El triunfo conseguido por mi Princesa y yo en la Casa de la Cultura de Guayaquil (aquella aplastante victoria, por unanimidad absoluta del Jurado, con "El Pensamiento Vivo de Benjamín Carrión" en 1996) había que celebrarlo por todo lo alto. La ocasión se nos presentó en el verano de 1998 y decidimos ir a las Islas de Polinesia. Como Carlita era todavía muy pequeña para tan largo viaje, se quedó en casa de unos parientes, en Quito, y los demás nos apuntamos, rápidamente, a tan emocionante aventura. Los demás éramos la abuelita Lucy, Leslie, Diego, Yeny, Liliana y yo. Así que pasamos unos días inolvidables en las Islas de Polinesia, en un alojamiento de 4 estrellas solamente para nosotros. Fantástico. Con una puntuación de 9,2 sobre 10. Excelente elección. Muy cómodo y amplio departamento que contaba con todo, como estar en casa propia, con habitaciones amplias y baños privados en cada una de ellas, spa, piscina climatizada familiar, televisor último modelo, aire acondicionado, servicio rápido en cuanto a las pizzas, cocina bien equipada, buenos utensilios, limpieza absoluta, lavadora, lavavajillas y secadora. Sensacional para pasar una semana y dormir en plácidas noches sin ruido exterior alguno. Nos gustó a todos nada más ver lo amplio que era. El Supermercado estaba a la vuelta de la esquina y había vías rápidas para ir a todos los parques de las cercanías. No había dudas en cuanto que habíamos sabido escoger la mejor elección para conmemorar aquel enorme éxito con el Ensayo.
Es impoisble poder narrar todo lo que nos divertimos aquellos días en las Islas de Polinesia, tanto en los parques de atracciones como en los restaurantes, salas de espectáculos, juegos con el agua y multitud de actividades lúdicas que las convirtieron en unas de las mejores vacaciones vividas (y eso que hemos vivido muchas) desde que la Princesa y yo estamos casados.
Jos Orero De Julin
Jos Orero De Julin
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Jos Orero De Julin
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