Cuestiones de tiempo y vida (Reflexiones)
Publicado en Jun 10, 2016
El cantautor guatemalteco Ricardo Arjona es el autor de una frase que dice así: "El tiempo es cuestión de tiempo, la vida es cuestión de vida. La vida dura un momento, el tiempo toda la vida". Meditemos también sobre lo que llegó a poetizar, en un momento, el escritor peruano José Santos Chocano: "Hace ya diez años que recorro el mundo. ¡He vivido poco! ¡Me he cansado mucho!". Yo he dicho y sigo defendiendo la idea de que "nunca cumplimos años sino que siempre vivimos momentos". Cuando nos enfrentamos al dilema de saber cuánta cantidad de tiempo hemos vivido para decir que somos felices o cuánta cantidad de tiempo hemos vivido para decir que estamos insatisfechos con nuestra existencia nos alejamos de un problema filosófico para adentrarnos en el análisis sociológico de nuestras vivencias. Lo exterior no importa. Lo esencial es nuestro interior. Muchos se quejan de que han estado trabajando casi toda su vida, sin tomar ni tan siquiera tiempo para gozar del ocio, para que, en los tiempos finales de su periplo vital, a pesar de haber amasado una pequeña fortuna de dinero, no haber tenido tiempo de disfrutar de la vida con toda la intensidad que ellos hubieran deseado. Se sienten frustrados cuando descubren que no es el dinero el que produce sensaciones felices sino saber ganar dinero para vivir dichas sensaciones.
Otro pensamiento mío dice así: "Siempre tenemos tiempo para decir que somos quienes somos y no quienes quieren decir que somos, y siempre tenemos tiempo para demostrarlo". Pero tengo que afirmar que para conseguir esto lo importante es saber hasta donde estás dispuesto a sacrificarte para ser feliz. Parece una contradicción, pero sin embargo es una gran veracidad porque me refiero a coordinar tiempo de vida y tiempo para vivir. Y es que no son la misma cosa. Tiempo de vida es una mera cifra matemática que no te produce felicidad alguna en sí misma. Tiempo para vivir es una gran oportunidad para alcanzar la felicidad porque has vivido los momentos que lo componen. Entramos aquí en un asunto muy controvertido a lo largo de la historia humana: la felicidad. ¿Qué es, en verdad, la felicidad? Yo también afirmo, una vez más, que la felicidad consiste en realizarte estando satisfecho con todo lo que has hecho y lo que haces, además de estar satisfecho con todo lo que no has hecho y no haces. En otras palabras, afirmar que si volvieras a nacer harías las mismas cosas que has hecho y no harías las mismas cosas que no has hecho. Eso es la felicidad. Saber que tu vida (lo hecho y lo no hecho) te llenó por completo y te sigue llenando. Ciertas personas me critican diciendo que no puedo afirmar tal cosa porque, en algún momento del futuro, alguien me puede echar en cara que yo afirmo tal cuestión. Pues no. En el futuro, en todo el futuro que me queda por vivir, seguiré afirmando lo mismo porque seguiré haciendo las cosas que me sirven para ser feliz y seguiré sin hacer las cosas que voluntariamente siempre he decidido no hacer para seguir siendo feliz. ¿Es esto un simple juego de palabras? No. Es una total convicción. Yo no estoy planteando ninguna duda. Estoy planteando una rotunda afirmación. Por eso mismo, sigo siendo tan feliz como siempre lo he sido. Por eso también es frase mía la que dice: "Para conocer la Felicidad hay que haber conocido antes la Vida". Y resulta que no sólo he conocido la Vida sino que sigo viviendo la Vida. Sé que es una manera muy personal y original de demostrar que se puede ser feliz y se es feliz cuando alguien se empeña en serlo. Sé que es demostrar a alguna persona (con pocas luces en su intelecto) que nadie es tan importante como para hacernos perder la esperanza de ser felices y de que, a pesar de las personas como él, podemos serlo y lo somos en la realidad. Si le añadimos la fantasía todavía es mejor que mejor. En otro orden de cosas, y dejando esos temas aparte para elevarnos en el pensamiento, hay muchas personas que cuando pasan los años se aferran demasiado al tiempo y empiezan a olvidarse de la felicidad. Yo creo que para ser feliz hay que ser siempre atemporal. Vuelvo a considerar lo que antes afirmé: "Nunca cumplimos años sino que siempre vivimos momentos". Así que salimos del tiempo (años) para estar siempre viviendo (momentos). ¿Y el tiempo? ¿Qué es el tiempo y qué función cumple en nuestras vidas? Empecemos por analizar otro pensamiento mío: "El tiempo es todo aquello que olvidamos cuando nos dejan sentir". ¿Por qué afirmo esta especie de contradicción? Porque no es una contradicción. Lo explico. No vivimos el tiempo. Lo que vivimos es sentir el tiempo. Y sentir el tiempo, por supuesto, es el cúmulo de nuestras profundas vivencias de las cuales olvidamos lo que los demás nos han querido imponer para nosotros imponer a los demás lo que hemos querido vivir. Tampoco es un juego de palabras. Es la síntesis complementaria de nuestra felicidad propia. Y nuestra felicidad propia pasa por nuestra directa intervención en lo que vivimos sin delegar en terceras personas lo que queremos vivir les guste o no les guste a esas terceras personas. En la felicidad estamos "tú" y "yo" mientras que "ellos" y "ellas" no nos condicionen, nunca ni para nada, esa felicidad que los dos estamos viviendo. Vivir sin condiciones. De eso estoy hablando. Y eso quiere decir hacer lo que queremos hacer y no hacer lo que no queremos hacer. Lo que hagan los demás ni me importa ni me interesa; porque entre lo bueno y lo malo siempre he preferido, prefiero y preferiré hacer lo bueno. Por eso no acepto un tiempo sin ética ni una vida sin moral.
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