manzana que se desplomó en la nuca de Newton. Le quedaban aun tres segundos para chocar contra el suelo. Y en ellos, sus pensamientos volaron, tal y como le vuelan a un ser humano durante toda su vida. Repasaba las fantasías más locas que hubiera podido cumplir. Pero esta era una de ellas; la más importante, y ponerla a prueba significaría no vivir las otras. De pronto, a un segundo más de tocar el infinito, reacciono. Su mirada se alzó hacia toda la habitación. Sintió el deseo de gritar, nada más que de gritar. - ¿Por qué sigo aquí? -Finalmente se atendió de su parte, pues sus anteriores alaridos cobraron un silencio posesivo. -Porque no mereces morir -Se respondió desde lo más oscuro de la habitación. - ¿Quién eres? -Volvió a preguntar con curiosidad y desesperación, esperando una aclaración al asunto. - ¿Quién eres? -Repitió la voz a modo de burla. - Cállate-Exclamo con enojo. - ¿Por qué no te callas tú? -Fue lo último que mencionó la frecuencia. O al menos fue lo último que la chica logro oír antes de caer nuevamente al coma.
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Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Felicitaciones
Magdalena Caceres
¡Muchas gracias por ese apoyo...no creía realmente que un comentario tan técnico y bien trabajado fuera tan bonito de leer,pues anima a seguir escribiendo!
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
no te hagas problema y sigue escribiendo
Enrique Dintrans A:
Es como una luz repentina que abre la habitación de la existencia.
Saludos
Federico Santa Maria Carrera
Mi afectuoso saludo,
Federico.
DEMOCLES (Mago de Oz)