Dios
Publicado en Jun 22, 2016
Dios está en nosotros. está en todas partes. No lo vemos pero está, no lo vemos porque siempe que decimos o pensamos en algo, nuestro cerebro nos muestra la imágen que hemos aprendido para ese concepto.
Si vieramos una naranja con la forma de un cubo y de color amarillo, no sabriamos que es una naranja. Sin embargo si la comemos sabremos que es una naranja. Esa es la "trampa", tenemos aprendidas ciertas ideas de la imágen de Dios, pero es sólo por un mecanismo. No hace falta necesariamente concebir una imágen de Dios, basta con la duda de su existencia, y digo duda porque esa condición es la que abre mi mente, la convicción la cierra herméticamente. No necesitamos creer en Dios, creerás en El solo si lo deseas y no existe castigo para el que no quiera creer, ese es el libre albedrío. Dios no es un ser parecido al humano, no se enoja porque no creemos en El ni nos premia. Lo que nos ocurre es azaroso y en parte los riesgos los disminuimos con cautela, siendo racionales y siendo conscientes de que todos nuestros actos tienen consecuencias. Solo el proceso de hacernos conscientes nos va revelando cómo nos relacionamos con Dios. Relacionamos a Dios con una promesa de vida eterna y eso no lo entendemos, por miedo a la muerte. La vida es eterna, realmente es eterna, pero no cada uno de nosotros. No se que pasa despues de la muerte, se que es un hecho absolutamente natural, pero no se nada más. Sospecho que lo que más se parece al Cielo o al Infierno son nuestros últimos años de vida y eso período si, en gran medida será más o menos pleno, dependiendo cómo fue nuestro trabajo de ampliación de conciencia y ese recuerdo es lo que les queda a los cercanos. Además ese recuerdo será más o menos perduradero, es decir, más o menos eterno, si nuestra obra ha sido trascendental o no.
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