Risas! Risas! Risas! (Diario)
Publicado en Jun 16, 2016
Ya estamos en 1988 y, después de haber vivido una"ilíada" en la calle madrileña de Pizarro y una "odisea" en la también calle madrileña de Villamanín, por fin hemos encontrado la primera vivienda propia de la familia que formamos, en este año, mi Princesa Liliana, mi Princesita Leslie (que ya ha cumplido los 2 años de edad) y yo. Es en la madrileña calle de San Roberto (en el Barrio de El Batán) y estamos en pleno verano. Leslie, a sus 2 años de edad, ha aprendido ya a partirse de risa cuando pasea conmigo por toda la barriada y cuando, como sucede a menudo, vamos los dos juntos en los vagones del metro. Gracias a Dios que me ha salido no solamente bonita como su madre sino también graciosa como su padre (que soy yo por supuesto aunque no me gusta decirlo por eso de que a algunos les melesten tanto mis sonrisas) que, en este verano del 88, no paro de pensar en el futuro. Tenemos proyectado tener otro hijo o hija (que sea lo que Dios quiera) pero para el año de 1990. Mientras llega esa fecha, Leslie y yo (mi Princesa no hace más que sonreír cuando nos ve) nos partimos de risa por todas partes por donde caminamos. ¡Risas! ¡Risas! ¡Risas! Mi casa de San Roberto, número 10, no sólo está siempre llena de invitadas (preferimos invitadas antes que invitados y no porque yo sea machista sino que es decisión libre y voluntaria de mi Princesa) sino que suenan las risas por las cuatro esquinas del barrio. Todos los vecinos y vecinas se encuentran asustados. Se preguntan qué nos pasa a los dos (me refiero a Leslie y a mí) y si es necesario que acuda algún psicólogo especializado en analizar las reacciones humanas, No se dan cuenta de que resulta que, simplemente, somos felices.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|